Sumary: Edward es el mejor amigo de Bella y se encuentra enamorado de ella, para nadie de sus amigos es un secreto eso, solo que ella no se da cuenta. Que pasara cuando Edward reciba una puñalada al corazón de quienes menos se imagina.
Pov Edward.
Definitivamente todos sentimos algunas veces esa emoción de levantarnos e ir al trabajo, instituto o lo que sea con tal de ver a la persona que nos gusta, el saber que la encontraremos y podremos estar cerca de ella, bueno ese es mi caso. Hoy tenia clases en el instituto, pero antes de eso pasaría a recoger a mi muñequita, a mi Bella, la chica que me tiene completamente embobado.
Bella es una chica muy genial, guapa de ojos marrones claros, grandes hermosos y muy expresivos, unos labios muy bellos pero sobre todo tenía esa personalidad que me gustaba era encantadora, educada, divertida, podía hablar con ella de todo. Con ella el tiempo definitivamente se me iba volando, sentía que las horas se convertían en minutos y ese dichoso refrán de que cuando uno la pasa bien pierde la noción del tiempo se cumplía.
Pero lo único malo de todo esto es que hasta ahora no había podido reunir el valor para decirle lo que sentía, todos nuestros amigos se habían dado cuenta, comenzando desde la siempre observadora Alice, la deslumbrante Rosalie, el siempre calmado Jasper hasta el despistado de Emmet y uno de mis mejores amigos Jacob. Todos sabían que me moría de amor por Bella pero como siempre ella parecía no darse cuenta. A pesar de todos mis actos y de las palabras que le decía.
Baje rápidamente al comedor para poder tomar el desayuno y poder pasar a recoger a Bella, siempre aprovechaba que su auto suele malograrse mucho y aprovecho que Jake no pudo ir arreglarlo por estar ayudando a su familia en unos labores de su tribu en la Push. El olor que desprendía el café era algo que siempre me encanto era algo que me levantaba a un cien por ciento.
—Buenos días mamá - salude a Esme
—Hola corazón que tal dormiste - decía mientras se voltea y me daba un beso en la frente, mi mamá era esa clase de madres que no le importa que su hijo ya tenga casi 18 años y que sea mucho más alto que ella, siempre sería una mamá pollo cuidándome.
—Bien, como siempre - ya me había puesto delante mío un plato de huevos revueltos y un jugo de durazno —todo se ve muy bien, creo que si me sigues dando de comer así tendré que ir ya matriculándome al Gym para perder todo estas delicias que son preparadas por estas hermosas manos - le di un beso es el tope de su cabeza.
—Hay hijo, porque eres así de chistosito, al parecer te levantaste de muy buen ánimo el día de hoy.
—Hoy es por fin viernes, mañana descansare y saldré por la tarde con los chicos a bailar un poco - le comentaba a mi mamá como cualquier cosa que fuera sin importancia.
— ¿Ahora dónde irán? - pregunto Carlisle, mi padre al entrar a la cocina. Siempre con ese aire despejado y tranquilo.
—Buenos días papá - si mi madre suele darme besitos y abracitos muy distinto era mi papá, con él era un saludo de hombre en la que solemos chocar los puños en señal de camadería. —Iremos a Port Ángeles a una discoteca que acaban de abrir, al parecer el dueño es amigo de Emmett y le regalo entradas.
—Ese muchacho siempre entablando amistades con gente de ese ambiente, deberías decirle que también estudie más que este es el último año y que deben de sacar excelentes notas para que puedan ir más rápido a la universidad.
—Papá ya sabes cómo es Emmett, él vive una vida alegre y feliz, lejos de las preocupaciones y del futuro- el lema del oso era vive la vida y no dejar que la vida te viva, era un loco pero era un gran amigo y aun así lo quería un montón, él era como el hermano que nunca tuve y creo no tendré. El sabia diferenciar en que momento tomar con seriedad las cosas u otorgar a ciertos temas controversiales su carisma.
Me levante rápidamente y me fui a lavar los dientes, tenía el tiempo justo para ir por Bella y llegar al Instituto. Me despedí de mi mamá y salí junto con mi padre al porche para que cada uno pueda tomar el auto. Mi auto mi más preciado bien material, nunca fui un egocéntrico ni lo seré por los grandes valores que me inculcaron Esme y Carlisle pero gozaba el poder de acelerar mi auto y el ronroneo que tenía suave y acompasado. Definitivamente amaba a mi Volvo.
Llegue en menos de quince minutos a la casa de Bella o mi muñequita como yo la llamaba secretamente, y ya las tan mencionadas mariposas y las manos sudorosas aparecían, siempre que estaba cerca de ella era así, mi muñequita era especial.
Toque la puerta pero sin apurarla, Bella tenía la suerte de siempre tropezar cuando se la apuraba y no quería que se dañara o sufriera un accidente porque yo la apresure. Espere pacientemente a que saliera, me recosté en mi flamante Volvo y jugaba con mis llaves perdido en los pensamientos y los planes que quería realizar el día de mañana. Tenía que comentarle hoy a los chicos para que me puedan ayudar y que todo me salga bien.
—Hola Ed - escuche la voz más hermosa y angelical, era la voz preciosa de mi muñequita siempre con el toque sensual y alegre que la caracterizaba. Alce rápidamente la cabeza y esboce una sonrisa. Me pregunta que hacia Bella o si era una brujita que absorbía la belleza de los demás porque siempre que la veía la notaba más hermosa que el día anterior.
—Hola bonita, que tal amaneciste eh - siempre me blanqueaba los ojos cuando la llamaba así, Bella no era de las personas que le guste mucho que se las alague. Pero ella ya sabía cómo era yo con ella y que siempre le diría lo hermosa que se veía.
—Bien, ayer pase una tarde genial y pues descanse muy rico.
—Que hiciste ayer, que no me invitaste eh.- le bromee aunque me moría de curiosidad de saber el motivo de su felicidad.
—Nada interesante que contar, solo lo mencione porque se dio – si había algo que me caracterizaba con Bella era que siempre podía darme cuenta cuando trataba de mentirme y esta vez ella me estaba ocultando algo, pero decidí dejarlo correr ya que si ella decía que no era importante entonces no lo era.
