. - Before you Know - .
"Este fanfic va dedicado exclusivamente a Edainwen, quién siendo la primera ganadora del concurso de teorías de School Days cedió su premio y se quedó con las ganas de ver su idea publicada. Ésta va para ti, Edainwen, con mucho cariño y agradecimiento por el apoyo que me has brindado. Tienes mucho potencial como escritora, no renuncies nunca.
Ahora disfruta de la historia de lo que sucedió antes de School Days… Espero llenar tus expectativas…"
Capítulo I: Destinos cruzados
El cielo estaba despejado, intensamente azul. Casi ni notaba los edificios que se alzaban a su alrededor, era como si su mente se elevara al firmamento.
De pronto el cielo se tornaba amarillo, hasta ir llegando a tonos opacos de rojizo…
- ¡Elle!!
Podía escuchar gritos. Los oía lejanos. Las campanas comenzaron a sonar, ¿qué anunciarían?
Poco a poco dejó de contemplar el cielo para darse la vuelta ante un verdadero infierno en llamas, con las campanas repicando todavía más…
- ¿Ryuuzaki? ¿Te encuentras bien? – Era su abuelo, Quillish, quien lo despertaba siempre las noches de tormenta.
- Tuve ese sueño de nuevo, abuelo – señalaba el pequeño pelinegro con la vista baja. Era un niño muy serio para ser alguien de apenas ocho años.
- No te preocupes, Ryuuzaki. Todo va a estar bien.
- Abuelo, ¿ahora sí vas a contarme de mis padres?
- … Me temo que todavía no es tiempo, Ryuuzaki. Cuando tengas la edad suficiente será.
- … - el pequeño quedaba siempre inconforme ante tal respuesta, pero se resignaba al saber que su abuelo sólo le deseaba felicidad.
Ryuuzaki Wammy. Nieto del gran líder de las industrias Wammy. Futuro heredero de la compañía. Huérfano de padres vivía con su abuelo Quillish en Winchester, Inglaterra. Ryuuzaki jamás había desobedecido alguna regla de su abuelo, pero al llegar entre los ocho y nueve años, comenzó a sentir una incontenible curiosidad sobre sus predecesores. Pese a que nunca antes lo había hecho, ni le correspondía hacer alguna vez, entró en secreto a la habitación de Wammy, justo el día en que éste partía corriendo por alguna urgencia. Lo que halló ahí dentro, fue una carta firmada por 'E', que anunciaba el encarcelamiento de alguien en nombre de Lance Lawliet. Todo indicaba que se trataba del asesino de sus padres.
Al fin, sabía algo más, y ya tenía algo más que investigar.
Lance Lawliet, famoso detective cuya identidad física era todavía un misterio. El mundo de la informática carecía de información de él, sin embargo Ryuuzaki halló bastante información de él en la oficina de su abuelo. Eso bastó para inspirarle en la carrera de detective.
Su siguiente paso fue entrenarse para el puesto. Hizo investigaciones sobre crímenes, mentes criminales y casos sin resolver de la historia de su país, y de todos los que estaban a su alcance. Devoraba libros día y noche, y hasta veía programas policíacos verídicos por las tardes. Su abuelo notó el súbito interés del pequeño en el ámbito detectivesco, y comenzó a preguntarse si realmente era inevitable el destino de aquel muchacho.
"Tal como su padre".
Cuando cumplió los once años de edad, Ryuuzaki se decidió por resolver un crimen que la policía local no lograba. Dejó los datos necesarios en el buzón en un sobre anónimo. La policía resolvió el caso, pero se quedó con la incógnita de quién les había ayudado.
A partir de entonces Ryuuzaki comenzó a resolver casos a su alcance de manera anónima. Le servían de buen entrenamiento, y aprovechaba ya para ayudar a la sociedad.
La policía sin conformarse con la información, buscó también al informante. Apostillaron hombres en los buzones locales, e iniciaron una vigilancia por la zona de la comisaría, sin embargo el pelinegro se dio cuenta, y pasó desapercibido como el niño que aún era. Mandó los sobres mezclados entre otros, o hasta pagaba a algunos compañeros para que le hicieran el favor. Ryuuzaki no era muy popular entre sus compañeros de colegio, pero eso no importaba, ya que pronto se mudaría. Jamás había tenido amigos, y ahora tampoco le interesaba tenerlos.
Fue entonces que se mudó a Norteamérica, a la ciudad de Los Ángeles…
- ¡Alumnos! Tenemos un nuevo estudiante – anunció el profesor de la clase para llamar la atención de sus estudiantes. Los otros chicos miraron con interés al muchacho escuálido que se encontraba de pie junto al pizarrón.- Todos saluden a Ryuuzaki Wammy, transferido desde Inglaterra.
- ¡Buenos días, Ryuuzaki! – obedeció automáticamente el curso sin disimular el tono de aburrimiento.
- Buenos días – correspondió él exactamente en el mismo tono.
- Por favor, siéntate por allí – el maestro le enseñó un asiento vacío y sin más demoras comenzó la clase.
Ryuuzaki se sentía observado, de rato en rato los estudiantes se alternaban para examinarlo allí, en su sitio. No le gustaba que lo mirasen tanto, estaba llevando demasiado la atención.
A la hora del recreo, se de pronto rodeado por los demás alumnos en un rincón del patio. Lo habían acorralado disimuladamente y ahora se encontraba en medio de un grupo de desconocidos peligrosos.
- ¿Por qué viniste? – preguntó una niña del grupo.
- ¡Qué nombre más raro! – comentó otro con acusación.
- Si te atreves a meterte con nosotros la pagarás caro – sentenció otro con amenaza en el rostro.
