Prologo
Eran cuatro reinos…
Pertenecientes a la tierra de Arkaika. Gobernados cada uno por un rey y una reina. La tierra estaba dividida de manera equitativa, decreto que criaturas mágicas que habitaban con armonía con los mortales habían puesto desde antes que el humano existiera, nadie debía de poseer más tierra que otro, y ese era el equilibrio que debía de mantenerse; pero nació un hombre extremadamente ambicioso, no le bastaba con solo lo que tenían, siempre deseaba más, y eso llevo a todo ser a la perdición…
Eran cuatro reinos…
Cada uno tenía un nombre, debían de identificarse después de todo.
Reino de Valkhim, Reino de Banhem, Reino de Paqhum y Reino Lunhaim.
El reino de Valkhim tenía un poder sobre los mejores guerreros de la tierra, fuertes hombres llenos de coraje, listos para dar su vida en batalla sin medir las consecuencias. Los asesinos más temidos eran contratados ahí, gremios enteros destinados a este fin. Entrenados desde muy pequeños en las tierras áridas que posee Valkhim, se encuentran acostumbrados a todo tipo de temperatura. El poder de las espadas.
Reino de Banhem. Imponentes ciudades se alzaban en este reino sin reparo. Miles de tiendas, instituciones, puestos, etc. Dedicados exclusivamente al arte de la magia son fácilmente obtenidos en este reino. Grandes hechiceros y alquimistas eran encontrados en este lugar, aquellos que dan su vida a experimentos y magia para el bien de la humanidad. Astutos y Agiles. Sin embargo siempre existen sus excepciones. Aquellos que desean esa magia para su propio bien. El poder de la inteligencia.
Reino de Paqhum. En este reino hermosas criaturas se encontraban reunidas en un mismo lugar, elfos, ninfas, hadas, gnomos, etc. He aquí un reino que nunca sufría mucho frio, demasiado calor o hambruna. Grandes bosques se alzaban imponentes en ese lugar. Su agricultura era impecable, siempre las mejores cosechas y el mejor ganado que los demás reinos. Y sin embargo, debajo de aquella amabilidad, dulzura o belleza, se encuentra un ser lleno de inteligencia, capaz de derrotarte en segundos. El poder de la astucia.
Reino de Lunhaim. Tenían poder sobre casi toda la riqueza, siendo el reino donde se encontraban los caballeros. Diestros en el arte de la espada, y sin embargo, educados desde pequeños para mantener a las personas bajo su poder. El reino más ambicioso de todos. Castillos, murallas, ríos, bosques… Todos listos para intimidar a cualquiera que se lo permitan. Las criaturas destinadas a traer desgracias a las vidas habitaban en este lugar. El poder de la manipulación.
Y existía uno más…
Sin ser considerado reino, ya que ninguno de los reyes mantenía un poder sobre él. Y sin embargo existía…
La isla Draco. Bendecida con todo tipo de climas y paisajes, montañas, ríos, bosques, se encontraban interactuando juntos de manera armónica, siendo acompañados de grandes criaturas llamadas dragones. El último fue visto hace más de mil años, logrando de esta manera que quedaran solamente como un mito, un cuento para asustar a la gente. Y sin embargo, esos cuentos no estaban tan alejados de la realidad… Una isla a la cual se era casi imposible de adentrarse. Rodeada de aguas peligrosas e islotes afilados, si algún barco intentaba acercarse ahí, no se volvía a ver jamás, perdiéndose entre las aguas profundas junto a su tripulación…
Eran cuatro reinos…
…que se estaban viniendo abajo.
Una flor, que nace solo cada mil años aparece en esos momentos…
Esa parte de la historia es marcada por la vida de ocho viajeros que sin tenerlo previsto, su destino se cruza de manera inevitable.
Y es ahí donde inicia la verdadera historia.