-Mañana saldremos con todos los chicos a una discoteca de Port Ángeles que se acaba de inaugurar- comente despreocupadamente, Bella era de las chicas que no les gusta los sitios bulliciosos así que hay que ser lo más táctil posible con ella para que acceda ir.
-De verdad que bien a qué hora iremos, tengo que ir a la casa de Alice a alistarme, tú crees que me alcance si voy desde las cuatro, bueno conociendo a la duende quedrá hacer muchas cosas conmigo pero….- estaba oyendo bien acaso Bella estaba emocionada por ir a una discoteca y no quedarse en su casa a leer su libro de Cumbres borrascosas.
-Estoy soñando o estoy escuchando a la señorita Isabella Swan emocionada por ir a una discoteca- le pique
-Hay que gracioso eres Cullen, deberías de estar feliz ya que se ahorraran hoy muchas horas para rogarme ir con ustedes.
-Tienes razón pero me sorprende que estés así de emocionada por ir mañana a la disco - seria acaso que es el destino que me demuestra que Bella quiere ir y se confabula a mi favor para que yo pueda llevar acabo mis planes.
-Es que simplemente me pareció muy divertido solo eso, ¿además iremos todos verdad?- mi muñequita era tan única y encantadora, siempre queriendo que todo el grupo la pase bien.
-Sí, creo que iremos todos los chicos, por lo que tengo entendido Emmett tiene siete entradas así que pues me imagino que son para Alice, Rosalie, Jasper, Emmet, Jacob, tu y yo.
Fuimos conversando de más temas sobre el instituto, el fin de clases que solo faltaban ya un mes y que ahora seriamos universitarios y todo lo que eso conllevaría, las emociones y nuestro nervios.
-Aun piensas seguir con tu decisión de estudiar Arquitectura - quería corroborar si aún Bella pensaba seguir con lo que siempre desde niña quiso ser, una gran arquitecta y sé que lo lograra mi muñequita era la mejor y todo lo que se proponía lo lograba.
-Claro es lo que más amo, me esforzare por ser la mejor arquitecta que Forks haya tenido - me sonrío con sus hermosos hoyuelos marcados, Bella era más que una chica bonita su forma de ser era una de las primeras cosas que me enamoraron de ella.
-Lo se pecosa, tu serás la mejor en todo, sabes que siempre podrás contar conmigo para todo verdad - a pesar de cualquier cosa que pase Bella siempre seria mi mejor amiga
- Siempre seremos los mejores amigos sin importar lo que pase- me dijo ella —nunca dejare que nada ni nadie nos separe Edward.- me dijo Bella logrando que un sentimiento naciera en mí y una sonrisa grande se pintara en mi rostro.
-Claro sabes que te quiero mucho - me abrazo de medio lado, ya que estaba conduciendo. Sentir su caliente cuerpo pegado al mío me transmitía tantas emociones y eran esta clase de demostraciones de afecto que me motivaban a que piense que Bella me amaba como yo a ella.
Llegamos al estacionamiento del Instituto y Bella se bajó apuradamente, al parecer tenía mucha prisa, se despidió con un movimiento de manos y se enrumbo hacia el campus. L a notaba extraña, en todo el camino un poco impaciente y emocionada por llegar, tal vez tendría algo que hacer o es que mi cabeza trabaja demasiado rápido y veo cosas donde no las hay.
Los chicos llegaron unos minutos después, como siempre la saltarina de Alice venia agarrada de la mano de Jasper aunque creo que este ultimo venia arrastrado por ella, Emmett o el oso como le decíamos de cariño venia como siempre empalagoso junto a Rosalie estos dos eran unos precoces. Me sorprendía no ver llegar a Jacob junto a ellos, siempre se encontraban por el camino hacia acá, tal vez su paseo por la Push fue agotador y decidió no venir.
—Que tal chicos, que tal amanecieron eh - les pregunte. Mis amigos me sonrieron y comenzaron a ver dentro de mi auto como buscando a alguien adentro de él.
—Y Bella- me pregunto Alice
—Llegamos hace unos minutos pero al parecer estaba apurada ya que se fue rápidamente - conteste
—Debe de ser, ahora que su auto se descompuso me imagino que aprovecharas para ir a recogerla y llevarla - los chicos sabían de mi amor hacia Bella, por eso no me sorprendía sus comentarios. Sonreí asintiendo.
—Bueno yo tengo estadística ahora y necesito irme ya sino no llego - me despedí. —Nos vemos en el almuerzo - les grite.
Las siguientes horas pasaron lentamente y eso me ayudo para poder pensar a tramar lo que quería hacer mañana en la noche cuando salgamos todos los chicos, ya había tomado la decisión de declararme a Bella y la salida en grupo sería una excusa para que ella y yo luego podamos ir a hablar a otra parte y decirle lo que siento.
La cuestión radicaba en que quería que esa noche fuera lo más especial posible que nos alumbrara la magia del amor. Quería darle el mejor recuerdo de declaración a mi muñequita. Tenía que hablar con Alice y Rosalie para que puedan ayudarme con esto.
Llegó por fin la tan aclamada hora de receso, iba a ir por el salón de Bella para que vayamos juntos al comedor, pero decidí aprovechar mejor esos minutos que ella no estaba para hablar con las chicas. Y que acordemos algo para poder realizarlo hoy mismo.
Los encontré a todos allí sentados en la mesa de siempre, riendo y comiendo. Me acerque y tome mi lugar al lado izquierdo de Jasper, Bella siempre se sentaba al derecho mío. Era como nuestro lugares ya fijos siempre Emmett al frente nuestro junto a Rosalie y Jasper al lado derecho de Alice y Jacob al lado de Bella.
—Juro que pensaba que el profesor nunca iba a terminar su tediosa clase sobre la madia aritmética y armónica. - mencione acostando mi cabeza sobre la fría madera de la mesa.
-Oh por dios Edward no te puedes quejar sobre esos temas tan fáciles - grito la duende sobresaltándonos a todos. —Lo más difícil es poder lograr que puedas tener acceso a las colecciones de Prada.
