Todo Cambia
Capitulo 1:
Ya nada es igual…
Ya hacia tiempo que estaba dentro de esa escuela, era como cualquier otra, profesores estrictos o simpáticos, alumnos de todo tipo y distintas divisiones entre estos.
Hasta hace unos meses yo me podía considerar feliz dentro de esa escuela, pero ya no.
Poco a poco fui perdiendo razones para estar allí, de que me servia estar en ese lugar sin que nadie me apoyara, me hablara o me acompañara.
Ese día era como cualquier otro, hacia frío, y yo debía levantarme temprano para ir a la escuela. Lo primero que vi al abrir mis ojos fue a mi gata, Tsuki, lentamente me incorpore de mi cama y me dirigí al baño donde luego de asearme volví a mi habitación para terminar de alistarme para otro día de escuela.
Al llegar a la escuela estaba mi amiga Gumi esperándome en la entrada, nos saludamos y luego nos fuimos a nuestro salón.
A Gumi la conocía desde primaria, ella era una chica simpática y enérgica, en quien se podía confiar a muerte y con quien siempre se podía contar en cualquier momento.
De camino al salón me encontré con Mikuo y Kaito, ellos eran mayores que yo, pero aun así éramos muy buenos amigos, a ellos los conocía por ser amigos de mi hermano.
Nos quedamos unos minutos platicando hasta que llego Miku, la hermana menor de Mikuo, y se los llevo con ella.
Miku, hasta hace unos meses, era mi mejor amiga, con quien pase miles de cosas y a quien confíe infinidad de secretos, pero por alguna razón de un día para el otro ella comenzó a ignorarme.
Con Gumi seguimos nuestro recorrido hasta el salón, al llegar simplemente nos sentamos y comenzamos a charlar sobre nuestros fines de semana, hasta que llego nuestro profesor de Geografía. Pronto fueron pasando las horas hasta que llego la hora del almuerzo junto con mi amiga almorzamos en la azotea, y como cada día a esa hora, me sentí observada, esa sensación la tenia desde que era pequeña, todos los días, a la misma hora, no importaba el lugar donde estuviera, sentía como me observaban.
Cuando terminamos de almorzar, Gumi me dijo que tenia unas cosas que hacer y que mas tarde me alcanzaba, yo simplemente fui caminando lenta y pacíficamente hasta mi salón, pero por despistada, cosa muy común en mi, choque con alguien, y ese alguien era nada mas ni nada menos que Len, aquella persona que siempre me trataba de una forma cruel y fría, pero en cambio a los demás siempre los trataba amablemente, era falso en mi opinión, pero nunca le di mucha importancia, de alguna forma a pesar de todo me caía bien.
Simplemente cruzamos miradas y cada uno siguió por su camino.
El día continuo tranquilo, al finalizar las clases, junto con Gumi nos dirigimos al hospital de la ciudad. Al llegar las recepcionistas nos atendieron amablemente y al cabo de unos minutos nos permitió pasar a una de las habitaciones, en donde se encontraba nuestra amiga.
Cuando entramos ella estaba sentada sobre una camilla mirando por la ventana de la habitación, su mirada era un tanto nostálgica, al parecer aun no se había percatado de nuestra presencia.
Lenta y sigilosamente nos acercamos a ella y cuando estuvimos lo suficientemente cerca, saltaron sobre ella abrazándola por la espalda.
-Ahh- grito la pelirroja asustada.- ¿Quieren matarme del susto?- se quejo ella algo enojada.
-Perdón Teto, pero es que te veías tan…. Tan… tan… ¿Cuál es la palabra que busco?- Pregunto Gumi mirando a Rin, mientras Teto miraba a la peliverde con cierta molestia.
Rin llevo un dedo a la comisura de su boca con cara pensativa y comenzó a decir – Soñadora, distraída, melancólica, molesta, enojada, rara, ensimismada…- Paro y miro con picardía a Gumi- Pero no, no era ninguno de esos, seria mas bien… - Sonrío y ambas miraron a su amiga con una sonrisa- ¿Enamorada?
