El diario de Sakura – Jueves 11 de marzo
España, el lugar en donde nací, pero no el lugar donde viví los primeros años de mi vida, volver a España con mis padres y mi hermano por un trabajo que le propusieron a mi papá ese año fue algo inesperado y emocionante para mí pues en ese entonces tenía 8 años. Estaba ansiosa el primer día, de eso si me acuerdo, y me acostumbré más rápido de lo que nadie se imaginaba, ni siquiera mis padres.
Tengo muy buenos amigos, estudio en una gran escuela, vivo en una casa con jardín y mis notas no son excelentes pero no estoy tan mal. ¿Qué más les puedo contar? Estoy en el último año de mi escuela y no puedo esperar el momento en el que pueda gritar ¡Libertad! Al salir por la puerta principal y despedirme de mis amigas, aunque estoy segura que no sería la última vez que nos viéramos o por lo menos yo no lo permitiría. Lo único malo es que como estamos a unos meses de terminar, todas ya saben que van a estudiar después, todas menos yo. Rika quiere ser abogada y su mamá la va a enviar a U.S.A a estudiar, Chiharu va a estudiar artes plásticas en un instituto, Naoko va a estudiar para ser escritora y mi mejor amiga, Tomoyo, quiere ser diseñadora de modas . Yo no tengo ni idea, mi mamá me hiso probar de todo pero aún no sé y eso me mata, el sentimiento del no tener idea de lo que va a pasarte después de salir por esas puertas.
Bueno pero como les decía y en pocas palabras es que me gusta vivir en España, me gusta salir con mis amigas y me gusta vivir con mis padres y mi hermano. ¿Que cómo me llamo? ¡Cierto! Perdonen que falta de educación la mía, mi nombre es Sakura Kinomoto ¿Muy raro el nombre, verdad? Sólo díganme Saku. Tengo 17 años, dentro de unas poco cumpliré 18.
-Sakura, ¡Sakura!
-¡Déjame solo 5 minutos más!
-¡Ya despierta de una vez! ¡Sakura!
-¡Ya! Mira desperté
-Ya era hora, vas a llegar tarde
-No sé que tanto te preocupas si ya te puedes ir solo – Dije mientras me cambiaba
Ese bicho raro que me despertó es mi hermano, Touya Kinomoto, el chico más responsable que conozco y tiene 25 años. Dentro de poco se va a mudar y mamá dice que pase más tiempo con él, pero ¿Por qué tiene que despertarme?
-Pero igual, mamá me mando a despertarte
-Que pesado que eres
-¡Que pesada tú!- Dijo mientras bajábamos las escaleras
-¡Nos vemos mamá!- Le gritó y salió a paso ligero
-¡Nos vemos cielo!
Mi hermano era el engreído de mamá y de papá, yo creo que no era la engreída de nadie, salvo de mi gato porque a la única que trata bien es a mí, no me importa cuántas veces digan que los gatos son unos convenidos, para mí, mi gato es el ser que me trata con un cariño incondicional, hasta diría yo que es un amor de amo y perro, aunque él no sea un perro.
-¿Por qué te despertaste tan tarde? No vas a llegar a tiempo
-No te preocupes por eso mamá- Fui a la mesa para tomar mi desayuno
Yo, para serles sincera, soy muy lenta tomando el desayuno me demoro como media hora ¿Mucho no? Pero al menos termino todo.
-Ten, el dinero para tu pasaje
-¡¿Qué?- Buscaba una explicación para eso- ¡Con esto no me va a alcanzar para ningún taxi hasta mi escuela, mamá! ¿Dónde está el resto?
-No hay resto, le di a tu hermano el dinero para el taxi
-¡¿Pero no crees que yo debería ir en taxi si voy tarde?
-Bueno, yo creo que tu hermano tiene más derecho en ir tranquilo en taxi a su trabajo ya que él se alistó más rápido y estuvo listo antes
-¡¿Y cómo se supone que llegaré?
-No lo sé, de eso te encargas tú ¿Por qué no vas en un tren?
