La Mirada Perdida

Capítulo 1

El Lugar Donde Confluyen las Ilusiones

La noche aún no terminaba en aquel paraje apartado de lo que muchos llamaban "civilización". Los ruidos nocturnos aún eran perceptibles y los seres vivientes que hacían su vida lejos de la luz del sol sabían que era el momento de iniciar el recorrido hacia sus refugios esperando que otra noche llegara a ellos

La casa era pequeña pero confortable y en uno de los dormitorios el cuerpo se movía inquieto sobre la cama y el rostro sudoroso y agitado revelaba que aquel quien dormía en el lecho tenía una pesadilla. La agitación continuó hasta que su dueño se sentó de improviso como acabando de despertar. Mueve la cabeza a su alrededor como si la realidad aún no llegara a él y finalmente se lleva la mano al rostro como dándose cuenta que todo no era más que un sueño

En el fondo de sus pensamientos esperaba que siguiera el sueño o al menos no despertar más. Para él, la verdadera pesadilla era la que vivía despierto. Se levantó y fue a la cocina a tomar algo. Solo encontró leche y eso fue lo que bebió pero para la próxima se aseguraría que hubiera algo más fuerte a la mano

Los pasos lo alertaron de que alguien se aproximaba pero no era motivo de alarma. Las sombras delinean una figura femenina que entraba a la cocina. Esta se detiene en el umbral como dándose cuenta que no estaba sola

- ¿Quién es? - pregunta una voz de mujer

- Soy yo - responde el varón

La joven enciende la luz y ve al muchacho con la botella de leche en la mano

- ¿No puedes al menos encender la luz cuando te levantas tan temprano? - le dice la chica

- Sabes que no la necesito - responde el joven

Para ella le era difícil acostumbrarse a ese detalle de su compañero: era ciego pero pese a esa ceguera se movía mejor que ella tanto en la luz como en la oscuridad

- Tú eres el mejor ejemplo que a veces los ojos nos estorban... Lisandro

Lisandro Namura suspiró. Recordó el precio que tuvo que pagar por alcanzar el octavo sentido de la manera como lo hizo. La verdad es que llegó a acostumbrarse a ello ya que las imágenes podían llegar a su cerebro a través de los ojos de otros. Solo así supo cuan bellos eran sus hijos y cuan hermosa seguía siendo su esposa Asuka

Pero la joven que vivía con él no era Asuka ni sus hijos estaban con él. Sin decir nada salió de la cocina y cruzó el umbral de la puerta de salida para desaparecer en la oscuridad y recibir como todas las mañanas los primeros rayos del sol

...

Nidi preparaba la mesa para el desayuno. Como todas las mañanas, un muchacho le llevaba el pan y la leche. En el tiempo que llevaba viviendo allí le parecía aún increíble que el estilo de vida fuera tan diferente a la de las ciudades. No era el ruido de los vehículos sino el canto de los pájaros el que escuchaba en las mañanas. El delicioso pan casero recién acabado de hornear llenaba con su aroma el ambiente. Las frescas naranjas las extraía del árbol en su patio trasero y el jamón que calentaba lo había preparado ella misma. Ella se sentía feliz de estar allí pero ansiaba tener una felicidad completa si tan solo las cosas fueran distintas

No había sido más de seis meses que Lisandro vivía con ella. El joven había acudido al único lugar donde sabía podía estar en paz. Ella lo recibió sin reparos, no solo porque la casa en la que vivía era de él, sino porque ella, desde que lo conoció, tuvo tiempo de darse cuenta en todo ese tiempo que lo que ella sentía no era gratitud sino algo mucho más profundo

Seis años habían pasado desde que ella miraba entre sorprendida y hostil a aquel joven ciego que le perdonó la vida después de que ella intentara matarlo. Pese a que no fue un acto consciente, a ella le hubiese costado hacer por otro lo que él hizo por ella. Después que salió del hospital, él le prestó aquella casa para que viviera y permaneciera oculta. Nidi se acostumbró a ese estilo de vida pero también esperaba que Lisandro regresara y su deseo se había cumplido

