Gimiendo y sintiéndose mal con un horrible dolor de cabeza, Mewtwo se levantó en un bosque desconocido. Él no sabía por cuánto tiempo había estado inconsciente… o dónde estaba, acaso…
-¿Me teletransporté hacia aquí? – se preguntó, intentando recordar cómo y por qué había llegado a ese lugar. Para su sorpresa, él no recordaba.
-¿Tendré amnesia? Los efectos deberían de haberse terminado… Extraño – pensó.
Cerrando sus ojos, el intentó teletransportarse a sí mismo de vuelta a su guarida en la Cueva Celeste, pero nada pasó. Culpándose por su estado confundido, Mewtwo se concentró e intentó de nuevo, para que de nuevo no hubiera ningún resultado.
-Qué extraño – el experimento genético se preguntó, mientras él observaba sus alrededores en busca de alguna explicación y a su alrededor miró clavadas en algunos árboles unas armas; esa área probablemente era una pequeño lugar de batalla o de entrenamiento.
– Tal vez los humanos locales no tienen ningún Pokémon para pelear por ellos. Para que ellos cuenten con las armas, deben de ser inútiles por su cuenta. ¿Acaso peleé contra ellos y use "Amnesia" para poder tener más posibilidades de ganar – él pensó levantando sus hombros – Como si los humanos pudieran pelear contra mí.
El experimento Pokémon decidió investigar el área, y eventualmente encontró una entrada de algún tipo de pueblo o villa. Tenía unos muros altos e inusuales por su tamaño, y los pocos edificios.
-Se mira como una fortaleza. Me teletransporté a una lugar primitivo, lejos de Kanto? – pensó.
Normalmente, teniendo un pequeño interés por los humanos y sin deseos de ser capturado por sus entrenadores o atravesarse en el camino del Equipo Rocket de nuevo, Mewtwo evadía las ciudades y los sentamientos de los humanos. Hoy, haría una excepción. Visitando esa ciudad podría refrescar su memoria, o al menos darle una vaga idea de dónde estaba.
Usando un manto que él robó de una tienda para ocultar sus características, Mewtwo discretamente usó sus poderes para bloquear mentalmente las sospechas de la gente. Incluso con su manta, era algo inusual, y él tenía que evitar las preguntas. Para todos, él era solo un simple y normal humano con nada fuera de lo común.
Caminando por la ciudad, Mewtwo estaba sorprendido de no ver a ningún Pokémon acompañando a la gente caminando por el pueblo, y ni siquiera tenían cinturones para sus Pokébolas. Algunos de ellos usaban unas bandas con un símbolo parecido a un espiral con un punto en la orilla de abajo a la derecha.
Escaneando la mente de la gente con su telepatía trajo algunas respuestas. Primero, el pueblo era llamado Konoha, localizado en un continente que no podía reconocer. Él ya había visto mapas del mundo, y ninguna masa de tierra concordaba con la de los pensamientos de las personas. Segundo, ellos no tenían ningún Pokémon porque…
-Ellos al parecer no saben que eran los Pokémon. O estoy soñando o estoy en otro mundo. ¿O es alguien usando un "Come Sueños" en mí?
-Alejate de ese chico. Él no es nada más que un problema.
Sus pensamientos de repente fueron interrumpidos cuando él escuchó a una mujer susurrando algo extraño a sus dos niños, mientras un niño como de unos siete u ocho años con cabello picudo, rubio y con unas extrañas marcas que parecían unos bigotes en sus cachetes pasó por el otro lado, suspiró tristemente, y continuó caminando.
Intrigado, Mewtwo usó sus poderes psíquicos para ver en la mente del niño. El chico tenía que haber hecho algo para recibir tal trato, y estaba curioso por saber. Pero él inmediatamente se dio cuenta que habían dos mentes en ese niño.
-Yo pensaba que solo un Dodrio o un Magneton tenían ese problema. ¿Habrá sido poseído por un Pokémon tipo fantasma? – él se preguntó.
Después de una examinación telepática más profunda, se dio cuenta que solo una mente era la que pertenecía al chico. Él era huérfano, Naruto Uzumaki, y por alguna razón casi todos a los que conocía, parecía que deliberadamente lo ignoraban o lo trataban mal. El Hokage, el jefe de la villa, le había otorgado un apartamento y un lugar en un tipo de academia, pero aparte de eso, casi todos lo trataban como si fuera un tipo de criminal, y el chico no tenía ni la menor idea. Él quería ser Hokage para que así todos lo pudieran respetar y admirarle.
Sacudiendo su cabeza con una combinación de lástima y tristeza, el que podía leer mentes intentó infiltrarse en la segunda mente, que probó ser una tarea difícil.
-El puede ser un Psychic o un Fantásma – Mewtwo decidió, persistiendo – Ninguno más puede.
Mewtwo de repente se encontró a sí mismo en un vasta habitación en donde el suelo estaba inundado. Una pared fue reemplazada por una gran puerta de jaula, con un sello en el centro. ¿Dentro de la jaula? Estaba el mayor de los Nuevecolas (Ninetails) que él jamás había visto. Incluso más grande que un Wailord, y obviamente más feroz que inclusive un Rayquaza. Su pelaje era naranja, sin embargo, no se sentía la sensación psíquica de los Tipo Fuego. En cambio, Mewtwo no tenía idea de que tipo sería.