Solo a Alice se le viene a la mente esto, era demasiado loquita esta pequeña. Pero muy linda, mi amigo Jasper realmente se había sacado la lotería con ella. Se amaban con una infinidad que a veces daba envidia. La manera en la que ellos se complementaban era tan mágica. Rosalie y Emmet eran un cosa distinta aunque muy distinta la clase de amor que ellos se tenían era más pasional más físico, pero Rosalie había aprendido controlar o se podría decir era el complemento del oso.
—Necesito su ayuda - les mencione a todos en la mesa — Mañana le diré a Bella sobre mis sentimientos. Todos me miraron y sonrieron aprobatoriamente, ellos ya deseaban que le diga a Bella de lo que siento, pero yo no me animaba pero ya había tomado la decisión, mañana mismo le diría a mi muñequita que la amo.
—Ya iba haciendo hora que tomaras esa decisión, incluso pensé que lo harías de abuelito y que se darían su primer beso con las prótesis dentales - me dijo Emmett burlonamente.
—No seas asqueroso - le resondro Rosalie, definitivamente seguía manteniendo mi opinión Rosalie controlaba para bien a Emmett. Porque si fuera por el oso realmente diría cuanta sandez se le ocurra, pero era demasiado gracioso verlo hacer berrinche con el tamaño que tenía.
—Y que deseas que hagamos, porque realmente si quieres que sea mañana el día especial es poco el tiempo que tenemos y realmente tendríamos que movilizarnos desde ya. Y tenemos que comprar un montón de cosas para crear un ambiente romántico. Me decía rápidamente Alice — Rose tenemos que ir en la tarde al centro comercial para que me ayudes a comprar todo. Alice se notaba emocionada pero al mismo tiempo apuradísima y se enfrasco en una conversación rápida con Rose sobre lo que tenían que comprar.
—Se supone que también deben de contar conmigo verdad - les dije ya que me estaban ignorando.
—Claro eres tu él romeo tienes que estar allí obviamente adema eres tú el de la tarjeta de crédito ilimitada- claro como siempre Alice y el montón de cosas que me haría comprar.
Iba a decirle a Alice que no sea tan estrambótica con las cosas pero vi que Bella venia junto a Jacob riéndose. Así que solo me calle y avise a las chicas para que también lo hagan y hablen de otro tema para que no se diera cuenta de nada.
—Hola chicos que tal - saludo Jacob, se le veía feliz sonriente nada agotado por haber tenido esa clase de reuniones que tiene en su tribu.
—Bien, pensé que no habías venido hoy, no te vi en el estacionamiento en la mañana - le dije, solo me sonrió y negó con la cabeza.
—Hoy llegue un poco más tarde, tuve un contratiempo con la almohada que no me quería dejar ir- todos nos reímos de sus ocurrencias.
—Ay Jake que gracioso eres - Bella le tiro unas palmaditas en su hombro. Por una extraña razón siempre Alice nunca se reía de las ocurrencias de Jake tampoco se llevaban muy bien que digamos, algo sin sentido porque Jacob hacia todo lo posible por llevarse bien con la enana. Pero la duende insistía que no le daba confianza, todos solíamos a veces molestarnos por eso ya que su actitud hacia sentir mal a Jacob.
—Me imagino que ya se encuentran listos para mañana verdad - como siempre el oso preocupado por la fiesta, aunque valga la redundancia yo también estaba así, pero era por lo que acontecería fuera de la discoteca.
—Yo sí, quiero bailar y relajarme, a veces los trabajos y exámenes me tienen demasiado atareada - Rosalie era una excelente alumna se dedicaba cien por ciento en sus estudios quería ir a Harvard y ser abogada, mientras que los demás éramos aplicados pero no exagerábamos.
—A veces me pregunto qué demonios haces con Emmett son tan distintos en el plan académico, que no encajan - se burló Jasper, que se ganó un fuerte palmazo en la espalda.
—Es que nosotros encajamos perfectamente en otras cosas- dijo Emmett sugestivamente, provocando en algunos una mueca de asco y en otros risas.
—Asqueroso no quiero saber que porquerías le haces a mi hermana - le dijo Jasper, creo que a mi pacifico amigo le salió su lado salvaje. Y era normal si tuviera una hermana no me gustaría enterarme de las cosas privadas que hace con su enamorado.
—Mejor coordinemos lo de mañana, como haremos, me imagino que ya han pedido permiso para perdernos hasta las últimas consecuencias verdad - dijo como siempre el fiestero Emmett.
—Tú sabes muy bien que siempre iremos aunque no nos hayan dado permiso oso, tu forma de convencer están difícil de persuadir. Nos reímos de las ocurrencias de mi muñequita , realmente ella llevaba mal eso de ir a discotecas, siempre trataba de inventarnos algo para no ir, algunas veces la ayudaba y me quedaba con ella, pero había ocasiones en la que Emmett usaba su magnífica inteligencia y se daba cuenta que le estábamos mintiendo.
—Mi querida Bells tú sabes muy bien que mis pucheritos nunca fallan, además esta será una de las ultimas fiesta que tendremos acá en Forks, cuando nos vayamos a New York a seguir nuestros estudios universitarios las fiestas ya no serán tan seguidas como ahora- decir que me quede con la mandíbula desencajada por lo dicho de Emmet es quedarse corto lo bueno fue que no fui el único, realmente todos parecían en si sorprendidos por el pequeño momento de madurez del oso.
—Dios amor he quedado anodada por tu pequeño discurso de convencimiento a Bella-le dijo Rosalie acariciando los rizos de Emmet, este le miro y le dio una sonrisa que mostraba todos sus blancos dientes.
—Alto allí yo en ningún momento he dicho que no quería ir, solo daba a conocer las formas tan burdas por las que Emmett siempre trata de llevarnos a fiestas. - Si antes me quede como tonto con lo de Emmet ahora realmente me preguntaba si estaba despierto o estaba en mi cama. Aunque Bella me dijo en la mañana algo emocionada por la salida a la discoteca pensé que era una broma, pero ahora si estaba convencido de que ella si quería ir.
—Sorprendente creo que hoy nos han echado algún tipo de conjuro mágico al almuerzo- se burló Jacob pues yo también estaba comenzando a pensar eso, esto estaba extraño.
—Pues si Bella quiere ir y no nos dará problema entonces mucho mejor- Alice emocionada intervino - que les parece chicas que mañana vamos todas a la casa de Bells y allí nos alistamos. Las chicas asintieron emocionadas me imagino por pasar un momento a solas ellas tres sin chicos y rodeadas por sets de belleza y maquillaje.