Pero no todos podemos tener lo que deseamos. El Lisandro que regresó era muy distinto a aquel joven que siempre sonreía y le hacía ver lo bueno de vivir. Aquel Lisandro casi no sonreía y permanecía la mayor parte del tiempo solo y las veces que podían estar juntos hablaba poco. Sabía ella que Lisandro y su esposa se habían separado y las circunstancias habían sido muy desagradables. Un hijo, una desaparición, una búsqueda infructuosa y de pronto una mujer que culpa a Lisandro de lo ocurrido obligándolo a marcharse de su hogar y buscar refugio con ella

Lo curioso era que Nidi se había enterado de todos los detalles de boca del padre de Lisandro, Ikki. Lisandro solo le contó que había peleado con su esposa y se habían separado. Ella tuvo que llamar a la casa de los padres de Ikki en México para saber lo acontecido, más aún que no sabía cómo actuar ante Lisandro. El enterarse que él estaba con ella no fue bien recibido por la familia. Solo Ikki fue lo suficientemente cortés para explicarle lo ocurrido y pedirle que persuada a Lisandro de volver. Con el pesar de su corazón, cumplió ese pedido pero Lisandro solo le contestó que prefería quedarse

Lisandro llegó casi a las ocho de la mañana. Nidi nunca le preguntaba que hacía. Supuso que los Caballeros de Oro tendrían sus rutinas para mantenerse en forma y si él no le quería hablar de ello no insistiría. El joven se sienta al lado de la mesa y se pone a comer antes de que Nidi se siente. Ella trata de hacer paciencia y termina de poner la mesa para luego sentarse a su lado.

- ¿Cómo está la mañana? - le pregunta

- Igual... ha salido el sol y seguramente lloverá en la tarde

- ¿Nada más?

- ¿Que más puedes esperar de una mañana?

- No lo sé... algún detalle, gente con quienes te hayas encontrado, algo que hayas escuchado... no todas las mañanas son iguales

- Para mí sí... soy ciego

- Si no quieres hablar solo dilo y no es necesario que seas grosero

Ambos terminan el desayuno en silencio. Nidi suspira y antes que Lisandro se ponga de pie le coge la mano

- Lisandro... yo... compréndeme... estoy contenta que estés aquí pero no eres feliz... entiendo el porqué pero creo que tu actitud no me permite acercarme y tratar de ayudarte

- No necesito ayuda Nidi, gracias de todos modos, pero estoy bien

- Serás un Caballero de Oro pero aun así tienes sentimientos que no expresas

- No te equivoques... los Caballeros de Oro ya no existen, ni el Santuario ni nada que se le parezca... es mejor así

- No te creo... estuviste averiguando sobre Unicron demasiado tiempo para que ahora me digas que no importa... no creo que ninguno de ustedes se haya resignado con que el Santuario sea ahora del gobierno griego

- Eso es algo que en realidad me importa un comino... los griegos, como en el pasado, demostraron que no saben apreciar lo que tienen hasta que lo pierden

Nidi se pone de pie dejando a Lisandro. Lleva los trastos a la cocina y luego regresa y al parecer un tanto alterada

- Ya basta Lisandro... deja de fingir que nada te importa... aunque tú no me lo hayas dicho, sé lo que pasó con tu hijo y con Asuka y aunque de repente me equivoco tal vez esté todo relacionado

- ¿Con quién hablaste? ¿Con mi familia?

- Tu padre... me dijo que todos estaban preocupados por ti y no entienden tu actitud... jamás te habían visto tan indolente y creen que tú sabes qué pasó con tu hijo

- ¿Y qué más?

- Quieren que te pregunte eso y que te pida que regreses

Lisandro le da la espalda y pasa unos segundos antes de que le conteste

- Vine aquí porque no soportaba los interrogatorios de todos... abandoné a mi esposa porque no soportaba sus acusaciones ¿Ahora tú te encargarás de representarlos aquí?

- Lisandro yo...

- ¡Basta Nidi! ¡No te estoy pidiendo nada que te cueste darme y eso es tranquilidad! Yo no soy tu invitado porque esta es mi casa y vine aquí para dejar atrás el pasado... no necesito demostrarle a nadie lo mucho que he sufrido por perder a Kay y eso es algo que las personas que dicen quererme jamás entendieron... solo déjame estar aquí y lo que crea que puedas ayudarme ten por seguro que te lo diré... ahora si me disculpas, debo pensar a solas

Lisandro sale de la casa y deja a Nidi que solo atina a sentarse y llorar

...

