Hola shaboos :3 Traigo una nueva historia después de tanto tiempo de estar inactiva, espero sea de su agrado (^.^) y espero reviews.
Pareja principal: GrimmNel
Advertencias: Lenguaje fuerte, posibles escenas Lemmon.
Bleach y sus personajes le pertenecen a Tite Kubo, la historia es mia.
Capítulo 1: Busca y encontrarás
Dicen que las personas que están destinadas a encontrarse ningún obstáculo podrá impedirlo, ni la distancia, ni el tiempo, ni los conflictos son problema, para lograrlo solo hay que estar en el momento y lugar preciso, porque después del encuentro el lazo que se une jamás volverá a separarse, a menos que se haga presente la dama de negro...
Era una bella mañana de enero en la ciudad de Tokio, la gente apresurada por las calles para llegar a sus respectivos empleos dejaban un aire de estrés a su paso, dentro de toda la multitud se lograba distinguir una jovencita que a paso lento era evidente que no tenía ninguna prisa por llegar al que fuese su destino. Mientras tanto en uno de los apartamentos de los barrios menos costosos de la ciudad pero de los más inseguros otra jovencita tomaba su desayuno de la mañana, para ella un café con un poco de pan integral era más que suficiente para quedar satisfecha, leía el periódico de la semana, lo mismo de siempre, crímenes, política, la situación financiera del país y de la ciudad donde vive, el horóscopo, los mini cómics y finalmente los pasatiempos que tanto le gustaba resolver, fue en busca de un lápiz y se dispuso a resolver el crucigrama, desde siempre había sido muy buena resolviendo acertijos pues su coeficiente intelectual no era como el de cualquier chica de 22 años, siempre resaltó por su habilidad para ello pero justo cuando iba a escribir la primera respuesta escuchó la puerta de su departamento abrirse, dirigió su mirada hacia ese punto muy atenta de ver quien cruzaba del otro lado.
-¡Buen día Rukia-chan!- Dijo la mujer que acababa de entrar al departamento.
-¡NEL!, sabes que no me gusta que te lleves las llaves sin mi permiso, prefiero que llames a la puerta sabes lo inseguro que es este barrio.- Le respondió un tanto alterada la chica de los crucigramas.
-¡Gomenasai, Rukia-chan!, sé que estoy abusando de tu confianza, pero me dispuse a salir temprano en la mañana para ganar algo de tiempo…
-Bien, no te preocupes. ¿Conseguiste algo?- Respondió la chica con el ceño relajado el cual hace un rato se veía fruncido.
La aludida tomó asiento en la misma mesa para platicar más a gusto, también porque era evidente lo agotada que estaba tras la caminata de la mañana.
-Busqué por todas partes, desde restaurantes, pequeños centros médicos, oficinas, jardines infantiles y nada…- Dijo con tono triste- Creo que voy a tener que trabajar en un cabaret o un bar de mala muerte Rukia-chan.- Continuó en broma pero a su vez muy convencida de que esa posibilidad en esta situación podía convertirse en una realidad en menos de lo que pensara.
-¿Qué? Sabes que ni muerta dejaría que hicieras eso amiga, esos lugares no son para chicas buenas como nosotras.- Eso último lo dijo en un tono sarcástico, su compañera soltó una pequeña risita.- Aunque viendo la situación como está ahora… yo con mucho dolor y pena me sacrificaría amiga, estaré dispuesta a ser tu representante frente a los clientes que quieran comprar tus servicios sexuales.- Le hizo una mirada pícara con una sonrisita de complicidad, luego ambas echaron carcajadas ante el sarcástico comentario de la pelinegra.
-¡No, ya! En serio Rukia-chan, necesito ese trabajo urgente antes de pagar la renta a fin de mes, no quiero ser un parásito para ti.
- Eto… ¿ya preguntaste en todas las clínicas y hospitales de la ciudad? ¡Por Dios! Debe haber por lo menos una que te acepte, no estudiaste enfermería para nada ¿cierto? Porque aparte de ello ¿qué más sabes hacer?
