¡Al fin! Seirin High se alzaba ante mi vista ¡no había podido pegar ojo durante dos noches de lo emocionado que estaba!
Ésta preparatoria contaba con un equipo de baloncesto prácticamente recién formado, lo cual resultaba ser perfecto para mis planes... Un equipo joven, a duras penas conocido con el que crecer, y con el que podría pasar desapercibido hasta que llevase a cabo mi propósito.
Sonreí para mis adentros impulsándome para ganar velocidad con el skate, quería llegar a tiempo para ver las presentaciones de los clubes.
"¡AH! ¡Lo siento!" grité por encima de mi hombro a un chico al que logré esquivar a duras penas. Me bajé de un salto y pateando la tabla la lancé, cogiéndola al vuelo.
Podía oír los murmullos y el griterío causado por los estudiantes de cursos superiores a cargo de captar nuevas promesas para los diferentes clubes. Ni me molesté en quitarme mis aparatosos cascos mientras me escurría por entre todos los puestos pasando de largo, mientras tarareaba una de mis canciones favoritas.
Nadie me prestaba especial atención... Hasta que tuve que detenerme en seco en el preciso instante en el que, un gigante moreno se paró con su mano extendida frente a mi casi metro setenta de estatura. No dijo ni una sola palabra... Se quedó ahí, simplemente con una circular a la altura de mi jodida cara.
Estas cosas me irritaban, por lo que estaba a punto de patearle el trasero al tipo, cuando mis ojos se desviaron hacia la palabra BASKET que parecía llamarme en aquel papel. ¡Cambio de prioridades! Patear traseros podía esperar, al menos, por ahora...
"Justo a tiempo, indícame el camino " le dije incapaz de contener mi emoción.
Con un único asentimiento de cabeza como respuesta, me guió entre la multitud a una mesa en la que a lo lejos se podía distinguir sentadas dos figuras.
Genial... chicas en el club, espero que no sea un dolor en el trasero.
(Si, si, lo sé. Soy un retaco horrible con personalidad horrible. Y eso sólo "endulza el conjunto")
Una vez llegué a la mesa, la chica me examinó minuciosamente, con curiosidad escrita por toda su cara.
Solía llevar mi pelo azul oscuro peinado en punta en la parte baja de atrás ya que era más cómodo, mientras que dejaba que los mechones de delante cayeran naturalmente a los lados de mi cara. No poseía facciones muy masculinas que digamos, pero esa parte ya la tenía de sobra cubierta con mi actitud, mi mala personalidad y mi gran repertorio lingüístico. El top nº 1 de mis palabras más empleadas: FUCK. Brillante, ¿verdad?
Mis ojos ambarinos la miraron con desdén para segundos después desplomarme contra la silla, dejando de forma holgazana mi brazo derecho colgando del respaldo, mientras que sujetaba la tabla de skate que tenía apoyada de pié en el suelo con la mano izquierda.
"Tienes que cubrir esto si estás interesado en ser nuevo miembro" dijo ofreciéndome una hoja de inscripción mientras continuaba examinándome minuciosamente.
Alcancé el formulario y volví a posicionarme aún de forma más holgazana en la silla, recosté mi cabeza contra el borde del respaldo alcé la hoja a la altura de mi cara para leerla mejor.
"¿Cuántos regulares?" pregunté.
Antes de que alguno de los presentes pudiera si quiera contestarme, apareció un tío enorme cargando a otro estudiante bajo el brazo.
"Ohooo~~" dije entusiasmado mirando al recién llegado desde mi posición. (de seguir así iba a provocarme una lesión en el cuello... ¡seguro!)
Dejando mis desvaríos a un lado, el enorme recién llegado era un potencial rival, lo notaba. Me puse inmediatamente en pié de un jodido salto. Me sacaba casi una cabeza, por lo que tuve que subirme a la silla para que nuestros ojos quedasen más o menos a la misma altura y poder así examinarlo bien.
"Hueles interesante.." Dijo acercándose con una sonrisa ansiosa, estaba claro que éste tío había notado mi potencial del mismo modo que yo el suyo.