La verdad es que el joven caballero tenía demasiadas cosas en su cabeza para preocuparse por los sentimientos de los demás. Él ni siquiera le importaba si hería a los que lo rodeaban con sus palabras y sus actitudes y eso le preocupaba. De un tiempo a esta parte, Lisandro se había dado cuenta que se estaba desconectando con lo que lo rodeaba. Le costaba creer que años antes el salía al campo y podía sentir cada planta, cada ave y cada ser con quienes entraba en una armonía que el "cosmo cantaba" como una vez le dijo Kiki por aquellos años felices. Ahora los animales le rehuían, las plantas no le hablaban y todo le parecía hostil y oscuro

Había leído lo suficiente de las profecías de Atena para pensar que podía haber una respuesta a todo ello pero tampoco deseaba pensar sobre eso ya que tenía algo más importante en que ocupar sus pensamientos

Lisandro se sienta sobre una peña, al borde de un abismo para tratar de sentir lo que había estado buscando todo ese tiempo. El Supremo Kaiosama ya no le contestaba pero tampoco deseaba hablar con él. Era mejor así, lo que quería hacer lo quería hacer solo sin que nadie lo detenga ya que había tomado una decisión

Traería a su hijo de vuelta...

...

Ya oscurecía cuando Lisandro abrió los ojos. Habrían pasado horas que no había sentido ya que su mente viajó por múltiples dimensiones y universos...

Y nada...

De pronto sentía que una serie de pensamientos negativos se apoderaban de él. Su cosmo empezó a crecer pero cualquiera que pudiera sentirlo habría comparado ese cosmo con el de los señores oscuros al que una vez enfrentaron. El cielo se empezó a oscurecer y todo lo viviente alrededor de él huía y los que no podían se quemaban como afectados por un viento helado. Cuando Lisandro reacciona se da cuenta que toda vida alrededor de él había desaparecido

"¿Que querrá decir esto?" piensa el joven mientras observaba lo que había ocasionado. Apretó el puño y se sorprendió al sentir que una sonrisa se dibujaba en su rostro ¿No era eso una demostración del poder que tanto temía Atena? ¿No era esa la respuesta al viejo llamado que sentía en su ser? Lisandro golpea una peña que se parte a su contacto. La noche llegaba y el joven caballero no siente deseos de regresar a casa, más bien siente que la oscuridad era el elemento que ansiaba sentir

Cuando la noche cae, una noche sin luna, una silueta recorre los campos y los bosques. El viento sopla como trayendo funestos mensajes a los pobladores de los alrededores quienes se guarecen en sus casas preguntándose porque la noche era diferente a otras. El temor atávico a la oscuridad vuelve a surgir en sus corazones y las familias se congregan en una sola habitación a esperar la luz del día mientras el sacerdote en su iglesia abandonaba el altar del Santísimo para refugiarse en su habitación y mantener la luz encendida toda la noche

Lisandro se aferra al tronco de un árbol. Desnudo había recorrido las calles e inconscientemente había impulsado el viento y golpeado paredes y techos, sintiendo el miedo de los moradores. Había espiado por una ventana y la terrible mirada se había enfocado en unos niños y no se apartó hasta escucharlos gritar. Desde lo alto de un monte había reído y lanzaba carcajadas al vacío que todos aterrados alcanzaban a escuchar. Lisandro sintió la complacencia de aquellos que moran en la oscuridad y sentía como esa densa penumbra acariciaba su cuerpo mientras él levantaba sus brazos y agitaba su cuerpo

De pronto, como despertando de un sueño, Lisandro se da cuenta de lo que había hecho. No tenía explicaciones para aquel comportamiento y supo que aquello que Atena profetizó se estaba cumpliendo. Lisandro lanza un grito y corre hacia el bosque como una fiera rabiosa y derribando todo a su paso

- ¡¿Por qué?! - grita al cielo - ¿Por qué me castigan así? ¡Yo no pedí ser quien soy!