De allí las chicas comenzaron una conversación banal de cosas televisivas y yo me puse a conversar con Jacob sobre deporte y los partidos del mundial de clubs que se estaban dando. Jacob y yo nos conocimos gracias a eso, me inscribí a una academia deportiva y el ya llevaba un tiempo allí, era el segundo al mando del entrenador, al principio no nos llevábamos muy bien siempre que jugábamos el en vez de ir detrás de la pelota o marcarme para que no entre al área de penal simplemente me ponía su cuerpo de forma que me cometía falta, pero también solía reclamarme sobre mi entrega en los partidos, al principio lo deje pasar pero llego un momento en la cual me amargo demasiado y discutimos algo que casi nos lleva a una pelea física, lo malo de todo fue que ese día yo había llevado a Bella a ver mis entrenamientos y aunque también gracias a ella limamos asperezas.
Flash back
Hoy jugaríamos un partido elemental porque de allí el entrenador ya iba a barajear los posibles hombres que jugarían de titulares para representar a Forks. Solo había decidido invitar a Bella, Ya al partido oficial del domingo irían mis papas y mis amigos a alentarme si es que el entrenador me escogía.
Cuando llegamos al estadio de la academia, le dije a Bella que podía sentarse en cualquiera de las tribunas que quisiera que por ser solo entrenamiento no habría mucha gente, antes de irse a sentar sorpresivamente me abrazo y me dio un beso en la mejilla.
-Sabes que te quiero, éxitos.- Yo me quede de piedra aun sintiendo sus labios en mi mejilla y sin poder reaccionar solo viendo cómo se iba.
Llegue a los camerinos y me fui a la regadera para darme un baño rápido, cuando ya me encontraba poniéndome los chimpus, apareció mi gran amigo sarcásticamente hablando de Jacob. Me miro y fue allí que recordé esa memorable frase de que si las miradas matasen yo ya estaría más de tres metros bajo tierra.
Decidí no hacer caso y simplemente concentrarme y hacer un poco de estiramiento para que mis músculos entraran en calor, aparte de quería impresionar al entrenador para que me escogiera también quería que Bella viera cuan bueno era en el futbol.
-Hola chicos, que tal están ya saben que el partido de hoy será casi muy decisivo para que yo ya vaya formando mi once ideal verdad.- nos dijo el profe que había llegado ya listo y vestido deportivamente.
—Así que acá va la formación de juego, hoy no será como otros días, la forma como la he armado hoy es porque quiero ver que tal juegan con diferentes personas entendido.-nos preguntó y solo se escuchó un sí de todos.
—Salazar, Domínguez, Carranza, Bedoya…-comenzó a llamar a los chicos que jugarían con la casaquilla naranja, aun no escuchaba mi apellido y me preocupaba por que a pesar que jugarían veintidós chicos tal vez el profe me mandaba a la banca a mí y seria suplente.
—Ahora llamare a los de casaquilla verde atentos que no repetiré sus apellidos.-el profe tenía un carácter fuerte y estricto pero era un excelente profesor y sabía lo que hacía -Gonzales, Clinton, Lombardi, Ramos…..- demonios creo que esta vez si iba a estar en la banca justo cuando invito a Bella.- López, Black y Cullen, los demás que no he llamado me hacen el favor de ir a sentarse en banca y ver cuál de todos a los que he llamado juega como niña para cambiarlo.- había escuchado bien si ¡el profe me llamo!
Salimos a la cancha a acomodarnos en nuestros respectivos lugares y se puede decir que en ese momento de que era de entendimiento lento o es que la emoción por escuchar que el profe me llamo no me hizo dar cuenta hasta que vi a Jacob con el mismo color de casaquilla que estaba usando yo, demonios eso significaría que él y yo tendríamos que trabajar en equipo y lo peor aún era que ambos jugábamos de delanteros.
Antes que el árbitro diera el pitazo inicial, busque con la mirada de una forma rápida y ver en qué lugar se encontraba Bella, la encontré sentada sola en la tribuna norte sonriéndome, no pude evitar devolverle la sonrisa.
-Despierta Cullen que si queremos que el profe nos elija debemos de estar atentos y no dejarnos deslumbrar por una chica por muy guapa que este- me dijo Clinton, él era el arquero de mi equipo y capitán.
Cuando el árbitro dio inicio al partido, todos teníamos en mente la única cosa, lograr que nuestro equipo gane y hacer que el profe confié en nosotros para que nos elija. Decir que un equipo la tuvo más fácil que otro es mentir, todos estábamos entregando todo lo que podíamos en la cancha y mucho más.
El primer gol llego a favor nuestro, Lombardi fue el que anoto celebramos pero rápidamente volvimos al partido, no podíamos desconcentrarnos y confiarnos. Y fue lo que paso tal vez los defensas estuvieron muy confiados y el gol del empate llego a los pocos minutos dejándonos un mal sabor en la boca. Decidimos volver a retomar el partido ya que estábamos como en el comienzo. Pero en ese primer tiempo de cuarenta y cinco minutos no pudimos hacer nada y salimos con el empate entre las patas.
—Era responsabilidad de ustedes carajo mantener nuestro arco protegido- comenzó a gritar Jake a los tres jugadores de defensas que teníamos.
—También es responsabilidad tuya el meter los goles eres tú el delantero - le respondió ácidamente Gonzales, ambos se comenzaron a echar miradas de odio.
—Este no es un momento para que nos pongamos a discutir sobre quien es el culpable o no acá estamos jugando once personas si ganamos o perdemos eso va sobre nuestras cabezas. Les dije ya encabronado por el infantilismo de Jacob de echar la culpa a los demás.
—Pues si queremos ganar por lo menos debes de esforzarte más Cullen, no me eres de gran ayuda allá arriba siento que juego solo - dijo burlonamente Black. No entendía que demonios tenia este pero realmente esto me enojo demasiado yo estaba dando todo de mi allá arriba.
—No entiendo porque lo dices, yo estoy dando todo lo que tengo y más para que podamos ganar - le respondí mirándole directo a sus ojos café.