"Lo mismo digo" contesté devolviéndole la sonrisa de forma siniestra mientras mostraba mis dientes.
El reto había sido establecido, ya sabéis... esas cosas animales y absurdas que se dan entre chicos porque sí. Era fuerte, podía olerlo, sentirlo, casi se palpaba en el aire. Pero algo no estaba del todo bien. Mmmmm. Me estaba emocionando demasiado, quería destrozarlo. Había encontrado una presa interesante.
"¡Suficiente! ¿Váis a rellenar el impreso de una vez?" suspiró el moreno de gafas de la mesa, completamente aburrido por nuestro intercambio.
ESA MISMA MAÑANA, MÁS TARDE:
Había hecho el camino hacia mi clase bajo crecientes miradas y cuchicheos femeninos. Ésto podía ser un problema... ¡FUCK!
La verdad es que desde prácticamente siempre no es que congenie muy bien con las chicas, y parece que no prestarles atención lo más mínimo o ser borde con ellas, es como dejar un maldito rastro de miel... Todas sin excepción resultaban ser metiches más tarde o más temprano, siempre quieren saber todo de todo y más si es sobre un chico... No podía permitirme tener que preocuparme por algo como eso. (No seáis listillos, mis problemas con el sexo femenino no tiene nada que ver con los posibles traumas o demás gilipolleces que os podáis imaginar. Si os contase... quizá os quedaríais boquiabiertos, pero no, hoy no es vuestro día de suerte...)
Pues bien, una vez en clase, sentado ya en mi pupitre y con mi habitual expresión aburrida, el golpe de una mano en mi mesa atrajo mi atención.
"¡Oi chibi! parece que nuestros caminos no dejan de cruzarse hoy"
"¡Yoh! cejas encrespadas ¿se te ha perdido algo en particular por mi zona?" le saludé con una de mis sonrisas de maniático. La clase se quedo en silencio ya que las chispas que salían de nuestros ojos en dirección al otro debían haberse hecho visibles.
"¿!Ce-cejas encrespadas?!" resolló incrédulo.
"Es un lindo mote, ¿no crees? Te pega" contesté con una mueca agitando mi mano.
Antes de que el pelirojo pudiera contratacar, el timbre había sonado obligándonos a ubicarnos en nuestros correspondientes asientos.
Para cuando nos volvimos a cruzar, ya estábamos haciendo nuestro camino al gimnasio.
"Bien, mi nombre es Aida Riko y soy la entrenadora del equipo" dijo la tía plana de ésta mañana. Yo no tenía ningún problema con eso siempre y cuando sepa lo que hace (y no, no me refiero a lo de que sea plana) pero el resto de los recién ingresados parecían estar alucinando.
Tras unas breves introducciones y explicaciones nos ordenó quitarnos la camiseta.
Genial, simplemente genial... No pensaba hacerlo, ni de coña.
Para cuando llegó al cejas encrespadas, de nombre Kagami Taiga, estaba tan absorta babeando por sus abdominales, que el capitán tuvo que llamarla de vuelta a la tierra.
Mujeres ante la visión de pectorales... tch, que mítico. Os estaréis preguntando si tengo, he de decir que no, no tengo ¡¿de acuerdo?! Y no son celos ni nada de eso, en fin... ¿para que los querría al fin y al cabo? No es que me hagan falta, fin del tema... he dicho.
"Izaya Yuuzan" citó repasando la lista al tiempo que se detenía ante mi, obligándome así a salir de mi ensimismamiento.
"Lo siento Kantoku, pero no te va a resultar tan sencillo verme desnudo" le dije con una mueca divertida viendo la cara perpleja que le había provocado mi comentario "creo que tendrás que conformarte con ésto" sabía perfectamente como persuadirla para evitar tener que semi desnudarme ante toda la panda.
Inhalar, exhalar, relajar el cuerpo... Podía notarlo, el hormigueo ya fluía a través de mi extendiéndose rápidamente por mis venas como un virus y sé que ellos también lo sentían porque todo se quedó en repentino silencio. Les mostré mi luz, mi oscura y depredadora luz.
Aún impresionada por lo que acababa de ver repasó de nuevo los datos de sus hojas.
