VES

CAPITULO 1:

Una pequeña posibilidad.

¡Qué lindo estar viva! – se dijo ella para sus adentros- el siempre presente recuerdo de él en su memoria, recordaba su aroma, el azul profundo de sus ojos, el tono de su voz en cada una de las emociones expresadas, la calidez de su piel, sabía que el estar viva daba una pequeña posibilidad de volverlo a ver.

El tiempo ya ha pasado las circunstancias para Candy no son tan distintas después de regresar del hogar de pony ya recuperada y con nuevas fuerzas para seguir, bueno eso era lo que ella se decía a sí misma y a los demás pero su realidad era muy distinta, la chica prefería mil veces estar en el hospital con mares de pacientes que sola en cualquier otra parte, era lo que le ayudaba a no pensar tanto en su amor por Terry, solo Albert sabía lo que le pasaba a su pequeña pero prefería que ella pensara q lo ignoraba. Mientras la vida de Terry si había dado un vuelco, el chico había hecho un gran esfuerzo por hacer su vida con Susanna, pero esto no había ido nada bien, desde que Terry se separo de la compañía de teatro, Susanna había guardado un rencor contra él y eso la había hecho pensar que si Terry no era feliz con ella no lo haría con nadie, así que decidió hacerle la vida más difícil aun, pero no contaba con el mal carácter del chico, ella se canso primero de jugar su propio juego y mas por amor propio que por dignidad dio por terminada su relación con Terrence. Esto alivio mucho las presiones del pobre chico.

-Candy- ella escucho esa voz que tanto apreciaba, la que la consolaba en su peores momentos.

-¿Albert? Dijo ella algo confundida por la presencia del joven rubio en el hospital.

-¿Te sientes bien? ¿Qué pasa Albert? –musito ella con una angustia tal en su rostro que a su amigo le fue motivo de risas.

-no Candy todo está bien conmigo, yo quería saber como la estas pasando tu con la noticia sobre ya sabes…- repuso Albert en un tono más serio.

Claro esa era la noticia de moda para la presa de espectáculos, estaba en todos los periódicos y en boca de hospital y medio así que la joven rubia estaba enterada aunque no quisiera. Candy no podía negar que esta noticia le afectaba tanto q a veces se sentía como la enfermera novata y torpe de antes, a Albert le bastó ver el rostro de Candy para saberlo.

-¿quieres hablar de ello?-pregunto Albert

Candy solo hizo un asentimiento y salieron para hacer la charla más amena, una vez sentados en la banca del patio del hospital Albert decidió que sería ella quien empezara a hablar, la vista de Candy perdida en algún punto del suelo le decía al joven empresario que ella estaba luchando por encontrar las palabras para expresar su sentir. Un suspiro rompió el silencio y ella empezó a hablar con un evidente nudo en su garganta.

-Sabes Albert, cuando él y yo rompimos, lo hicimos creyendo que era lo mejor para los tres, yo no podría vivir con el remordimiento de saber a Susanna infeliz porque nuestra relación seguía mas sabiéndola capaz de atentar contra su vida, y pienso que Terry tampoco habría sido capaz de hacerlo, la verdad siempre había creído que tomamos buenas decisiones aquella noche, pero ahora veo las cosas de tan distinta manera, y en cierta forma me siento algo responsable de que su relación haya terminado tan mal.

Albert escuchaba atentamente las palabras de su amiga, la conocía tan bien que no le extrañaban en lo absoluto, y aunque no estaba del todo de acuerdo no vio conveniente interrumpir a la chica.

-Yo sabía de sobra sobre el carácter duro e impulsivo de Terry- continuo Candy dejando escapar un suspiro- se bien lo rencoroso que puede llegar a ser y esa habilidad que tiene para herir a los demás, de cierta forma yo permití que ese lado oscuro de el creciera porque lo deje sin explicaciones, sin una razón suficiente, Albert, se que para Terry no fue suficiente razón aunque la acepto nunca estuvo del todo conforme con ella eso seguro hizo que descargara unas cuantas de sus frustraciones con Susanna y eso la pobre no lo soporto.-

-entiendo tu sentir Candy-al fin dijo Albert- yo pienso que las decisiones esa noche fueron de los tres, Susanna decidió aceptar la compasión de Terry y ustedes dos decidieron dejarse el uno al otro por un sentimiento de culpa alentado por el sufrimiento de Susanna, siempre eh pensado que tu le aventajas mucho a esa chica, tu Candy conocías ese lado de Terry, conocías al Terry rencoroso, al grosero, descortés, impulsivo, y aun así no te importaba, tu veías más bien sus buenas cualidades, creo que ella siempre vio su lado bueno y no soporto los arranques impulsivos de él, así que yo creo que esas decisiones fueron buenas para los tres, ella se dio cuenta que no amaba lo suficiente a Terry y ustedes dos solo probaron que su amor es más fuerte que cualquier obstáculo- concluyo Albert, Candice se disponía a hablar pero detrás de ellos una voz interrumpió

-Candice tienes deberes muchacha- dijo la jefa de enfermeras con evidente enfado en la voz.