—Pues entrega más porque siento que te iría mejor siendo el recogebolas - se soltó a reír a carcajada abierta — así que ya sabes solo has algo productivo a ver si así el profe por lo menos tiene la consideración de dejarte en el equipo aunque sea de suplente.
—No entiendo qué demonios tienes, ni que te pasa pero ya me hartaste imbécil - me iba a ir encima suyo pero los brazos de Clinton nuestro capitán me detuvieron.
—Este no es momento para que entre nosotros mismos nos peleemos, lo mejor es que los dos se calmen me entendieron - nos habló con voz muy seria Clinton —Antes que el profe se entere de estas discusiones tontas que estamos teniendo en camerino.
—Estamos como el principio, el marcador no está a favor de nadie, así que a volver con fuerza a la cancha y entregarlo todo.
Luego del descanso de quince minutos, volvimos hacia la cancha, con el solo pensamiento de ganar. Bella seguía en el mismo lugar pero ahora estaba acompañada de una chica de cabello corto y piel color canela, nunca la había visto debía de ser alguna novia o amiga de unos de mis compañeros.
Y el segundo tiempo dio inicio, ambos equipos regresaron con las pilas recargadas todos queríamos ganar. Después de no sé cuantos minutos, yo ya estaba agotado físicamente correr tantos metros era realmente agotador. No sabría precisar aun como fue que en un momento en el cual el defensa del equipo contrario tuvo una mala salida y le pude arrebatar la pelota, corrí unos metros más allá pero yo ya me encontraba con tres jugadores que me estaban marcando y me impedía el paso.
—Cullen acá, estoy solo - grito Jacob, no lo pensé mucho y le tire el balón para que pudiera anotar y lo hizo llego el ansiado gol que aunque yo no lo marque lo celebre porque me sentía participe. Y como siempre ocurre en cualquier situación cuando uno se encuentra en desventaja comienza a desesperarse y las cosas es ves de ir mejor empeoran y eso le ocurrió a nuestros rivales. El árbitro dio el pitazo final dándonos a nosotros por ganadores, no celebramos ni nos abrazamos ya que era una forma de respeto hacia nuestros compañeros.
Todos nos reunimos alrededor del profe, que nos miró de manera muy seria, y luego simplemente nos aplaudió. El que el profe haga eso decía mucho ya que él no era un hombre que te alabara mucho incluso era uno que se encargaba de bajarte de tu nube cuando veía que ya no pisabas tierra.
—Hoy han hecho un gran partido amistoso y me han demostrado de lo que están hechos pero aun así les advierto que hay muchas cosa que no me han gustado y que tendremos que mejorar, ahora pueden irse a bañar y retirarse a sus casas y ya saben el día miércoles a primera hora los quiero ver acá.
Después de alistarme rápidamente y salir apurado del camerino fui a buscar a Bella que ya no se encontraba en compañía de la chica con la que la había visto desde la mañana. Me acerque por su espalda y la asuste y ella dio un gritito cosa que me dio mucha gracia.
—Edward me asustaste - me dijo faltándole aire, la abrace y le di un beso en su frente
—Disculpa no fui mi intención - me reí y la acerque más a mí, oliendo su dulce olor a fresas.
—Distes un gran pase, creo que la victoria de tu equipo se debe a ti Cullen, así que debemos de celebrar a dónde quieres ir a almorzar yo pago - me sonrió y ya mencione que siempre me deja como un reverendo tarado cuando lo hace.
—Bella no es para tanto creo que si ganamos fue porque todos jugamos en equipo y además…. - fui interrumpido por una voz más gruesa que podía ya reconocer claramente.
—Creo que no deberías quitarte méritos Cullen, sin tu pase yo no hubiera podido meter el gol - no podía creer que Jacob me esté diciendo esto o tal vez posiblemente he caído desmayado en la cancha y estaba alucinando.
—No me veas como si fuera un fantasma - Bella soltó unas risitas - esto te lo digo de la mejor manera y en buena onda, creo que debemos limar asperezas porque a la final ambos tendremos que trabajar en quipo juntos para defender el honor futbolístico de Forks.
—Estas muy seguro que el profe nos pondrá de titular- le dije, no negare que Black tenía un aura media oscura e incluso temerosa.
—Después de este partido ten por seguro que solo hay nueve puestos tu y yo ya tenemos dos asegurados - bueno si lo veíamos desde su punto de vista tenía mucha razón, tal vez después de este partido ambos seriamos titulares — y es por eso que también quiero que cualquier diferencia que hayamos o tengamos aun sea esclarecida y que podamos llevar la fiesta en paz y tratar de ser amigos.
No podía dar crédito a lo que oía es que acaso era verdad que Black me pedía llevar la fiesta en paz, cuando tan solo una hora atrás estábamos peleándonos, algo me hacía desconfiar. Nunca ves que a una persona que le caes mal y que te diga de un rato para otro quiero ser tu amigo eso solo ocurría en las novelas y películas que veían Bella, Alice, Rosalie y hasta Emmet que se ponía a llorar en esas tele lloronas.
—Sé que tienes duda sobre este ofrecimiento Edward pero es muy sincera de mi parte, no te digo que seremos los mejores amigos pero tratemos de llevar la fiesta en paz - y me tendió la mano para que yo la estreche, me imagino que en un modo de pacto. Me quede mirando esa mano y pensando si debería estrecharla o no. No se por cuánto tiempo pero cuando recibí un codazo en mis costillas me di cuenta que me estaba demorando mucho.
—Edward acepta lo que este chico te está proponiendo, no seas grosero - me reprendió Bella, me había olvidado momentáneamente que ella también estaba allí presente —Además creo que es muy humilde de su parte ser el quien de este paso para que puedan llevarse mejor.
Fin del flash back
Y después de esa singular forma de apretón de manos, nos encontrábamos acá sentados juntos en la cafetería conversando sobre futbol. Como si lo anterior nunca hubiera pasado, Jake se convirtió rápidamente un gran amigo mío y también de los chicos, solo con la petiza de Alice es con la que tenía aun unas pequeñas rencillas que esperaba no siguieran por el bien del grupo.