La chica al oír eso empalideció y luego se sonrojo, era como un libro abierto.
- jajaja Ay, yo sabia que tarde o temprano este día llegaría, nuestra pequeña ya ha crecido- decía Gumi abrazando de nuevo a la pelirroja y acariciándole exageradamente la cabeza.
- ¡Ya basta! Yo no amo a nadie y mas les vale q no vuelvan a molestar con esas cosas- Amenazo la chica con un tenedor en la mano a sus dos amigas.
Ambas chicas dieron un paso hacia atrás con algo de miedo, cuando escucharon una voz que provenía de la entrada.
-Buenas tardes, ustedes deben ser las amigas de Teto ¿No?- Saludo amablemente un chico que entraba a la habitación en silla de ruedas, su piel era bastante pálida, su cabello era castaño y sus ojos de un color chocolate.
-¡Si!- contestaron ambas en un tono alegre, mientras que Teto solo se sonrojaba y tiraba en tenedor que tenia en la mano.
-Es un placer conocerlas, mi nombre es Meito Sakine- Se presento el joven mostrando una hermosa sonrisa y tendiéndoles la mano a las chicas.
-El pacer es todo nuestro, mi nombre es Rin Kagamine y ella es Gumi Megpoin- Las presento Rin, estrechando su mano y devolviéndole la sonrisa.
-Hola Teto – Saludo el chico dedicándole una sonrisa a la pelirroja, la cual al verlo se sonrojo aun mas mirándolo algo atontada.
-Hola Meito, ¿Cómo has estado hoy?- Pregunto la chica con una dulce sonrisa. Meito se le quedo viendo unos segundos, como hipnotizado por aquella dulce sonrisa y un leve sonrojo no tardo en aparecer en sus pálidas mejillas.
Mientras, Gumi y Rin disfrutaban de la escena de ambos jóvenes, era tan evidente que ambos se gustaban, tartamudeaban al hablar y no podían evitar sus sonrojos, era como ver a dos niños de primaria, cautivados el uno por el otro por sus adorables sonrisas.
La primera en comenzar a reír fue Gumi, ver a su amiga en ese estado era realmente raro y al mismo tiempo gracioso para ella. Rin al ver la cara de sus amigas, una completamente sonrojada tartamudeando algo nerviosa y la otra tratando de contener la risa con una cara burlona, no aguanto mas y comenzó a carcajear como loca, ganándose las miradas de todos los presentes, pero pronto siendo acompañada por las risas burlonas de Gumi.
Meito miraba divertido a ambas chicas, pero Teto solo quería desaparecer, aunque ella adorada a sus amigas, no quería que Meito pensara que era tan… rara, como ellas, aunque no paso mucho para que todos terminaran riendo.
Pronto paso el resto de la tarde, entre risas, burlas, sonrojos y sonrisas. Ya pasadas las 8 Rin y Gumi tuvieron que irse, dejando a Teto y Meito "solos", junto con otros pacientes.
Dentro de una hermosa casa, se encontraba Rin, encerrada en su cuarto, algo deprimida. Luego de haber pasado esa tarde tan animada junto con sus amigas, se sentía sola.
Sabia que pronto Gumi se mudaría junto con su familia a Estados Unidos para la rehabilitación de su madre, quien había padecido de una grave enfermedad.
También sabia que Teto no volvería a estudiar en la misma escuela que antes por los hechos que la llevaron a estar en el hospital. Sus padres para nada querían que su hija vuelva a estar en la escuela donde dejaron que se metiera en una pelea y la dejaran en coma por 1 mes.
Rin se sentía cada día más sola, dentro de poco, solo le quedarían Kaito y Mikuo, siempre y cuando Miku no estuviera cerca. Pero hasta que eso pasara aun tenia bastante tiempo, ella quería aprovechar y poder disfrutar lo más que pudiera de sus amigas.