- Amiga, sabes que desde que estábamos en preparatoria logro desenvolverme muy bien en cualquier área.- Respondió muy segura de sí misma.
- Bueno, ahora que lo dices recuerdo que eras muy buena para los números y las cuentas, ¿no hiciste acaso durante un tiempo un curso de contabilidad?- La aludida asintió con la cabeza.- ¡Perfecto! Puedes ocupar algún puesto de contable o secretaria.
- ¿Pero dónde? Ya he preguntado en varios lugares como bufetes, pequeñas oficinas de contables, empresas pequeñas…
-¡YA VES!- Dijo la pelinegra interrumpiéndola de golpe.- Lo que sucede es que tu no ves más allá de tus narices.- No lo dijo en modo de reproche sino más bien con tono motivacional.- Es fácil, lo que debe hacer es apuntar a lo más alto, si sigues pensando que sólo sirves para cosas pequeñas e insignificantes la gente notará esa inseguridad en ti y no te aceptarán por más profesiones que tengas registradas en tu hoja de vida. La clave está en hacerles creer que ellos necesitan de ti, no al contrario.
Wow, esas palabras la dejaron sin respuesta, aunque sabía que Rukia siempre había sido así, con esa personalidad tan propia y segura de sí misma eso que acababa de decir hizo que, de una manera que no se explica, regresaran sus esperanzas, su amiga siempre había sido muy buena para levantarle el ánimo a cualquiera, envidiaba esa seguridad y ese carisma, siempre consideró que su amiga debió haber estudiado algo relacionado con la psicología, pero al igual que ella le gustaba más ayudar a las personas desde la perspectiva de la medicina. Su compañera trabajaba desde hace ya un par de meses en un ancianato, y no cualquiera, era un centro de reposo para gente mayor pero muy bien acomodados, ni muy ricos pero tampoco pobres, de clase media a los cuales sus familiares podían pagar para que los cuidaran tiempo completo, a ella no le pagaban mucho pese a esto, el mínimo nada más pero seguramente si lograba durar un buen tiempo en ese trabajo quizá le aumentarían el salario. Nel no pudo ingresar a trabajar allí puesto que no tenían capital para pagarle a un empleado más, la situación económica de la ciudad estaba muy complicada por aquellos tiempos, con los problemas de tifones frecuentes, el aumento de la población año tras año, las malas decisiones de los políticos, las grandes inversiones de dinero para nuevas construcciones, entre otros más.
-Entonces… ¿qué propones Rukia-chan?
- Es fácil, miremos en este periódico, a lo mejor en los clasificados hay muchas personas solicitando empleados.
Tras echarle un rápio vistazo fueron marcando con un resaltador amarillo los empleos que más se acomodaban a las habilidades de Nel.
-Bien, creo que por ahora esos son todos los que hay.
-Déjame ver…- Dijo la peliverde mientras tomaba en sus manos el periódico para repasarlo, habían como unos veinte marcados entre los cuales se encontraban cosas como "se solicita mesero", "se solicita persona que reparta volantes", "se solicita persona que empaque productos en centro comercial", "se solicita persona en call center", muchos trabajos simples en los cuales podría desenvolverse fácilmente pero que de seguro no le darían más de mes y medio de trabajo en ello, empleos que no serían estables a largo plazo que era justo lo que andaba buscando. Luego al final de la lista vió un anuncio un poco más grande, resaltado de igual manera por Rukia pero que destacaba entre los demás.
-Rukia-chan, ¿por qué marcaste este?
- Porque dice claramente "Se solicita secretaria con conocimientos en contabilidad", es propio para ti.- Dijo con una sonrisa satisfactoria pues sabía que su intuición nunca le fallaba.
