"No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy"
-Benjamin Franklin
Para una experiencia aún más deprimente escuchar Hero de Regina Spektor mientras lees esto.
Está bien, estamos bien.
Hoy era un día diferente al resto en la vida de la joven heroína Uravity, la costosa mas no llamativa vestimenta que llevaba puesta lo comprobaba, los mini shorts cafés y su blusa blanca a rayas sacaba a relucir su belleza natural a la perfección. Su sonrisa confiada y enternecida que ella misma se daba en su enorme espejo le hizo sentir bien sobre su apariencia, el leve maquillaje en sus mejillas y el pintalabios que hacia brillar sus delicados labios le daba un aire maduro que solo una mujer tendría.
Normalmente Ochako no era de las que se preocupara tanto por su belleza, pero esta era una ocasión especial…
Con su corazón mas despierto que nunca fue como la castaña se dirigió a la salida del apartamento que había rentado, una llamada de su querida amiga Tsuyu le hizo contestar en medio de su viajo en el ascensor. Su buen humor contagiaba a todo aquel que se le cruzara en el camino, el sujeto que se subió al elevador, el recepcionista, incluso el melancólico y no tan bien visto taxista que la recogió a penas esta llego a la calle.
Tener unas semanas de relajo en su ciudad natal luego de pasar años trabajando en el extranjero era justo lo que la castaña necesitaba para escapar de su rutina. La sorpresa y felicidad no tardo en plasmarse en su ya iluminado rostro cuando esta recibió una llamada de su mejor amigo y secreto amor desde sus días de preparatoria.
La breve pero cálida conversación que tuvieron le hizo el día a la castaña.
Una invitación a la pequeña reunión que el organizaría en el tejado del apartamento de su madre fue algo que la joven no pudo negar, honestamente a ella no le importaba en lo más mínimo cuando o donde… la castaña solo quería verlo y ya. Poder preguntarle que había sido de su vida en su larga ausencia, reír con el… mirarlo a los ojos… esos hermosos ojos color esmeralda…
Su imaginación se perdió en todos los posibles escenarios que podian ocurrirle una vez tenga al peliverde frente suya, de igual forma ella le narraría sus no tan emocionantes pero interesantes vivencias que tuvo en el extranjero, lo raro y chocante que fue para ella todo al principio. Decirle lo diferente que era la mentalidad del ciudadano promedio de ese país, informarle sobre los nuevos amigos que tenía y todo acerca de su vida actual en general.
Quería hacerle saber lo bien que uno podía vivir sin tener que preocuparse por problemas financieros…
Y luego podría ir cerrando el espacio entre ambos y tomar su mano… susurrarle al oído su idea de ir a un lugar más privado, intercambiar miradas por unos segundos y sin la necesidad de decir palabra alguna… revelarle sus sentimientos guardados de una vez por todas. El fantasear sobre ellos besándose le provoco una risita boba y un sonrojo adorable, el taxista que la llevo a su destino solo rio divertido antes de desearle buena suerte y pisarle al pedal para seguir con su deber.
De su cartera la castaña saco unas mentas con sabor a fresa pensando confiada y nerviosa que lo que se le vendría más adelante involucraría si o si un beso por lo menos en la mejilla. La inquietud aumento aún más su ya acelerado ritmo cardiaco, era eso o el tener que subir las escaleras hasta el más alto de los pisos por culpa de un elevador fuera de servicio.
La realidad intento advertirle con el ascensor… pero la castaña aun seguía soñando…
Muchos rostros desconocidos se le fueron cruzando en el camino a lo más alto del edificio, personas que a medida la muchacha saludaba y se presentaba cortésmente, terminaban teniendo algún tipo de conexión con el peliverde del cual todavía no veía rastro alguno. Sintiéndose un poco incomoda y salida de lugar fue como Ochako llego al hermoso espacio abierto en el que varias personas se encontraban charlando mientras bebían o comían.
Los decorativos faroles que estaban colocados alrededor del tejado iluminaban a la perfección el lugar haciendo agradable el ambiente para todo el mundo, el tomarse su tiempo para poder contemplar todo a su alrededor fue un error del que la castaña aprendería tras recibir constantes demandas de que se mueva, tal parecía que inconscientemente esta obstruía el paso a el resto de la gente.
El mundo aun quería abrirle los ojos… pero la ingenua Ochako siguió cubriéndose con su positivismo…
Afortunadamente de entre toda esa multitud de las que ella no tenía idea quien era, la joven pudo divisar a el grupo de sus amigos de preparatoria, todos charlando concentrados en lo que hacían como si nadie estuviera realmente contento de poder estar juntos de nuevo. La muchacha supuso que todos ellos estaban de esta manera porque a diferencia de ella, ninguno tuvo que irse muy lejos por ofertas de trabajo.
Los abrazos y saludos fueron de mucha ayuda para la ya algo decepcionada castaña, sin embargo, una vez más las cosas no terminaría como ella se lo imaginaba… las buenas vibras y la calidez que recibió por unos segundos se disiparon a una velocidad increíble dejando a la joven con su típico grupo de amigos de la preparatoria. El que la mayoría de sus amigas ahora tenga pareja en verdad afecto la unión que el grupo solía tener.
La ausencia de su extrañado peliverde era lo que más le preocupaba a Ochako…
Tsuyu y Iida le explicaron que no tardaría en llegar, que junto a otras cuantas personas incluyendo Bakugou y Mina habían ido a recoger más provisiones para los ya casi escasos bocadillos. La fría pero increíblemente digerible bebida que la castaña se puso a beber le asistió en su larga espera…
Esto definitivamente no era como ella se imaginaba serían las cosas, esperaba que todo sea algo más vivo y alegre no tan… monótono y normal. Su cabeza empezó a sentir un poco el alcohol que tantas copas de mojitos le había provocado, la suave pero movida música que todo el mundo parecía disfrutar sonó más deprimente para los oídos de la castaña.