"E-en tu ficha no consta nada de que hayas formado parte de algún equipo antes" dijo, sabiendo perfectamente que lo que acababa de ver no era algo común en un jugador ordinario. Esa extraña aura daba escalofríos y paralizaba a la mayoría de adversarios.
"Me amargaba escribir" espeté de forma sincera. "Además, es mi primer año en Japón sólo escribí lo que consideré relevante" Mentí de forma descarada..
"Me gustaría hacerte unas cuantas preguntas más" No me iba a dejar ir fácilmente por lo que se ve.
"Sigh" resoplé. "Preguntas, preguntas... mientras demuestre lo que puedo ofrecer en la cancha eso debería dar igual, me aburro con facilidad... ¿Porque no nos saltamos la parte aburrida y simplemente respondo tus posibles preguntas con actos en el lugar que importa?"
Esta chica era un hueso duro de roer, podría llegar a caerme bien, a menos que me atosigase con su cansina insistencia e interminables preguntas, más que nada por que ello supondría un peligro. Pero por ésta vez para mi alivio, lo dejó correr.
"Mmmm parece que ya están todos, espera... falta... ¿Kuroko Tetsuya?" miró alrededor y anotó algo en su hoja. "Parece que no está presente, ¿huh?"
"Estoy aquí, he estado aquí desde el principio" dijo un chico peliazul de pequeña complexión.
"¡¿EEEEEHHHH?!" gritaron todos al unísono de forma tan jodidamente exagerada que me obligaron a taparme el oído izquierdo con el dedo y a poner cara de disgusto ante la sordera temporal que parecían haberme provocado.
Este chico me suena, mmm... ¿Dónde lo habré visto antes?
"¿A que viene tanto EH? No abulta mucho, pero su físico no es que difiera mucho del mío, el pobre estuvo todo el rato detrás de cejas encrespadas aguardando pacientemente" espeté señalando con mi pulgar por encima de mi hombro hacia donde estaba baKagami.
"YA ESTÁS CON LO DE CEJAS ENCRESPADAS DE NUEVO! tengo un nombre!" rugió el pelirrojo tirando del cuello de mi camiseta mientras yo miraba hacia otro lado, de nuevo con cara de disgusto y tapándome cómicamente el oído que quedaba a la altura de Kagami.
"Haaaaiii Haaaaiii Bakagami" Dije con tono de voz monótono. Me divertía tanto provocar a éste chico, era de encendido rápido y luego no era capaz de concentrarse en nada más.
"Tengamos un partido de práctica para evaluar a los nuevos" Dijo el capitán.
He de admitir que me gusta la manera de pensar de Hyūga Junpei, no se anda con rodeos. Lo que hacía que no pudiera refrenar mi sonrisa depredadora ante su propuesta, estaba ansioso por empezar.
"Segundo año vs primer año ¡demostrad todo lo que podéis ofrecer!" Dijo mientras estiraba sus brazos preparándose para la batalla.
"¡Senpai! ¿quien debería quedarse en el banquillo por ahora?" dijo uno de primer año.
Fuck! Estaba tan jodidamente emocionado que había olvidado que no éramos parejos. Sigh... que se le va a hacer, si me quedo holgazaneando fuera podré analizar como me plazca a todos.
"Estoy aburrido, me pido el banquillo" Dije con mis manos tras la cabeza.
"¡Si somos parejos!, juguemos de 6" dijo un moreno de ojos muy claros, que acababa de entrar en el gimnasio.
"Tch!" fue todo lo que concedí por respuesta, mis análisis se verían retrasados por ahora.
"Capitán, ¿puedo pedir un cambio de equipo?"
Ante eso Hyūga senpai alzó una ceja, incrédulo ante el descaro de su kohai " Kagami, entiendo que estés emocionado por empezar cuanto antes a jugar con los titulares pero-"
"¡No es eso!" Rugió el pelirojo. Una mano sujetó mi cabeza de forma repentina, Kagami me arrastró frente al capitán, me señalaba frenéticamente con su mano libre. " Si el va de su equipo podré enfrentarlo"
¡Su insensibilidad y su falta de modales me estaba crispando la paciencia! Y el hecho de que siguiera señalándome aún habiendo dejado claro su punto... y que su enorme mano siguiera dando golpecitos en el tope de mi cabeza había sido más que suficiente para tocarme las narices. ¡Maldita sea, sus manazas hacían daño! ¡¿Acaso no se daba cuenta?!
