El Regreso, Vida Nueva (NaruHina).
Prologo
En la nación del Fuego, la más grande y poderosa de las cinco, se encuentra la aldea Oculta entre las Hojas, Konohagakure no Sato, aquella aldea ninja que hace aproximadamente 80 años se fundó, la cual sobresale sin duda de su poderío económico, militar y territorial, si aquella aldea de shinobis.
El sol sale, nace un nuevo día, como siempre por toda la vida del astro rey, créese arrastrando con ello los primeros rayos, avanzando lentamente por las caras esculpidas en roca, aquellas figuras importantes e inmemorables, los rostros de los Hokages, aquellos llamados "Shinobis Maestros" que protegen la seguridad de dicha aldea. Pasan lentamente los minutos, cada segundo cuenta, los rayos avanzan imponentemente, nada los detiene, un segundo, y abarca otros metros más, alimentando a los plantas con esa vital energía, siguiendo su preciado camino, se postran sobre un monumental edificio, situado justo debajo de dicho monumento, sin duda el más alto de toda la aldea shinobi, aquella torre de color rojo que sirve como punto de vigía para cuidar de esta, allí se toman las decisiones que convergen para el futuro de ella, su majestuosidad solo indica que se trata de la torre Hokage, caracterizada por ese monumental Kanji que dice "Fuego".
Pasan los minutos y el día se postra totalmente, ha amanecido, el día comenzó, la aldea lentamente inicia sus labores, comercios abreven, gente, poca, pero al fin aldeanos pasean por las calles tranquilas y desoladas en busca de su trabajo, otros más para comprar los víveres de la despensa, otros en cambio para contratar los servicios de los shinobis. Todo se encuentra tranquilamente, tanta tranquilidad es abrumadora, sin duda, se extraña la alegría de cierta persona.
Ya son casi las 10 de la mañana, una rubia, de unos 27 años de edad con una gran cabellera que le llega a la mitad de la espalda acompañada de una cola de caballo se encuentra en una amplia oficina, en la torre del Hokage, viendo por la ventana de su oficina, contempla como se mueve su preciada aldea, aquella que juro proteger hace ya varios años. Melancólica se encuentra, sin duda aunque no lo quiera aceptar, extraña a aquel chiquillo rubio hiperactivo que le salvo la vida, aquel que le curo su Hematofobia {terror a la sangre} y que por él acepto su actual puesto, aburrida se encuentra, después de todo ser Hokage es extenuante y aburrido trabajo de oficina, daría lo que fuera por una ocurrencia del mencionado o un coqueteo de su maestro pervertido, aquel shinobi amigo suyo, con el cual creció y se convirtió en ninja, sí, aquel el Sannin domador de los sapos, ese ermitaño del monte Myobokuazn , su antiguo compañero Jiraya el Gama-Sannin, cualquiera de los dos sería bastante bueno, para salir de esa rutina que sin duda la mata, pero, a pesar de todo, ella sabe, que no es posible, aun no.
Pasando por otra parte de la aldea nos encontramos en una gran y lujosa zona de la susodicha, una parte muy importante, en ella descansa el orgullo del Clan más importante y respetado, uno muy temido por sus grandes habilidades ninjas, especializados en Taijutsu, sin duda único, poderoso pero gentil, a la vez de devastador y mortal, aquellos ninjas que se caracterizan por su línea de sangre o Kekengenkai, un Dōjutsu o técnica ocular, la cual se caracteriza por poseer unos ojos perlados, como la luna, la cual al activarse dan una vista en un ángulo de 360°, complementada con la capacidad de ver atreves de objetos sólidos, y sobre todo, poder ver la red de chakra, y con ello ver los tenketsus del cuerpo, para, de esa forma, bloquearlos y terminar con el enemigo, sin duda esos son los Hyuuga.
En dicha mansión descansa una joven mujer de cabellera negra-azulada, de una tez blanca como la nieve, su rostro denota pureza, ternura e inocencia, la cual es adornada por un par de hermosos ojos perlados, de un color como la luna, estos demuestran una tranquilidad y paz.