-Pues agradezco de verdad que tengas esa confianza en mí Rukia pero… no creo que me acepten en un lugar como este…
La mirada de la pelinegra se tornó seria y sombría, un aura de oscuridad empezaba a apoderarse de ella mientras pronunciaba las siguientes palabras…
-¿Qué – fue- lo- que- di-jis-te?- Dijo mientras agarraba un periódico en la mano y lo iba enrollando con el propósito de darle unos buenos golpes en la cabeza.
- Ewww, digo, digo, ¡Me parece genial Rukia! Siempre es mejor tener todas las posibilidades listas e intentarlo siempre.- Respondió ante la pregunta muy nerviosa y agitando sus manos rápidamente frente de ella.
- Que bueno Nel, ves que si se puede pensar positivamente.- Dijo con una amplia sonrisa y ahora con un aura rosa de burbujas y brillantina, ¿cómo le hacía para cambiar de estado de ánimo tan rápido?
- Hoy mismo saldré a consultar el empleo en estas direcciones, ¿me acompañarías?
- Lo siento Nel, pero hoy tengo turno desde las tres de la tarde hasta el siguiente día.
- Wow, te cambiaron de horario.
- Si, como estamos a comienzos de enero a muchas enfermeras les dieron vacaciones y por supuesto las que nos quedamos tenemos que cubrirles el turno.
- OK, entonces iré sola.- Dijo mientras hacía un pronunciado puchero con su labio inferior.
- No te preocupes Nel, estoy segura de que todo saldrá bien, la intuición nunca me falla.- Le dijo mientras le guiñaba un ojo.- Y sé segura de ti misma, recuerda lo que te dije, ellos necesitan de ti, no tú de ellos.
Llegada la tarde, Rukia partió hacia su destino y Nel comenzaba su propia travesía por la ciudad, pasó por el supermercado pero le dijeron que ese puesto ya lo había ocupado alguien más, no se desanimó y continuó a su siguiente destino, el chico de los volantes le dijo que era perfecta para el trabajo solo que debía ponerse un traje muy sexy para repartir dichos papeles, la cuestión era que los volantes promocionaban un sexshop que habían abierto recientemente por la zona y por consiguiente no le gustó para nada así que rechazó la oferta, en el call center le pedían como requisito saber inglés y otro idioma adicional, ella podía defenderse con el inglés, no es que fuese una experta pero tenía buenas bases el problema es que era el único idioma aparte del japonés que sabía hablar así que no fue aceptada, las opciones se iban agotando y la noche ya casi se hacía presente "una parada más y continuaré mañana" se dijo a sí misma. Llegó a un restaurante fino, "Delicias mexicanas" decía en español un idioma que por supuesto no entendía pero en japonés debajo decía "comida mexicana", bueno, nada perdía con intentar suerte en ese lugar, entró al establecimiento y pudo observar un ambiente muy distinto al que estaba acostumbrada a ver en otros restaurantes, era elegante pero con toques típicos de México, sombreros de mariachis, cintas en las paredes y techos con el color de la bandera, barriles de tequila, mesas y sillas de madera, un bar al fondo y ambientado con música mariachi; las personas que allí se encontraban eran más extranjeros que japoneses propios aunque también los habían, hablaban en español cosas que ella no entendía y se asustó de pensar que a lo mejor el dueño necesitaba a alguien que dominara dicho idioma, dio media vuelta para salir del lugar cuando una voz masculina la detuvo.
-Buena tarde señorita, siga por favor, ¿cuál va a ser su pedido para esta ocasión?
- Que amable, lo que sucede es que…- Se dio vuelta para ver al hombre que le hablaba, era un muchacho de no más de 20 años de edad, cabello hasta el cuello de color castaño, tez trigueña y ojos cafés.- Eeeeh, sólo vine por un anuncio del periódico.
- Oh claro, siga por acá señorita.
- Emmm, disculpe señor… ¿Keigo?- Dijo ella mientras leía el nombre bordado en su delantal.
- Keigo Asano, mucho gusto.- Dijo el aludido mientras le extendía la mano a modo de saludo.