-ya voy- dijo Candy, se levanto y agradeció las palabras de su amigo.

Las razones de Albert cosquillaban los pensamientos de Candy, tanto que ni su buena disposición para dormir y el cansancio habían surtido efecto en ella, seguía inmersa en la conversación de aquella mañana, repasando cada palabra de Albert y es que tenía que reconocer que el rubio tenia siempre la palabra apropiada para el momento oportuno.

-que nuestro amor es más fuerte- se repetía una y otra vez hasta que al fin el sueño la venció.

Tampoco es que Terry lo haya pasado muy bien los años que estuvo lejos de Candy, de hecho su carácter se había hecho aun peor, se había ganado el miedo de todos los sirvientes de su casa y a pesar de su ascendente carrera y su talento indiscutible muchos críticos de espectáculos apostaban que su carrera no duraría mucho por el "despreciable carácter del chico". Y aun después de su rompimiento con Susanna el carácter de Terry no había cambiado mucho, aunque sus presiones eran menos la razón de su amargura aun seguía en su corazón, siempre definido por una persona a la que no le agradaba la compañía seguía igual, callado, de respuestas rápidas y francas muy francas.

Los comentarios sobre el carácter de Terry eran el pan de cada día de ensayo, algunos juraban haberlo visto sonreír después de años de no hacerlo, aseguraban que aquel ligero, casi imperceptible cambio en el había sido resultado de su rompimiento con Sussi, la gente del teatro sabia de emociones y claro veían que a los ojos de Terry había regresado la espereza, había quien comentaba que había cambiado por su propio bien porque con lo huraño que era terminaría por quedarse solo. Para Terry no era raro estar de malas y no se explicaba cómo alguien podía consideras tema de conversación su carácter, y poco le importaba lo que tuvieran que decir, de hecho le parecía algo gracioso lo que se comentaba sobre él, aunque si reconocía que desde su rompimiento con Susanna se sentía al fin libre, de tantas cosas algunas tan vánales como eventos sociales a los que el joven actor consideraba tediosos, libre de esas conversaciones de Sussi y su madre, que según Terry eran las platicas mas bobas que había tenido en su vida, Terry prefería perderse en sus pensamientos mientras ellas seguían parloteando.

-la soledad no es problema para mí al contrario contribuye mucho a mi buen humor, aunque si estuviera con ella- "¿otra vez ella?" Le reprendió una voz interna "como si no fuera suficiente soñarla cada vez que siquiera piensas en dormir", y de nuevo sintió ese hueco en el estomago que parecía agrietársele cada que el recuerdo de Candy venía a su mente, a Terry poco le importaba el dolor que este hueco le causaba con tal de permitirse recordar a su pecosa "si estuvieras con ella ¿qué?" le cuestiono la voz desde dentro –si estuviera con ella- continuo Terry en su pensamiento –no me importaría asistir a eventos tediosos, o acompañarla en charla de chicas el solo hecho de estar con ella, darme el derecho de abrazarla, de… Terry se detuvo antes que sus pensamientos lo torturaran más.

-si solo estuviera con ella…- y con ese último pensamiento el chico intento conciliar el sueño.


-¿Cuando empieza la gira?

-partimos mañana

-ah, y puedo preguntar dónde termina la gira.

-¿y para que quieres saber eso?

-pues para ver se te alcanzo haya, y pasamos unos días en la ciudad

-no, no puedes preguntar

-bueno ya sé que termina en Chicago

-¿entonces para que preguntas?

-para no perder la costumbre de sacarte de quicio, y por cierto has pensado que en esa ciudad vive…

Terry no dejo terminar a su madre le interrumpió a punto de rabiar

-si lo eh pensado ¿y?

-bueno yo creo que tu… que tu deberías buscarla. Además creo que dejaron más que una plática pendiente

-madre mis asuntos los arreglo yo incluyendo mis "platicas pendientes" y yo veré si la busco o no.

-bueno si no quieres contarme no lo hagas, ya voy querido- dijo Eleonor despidiéndose de su hijo- tengo ensayo con esas actrices novatas que se creen la divina garza, pero alguien tiene que ponerles los pies sobre la tierra-

- y claro ese alguien eres tú, ¿verdad Eleonor?