El que leía mentes se percató que no era un Ninetails… la criatura simplemente tenía la apariencia de uno.
-¿Qué eres? – Mewtwo preguntó, más para sí mismo que para la bestia.
-Debería de preguntarte esa misma pregunta – el falso Ninetails le respondió, sonando intrigado y molesto – Yo nunca había visto a alguien de tipo, y parece que eres mucho más poderoso que alguno de esos desagradables humanos ¿Eres una nueva especie? ¿O acaso algo hecho por los hombres, arruinado e intentando jugar a los Dioses?
-Mi nombre es Mewtwo – el Pokémon genético habló, perturbado por la percepción del monstruo. ¿Era otro experimento? De todas maneras, la malicia pura emanando de esa cosa no engranaba bien con el Psíquico. Lo que sea que el monstruo era, era obviamente malvado – Y eso es todo lo que debes de saber.
La bestia detrás de las barras se rió, un brillo rojo emanando de sus ojos. La sed de sangre del monstruo sólo le causó escalofríos a Mewtwo.
-Es un placer conocerte, Mewtwo. Tengo el presentimiento de que nos encontraremos de nuevo… y yo disfrutaré devorarte entero.
De repente, el intento del monstruo para matarlo le hizo que le llagara una memoria. El psíquico estaba en su cueva, peleando contra otros dos Pokémon. El primero era Moltres, un dorado tipo ave con una flameante cresta y alas, y su compañero era negro con plateado y con siete ojos rojos… Registeel.
De vuelta en la calle, Mewtwo gruño. Él necesitaba saber cómo obtener más información de la energía de la criatura para poder recordar más, pero estaba seguro de eso. ¿Pero cómo? ¿Una Masterbola? No, él no era tan sádico. Y él tenía la sensación que ese rubio era un Pokéball humano.
-Debe ser por eso que todos mantienen distancia del chico – Mewtwo pensó – Esas personas deben de odiar a esa bestia. Viendo su maldad, puedo adivinar por qué.
…El chico. El chico era la llave.
-Tu nombre es Naruto, ¿verdad? – le preguntó al chico.
-¿Quién, yo? – dijo el niño, mirándose sorprendido. Ya que nadie excepto el Hokage y los dueños del restaurante le hablaban a él sin insultos, Mewtwo podía entender su reacción. Él inclusive se veía ansioso – Soy Naruto Uzumaki, ¿quién eres tú?
-Eso no es importante – dijo Mewtwo – Tengo una oferta para ti.
-¿Una oferta? – Naruto preguntó - ¿Qué tipo de oferta?
-Tú serás mi estudiante – Mewtwo explicó.
Si él podía contener tanta maldad dentro, el debería de tener habilidades psíquicas. Desarrollando su potendial podía ser la clave para comprender la situación. Además, él no tenía nada más que hacer, y él sabía que se sentía estar solo y ser temido desde el nacimiento.
Mewtwo había visto un espíritu parecido, e inclusive él tenía un poco de reluctancia, él se sentía obligado a darle una mano al chico.
-Yo podría enseñarte técnicas que este mundo jamás ha visto. Suficiente para mandarles respeto a tus compañeros, de eso no hay duda.
Los ojos de Naruto de iluminaron - ¿Enserio? – él preguntó con ansiedad.
-Encuéntrame en… - él dijo escaneando la mente del chico, encontrando el nombre de su restaurant favorito – Ichiraku ramen, después de tus clases mañana… si tú aceptas mi oferta – dijo Mewtwo, antes de teletransportarse lejos de allí.
Obviamente, si él veía que eso no convencía al chico, entonces Mewtwo no sabría que hacer.
Break
Al siguiente día, Naruto llegó a Ichiraku Ramen como el extraño con capa había dicho, y después de unos pocos minutos, que para ese rato Naruto ya había comido dos platos de ramen, el extraño de repente de materializó… a lado del rubio… Él debía de aprender eso. Eso sería demasiado genial.
-Llegas tarde – Naruto dijo, pero inmediatamente arrepintiéndose de sus palabras.
-¡Es el único sujeto que se ha ofrecido a enseñarme! ¡No lo arruines idiota! – pensó Naruto enojado consigo mismo.
-Yo esperé lo suficiente como para que tú pudieras comer – el extraño dijo, antes de poner una mano en el hombro de Naruto.
El siguiente segundo, ellos habían dejado Ichiraku por una habitación rara con varias y bizarras máquinas alrededor de ellos.
-¿Así que ya estás listo para empezar con el entrenamiento? Yo seré duro contigo.
-¡Claro que lo estoy! ¡De veras! – Naruto respondió entusiasmado, antes de darse cuenta que el sujeto tenía una cola y piel gris.
El extraño tiró su manta revelando la más bizarra criatura que Naruto jamás había visto. Él era un humanoide grisáceo claro, acompañado de una cola púrpura. Tenía tres dedos en cada mano, dos en cada pie y dos extrañas orejas. Un cordón iba desde la atrás de su cabeza hasta su espalda.
-¿Qué eres? – preguntó Naruto sorprendido.
-Mi nombre – dijo la criatura mirándolo a los ojos – Es Mewtwo.
