Disclaimer:No, yo no cree a Jasper, muy a mi pesar.
Hay Spoiler de "Luna nueva" :)
Necesitaba sentirla cerca, a su lado. Apoyando nuevamente su cabeza contra su frío torso, recostada sobre su cuerpo y rodeada por sus brazos. Mas que nada, en ocasiones, necesitaba oler su perfume. Esa inquietante fragancia que siempre le mantenía en un punto crítico, instándolo a complacer su sed de sangre, que despertaba a la "bestia".
Generalmente es valiente, pero no cuándo se trata de ella, porque con ella no puede haber errores, sino buenas decisiones. Elecciones que la mantengan a salvo, sin rasguño alguno. Y él está dispuesto a cumplirlas -casi- al pie de la letra, aunque eso signifique no volver a susurrar a su oído las frases escritas por Shakespeare, ni, inevitablemente, oír una vez más el acelerado latido de su corazón. Está dispuesto a mantenerse a distancia, en las sombras, con tal de darle lo que se merece, una vida normal, en la que abrir un regalo y cortarse en el proceso, no se pueda convertir en su sentencia de muerte.
Sin embargo, las cosas no son tan perfectas, los planes no siempre se cumplen, hay inconvenientes, de esos que entorpecen las cosas y las hacen más difíciles. Victoria, definitivamente, es uno de ellos.
Por ése motivo está ahora resguardado por la maleza, aguzando de sus sentidos al máximo e intentando enfocar su mente en realizar bien su trabajo. Porque definitivamente Tengo que salvarla
No siente el rastro cerca y eso le desespera, le hace ponerse inquieto e impaciente, lo saca de quicio.
La imagen de Bella se le cruza constantemente en su mente, cómo si ésta se estuviera burlando de él a cada instante.
Detecta un movimiento entre el follaje y dirige rápidamente su vista hacia allí, de entre los helechos surge un pequeño ciervo, un cervatillo, para ser más precisos. Es joven y apenas parece poder mantenerse en pie, no al menos, sin tropezar. Su equilibrio no es muy bueno, piensa, y eso le hace acordar a Bella. En realidad, casi todas las malditas cosas hacen que le recuerde, porque, a decir verdad, nunca la ha olvidado.
Y es que, el primer amor, nunca logra olvidarse.