La señora Baker solo levanto una ceja e hizo un gesto como respuesta a su hijo y cerró la puerta tras de si.

Claro que Terry pensaba buscarla, le había estado dando vueltas al asunto, haciendo planes cálculos, pero le seguía atormentando la situación en la que se encontraba la chica, alguna vez había escuchado el rumor de que la heredera de los Andrew estaba comprometida pero después no leyó nada acerca de una boda o algo así de modo que llego a la conclusión que había sido eso un rumor nada mas, por supuesto la soltería de Candy estaba más que confirmada por Albert quien mantenía una buena relación con el joven actor y este no había perdido ninguna oportunidad de preguntar por su pecosa, Albert le había contado del compromiso de Candy con un joven de buena familia dejando bien claro que eso se había terminado y por precaución había evitado mencionar el nombre de dicho joven. Con todo y la gran confianza en las palabras de Albert, Terry no estaba del todo tranquilo, continuamente le cosquillaba la idea de Candy siendo rodeada por alguien más, tal vez un medico que compartiera sueños con ella o un hombre de buena familia que quisiera conquistarla para hacer más grande su fortuna -no Candy no se casaría por eso- pero aun así la idea le atormentaba.

A Candy no le faltaban pretendientes, ya un médico le había tratado de conquistar y uno que otro joven de sociedad también hacían su lucha pero Candy ya había dejado bien claro a todos y cada uno de ellos que ella no pretendía enamorarse y que además estaba dedicada a su carrera nada más le importaba. Pero toda esta corte de caballeros asediando a la rubia no había pasado desapercibida por su 'ex prometido' y por su odiosa hermana Elisa Legan y habían estado planeando una venganza contra la rubia por el rechazo al matrimonio con Neil.


Suficiente había sido la terminante expresión de la señora Elroy al escuchar una vez más la larga lista de cosas que la chica tenia contra la heredera del tío William, algo había pasado con aquella mujer tal vez loa años la habían suavizado un poco, en fin la temible tía abuela Elroy ya no estaba dispuesta a escuchar ni una palabra más de la boca Elisa, pero la chica no se daría por vencida tan fácil, ya había hecho varios intentos por dejar por los suelos la reputación de Candy y estaba decidida a lograrlo

-pero tía…

-pero nada Elisa y dije que fue suficiente, dijo una vez más la anciana matriarca sin siquiera dirigirle la vista a su sobrina- y si es todo lo que tienes que decir te puedes retirar.

-si claro- dijo Elisa mordiéndose la lengua para que de su boca no salieran improperios en contra de la señora Elroy – vámonos Neil- el chico hizo una pequeña reverencia para la mujer que un día los había defendido de sus primos y ambos salieron de la presencia de la tía, tras cerrar la puerta de un fuerte jalón los hermanos Legan caminaron hasta llegar a un salón de té de la mansión.

-te dije hermanita que con la vieja no conseguiríamos nada el vagabundo la tiene en la bolsa- dijo Neil sacando todo veneno que frente a la tia no pudo.

-mejor cállate Neil no es que tú me hayas ayudado mucho a convencer a la tía.

-eh pensado en otros métodos para cobrármelas con esa Candy y también con el queridísimo tío, y la verdad Elisa no creo que hacer quedar a Candy con la tía y con toda la sociedad de Chicago sea mucho castigo para ella.

Neil tenía razón a la chica rubia le portaba muy poco lo que la sociedad tuviera que decir de ella, aunque asistía a los grandes eventos no lo hacía por gusto lo hacía para aligerarle la situación a Albert que de verdad detestaba asistir a ellos y lo de la tía tampoco le importaba tanto, Candice ya no era una niña que buscaba su aprobación era una mujer segura de sus acciones aunque estas desagradaran por completo a la señora Elroy.

-entonces que propones- repuso Elisa retando la inteligencia de Neil

- tú eres mujer, deberías imaginártelo, que crees tú que le dolería tanto a Candy como al venerable anciano.

-claro debí suponerlo, tu siempre pensando en esas perversiones, pero como es de esa sirvienta de la que hablamos no me parece mala idea, pero, hermanito ¿en cuánto tiempo piensas ejecutar tu plan?

-la venganza Elisa sabe mejor fría

-pues yo creo que tu plato se está congelando

Neil hizo un gesto con la mano y salió de la habitación.


-Candy

-si Annie

-¿sabes que la compañía Stratford ya comenzó su gira?