—Jake acompáñame quiero contarte algo - quería decirle de mis planes de mañana para con Bella, él también era un gran amigo suyo y además tal vez me pueda dar unos consejos ya que él ya tuvo varias enamoradas a comparación mía que solo había dado mi primer beso y que aún me sacaba una sonrisa cada vez que recuerdo con quien fue. Pero eso a pesar de ser importante para mi había ocurrido hace ya siete años atrás cuando tenía solo diez años junto con Bella.
—Dime que pasa Edward por que tanto misterio eh - me pregunto riéndose y tirándome ligeros puñetazos al hombro. —Que paso querido amigo que has hecho que deseas mi ayuda.
—No he hecho nada - me miro analizándome y preguntándose entonces que me pasaba.—Aun – le dije para ser más específico.
Como le decía que quería declararme a Bella pero que no sabía cómo hacerlo no quería sonar como un niño tanto pero también quería que me ayude.
—Mañana cuando vayamos todos los chicos a la disco pienso declararme a Bella - le dije rápidamente sin mirarlo. Paso unos cuantos minutos y él no me respondía — Pasa algo Jake - le pregunte.
—Ohhh me tomaste por sorpresa Edward no pensé que sería eso, pero me parece genial que ya lo hagas yo me preguntaba si te ibas a morir sin decirle nada - se burló y podía dar crédito que no era el único que pensaba que yo iba a morir sin decirle nada a Bella.
—Es por eso que quiero que me ayudes Jake, quiero que me aconsejes como puedo decirle lo que siento sin que parezca tonto o se termine riendo de mí - le pedí.
—Bueno este creo que debes de ser sincero y decirle solo lo que sientes claro sin usar demasiadas frases mimosas a las chicas no les gusta que le andemos diciendo turroncito de azúcar, mi ángel o cosas así se aburren les parece demasiado cliché, me entiendes.
—Si pero aun así como crees que debo de comenzar, ósea de frente voy y le digo Bella llevo enamorado de ti toda mi vida - le dije.
-No campeón, las cosas se irán dando por si solas tú sentirás cuando sea el momento para que le digas eso - el parecía tan relajado, si yo hubiera tenido un poco más de experiencia en citas tal ves yo me encontraría menos nervioso. —Edward,¿ te declararas en la discoteca? - me pregunto.
—No, claro que no ese no es un lugar adecuado, yo y con ayuda de las chicas estamos organizando todo - le conté. —Quiero que mañana sea una noche que ni Bella ni yo podamos olvidar - sonreí como un tonto y sintiendo esas extrañas mariposas en mi estómago.
De allí todo fue pasando rápidamente fuimos a clases y cuando menos me di cuenta ya me encontraba frente al espejo alistándome para ir a la discoteca. Demonios hoy mi cabello me iba a dar un respiro ya que se encontraba perfectamente en su sitio gracias al uso de gel que Alice me había recomendado. Cuando sonó mi celular ya me imagina quien era.
—Que pasa Alice –pregunte. —De que nos olvidamos ayer de comprar.
—No es eso Edward solo que te llamaba para decirte que está todo listo como querías - me hablo bajito lo más seguro es que haya salido del cuarto de Bella para poder hacer la llamada. —Y también decirte que las chicas nos iremos solas que nos encontraremos allí y no me objetes nada que esto ya está decidido así que adiós nos vemos allá.- y simplemente me colgó.
Debía de confiar en lo que Alice y Rosalie hayan decidido, en total había sido yo quien pidió por su ayuda, aunque yo quería ir por Bella y llevarla a la disco no se hubiera podido ya que los chicos y yo habíamos acordado ir juntos los cuatro. Estaba echándome mi colonia cuando comenzó a sonar unos escandalosos bocinazos y no era necesario asomarme para saber de quien se trataba.
-Edward los chicos te esperan apúrate- me grito mi mamá desde el primer piso.
Agarre mi cazadora y me mire por última vez en el espejo antes de salir apuradamente por que los bocinazos volvieron a escucharse. Cuando baje a la sala allí se encontraban mis papás sentados en el sofá abrazados, cada vez que los veía me daba cuanta del gran amor que se tenían y que yo también quería uno y tal vez para hoy en la noche lo tenga. Me despedí de ellos diciéndole que no sabía a qué hora llegaría, pero que cualquier cosa los llamaría.
Cuando salí allí estaba el reluciente jeep de Emmet como conductor a su costado sentado Jacob y recargado en la puerta Jasper, cuando me vieron comenzaron a silbarme y mandarme besitos como si fuera una chica.
—Hay dios Jasper acabo de enamorarme pero que hermosa señorita es la que viene hacia nosotros- escuche decir a Emmett. Solo me hizo reír, él y sus cosas a veces me preguntaba si de chiquito su cuna no tendría plomo y que eso le había hecho daño de tanto chupar los barrotes.
—Edward que demonios hacías que te demorabas tanto adentro eh- me pregunto Jasper. —Entendemos que hoy es tu noche pero demonios te demorabas más que Alice y Rosalie juntas - todos soltaron a reírse de mí.
—Ya no lo fastidien, el chico está nervioso y ustedes y su bromas solo logran que el este peor.
Nos subimos al jeep y Emmett emprendió la partida hacia la discoteca hoy sería mi noche, hoy lograría que la chica a la cual amo me acepte.
Cuando llegamos a la discoteca Mignith sum esperamos que las chicas llegaran ya que aún estaban en camino. Estuvimos conversando de muchas cosas y sobre que está ya era nuestro último mes en el instituto antes de partir a la universidad.
Pero todo dejo de importarme cuando de un descapotable rojo bajo Bella mucho más hermosa que nunca, tenía el cabello suelto pero lo llevaba liso, un vestido azul que solo se adhería a la parte de arriba y que la parte baja era más suelta y solo le llegaba aproximadamente a unos cuantos centímetros de la rodilla cosa que me daba una buena vista de sus hermosas y tonificadas piernas.
Las demás chicas también bajaron y venían hacia nosotros, ahora si tenía ganas de silbar y soltar piropos pero unos bonitos no como los de Emmet que solo los cavernícolas los entendían. Nos saludaron y yo aún me mantenía embobado viendo a Bella, solo fue hasta que Alice me dio un peñiscon que reaccione.