La noche cada vez se volvía más oscura y todavía Izuku no hacia presencia…
La conversación que mantenía desinteresa mente con Tokoyami y Tsuyu acerca de lo bien que se veían juntos le hizo sentir aún más fuera de lugar… pero ya no tendría que escucharlos más. Por fin había llegado.
Su corazón volvió a latir con fuerza al ver a su cambiado y crecido compañero, el tiempo se había hecho cargo de hacerlo ver mejor que nunca con ese rostro que emanaba madurez, su estatura que rivalizaba con el mismísimo Shoji… y su viva sonrisa…
Ochako no dudo en acércale casi al punto de correr para saludarlo con un gran abrazo, respirar el característico olor que ya casi su olfato no reconocía… decirle lo mucho que lo había extrañado. Pero tal parece que ella no era la única con esa idea, sus compañeros y el resto de las personas se movieron igual o más rápido que ella para rodear al recién llegado peliverde.
La emocionada castaña no aparto la mirada de donde estaba parado su amigo ni por un segundo mientras se abría paso por las capas de gente desesperada, su corazón cada vez resonaba más fuerte a medida que más se acercaba. Lágrimas de conmoción amenazaban por salir por lo feliz que estaba de por reencontrarse con su primer y único amor…
Ya faltaba poco, solo unos cuantos metros más... ya podía imaginarse a ambos abrazados, sus brazos rodeándola y ella besándolo profundamente sin importarle que el resto los vea.
-"Deku!/Izuku!"-se escuchó al mismo tiempo.
La sonrisa temblorosa en el rostro de Ochako se desvaneció para convertirse en uno de confusión por la segunda voz que había llamado al peliverde. Sus ojos buscaron con la mirada el procedente, sus pies se detuvieron estando ya tan solo a una capa de personas de llegar a él.
Los cuernos amarillos y la piel rosa que destacaron de entre la multitud se movilizaron con velocidad hasta ser divisados por Izuku, el cual fue en busca de la voz que la llamo de inmediato. La boca de la castaña se fue abriendo hasta tener un gesto de horror y sorpresa total en ella, las lágrimas que antes simbolizaban felicidad terminaron cayendo por el increíble dolor que se había formado en su pecho.
Ahí… a solo unos cuantos metros de ella… se encontraba Mina y el amor de su vida compartiendo un profundo y amoroso beso frente a todo el mundo… el cual celebraba con aplausos y chiflidos su unión… la prueba no era el beso que compartían… sino las brillantes sortijas doradas que ambos tenían en sus dedos…
Las lágrimas caían sin parar, el dolor era insoportable en su pecho, un nudo en su garganta le impedía gritar o sollozar… su respiración agitada era lo único que la golpeada castaña podía hacer. Su rostro no mostraba ni pena ni tristeza… era internamente donde toda estaba ocurriendo, sentir que alguien le llamaba y le volteaba fue lo que le obligo a regresar a la horrible realidad.
-"Ochako… oh dios… tranquila, vamos a un lugar menos ruidoso… Fumikage llama un taxi!"-actuó rápido la preocupada Tsuyu.
Ahora misma se sentía como un juguete cuya única función era llorar… tal vez por eso esta dejo que su amiga la guía hasta el corredor del edificio, sus sentidos no funcionaban correctamente, tampoco lo hacían muy bien las partes de su cuerpo… pero una vez esta pudo tener el mínimo de control sobre ellas, Ochako hizo lo que cualquier ser humano haría estando en su lugar…
Empezó a correr y correr.
Huir lejos de la causa de tanto dolor… el sonido de la música junto al festejo de las personas que seguían felicitando a la verdadera pareja seguía escuchándose en su cabeza a pesar de ya estar considerables pisos más abajo. Le había costado menos tiempo el bajar que subir.
Sus manos temblaban y su boca seguía levemente abierta dejando entrar una que otra lágrima hirviendo… le costaba respirar… le costaba ver a través de toda la neblina que sus ojos eran. Sus temblorosas manos intentaron limpiarse las interminables lágrimas, el estar despistada por los últimos pasillos del edificio le hizo chocar con un desconocido.
-"Cara redonda? Que mierda te pasa por que-"-la lisura que iba a decir Bakugou se la trago de inmediato al ver el rostro quebrado de la castaña-"Oye… que fue lo que te-Oye! Uraraka espera!"-grito dejando las bebidas en el piso para tomar carrera en un intento de alcanzar a su compañera.
Sus piernas corrían a su máxima capacidad, el dolor que sentía era demasiado… que había pasado? Por qué había pasado? Como y cuando… la destrozada muchacha no podía responder ninguna de esas preguntas… ahora mismo lo único que quería era ir a casa… con sus padres.
Acurrucarse en sus brazos y llorar y llorar… lo había perdido… lo había perdido todo…
Me quema me lastima : (
Inspirado en 500 días con summer, adaptado por mí. Esto es como yo me imagino o me gustaría termine las cosas entre izuku y ochako, no porque odie a nuestra rol de canela… sino porque la paciencia no siempre es buena. Espero que haya sido de su agrado o mejor dicho… desdicha : ( creo que me salió una pequeña lagrima al escribir esto pero… MinaxIzuku me ayudo a continuar haha soy malvado lo sé, no me odien :´v.
-evolvelove.
