Un juego arriesgado
Summary: ¿Cómo se enteraron el resto de merodeadores de que Sirius y Remus eran pareja? Slash.
Warnings: Lo dicho, este fic es slash, nada muy explicito pero si no te gusta, ya sabes…
Pairings: Sirius/Remus, algo de James/Lily y bueno… ya lo veréis…
Disclaimer: Ya lo sabemos todos, nada de esto es mío… ojala (de ilusión también se vive).
N/A: Primero de todo: pronto continuaré con los otros fics, mil gracias a todos los que me han dado su apoyo.
Segundo: Este será un fic cortito dos o tres capítulos máximo. Ya sabeis cualquier opinión, critica, sugerencia, duda, lo que sea, me dejais un review o un mail, lo que querais, vale?
#####################################################################
Capítulo 1
Medianoche en la sala común de Gryffindor, aparentemente vacía. Se oyen ruidos, una mezcla entre risas apagadas y susurros al oído que suben las escaleras en dirección a la habitación de los chicos de séptimo año.
- No hagas tanto ruido, vas a despertarles.
- ¿Despertarles? - repitió incrédulo parando en seco, provocando que su compañera casi tropezará con él. - A Moony puede, pero ¿despertar a Sirius Black? Si lo conozco y créeme que lo conozco, este no está en la habitación.
- Vale, vale – dijo la chica moviendo la mano restándole importancia y empujándolo ligeramente para que avanzara - pero yo soy prefecta, no tendría que estar aquí.
El chico bajó la voz.
- Por si no te acuerdas esto ha sido idea tuya - dijo parándose ante la puerta y recolocando la capa de invisibilidad que les protegía de las miradas curiosas. – Y ahora no me salgas con lo de que eres prefecta.
- ¿Idea mia? Si tú no fueras tan testarudo Potter, no tendríamos que subir a demostrarte que estás equivocado. Te repito que lo dejé en tu baúl hace una semana, solo que entre tanto desorden…
- ¿Quieres apostar? – la interrumpió el moreno.
- ¿Apostar, James Potter? – dijo mirándolo fijamente. - Pensé que después de la última vez…
- Esta bien, pelirroja – . Se colocó mejor las gafas que se escurrían de su nariz y se despeinó algo más, si era posible, el cabello azabache.
- Sabes, ya no hace falta que hagas eso…
- Las damas primero – espetó al tiempo que abría con cuidado la puerta de la habitación que compartía con sus compañeros.
- Gracias – respondió la chica al tiempo que le daba un breve beso en al mejilla y le cedía el paso.
El merodeador cabeceo resignado y decidió entrar de una vez. Esto era una estupidez. Una tremenda estupidez. Sabía de sobras que Lily no le había devuelto el libro sobre magia antigua que le prestó hacia unas semanas aunque ella dijera mil veces lo contrario. Y pensar que ahora podrían seguir paseando por los terrenos del castillo, bajo la capa, los dos solos. Pero no. Se habían puesto a discutir por el dichoso libro, ¡como si a él le importara leerlo!, y tenían que acabar comprobándolo. Mejor acabar cuanto antes, demostrar que él tenía razón, que el maldito libro no estaba allí y continuar donde lo habían dejado.
Pero apenas avanzó dos pasos cuando se quedo quieto, totalmente paralizado. Evans, que había echado a andar pegada a él para seguir bajo la protección de la capa de invisibilidad del moreno, chocó con su espalda bruscamente. Se llevó las manos a la frente para aliviar el golpe y justo cuando iba reclamarle, miro por encima de su hombro y se dio cuenta de lo que retenía a James en la entrada de la habitación, con la boca asombrosamente abierta sin emitir un solo sonido.
Lily lo cogió del brazo para llevárselo a rastras de la habitación lo más sigilosamente que pudo, aunque James no puso ninguna objeción. Cuando salió, miró a su novio completamente pálido.
- Vamos James, cierra ya la boca, tampoco es para tanto- dijo con una sonrisa pícara mientras lo guiaba escaleras abajo hasta la sala común, la capa olvidada en el suelo de la habitación.
- Yo… no… ellos….
Pero el joven Potter no conseguía decir más.
- James – suspiro la pelirroja.