Nos acercamos a la puerta de las disco y Emmett le dijo algo al de seguridad que nos dejó entrar rápidamente, los que se encontraban en la cola comenzaron a silbarnos y reclamarnos, pero me hice de oídos sordos ahora solo me importaba Bella. Subimos a la zona vip del disco donde había unas cuatro mesas pero todas se encontraban a metro de otras, lo que nos daba más privacidad, de este lugar se podía ver la pista de baile e incluso la cabina del Dj.
Todos nos sentamos y rodeamos la mesa circular, me senté al lado de Bella, y Emmet y Jasper fueron a comprar unas bebidas yo no iba a tomar más de dos vasos porque obviamente tenía que estar sobrio para lo que iba a hacer más tarde.
—Te ves muy hermosa - le dije a Bella que se ruborizo y solo sonrió.
—Tú también te ves muy guapo, creo que muchas chicas se pelearan por bailar contigo me pregunto si tendré que saltarles a la yugular para poder defenderte - me bromeó.
—No pienso moverme de acá ni aunque la misma Jennifer Lawrence me invite a la pista de baile - ella sabía que me gustaba esa actriz, la consideraba muy bella, demasiada humilde y muy talentosa.
—No lo puedo creer Edward hablas enserio demonios es la actriz que te gusta eres fans de ella.- pero tú me gustas definitivamente mas porque es de ti de quien estoy enamorado pensé. — Te has caído o te has golpeado la cabeza - comenzó a examinarme con la vista y luego a tocar mi cabeza, cuando lo hizo sentí una sensación eléctrica recorrer mi cuerpo. —Pues no tienes ningún golpe que delate porque estas actuando así - me hinco dos dedos en el estómago cosa que me provoco cosquillas.
Luego de eso comenzamos una plática grupal entre todos y solo a la loca de mi amiga Alice se le puede ocurre querer jugar a reto o verdad. Aunque ya iba haciendo hora de que me vaya con Bella hacia lo que tenía preparado decidí que podíamos jugar un rato. Rosalie hizo girar la botella e hizo apuntar a Jasper.
—Querido hermanito reto o verdad. - Rosalie lo miro embrujadamente que hasta a mí me dio un poco de miedo.
—Verdad- respondió mi amigo.
—Te has acostado ya con Alice- pobre Jasper no quisiera estar en sus zapatos, y hasta incluso creo haber visto a la enana ruborizada- —Apúrate que no tenemos toda la noche - Jasper miro a Alice y le sonrió.
—Si - su respuesta fue clara y decidida que no dejaba a dudas pero como siempre esto fue motivo de bromas de parte de Emmet.
—Hasta Jasper ya ha mostrado su soldadito aunque creo que solo Alice debe verlo aunque de solo pensarlo ya me da cosas- dijo imitando al doctor Chapatín con el movimiento de manos. La botella volvió a girar y esta vez la victima seria Jacob. Que escogió también verdad.
—Estas ahorita interesado románticamente en alguna chica - hasta a mí me daba curiosidad eso porque aunque Jacob tuvo muchas enamoradas casi a ninguna habíamos llegado a conocer.
—Sí, ahorita me gusta una chica - todos soltaron un uhhhhh. Me preguntaba quien podría ser la afortunada de tener el corazón de mi amigo.
—Que guardadito te lo tenías - le dije a Jake que estaba frente mío. El solo me sonrió de costado y se encogió de hombros. Y así fue siguiendo la ronda de preguntas, cuando ya le iba a decir a Bella que me acompañara para poder irnos de acá le toco a ella y su victimario o mejor dicho victimaria seria la enana.
—Estas enamorada ahora de alguien - yo voltee a verla para ver su reacción cuando respondiera.
—Sí, ahora mi corazón está ocupado por alguien - me miro y se ruborizo, yo solo le sonreí y le agarre su mano. Esperaba que "ese alguien" sea yo. Solo las chicas me miraron y sonrieron a modo de aliento.
—Voy por mas bebidas ahora vuelvo - se levantó Jake
—Si quieres te ayudo a traerlas - se ofreció Jasper
—No, no es necesario - respondió Jake bajando hacia la zona de bebidas en el primer piso.
Estuvimos riendo un rato más cuando Bella se levantó y dijo que deseaba ir al baño, las chicas decidieron no acompañarla ya que ellas se encontraban en sus burbujas con sus novios.
—Ustedes creen que después que Bella vuelva le deba decir para irnos ya - pregunte.
—Claro, no sé qué haces esperando yo que tú ya me hubiera ido hace horas - respondió el jovial oso.
—Tienes razón, cuando regrese de los servicios le diré que me acompañe.
Comencé mirar a mi alrededor, para ser esta discoteca una nueva estaba demasiado llena, se notaba la buena publicidad que tuvo. Muchos estaban bebiendo, bailando o simplemente comiéndose la boca de su acompañante. Me reí de este pensamiento, definitivamente los nervios me estaban jugando en contra.
—Oigan mejor voy a ayudar a Jacob con las bebidas de seguro que no puede traerlas- se levantó Emmett.
—Bella se está demorando mucho, crees que le haya pasado algo- dijo Rosalie, yo también me comenzaba a preguntar eso, ella no solía estar acostumbrada a estos lugares tal vez tenía un percance en el baño con algunas de esas chicas que tomaban hasta perder conciencia de las cosas y que se volvían problemáticas.
—Mejor voy a ver - les dije levantándome rápidamente.
Comencé a ir apuradamente hasta el primer piso, cuando iba bajando me encontré con Emmett que venía subiendo apuradamente y parecía ido, no se supone que fue a buscar a Jacob entonces porque estaba subiendo solo.
—Hey Emmett, que pasa- lo agarre del brazo ya que no se había dado ni cuenta de que yo estaba allí parado hablándole. Cuando me miro parecía que hubiera visto un fantasma, que demonios le pasaba a Emmett ya comenzaba a preocuparme- que pasa - le volví a preguntar.
—Edward- parecía que recién me hubiera vuelto a reconocer.
—Oye que pasa Emmett, donde esta Jake no habías ido a ayudarle a traer las bebidas- le cuestione
Nosotros estábamos manteniendo esta conversación en las escaleras y es por ello que algunas personas nos empujaban o sino nos echaban un poco de bebida encima de la ropa. Emmett trato de jalarme de nuevo a la zona V.I.P, pero le explique que estaba llendo a buscar a Bella que aún no volvía de los servicios.