Lisandro hace estallar su cosmo y trata nuevamente de elevarse por encima del mundo, tratando de trascender su realidad

- ¡Quiero a mi hijo! ¡Solo Asuka puede impedir que sea en lo que me convertiré! ¿Es que acaso quieren la destrucción del mundo y tal vez del universo? ¿Vale acaso el riesgo el que Kay sea a lo que está predestinado?

Lisandro sabe que puede alcanzar el octavo sentido. No sabe qué precio tendría que pagar ahora pero esa era la única forma de llegar adonde su hijo se encontraba

"Detente Lisandro" escucha una voz "no puedes ir más allá" "¿Supremo Kaiosama?" "Si vas más allá de tus límites, las consecuencias serán terribles" "no me importa ¿acaso están dispuestos a enfrentar lo que se viene si no detengo esto?" "Lo que sea será pero no puedes romper con lo acordado" "al diablo con los acuerdos ¡quiero a Kay!" "Si lo traes de vuelta solo harás que padre e hijo tengan que luchar algún día" "Correré el riesgo" "No podemos permitirlo" "No pueden detenerme"

Lisandro eleva más su cosmo y de pronto se da cuenta que todo cambia a su alrededor. Las barreras de las dimensiones se hacen etéreas y su cuerpo parece cambiar de forma "no sigas adelante Lisandro... el mundo donde se encuentra Kay está aislado astralmente. No podrás romper la barrera" "Lo haré... juro que lo haré"

El cosmo de Lisandro va más allá de sus límites... el octavo sentido estaba alcanzado nuevamente y la luz intensa es sentida por él y es cuando de pronto una serie de imágenes aparecen en su mente. Asuka, Gretchen, la propia Nidi, los Caballeros de Oro desfilan ante sus ojos y por último, la imagen del pequeño Kay aparece ante él "Lo he logrado... he llegado a ti". De pronto, la imagen va desvaneciéndose y Lisandro lanza un grito y trata de alcanzarla pero en eso siente una presión en todo su cuerpo que parece que va a destrozarlo. Lisandro grita nuevamente y todo se vuelve oscuridad...

...

Nidi salió en la mañana a esperar a Lisandro. Esperó hasta las 10 pero él jamás apareció. Sin pensarlo más salió a buscarlo por los lugares donde sabía estaría

Tras horas de búsqueda se arrodilla ante un confuso montón. Era la ropa de Lisandro. Nidi la coge entre sus manos y comienza a llorar

...

- ¿Está muerto? - pregunta una bella joven de cabello castaño

- Podrías intentar respiración de boca a boca - dice otra joven en tono pícaro

- Eres una pervertida

- No está muerto - dice un joven - siento su respiración

- Deberíamos llamar a una ambulancia - dice la misma joven

- Creo que solo está inconsciente y... ¿qué estás mirando?

- ¿Qué te importa? ¿Es mi culpa que este desnudo?

El joven suspira y prefiere no replicar. Se quita la camisa y cubre la cintura de Lisandro (era el quien estaba inconsciente) para luego pedir ayuda para llevarlo adentro de la casa

Lisandro comienza a recuperar la conciencia cuando escucha la voz de alguien cerca suyo

- Parece estar bien... sus signos vitales son normales... más que a una ambulancia deberían llamar a una patrulla

- ¿Por qué doctor?

- Pues... un hombre desnudo en un alojamiento para jovencitas me parece más a algo intencional que un accidente

- ¿Usted cree que se quiso escurrir hacia aquí en esa facha? - suena una voz casi infantil

- No me extrañaría... tal vez se tropezó y cayó al estanque... no sabía nadar y por suerte estaban por ahí para sacarlo

- ¡Oh no! ¡Un pervertido! - dicen dos muchachas a coro

- Lástima - se escucha otra voz - mal parecido no es

- Mejor esperamos a que despierte - dice el joven - le preguntaremos

- Como el encargado - dice el médico - deberías dar parte a la policía... si quieres puedo llamarlos

- Yo... no se moleste... yo lo haré...

- Como quieras... pero te advierto que mejor tengas cuidado

El doctor se retira y de pronto las chicas le hacen un cargamontón al joven

- ¿¡Qué hacen!? - grita el joven

- ¡Tú quieres cuidarlo! ¡Pues adelante! - dicen todas en coro - ¡Si es un pervertido entiéndete con él! ¡Así tendrás a alguien como tú con quien charlar!