- Ellos…No… puedo creerlo…
- Es…
- ¡¡¡James Potter!!! – dijo captando al fin su atención y mirándolo detenidamente. El verde clavado en los ojos avellana de James.
- No me digas que tú… que no lo apruebas…
Pero James continuaba perdido en la imagen que se había grabado en su cerebro. Tendría que haberse dado cuenta al entrar, fijarse en las camisas y corbatas esparcidas por el suelo, tendría que haber oído los gemidos que llenaban la estancia, tendría que… Pero no. Cuando se dio cuenta lo único que enfocó fueron dos cuerpos medio desnudos y enredados.
- ¿Aprobarlo? – repiti alzando la vista hacia arriba como si pudiera verlos a través del techo
Lily lo miraba seriamente temiendo su respuesta. No esperaba esa reacción de James, es decir, Sirius y él eran íntimos amigos, pasaban juntos prácticamente todo el día, si incluso compartían los castigos. Si ella había notado las miradas no muy inocentes que dedicaba a su amigo Remus, James también tendría que haberlas notado también ¿no?
- Lils- dijo finalmente con un semblante serio poco propio del animago.
- ¿Estás molesto?
- ¿Qué si estoy molesto? Como quieres que no lo este – dijo alzando la voz -. Son mis mejores amigos y… no me han dicho nada.
- ¿Me refiero a si no te importa que estén juntos?
- ¿Qué? Pero si eso era obvio. He intentado que Sirius reconociera lo que sentía por Remus cada vez que tenía una de esas absurdas citas. Aunque no es lo mismo decirlo que verlos. Pero ahora que están juntos no me dicen nada y…
- Baja la voz, que antes creo que no se han dado cuenta …
Pero James seguía su propio monologo.
- Soy, soy su mejor amigo… maldita sea – repitió enfadado, como si le hubieran traicionado al no contárselo de inmediato. - Padfoot es como mi hermano y Moony…
- Moony te va a oír como sigas armando tanto escándalo – susurró una voz algo aguda bien conocida para James.
Los dos se sobresaltaron.
- ¿Wormtail? ¿Qué haces tú aquí? – preguntó asomándose a un sillón de color granate y amplio en el que descansaba el muchacho castaño. El más pequeño como respuesta miró significativamente hacia arriba, justo donde estaba su habitación.
-Así que tu también lo sabes – dijo sentándose a su lado y cogiendo por su cuenta una gragea de la caja que tenía su amigo.
- Aja.
- ¿Desde cuándo? - preguntó la pelirroja al tiempo que tomaba otra gragea de la caja que ahora le ofrecía Peter.
- A ver – dudó un momento – hará cosa de un mes más o menos.
- ¿Qué? – se exaltó el muchacho de gafas. -¡Un mes!
- James, no seas tan dramático...
- ¡¡¡Un mes!!!
Una voz interrumpió al chico de gafas.
- ¿Qué pasa chicos? ¿A qué viene tanto escándalo? – dijo un despeinado Remus Lupin asomándose al pie de los escalones. El joven gryffindor enseguida fue objeto de las miradas de los otros tres lo que hizo que se sonrojara un poco pero continuo:
-Vais a despertar a Padfoot – dijo con naturalidad.
¡Cómo si estuviera durmiendo! James ensanchó los ojos e iba a responder cuando, como si el acto estuviera perfectamente programado un sonriente Sirius con la camisa mal abrochada hacia acto de presencia en la sala común.
- ¿Qué ocurre? ¿Prongs, pasa algo? Estas más pálido de lo normal – dijo acercándose a James y poniéndole la mano en la frente, simulando un gesto preocupado. James respondió apartándole la mano.
Black se retiró aun sonriendo, no sin antes cogerle a Pettigrew un par de grageas.
- Además chicos, si pensabais hacer una fiesta podríais haberme invitado ¿no? – dijo mirando alternativamente a Peter y James. - Para algo somos amigos.
James simplemente fijo sus ojos en los grises de Sirius.
- La próxima vez te invitaremos Black – dijo Lily, y esta vez mirando a Lupin. – Y a ti Remus, pero, prométeme que te peinaras – dijo haciendo notar lo revuelto de su cabello castaño, que casi siempre lo llevaba sujeto en una cola.
Sirius se adelantó a su respuesta, aliviando la situación.