- ¿Qué tienes aquí? – quiso saber un niño alto que le arrebató el maletín a la fuerza.
Ryuuzaki trató de arrebatárselo de nuevo, pero el maletín ya volaba hasta otro niño en el otro extremo. Así comenzaron a pasárselo entre ellos, mientras reían sin piedad ante los intentos del pelinegro en recuperar sus cosas. Al final, Ryuuzaki se cansó del juego y se quedó parado en el centro.
- ¿Qué? ¿Ya no lo quieres? – preguntó otro chico sosteniendo el maletín muy cerca del pelinegro, sin embargo éste permaneció inmóvil ante la provocación, dejando en parte desconcertados a los demás muchachos.
El chico amenazante se cansó del juego, y tomando el maletín con torpeza se retiró hacia los basureros.
- Este chico apesta. Vámonos que no merece nuestra compañía – indicó aún con burla. Entonces, ante plena vista de todos, arrojó el maletín al contenedor más grande. De ahí el grupo formado se dispersó, dejando al pelinegro solo. Una vez se hubieron retirado, Ryuuzaki avanzó en silencio hasta el contenedor. Sin perder más el tiempo se metió como pudo, cayendo directo sobre la basura.
Al salir a duras penas con el maletín recuperado, advirtió recién la presencia de otro alumno detrás los contenedores, apoyado en la pared.
No le llamó mucho la atención, se traba de alguien aislado. Sus ropas eran completamente negras, su cabello estaba cortado casi al estilo militar, era igual de pálido que él, aunque había diferencia en la expresión que tenía.
Parecía molesto.
Ryuuzaki no quería involucrarse con nadie más, así que dio media vuelta y se alejó a paso lento hasta otro rincón abandonado del patio. Ignoraba que el otro sujeto lo estaba observando.
Al volver a clases, formaron equipos de trabajo para un examen de diagnóstico. El pelinegro ni se movió durante la nueva acomodación de bancos, hasta que se dio cuenta de que al otro extremo del curso se hallaba también solo ese chico extraño que había visto en los contenedores. No esperó a que el maestro le ordenara juntarse con él. Arrastró lentamente su asiento hasta llegar a su pupitre. El otro chico, también pelinegro, lo miró de reojo, pero no le detuvo. En silencio anotaron las preguntas dictadas por el maestro, y recibieron aparte una fotocopia que debían resolver ese día.
En una especie de acuerdo silencioso, Ryuuzaki comenzó a responder las preguntas dictadas velozmente, mientras el otro resolvía los demás ejercicios en la fotocopia. Al finalizar, se dieron cuenta de que eran los primeros en acabar la prueba. Observaron con algo de sorpresa que las respuesta del otro eran correctas, y no les había llevado más tiempo del necesario.
"¿Será este chico tan inteligente como yo?", se preguntó Ryuuzaki llevándose un pulgar a la boca.
Ambos se mirabande reojo, sin pronunciar una palabra. Decidieron probar otra cosa:
Ryuuzaki dibujó un cuadrado sobre un papel en blanco, pensando en que quizás su compañero no conociera aquel juego que pocos niños entendían cómo jugar. No obstante, el otro pelinegro comenzó a completar el juego con rapidez, proponiéndole a su vez otro: un triángulo. Ryuuzaki se extrañó de que supieran ese juego por allí, pero le siguió la corriente. De esa manera, se pasaron el resto de la clase planteándose juegos intelectuales en papel, sin fallar a ninguno.
A la salida, el desconocido lo abandonó tan pronto sonó el timbre, y estando él solo, un grupo del curso lo interceptó en la entrada.
- ¿Te crees mucha cosa, chico nuevo? Aquí nos tienes que probar quién eres, no te salvarás tan fácil…
Ryuuzaki fue agarrado por dos chicos más grandes que él, y entre todos lo cargaron de vuelta al contenedor de basura. Esta vez abrieron su maletín para arrojarlo junto con él. Una vez se hubieron ido, el pelinegro comenzó a recolectar sus cosas por la basura, sin dejarse afectar. Más tarde logró salir del enorme contenedor por segunda vez ese día, esta vez lastimándose un poco el tobillo al saltar al piso con el mismo pie.
En el fondo esperaba que aquello terminara pronto, pues era normal que en cada colegio nuevo lo recibieran así.
Mas para sorpresa suya, cuando se incorporó de nuevo se encontró con el chico extraño parado frente a él.
- ¿Eres nuevo? – preguntó hablando por primera vez en toda la mañana.
- Sí – respondió directamente Ryuuzaki.
- ¿De dónde vienes?
- Inglaterra.
- ¿Cómo te llamas?
- … - Ryuuzaki no estaba acostumbrado a tantas preguntas en ese estilo, pero no quería hacerse más enemigos por entonces. – Ryuuzaki Wammy.
El extraño sonrió levemente.
- Ambos tenemos nombres extraños, con razón te molestan tanto.
- ¿Cómo te llamas? – se resolvió a preguntar el pelinegro. Tanta confianza le revolvía el estómago.
- Me llamo Beyond Birthday, y no acepto ningún regalo por mi cumpleaños.
Ryuuzaki se extrañó ante el comentario, pero supuso que el chico era molestado debido a eso desde su infancia.
- Gusto en conocerte – expresó tras notar que no había nada normal en Beyond.
Ése era el requerimiento.
Notas de Sume-chan. Hi! Sorprendidas??? XD Bueno, espero les guste. La historia no será muy larga, y para aclarar, es la historia de L y Jack antes de School Days.
Aviso que pronto saldrá también el one-shot ganador del concurso de teorías.
Esto es totalmente aparte, exclusivo para Edainwen!
Sin más que decir:
Es un placer entretenerlos!