De allí no sé cómo paso todo, solo sé que comencé a bajar rápidamente las escaleras con un Emmett desesperado tratando de hacerme volver de nuevo hacia arriba, pero no hubo necesidad para que lo siguiera haciendo ya que a mitad de las escaleras en forma de caracol me quede estático. Simplemente no podía creer lo que estaba viendo.
A un lado de la barra estaba mi amigo Jake con la chica de la que estaba enamorado, se besaban y se reían, se miraban y tocaban sin miedo o vergüenza a hacerlo, Bella lo miraba y le sonreía de una manera que nunca antes la había visto con nadie. El la tenía sujeta por la cintura, y ella jugaba con sus cabellos y se robaban besos.
—Edward subamos, no ganas nada viendo esto- me volvió a jalar Emmett con la diferencia que ahora yo ya no ponía resistencia a sus jaloneos.
Cuando llegamos donde los demás, simplemente agarre mi cazadora de la silla y me fui, sin importarme las miradas sorprendidas de todos, yo no quería seguir allí me sentía el idiota más grande del mundo. Solo deseaba salir de allí perderme y acallar el montón de ruido que se agolpaba a mi cabeza, sacar de mi retina la imagen de mis amigos viéndome sorprendidos, el rostro de Emmett que mostraba solo desconcierto y pena, las risas de los demás que se estaban divirtiendo y sobre todo la imagen de la barra
¿Desde cuándo ellos estaban juntos?, ¿cuándo mi amigo me hizo todo esto?, todas estas preguntas se agolpaban sobre mi cabeza y ninguna encontraba una respuesta para poder saber porque paso todo esto. En qué momento al que considere como un hermano me había clavado un puñal en la espalda. No se por cuánto tiempo estuve caminando ni cómo fue que paso que llegue al lugar al cual toda la mañana estuve considerando como el que sería testigo de la declaración de mi amor por Bella.
Mire todo y realmente Alice se había esforzado junto con Rosalie, todo estaba luminoso y bello con una mesa en el centro y dos sillas, me senté y mire el vino enterrado sobre hielo. Y las lágrimas llenaron mis ojos y caían sin darme cuenta de ellas.
—Disculpe es usted Edward Cullen- escuche una voz a mi espalda, me limpie las lágrimas y tome un sorbo de aire antes de voltear.
—Sí, disculpa que haya subido sin avisar - era un muchacho vestido de mozo, me miro y sonrió.
—No te preocupes en total tu alquilaste este lugar, soy Riley Biers y solo quería saber si ibas a querer que te sirva la cena ya.
Me había olvidado de esa parte del plan, la cena ahora solo me causaba gracia saber que no iba a ver tal cena, que todo se fue al demonio. Ahora solo me encontraba yo solo en este lugar al que pensé que iría con ella, al pensar en Bella solté una risa que al parecer fue de terror por que el muchacho me miro sorprendido y luego camino hacia mí y me señalo la silla para que el pudiera sentarse yo solo asentí.
—Se cómo te sientes, a mí me paso lo mismo- solo lo escuchaba pero no lo miraba y al parecer eso incentivo sus ganas de querer contármelo.- Ella era una chica hermosa, venia al restaurante donde trabajaba medio tiempo, siempre se sentaba en la barra y me sonreía. Al principio fue extraño porque ella venia sola o con sus amigas, cuando venía con ellas me ignoraba pero cuando estaba sola coqueteábamos, una vez ella me paso su número telefónico, la llame después de darle muchas vueltas. Comenzamos a salir todo era genial, Victoria era la chica que cualquier hombre podría desear tener a su lado pero las apariencias engañan. Cuando pensé que había tocado el cielo a su lado simplemente caí de bruces cuando me dijo que se iba a Europa a estudiar, le pedí que no lo hiciera que lo pensara que acá también habían universidades muy buenas pero ella ya tenía sus planes trazados. Cuando la fui a ver al aeropuerto esperando que tal vez cuando ya esté frente a esos aviones se dé cuenta que nuestro amor era mucho mas fuerte, pero solo fui yo el que salió más dañado, ella estaba abrazada a un tipo alto de cabellos rubios, al principio pensé que era su hermano o algún familiar pero cuando ella lo beso supe que no, él era algo más formal para ella.
Si poníamos a comparar ambas historias creo que él llegaría a ser mucho más traicionado de lo que yo fui, él pudo disfrutar de los besos de la muchacha, le hizo creer que ambos mantenían una relación y que se amaban cuando todo era un juego para la mujer. Pero eso no hacia menos lo que yo sentía ahora el saber que la mujer de la cual estaba enamorado no me correspondía y mucho más que ella estuviera saliendo con el que yo consideraba como un hermano y que él sabía de mis sentimientos hacia ella lo hacía todo más doloroso.
—Lo siento, debe de ser doloroso descubrir esta clase de traiciones, pero el mío es distinto – hable con una voz poco audible pero al parecer el si me escucho ya que se acomodó en su asiento en un claro sentido que quería que le contara que era lo que hacía diferente a mi historia a la de él. Le relate lo que ocurrió de que estaba enamorada de mi amiga y que hoy pensaba declararle mis sentimientos pero que el destino en un juego en la que yo no me encontraba preparado me hizo verla en brazos del que yo consideraba como mi hermano.
—Eso quiere decir que ella y tu amigo están juntos – no pregunto solo lo afirmo — y tú te sientes herido porque él sabía lo que sentías por ella.
—Incluso le pedí que me aconsejara de cómo podía declararme, y él ya estaba con ella – solté una risa sarcástica. Me levante dispuesto ya a irme y no seguir causando pena en nadie más, le agradecí que se diera el tiempo de escucharme y de comparar nuestras trágicas historias amorosas.
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Hola, no sé si habrá alguien allí leyendo esto pero si lo hubiera quiero agradecerle haber llagado hasta acá.
Este es una historia que ya tengo acabada y lo tenía hace cuatro años en la PC y nunca me decidía a subirla porque me daba un poco de vergüenza. Quiero disculparme si ven errores ortográficos pero trate de arreglarlo la más que podía. Este fic estará divido en tres partes que subiré cada sábado. Si les gusto me dejan un review diciéndome que les pareció y como creen que las cosas de desencadenaran.