Las chicas lo meten a la fuerza al cuarto y cierran la puerta. El joven aporrea la puerta para que le abran y Lisandro abre los ojos

- No temas... no soy lo que ellas creen

El joven se queda de una pieza y se vuelve lentamente. Lisandro estaba con los ojos abiertos y con la vista en la dirección del chico

- Ho... la... ¿estás... mejor?

- Si... creo que sí... ¿dónde estoy?

- En... mi... habitación

- Gracias por la cama... y por la ayuda, pero creo que mejor me voy

Lisandro trata de pararse pero en eso se da cuenta que su muñeca está esposada a la cama

- ¿Y esto?

- Es por... seguridad... no sabemos quién eres

De pronto Lisandro se lleva la otra mano a la cara "¿Quién soy?" se pregunta "Tiene razón... no recuerdo ni quien soy"

- ¿Tienes nombre? - le pregunta el joven

- Yo... no... No lo sé muy bien

- ¿No sabes quién eres?

- Eso me temo... pero... ¿quién eres tú?

- Yo... me llamo Keitaro Urashima y estás en la residencia Hinata para señoritas

Fin del capítulo 1

Bueno, aquí nuevamente para traerles una historia nueva. Para algunos les parecerá una locura haber incluido a una serie tan disparatada como Love Hina como escenario de un crossover que involucre a un personaje que proviene de la saga de Saint Seiya. Esta vez quise intentar algo diferente. No soy bueno escribiendo comedias aunque una que otra cosa pueden haberme resultado graciosas en mis fics pero como dije quise afrontar este reto y ver si resultaba algo apreciable

Los que han seguido mis historias saben quién es Lisandro pero para los que se animan por primera vez a leerlo y no quieren complicarse mucho les resumo que Lisandro Namura es hijo de Sheena e Ikki (que tal pareja). Fue entrenado por Shiru con quien alcanza el nivel de Caballero de Plata pero Saori reconoce en él a la reencarnación de Seiya (muerto en la batalla contra Hades) y se encarga de guiar su educación. Lisandro hace su aparición en el fic "Tan Solo un Ángel" donde comparte protagonismo con Pan (nieta de Goku) en la lucha contra los jinetes del apocalipsis y contra Broly en el mundo de Evangelion. Es donde se conoce con Asuka Langley y alcanza a vestir la armadura de Sagitario. En "La Búsqueda y la Esperanza", Lisandro tiene un mayor protagonismo, tratando de conciliar una relación con Asuka con quien concibe un hijo pero se ve obligado a luchar contra el mayor peligro encarnado en los Primordiales. Tras una terrible batalla, Lisandro alcanza el octavo sentido y ayuda en la victoria final librando una batalla personal contra uno de los gigantes de hielo. El resultado es que Lisandro se queda ciego. En la primera parte de la saga de "El Centinela", Lisandro recibe de manos de Kiki las profecías de Atena donde el descubre su siniestro origen como parte de los Primordiales y su terrible destino y decide separarse de su primogénito Kay, ya que estaba escrito que debería luchar con el algún día. Lisandro entrega a Kay a los Kaiosamas quienes lo envían a un mundo donde deberá ser entrenado mientras Lisandro trabajaba fervientemente para evitar su destino pero la desaparición de Kay provoca su rompimiento con Asuka, el distanciamiento con su familia y amigos y finalmente hace que su lado oscuro despierte y empiece a tomar posesión de él. Lisandro sabe que el tiempo se aproxima y la duda es de parte de quien estará y si de todos modos deberá su hijo luchar contra el para detenerlo. Eso hace que aquellos que vigilan la armonía en el universo decidan ayudarlo a buscar su humanidad... solo esperamos que no sea a costa de su cordura

La historia de Love Hina la he tomado del manga (que me parece más completo) entre los caps 9 y 10 donde Keitaro ya se encuentra acomodado en la residencia desde hace más de un año y comienza a desarrollar su relación con Naru. Lisandro llegará en un momento de tranquilidad para los Hinata pero no sabremos quién alterará al otro