-si lo sé- contesto Candy tratando de sonar casual pero sin lograrlo.

-ya veo- dijo Annie haciendo obvio el sentimiento de la rubia-¿invitaron a la compañía de los Andrew a el evento de beneficencia?

-no lo sé Albert no me dijo nada de eso- Candy sabia del evento también sabía que los Andrew estaban invitados tanto a la obra como a el evento, pero prefería hacer como que no sabía nada del asunto "no iré Albert" esa había sido su respuesta cuando supo de la invitación.

-se que están invitados, Archie me lo dijo y también me dijo que no quieres ir, vamos Candy si no vas tu tendré que soportar yo sola las majaderías de Elisa- dijo Annie casi como un ruego, para convencer a Candy.

-Annie no me hagas esto, tu sabes bien la razón por la que no quiero ir, además no vas a estar sola Albert y Archie estarán contigo

-¡ay Candy! Ellos solo hablan de negocios y cosas que yo no entiendo, además siempre se desaparecen cuando Elisa se acerca, por favor Candy, habrá mucha gente no creo que el te note-. En el fondo Annie sabía que la presencia de Candy no pasaría desapercibida, pero contaba con este recurso para convencer a su amiga.

Candy la vio con ojos entrecerrados examinando las palabras de amiga, sabía que Annie tenía razón habría mucha gente en ese evento que probabilidad tenia de ser vista por el "seguro estará rodeado de muchas admiradoras todas finas damas de sociedad, no creo que se dé cuenta de mi presencia y además Annie me necesita" pensó Candy para si y decidió darle fin al suplicio de su amiga.

-está bien Annie, pero no me quedare hasta que termine, nos iremos temprano, yo tengo que trabajar.

-¡claro, claro! ¡Gracias Candy!- dijo Annie gozando de su victoria

-además faltan todavía dos semanas no sé porque te preocupas por eso desde hoy

-¡Candy! – Dijo Annie como si la rubia le hubiese ofendido- hay que hacer compras, un vestido…Candy tenemos que ir ¿Cuándo es tu próximo día libre?

-en una semana Annie, pero…

-pero nada Candy entonces en una semana iremos de compras

-Annie yo tengo muchos vestidos Archie insiste en regalármelos- dijo Candy viendo mordazmente a Annie, sabiendo bien que los vestidos eran regalo de los dos. A Annie se le escapo una risita al verse descubierta

-haz lo que quieras Candy – Annie decidió dejar en paz a Candy antes que esta le dijera que ya no iría al mentado evento, pero claro ya tenía pensado regarle ella el vestido.


Archie esperaba impaciente a que su tío terminara con una llamada importante, tenía que hablar con él sobre si permitiría que Candy asistiera a cierto evento de una compañía de teatro, consideraba que era un asunto importante por el bien de la joven rubia.

-¿y bien?- dijo Albert colocando la bocina en su lugar-¿a qué debo tu impaciencia Archie?

El joven Cornwell vio a su tío con ganas de cortarle la cabeza, sabía bien de lo que planeaba hablarle - ya sabes William.

-Archie- dijo Albert como reproche – crei que el asunto estaba hablado y claro, Candice está invitada y tiene el derecho de ir, no está en mí hacer nada, además para tu alivio no piensa ir ya eh hablado con ella y dijo que no iría.

- si eso ya se- dijo Archie en tono exasperado-pero ¿y si cambia de parecer?

-si lo hace será porque ella lo quiera, yo no le voy a imponer nada, creí que eso lo tenias claro Archivald –dijo Albert en tono severo-pero ya veo que no es así.

-claro tío yo lo entiendo se que no nos obligarías a hacer nada ni a Candy ni a mí, pero…pero y si sale lastimada…Albert tu recuerdas como llego aquel invierno de nueva york, ni siquiera parecía ella su fuerza se había ido...

-lo recuerdo bien Archie, pero Candy sabe hasta dónde puede llegar ya no es una niña, ella aguanta más que eso-concluyo Albert dejando escapar un leve suspiro.

-Albert-…

-déjala Archie, Candy necesita volver a vivir y eso lo conseguirá hasta que dé cuenta que sigue amando a ese rebelde

Archie solo asintió, muy en el fondo sabia ciertas las palabras de Albert, reconocía que ya no estaba enamorado de su prima, pero sentía la necesidad de protegerla, como lo harían Stear y Anthony, dejo escapar un profundo suspiro señal de derrota- que sea como ella quiera entonces.

Continuara...


hola es mi primer fic, que tal va dejan sus comentarios bueno y malos ayúdenme a mejorar mi historia

saludos...