-¿En un tren? Mamá, los trenes no te dejan en la escuela
-Pero la estación no está tan lejos de tu escuela, aparte eso lo hubieras pensado antes de querer despertarte tarde- Me miró de una forma amenazante y yo fruncí el seño, salí disparada de la casa sin terminarme mi desayuno
-¡Hacer ejercicio después de comer es malo!- Dijo mamá pero no me importó
Pensaba que cuando viera a Touya le haría pagar ¡¿Cómo se supone que voy a llegar? Tendría que hacerle caso a mi mamá e ir en un tren. ¡¿Por qué es que mi escuela queda tan lejos? ¡Puedo decir que casi queda en otra ciudad!
Corría lo más rápido que podía, me parecía que hacía más ejercicio y que sudaba más que en la misma clase de deportes, cuando esquivaba gente y muchas veces me golpeaba con ella, la palabra que más utilicé en todo el camino hasta la estación fue ¡Perdóneme! Todo estaba a gran velocidad, al llegar vi que un señor estaba despistado y aproveché para colarme en la fila, pero cuando puse un pie en ese tren sentí que el tiempo que avanzaba a gran velocidad se detenía y escuchaba los latidos de mi corazón, la razón era que el único asiento en donde me podía sentar estaba en frente de un joven bastante atractivo. Tenía un terno y un maletín, de seguro era porque se dirigía hacia su trabajo.
Me senté y me le quedé mirando como tarada mientras él hablaba por su celular.
-Si estoy en el tren. Si te prometo que mañana no llegaré tarde aunque para eso tenga que salir como a las 7 a.m.
El tenía la piel blanca, el cabello castaño chocolate y lacio y con unos ojos tan profundos que podía sumergirme en ellos sin ningún problema.
Al terminar su llamada se dio cuenta que lo estaba viendo y se me quedó mirando a los ojos, de seguro pensaba "que chica más rara" ¡¿Por qué a mí? No podía desprenderme de su mirada, hasta que el desvió la vista y yo sentía que despertaba de un trance o un sueño, lo único que les garantizo es que estaba más roja que un tomate. ¡Espero que no haya pensado nada malo de mi, por que se notaba que él era una persona súper dulce! ¡Qué vergüenza! ¡Hasta voy mal vestida! ¡Y tampoco muy bien peinada! ¡Mi pelo esta esponjado! ¡Y no me puse mi perfume! Porque a mí, porque a mí, porque a mi ¡¿Por qué a mí?
En todo este pensamiento loco que tenía y lo contorsionada que me puse por la incomodidad y la imaginación se me cayó mi maletín y todas las cosas que llevaba a dentro. Me agaché y recogí mis libros que habían caído cerca de él.
-Ten- me dijo una mano estirada que tenía mi manzana
Saku por más que sea tentador no lo mires a los ojos, no lo mires a los ojos Saku. ¿Saku? ¡Sakura reacciona estas ahí como una pava sin hacer nada! ¡Di algo!
-Tu manzana – La tentación de mirar era inimaginable, pero me aguanté
-Gracias – Dije mientras le arranchaba la manzana de sus manos y escondía mi cara
-¿Te gustan las manzanas?
-Sí, es mi fruta favorita
-Qué curioso, la mía también- Asomé un poco la mirada, tenía todos los pelos en la cara pero podía ver cómo me sonreía tan dulcemente que sentía como mi sangre se me subía a la cabeza
Yo seguía en el piso cuando el tren paró ý todos se dirigían a las puertas.
-Bueno, nos vemos – dijo mientras se bajada
Miré mi reloj de mano y no estaba parejo con la hora de mi reloj de casa, en mi reloj de mano decía que recién eran las 7:15 de la mañana, para estar segura de la hora miré mi celular y estaba bien, significa que alguien cambió la hora del reloj de la casa o mejor dicho de los relojes y también significaba que tenía mucho tiempo de sobra.
Hola mi nombre es Sakura Kinomoto y esta es la historia más rara que yo puedo contarles de mi vida.