Algo cansada de tanto pensar, Rin decidió llamar a Luka, quien siempre la aconsejaba y la ayudaba en sus peores momentos.
Luka, al igual que Meiko, estaban en último año de preparatoria cuando Rin las conoció, se sorprendió de lo amables que eran con ella, ya que por lo general los cursos superiores tendían a menospreciar a los menores, pero ellas no, ellas eran amables y comprensivas con Rin y pronto se hicieron grandes amigas.
Hacia ya mucho tiempo que Rin no se sentía verdaderamente especial, antes, ella se sentía única con cada persona con la que estaba, pero ahora, solo junto a Teto o Gumi ella se sentía así. Luego, Rin se sentía como una persona mas del montón, una conversación simplemente, una sonrisa vacía, un "te quiero" con la misma importancia que un "hola", desde que aquellas 3 personas se fueron de su lado, todo cambio para ella.
Solo quería volver a sentirse amada, especial, quería volver a sentir la calidez de las sonrisas todo el tiempo, no solo de a ratos. Es por eso que ella tomo una decisión, de la que sabia bien, no se arrepentiría.
Tomo su teléfono y marco al número de Luka, la cual atendió al cabo de unos segundos.
-¡Hola!- Dijo animadamente la pelirosa ya sabiendo de antemano que era Rin.
-¡Hola Luka! ¿Cómo te esta yendo en Tokio?
-Bien, aunque es raro estar aquí, todo es rápido y al mismo tiempo lento, es extravagante y al mismo tiempo clásico y familiar, no se como explicar todo lo que hay, solo te puedo decir que en la noche es hermoso- Contesto Luka algo exaltada y feliz, en su voz se notaba la emoción que tenia al estar en ese lugar.
Siguieron hablando por un rato mas hasta que Luka le pregunto a Rin como le estaba yendo en la escuela y Rin no tuvo mas remedio que contarle todo lo que le estaba pasando y su idea brillante idea.
-¿Estas segura de que quieres eso? Mira que es un poco complicado integrarse luego de tanto tiempo, además ¿no extrañaras a tus compañeros de clase?- Decía Luka desde el otro lado del teléfono con un tono preocupado.
- Ya se que es complicado integrarse, pero prefiero sentirme sola por atrasada a sentirme sola por abandono- Dijo Rin mientras suspiraba – Pero, confío plenamente en que si cambio de escuela podré conocer gente nueva, hacer nuevos amigos, descubrir mas cosas, etc. – A Rn se le notaba un pequeño brillo en los ojos.
- ¡Dios, Rin! Ya pareces una de esas protagonistas de telenovelas adolescentes –Se quejo Luka con tono burlón y luego ambas comenzaron a reír – Sabes, Rin, si esa es tu decisión yo te apoyo, espero que te valla muy bien, ya es tarde, es mejor que me valla a dormir, cuídate – Luka no dejo que Rin contestara ya que colgó.
A la mañana siguiente Rin se despertó mas temprano que nunca, ese día les contaría a Gumi y a Teto sobre su "idea" y también le diría a su madre, Rin sabia que ellas la apoyarían al igual que Luka.
Como Rin se había despertado mas temprano de lo normal, tuvo tiempo suficiente para prepararse para ir a la escuela y bajar a contarle a su madre su "idea".
Cuando ya estuvo sentada frente a su madre, ambas desayunando, Rin dijo:
-Sabes, madre, quiero cambiarme de escuela- Su madre se la quedo viendo fijo unos segundos y luego sonrío melancólicamente.
- Aunque no me lo creas, ya me imaginaba que tarde o temprano me pedirías eso y esta bien, pienso que puede ser un buen cambio para ti, no voy a preguntarte tus motivos porque conociéndote se que para que tomes tal decisión debe ser algo demasiado personal. – Rin miro a su madre sorprendida, era verdad por mas que ella no lo quisiera admitir había algunas razones mucho mas personales por las que deseaba cambiarse de escuela y aunque sabia que su madre era muy perceptiva en ese tipo de cosas, jamás pensó que lo supiera.