- Imitando el estilo de Prongs, tsk, tsk, Moony – chasqueó sonoramente la lengua, revolviéndole el pelo en un gesto cariñoso, que al más bajo ponía de los nervios.
- Si quieres imitar a alguien con estilo… - se señaló a si mismo.
- Ni en tus mejores sueños Padfoot – dijo sereno.
- No te imaginas mis mejores sueños – replicó descaradamente para mirar después a James. - Ey hermano, tienes una cara realmente rara -. Se giró repentinamente - ¿Qué le has hecho Evans?
- ¿Yo? ¿Y qué has hecho tú para llevar la camisa así? – replico señalándole.
Black se miró un momento, la camisa totalmente mal colocada con las prisas.
- Pues, yo,…
- ¿Si?
- Yo…acababa de llegar de una cita cuando armasteis este escándalo - como si fuera lo más evidente del mundo.
- ¿Una cita?
- Si, Peter una cita – clavando sus ojos en su amigo en una clara indirecta para que no metiera baza..
- Pensaba que estabas durmiendo - añadió Potter con su mayor cara de inocencia - al menos eso dijo Remus cuando bajó.
- Er, si, lo estaba. Ya sabes que yo me duermo en cualquier parte, llegué y debí quedarme dormido sin siquiera cambiarme.
- Ya - murmuró.
- ¿Y se puede saber con quién? – preguntó interesada la chica.
- ¿Qué?
- La cita - aclaró la prefecta - ¿quién ha sido la desafortuanda esta vez?.
- Mmmm, si no fuera porque te conozco diria que estas celosa Evans -dijo evadiendo la pregunta. Pero al ver que aun seguian esperando una respuesta mejor, continuo - Veras, prefiero no hablar de eso. Ya sabes, porque la vida sentimental de uno asunto privado y eso.
James lo miraba incrédulo… ¿Acababa de escuchar las palabras Sirius, cita y asunto privado en una misma frase? Y él muy mentiroso aun seguía despotricando sobre que qué clase de persona sería si fuera contando por ahí sus relaciones.
- Yo me vuelvo a dormir – lo interrumpió el licántropo antes de que la farsa se le fuera de las manos.
- Y yo creo que me voy a acostar "de nuevo" – remarcó Sirius fingiendo un enorme bostezo y estirando los brazos. - Comprendereis que estoy algo cansado, así que…
##########
Los dos merodeadores subieron hacia la habitación a una prudente distancia y James se aseguró de que habían cerrado la puerta del cuarto para volver a hablar.
- Y aun tienen la cara de seguir mintiéndome, no puedo creerlo. De Padfoot, vale, pero Moony…
- Y tú, tú lo sabías Peter – espetó, señalando acusadoramente. -No puedo creer que nos hayas dejado subir, podría haber sido peor, podrían haber estado… aaahhhh- se interrumpió James ante la idea.
- Mira Prongs, digamos que lo mío no podría haber sido peor –dijo encarándolo.
- Vale, vale. De todas formas me lo podrías haber dicho.
- No me dejaron - se encogió de hombros. – A Padfoot ya lo conoces y Moony es muy convincente. Querían guardarlo en secreto por algún tiempo – añadió.
- ¿Pero para qué?
- No lo se, pero ya da igual, no importa. Ahora ya no es ningún secreto y…
- ¿Por qué? – se oyó la voz de Lily que no había dicho palabra desde la desaparición de la pareja.
- ¿Por qué, qué? – pregunto Wormtail confuso, mirando su silueta de la chica enmarcada por los restos de fuego que aun crepitaban.
- ¿Por qué tendría que dejar de ser un secreto? – dijo con una maliciosa sonrisa.
- Porque si ya lo sabemos todos…- comenzó a explicar Pettigrew como si se tratara de algo obvio.
- Eso ya lo sé Peter.
- ¿Entonces?
James la miró como si pudiera leer en sus penetrantes ojos verdes.
-Pero ellos no saben que lo sabemos – dijo muy lentamente, saboreando cada palabra. Sus ojos brillando como un niño pequeño con un juguete nuevo.
- A veces me das miedo Lily – dijo acercándose a su novia.
- He aprendido del mejor.
- ¿Qué tienes en mente?
################
Continuara