- Yo soy Nel, mucho gusto. – Dijo la chica para corresponderle.
- El jefe del lugar también es el mismo chef así que voy a ver si te puede atender un momento, ya regreso.- Dijo mientras que de un golpe entró por la puerta que dirigía a la cocina.
La peliverde no quería estar ahí porque ¿Qué tal que tuviese que hablar español? O cocinar platos típicos, cosas que evidentemente no sabía hacer, pasaron largos 5 minutos y el muchacho no aparecía, pero antes de que pudiese dar vuelta para salir del lugar Keigo apareció e hizo una seña para que entrara, cosa que obedeció pues no le quedaba de otra.
Al pasar por la puerta se dirigieron por un largo pasillo hasta llegar a otra puerta, entraron, era una pequeña habitación con un escritorio, una silla y otro par de sillas al otro lado del escritorio, lo cual era evidentemente una oficina o despacho, el chico le dio instrucciones de quedarse sentada mientras el jefe llegaba a atenderla. Cuando el joven se marchó ella se quedó contemplando el lugar, habían cuadros de pinturas aparentemente antiguas y muy coloridas, los sombreros de mariachis también se hicieron presentes en el lugar y a un lado de la pared una bandera mexicana, "evidentemente el dueño debe amar mucho su nación" se dijo a sí misma mentalmente. En seguida un ruido la sacó de sus pensamientos y era el jefe quien había abierto la puerta.
-Señorita, ¿en qué puedo ayudarla?- Dijo de manera directa el hombre.
-Emmm, mucho gusto señor, me llamo Neliel y vengo por el trabajo del anuncio del periódico.
- Disculpa mi falta de modales…- Hablaba con un acento un tanto extraño para sus oídos.- Soy Sado Yasutora, gusto en conocerte. Por favor siéntese.- Dijo mientras se sentaba en su escritorio y le indicaba a la mujer que hiciera lo mismo frente a él.- Así que vienes aquí para probar suerte en mi restaurante. –Dijo de forma intuitiva.
- Sí señor, estoy buscando empleo y le aseguro que soy muy buena para todo, así sea para limpiar pisos.
- ¿Tienes habilidades culinarias?
- La verdad sólo sé unas cuantas cosas pero nada que tenga que ver con lo mexicano…- Respondió
-…- El joven moreno se quedó pensativo por unos instantes.- Bueno, la cuestión es que ese anuncio es viejo, evidentemente olvidaron quitarlo cuando pedí al periódico que lo hiciera porque meseros ya tenemos los suficientes y entre nosotros mismos limpiamos el local así que…
- Bueno, no se preocupe, si no puede contratarme lo entenderé.- Dijo con una sonrisa.
- Le propongo un trato señorita, venga mañana en la tarde a eso del mediodía, y tendré algo para usted.
- ¡Vaya! ¿De verdad señor? Estaría muy agradecida pero no quisiera causarle molestias si no puede…
- Por supuesto, y no se preocupe que en lugares como estos siempre hay algo que hacer.
Así decidieron pues, quedar para el día siguiente, la muchacha salió feliz del lugar pensando que muy posiblemente ya tendría un trabajo, aunque fuese lo que fuese el pago estaría dispuesta a cumplir con lo que le impusieran.
En la calle cogió un taxi y le pidió al conductor que la llevase a su destino, mientras iban velozmente por las carreteras, Nel cogió de nuevo el pedazo de periódico y vió la lista de lugares que ya había visitado, todos en los que no la habían aceptado o había rechazado por decisión propia estaban tachados, excepto claro el del restaurante y otro más, el que menos le había llamado la atención de todos puesto que se encontraba en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, leyó nuevamente la descripción, decía literalmente: "se solicita secretaria con conocimientos en contabilidad, 3 puestos disponibles…" a continuación los números y la dirección, y el nombre del lugar… "dudo mucho que me acepten en un lugar como ese" se dijo mentalmente a sí misma, "Jagger Company".