"¡Oi... capitán... acepte el reto..." dije con voz asesina escapando entre dientes, me sentía arder, estaba cabreado y debido a eso todos asintieron frenéticamente.
Me alinié rápidamente junto a los senpais ya con nuestro distintivo amarillo puesto. Esto iba a ser interesante, sopesé tomando posición ante el chico peliazul de antes.
Mmmmm, examinándolo de cerca si que me resultaba familiar.
"AH! ¡tu eres al que casi atropello ésta mañana!" exclamé frotándome la nuca de forma distraída.
"Lo siento por eso, eh... " Le ofrecí mi mano que estrechó sin variar su estoica expresión.
"Kuroko Tetsuya, y no tiene importancia"
Ambos dejamos morir la conversación ahí pero no sin cesar de estudiarnos mutuamente con sumo interés. Hasta que la entrenadora Aida se situó para dar el saque inicial.
Nada más iniciar el partido baKagami tomó posesión del balón rápidamente corriendo directo hacia nuestra canasta. Mis compañeros aún no habían reaccionado por lo que, esprintando todo lo rápido que pude logré alcanzarle a duras penas, ¡si hace un mate estoy jodido! Pensé al ser consciente de la abismal diferencia entre nuestras estaturas...
Cerré mi ojo derecho para apreciar mejor la forma de robarle el balón, no se había dado cuenta de que estaba ya a su espalda, ¡era el momento perfecto!
Le pegué un manotazo desde atrás, y me giré con la pelota en mi poder sin perder tiempo en echar a correr hacia el lado opuesto de la cancha, rápidamente le hice un pase a Izuki senpai antes de que Kagami me marcase.
"¡Temeeee!" me refunfuñó entre dientes completamente cabreado.
"No es mi jodida culpa si te olvidas que sigo aquí, fuiste tu el que quería jugar contra mi en primer lugar, cejas encrespadas. Incluso llegando a "obligarme" a cambiar de equipo, eso ha sido un detalle muy insensible por tu parte, ni siquiera preguntaste" fingí sollozar de forma dramática mientras limpiaba el sudor de mi cara con la camiseta, justo a tiempo de ver como Hyūga senpai estrenaba el marcador con un hermoso 3 a nuestro favor.
"Buen robo Izaya!" coreó Izuki senpai con un golpe amistoso en mi hombro.
"Fuiste increíblemente rápido en reaccionar" me dedicó Hyūga senpai con expresión sombríamente...¿feliz?.
El partido continuó un rato más antes de que los marcadores llegasen a 15 puntos por parte de los de primer año liderados por Kagami y 31 a nuestro favor, por lo que la entrenadora Aida nos obligó a tomar un breve descanso.
"Son muy fuertes después de todo"
"Ni siquiera hemos podido alcanzar a Izaya a pesar de ser también primer año"
"He tenido suficiente..."
Podía escucharles resollar lastimeramente, habían perdido su espíritu de lucha. Esto iba a ser aburrido sopesé.
Pero baKagami no pensaba dejarlo pasar tan fácilmente, ya había agarrado a uno de ellos por su camiseta y se habían puesto a discutir ruidosamente.
"Parece que hay una disputa" dijo uno de los segundo año.
Dicho ésto, fijamos nuestra atención a tiempo para ver como Kuroko hacía su intento por volver a meter sentido en esa cabeza de paja de Kagami.
"Kuroko... ahora que lo pienso... ¡él está ahí también!" sopesó Koganei sorprendido.
Espera... ¿como que ahí también? ¿Acaso se habían vuelto a olvidar de él? Eso quiere decir que en todo este tiempo.. ¡¿nadie lo ha estado marcando?! Fuck, estaba tan absorto con putear a cejas encrespadas que lo dejé pasar creyendo que alguien ya estaba a ello.