La Heredera del clan Hyuuga se encuentra en el jardín trasero contemplando el hermoso lago que se encuentra en la parte suroeste de la mansión, ese, sin duda es el lugar preferido de la hermosa kunohichi, porque, sencillo en ese lugar convivio una gran parte con su madre, si con ella Hikare Hyuuga {invente el nombre} aquella hermosa mujer, que fue y será la viva imagen de Hinata, su hermosa madre sin duda es la persona más apreciada por la joven mujer, ella siempre le demostró cariño, amor y seguridad, cosa que se esfumo por completo tras su muerte, cuando ella apenas poseía 7 años, su madre murió de una extraña enfermedad, dejándola sola en esa enorme mansión. Sola, sí, ¿irónico no?, encontrarse en una gran mansión y ser ignorada, despreciada por su padre, odiada por la rama secundaria del clan, rechazada por su hermana y el resto de las personas de ese lugar, duro, sin duda; pero a pesar de ello se encuentra feliz, ¿Por qué?. La razón no es otra más que un chico de orbes tan azules como el mar, de cabellos alborotados, dorados como los rayos del astro rey, el sol, si aquel joven rechazado y odiado, sin ningún motivo "aparente" para ella, aquel chiquillo de tres bigotes en cada mejilla, aquel que siempre muestra una sonrisa y una gran determinación para superarse, ese, que siempre dice "Dattebayo", aquel joven, el Jinjuriki del Kyuubi no Youko, si la joven Hyuuga se encuentra feliz por el recuerdo de su gran amor, Uzumaki Naruto.
Pasando por su mente, la peliazul, recuerdo momentos felices que compartió con su madre, recuerda lo mucho que a ella le gustan las flores, eso le trae memorias, siempre se encontraban las dos, en el jardín, Hikare siempre cuidando y regalándole una bella flor a su amada hija, poniéndole una rosa blanca sobre su oreja derecha, resaltando así sus hermosa cara angelical.
Por algún motivo extraño la Hyuuga, Hinata, se encuentra pensativa, pero de una forma diferente, el porqué de esa sensación, se le hace peculiar, como si supiera que algo importante pasara, tal vez, vea de nuevo a su amado ojiazul, no, no lo cree, su mente le ha de jugar una broma pesada de nuevo, sin más decide pasar por alto dicha sensación, sabiendo que a veces es mejor no tratar de comprender las cosas, decide contemplar una rato más el hermoso jardín de su madre, se acerca a paso lento, una vez ahí se agacha cuidando de no manchar su ropa, toma una hermosa flor blanca y se la coloca como de antaño lo hacia su fallecida madre, ella, sin duda se encuentra feliz, porque, no lo sabe, solo que hoy será un gran día; como si eso fuese una señal del destino un rayo de sol cae sobre ella bañándola, dejando ver la hermosura de su rostro, dándole una seguridad que le haría hacer cualquier cosa, sin más decide que es hora de salir, dar una vuelta, no desaprovecharía su día libre, este, por algo, es especial, por ello se le encontraba tan distante en el entrenamiento de ayer con su equipo shinobi, y para evitar cualquier incidente su sensei, Kurenai Yuhi, le dio el resto de la semana libre, su equipo, se fue por la mañana a una misión en el país del arroz por una semana, siendo escolta de un pareja de mercaderes, su sensei le dijo que se distrajera durante ese tiempo. Sin más la joven Hyuuga salió de la mansión, no sin antes pedir permiso a su padre, diciendo que daría una vuelta por la aldea, para así, no preocuparlo y no le esperasen en la comida y cena, dado que planea llegar por la noche, ¿Qué hará? Solo el destino le sabe.
Dos días antes, cerca del país de la Olas.