- Gracias madre – ambas se sonrieron mutuamente y siguieron discutiendo sobre a que instituto deseaba ir y esas cosas, cuando Rin se dio cuenta de la hora que era, salio disparada hacia la puerta y se despidió de su madre desde esta.
Al llegar a la escuela, se encontró con la sorpresa de que ese día Gumi había faltado a la escuela, así que tuvo que pasar todo el día sola, exceptuando el almuerzo ya que al parecer Mikuo y Kaito se enteraron de que Gumi había faltado y fueron a hacerle compañía a su pequeña amiga.
En ese momento ella se sintió feliz por el gesto de sus amigos, aunque al pasar unos agradables minutos apareció Miku con, nada mas ni nada menos que, Len Kagamine y Akita Neru.
Rin estaba incomoda, Neru y Miku hablaban de cosas y personas que ella no conocía, junto con Kaito y Mikuo; y Len no hacia mas que comer y cada algunos minutos mirar a Rin con cara molesta, así que, disculpándose de la forma mas formal que puedo, Rin se fue, dirigiéndose a su salón.
Se sentó en su asiento y miro por la ventana. Se imaginaba como serian sus nuevos días en una escuela nueva, pensaba en como serian sus compañeros nuevos, sus profesores, sus amistades, pero a pesar de mucho que imaginara, no podía apartar de su mente a sus amigos, a su escuela y a su amada vieja vida, la extrañaba, entrañaba esos momentos, pero sabia que todo seguía, que todo podría cambiar, que no importara que ella tenia que seguir y que podría volver a ser "feliz"
Las clases siguieron, pero ella seguía con sus mismo pensamientos, casi no prestaba atención, solo podía escuchar alguna palabras y anotar parte de las tareas que sus profesores le dejaban, ya no le importaba, pronto no estaría mas en ese lugar, aunque no quería empezar una nueva vida con malas notas… así que no tuvo de otra opción que pedir a alguno de sus compañeros las tareas de para la próxima semana.
Al mirar a su alrededor noto que solo quedaba una persona en el salón a parte de ella, Len, ella sabia que el era un buen alumno, demasiado aplicado, así que tomando coraje, se acerco a el y le dijo con voz tembloroso.
- L-len, podrías prestarme tus apuntes de hoy para copiarlos…. – Su voz se notaba apenada y su rostro estaba completamente sonrojado.
- Y… ¿Se podría saber por que no los has copiado en su momento?- pregunto de forma algo prejuiciosa y arrogante.
- e-etto… es que me distraje y casi no preste atención a las clases de hoy… - Su sonrojo se hizo mayor.
- ok, aquí tienes- Dijo poniendo ante ella sus cuadernos- Pero necesito que me los devuelvas para el domingo- decía mientras terminaba de juntar sus cosas.
- Si, te prometo que para el domingo te los devolveré, muchas gracias Len - Rin tenia una gran sonrisa de agradecimiento y sus mejillas aun teñidas de un rojo un poco mas suave por la pena.
- No es nada…- Len miro hacia otro lado- Adiós- Dicho esto no dio tiempo a su acompañante a que se despidiera, se fue lo mas rápido que pudo.
Rin se sentía algo feliz, ese día había podido hablar con Len sin ser tratada de forma, muy, ruda y hasta había conseguido que le prestase sus apuntes.
Al llegar a su casa se lo pasó toda la noche copiando los apuntes y haciendo tareas. Al terminar, se fue a dormir.
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okes...les traigo nuevo fic a pesar de que no termine creo q ninguno de mis otros fics, igual queria subir este que hace rato habia empezado a escribir c:
bueno, espero les guste, DEJES REVIEWS! los quero muchos
chuaaa... nos leemos ;)