A lo lejos de la Aldea Oculta entre las Hojas, Konohakagure no Sato entre los mites del país del Fuego y la tierra de las Olas, se encuentra dos sombras, una de un hombre mayor, fácilmente de unos 50 años, con una cabellera blanca, larga y alborotada y puntiaguda que le cae como cascada hasta la espalda baja, el cual lleva consigo unas sandalias de madera, su traje ninja {esa malla con forma de anillos metálicos, la que llevan debajo de su ropa} compuesto de una ropa verde pistache {soy malo con los colores, aclaro es su misma ropa, solo que trato de describirla para darle narrativa} el cual se compone de un par de pantalones, una camisa holgada manga larga, que en los extremos de esta se encuentran un muñequera bastante larga de color verde oscuro, sobre su camisa se encuentra un chaleco rojo desabrochado con un ovalo amarillo a cada costado, terminando con su protector que demuestra el Kanji (油, Abura) o "aceite" el cual se encuentra amarrado sobre su frente, terminando con un enorme pergamino que cuelga por detrás de su espalda, el cual es muy importante ya que en él se encuentra el contrato de los sapos, una de las más poderosas invocaciones del mundo shinobi. Al lado del domador de los sapos el Gamma-Sannin se encuentra un joven de unos 16 años, de una altura de 1.65 aproximadamente, de cabellera dorada como el sol, de ojos azules, con unas peculiares maracas en sus mejillas, tres para ser exactos, en forma de bigotes, aquel chico sin duda es el Jinjuriki del Kyuubi no Youko, el rey de los Bijuus, si esas criaturas de colas que poseen una cantidad de chakra descomunal, el joven sin duda es Uzumaki Naruto, aquel joven ya no es el mismo niño que abandonó su aldea hace más de dos años para entrenar con es Sannin pervertido, ahora sin duda se nota que es un joven poderoso, fuerte, y calculador; ya que no denota rastros de aquel joven travieso e idiota que alguna vez fue, no ahora es un poco serio, pero no siendo un amargado, piensa las cosas antes de hacerlas, su apariencia también cambio, ahora porta un apariencia musculosa, el cual denota el intenso entrenamiento que ha tenido, lleva puesto unos pantalones completamente negros, que le llegan hasta las rodillas {je, se mira como idiota con esos pantalones naranjas que le llegan antes de las rodillas} una sudadera negra manga larga con un cuello que le llega a la garganta, por sus extremos laterales de color naranja, danto una T de color negro {ya me agrada su chamarra, y de hecho las venden, ja vi a un chavo como de 4 semestre con ella puesta, creo que se creía Naruto, y a mí me decían loco por leer los mangas, y ese mi amigo que me decía loco, pues, ya le entro a leer mangas, ja que irónico} y en la parte trasera de esta, comprendido como la espalda lleva un circulo con una espiral en el centro de color rojo, el joven Uzumaki, lleva su porta shurinkens en su pierna derecha, sobre las vendas blancas que se encuentran a mitad de la misma, portando una capa manga corta color rojo como complemento, la cual posee unas flamas negras en la base de esta {ja se mira chido Naruto con su capa de la pelea de Pain, si no la tiene parece menso, lo siento fans que aman a naruto, pero esa es la opinión de su servidor –hombre, por si no se han dado cuenta-} y atrás de dicha capa el joven portador del Kyuubi lleva un pergamino rojo, tal y cual lo hace su maestro {recuerden que aquí ya no es el mismo estúpido –con el perdón de la palabra-} y finalmente su banda ninja de color negro con el símbolo de la Hoja sobre la placa metálica de esta.
De dicha forma las sombras de los ya mencionados avanzan rápidamente por la penumbra de la noche a una gran velocidad, saltando por las ramas de los árboles, cada vez con mayor intensidad, acelerando y acortando cada vez más su camino hacia su destino.
-Vamos Jiraiya-Sensei, apúrate ya quiero llegar a Konoha. –Menciono el joven de cabellos dorados con una gran intensidad, que sin duda demuestra las grandes ansias de regresar.-
-Cállate Naruto, -respondió sencillamente el Gamma-Sannin-
-Pues que quieres que haga sensei, ya estamos a unas pocas horas y me muero por regresar-
-Ja, y tú crees que no lo sé, si lo vienes diciendo desde hace tiempo, -poniendo un tono de voz más serio y amenazador- y agradece que regresamos medio año antes….-
-Lo sé, Jiraiya, lo sé, pero sabes por qué verdad… -pregunto el joven, mientras aceleraba el paso-
-Sí, como no saberlo, si me lo dices a cada rato, pero entiende, regresamos una casi dos semanas antes de lo acordado con Tsunade-
-Y eso me agrada mucho-
-Ja, ja, se ve que estas muy impaciente, -riéndose por la actitud que acostumbraba poner su pupilo tiempo atrás cuando lo conoció- …recuerda que aun así debemos ir tranquilos, total ya la has esperado por más de dos años un poco más no te va a matar…-
-Tienes razón… -pero el viejo Sannin no lo dejo continuar-
-Además necesitaremos un descanso, no creo que sea conveniente para ti que te vea todo mugroso, porque al ritmo que vamos así terminaremos-
-Si tienes mucha razón, y sabes… a veces es algo molesto…-
-Que esperabas mocoso –diciéndolo con un tono burlón- después de todo soy un gran sabio…
De dicha forma los dos shinobis, continuaron su recorrido solo que ahora a paso lento, total el joven Uzumaki ya había terminado de ser convencido por el pervertido de su maestro, que sin duda lo hizo por mero interés, como en el camino para llegar a la Hoja tienen que pasar por un pequeño pueblo, con aguas termales mixtas, muy transitado por los viajeros sacaría provecho para sus "investigaciones".
