Summary:

Sasuke Uchiha jefe de la brigada de antinarcóticos de Konoha intenta desbaratar la red de narcotrafico más poderosa y extensa de la ciudad, pero no ha podido penetrar la barrera de protección que mantiene a estos narcos sin ser juzgados por la policía, el centro de operaciones es un club stripper, el club Akatsuki y Uchiha necesita a alguien que se infiltre en el lugar y le de la información que él necesita.

- sin duda Sakura Haruno es perfecta para el cargo, es tan odiosamente atractiva que no le negarán el trabajo en ese club - aconsejó Naruto.

- maldito el día en que acepté traerla - gritó Sasuke enojado - no puedo soportar la tensión sexual que me produce!

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- Señor Uchiha, usted está muy estresado - Sakura le quitó la corbata y comenzó a masajearle por los hombros - quizá es hora de que le demuestre lo que he aprendido en Akatsuki - le susurró de forma sugerente al oido

Hola :D empezando esta historia, ojalà les guste.. a leer:


- Sasuke, en serio creo que aquella chica es perfecta para infiltrarse y lograr ser la debilidad de ese hombre – Le decía un hombre rubio de ojos azules y empaquetado en una tenida de un pantalón de tela negro, una camisa blanca y una corbata azul, a su lado derecho se denotaba el espacio ocupado por su arma de servicio. Iban ambos camino de vuelta al departamento de antinarcóticos de la ciudad de Konoha.

- Naruto, me parece que para una misión así debemos utilizar a una policía, es realmente estúpido poner a una reclusa a realizar trabajo de policías – Le contestó Sasuke Uchiha, hombre de 25 años de edad, alto y tonificado, rasgos varoniles y hermosos, ojos y cabello negro, últimamente una eminencia en la policía por lo que tenía a su cargo desbaratar a la red más grande de narcotráfico presente en la ciudad, ésta era su prueba de fuego para consolidarse en su cargo, tal como lo había hecho hace años su padre, Fugaku Uchiha desbaratando una red de prostitución. – aparte, no entiendo tu afán por aquella muchacha – si bien Naruto era su mejor amigo y colega, el pelinegro era corto de genio, así que ya comenzaba a molestarse con tanta insistencia.

- Mi afán, lo dices como si fuera un capricho – Naruto se cruzó de brazos y le miró con mala cara – resulta que hemos enviado a tres policías a infiltrarse y ninguna ha logrado llegar más allá de la puerta del club. Ese tipo tiene a las mejores chicas de la ciudad, y aunque hemos enviado a colegas muy hermosas, ninguna ha sido del gusto de él, si esto sigue así terminaremos cerrando el caso cuando la ciudad entera sea adicta a las drogas y ese hombre tenga más dinero que los dueños de pozos petroleros.

- De pronto deberíamos pensar en otro plan – Sasuke bajó el vidrio del auto y se dejó refrescar por el viento. – esto me tiene estresado, necesitamos una solución pronta – si bien no estaba de acuerdo con la propuesta de su amigo, él también estaba consciente que todo esta red narco debería desbaratarse rápido, porque él estaba quedando como un estúpido holgazán ya que aún no resultaba nada de lo que había planeado con su equipo de policías.

- Sasuke por favor! – le pidió el rubio dándole un puñetazo suave en su hombro – déjame plantear la idea en el equipo y vemos que opinan, o déjame mostrarte bien el perfil de la chica – mientras Sasuke se sobaba el lugar en que su amigo le había golpeado, se encontraba meditando la idea que le daba Naruto, si bien su amigo nunca había sido la inteligencia bípeda, tenía como un sexto sentido, como aquel instinto femenino del cual se jactaban las mujeres para saber cuándo algo podía resultar y cuando no. Toda su vida lo había aconsejado respecto a las mujeres buenas y las arpías, y aunque nunca le hiciera mucho caso, su amigo nunca se había equivocado.

- Ok, mañana – le apuntó con su índice amenazándolo – quiero un informe completísimo de la chica, si lo aprobamos, tiene que comenzar luego.

- Qué bien! – le dijo Naruto dándole unas palmaditas esta vez suaves, en la espalda – me voy a bajar aquí, mañana ese informe va a estar de lujo. - Lo vio alejarse corriendo.

Agachada, gateando mientras limpiaba el suelo del baño se encontraba Sakura Haruno, llevaba reclusa un año en la cárcel poniente de mujeres de Konoha, hacía el aseo de las duchas todos los días para mantenerse alejada de las demás reclusas, y para tener algunos beneficios por su buena conducta. Estar ahí era tortuoso, las mujeres la odiaban, la odiaban tanto que hace 5 días la habían golpeado en todo su cuerpo, le decían que era muy bonita para estar ahí, asi que necesitaba verse más corriente, había agradecido que solo tenía el labio roto y el cuerpo lleno de hematomas, la vez anterior a esa golpiza había tenido un ojo morado por dos semanas.

- Haruno, tienes visita! – le gritó la gendarme desde la puerta del baño.

- Visita? – se puso de pie lentamente por el dolor que sentía, era extraño, ella no tenía familia ni amigos que pudieran visitarle. – debe haber un error… - la gendarme la interrumpió abruptamente.

- Que te pares y camines, te he dicho que tienes visita! – le gritó, le puso las esposas en sus muñecas y la llevó bruscamente a la sala de visitas. A Sakura le pareció extraño, la sala era cerrada, la miró detenidamente, un espejo al costado, una mesa en el centro y solo dos sillas, esa era una sala para interrogatorios.

- Buenos días – entró a la sala un Hombre alto, rubio, de sonrisa amable y aspecto bonachón la saludó como si ella fuera toda una dama y se sentó frente a ella revisó la carpeta que traía y leyó su nombre – Señorita Sakura Haruno – le estiró la mano para que ella la estrechara, pero la chica solo se le quedó mirando directamente a los ojos sin moverse – ok, me presento- se acomodó el nudo de la corbata, algo tenso – soy el prefecto Uzumaki, pertenezco a la brigada de antinarcóticos. - ella lo interrumpió.

- Yo ya fui a juicio y me dieron mi pena de precidio, a demás estoy rehabilitada y solo espero cumplir mi sentencia y salir de aquí, quiere dejarme más años encerrada?– la chica apoyó ambas manos juntas por las esposas de forma desesperada sobre la mesa, y con una mirada de temor que a Naruto de le dio lástima. Si bien el era policía y veía siempre caras de dolor de parte de los imputados, ella tenía una mirada de temor y un semblante tan puro y dañado que lo estremecía.

- La verdad vengo a ofrecerte libertad vigilada, y disminución de la pena – se mantuvo calmado para que ella viera la oferta como su gran oportunidad – solo, y solo sí, aceptas cooperar con mi unidad. – ella le quedó mirando extrañada al parecer pensando la propuesta.

- Cómo yo podría ayudar a un policía? – preguntó, con un claro tono de desconfianza.

- La verdad es que no solo ayudarías a mi unidad, sino también a la ciudad – ella le interrumpió ansiosa.

- Explíqueme bien, siga – le incitó interesada

- Hay en la ciudad un verdadero imperio de narcotráfico, llevamos un año tras ellos, hemos conseguido pruebas de su culpabilidad, pero no las suficientes para ponerlos tras las rejas. – la chica se había destensado y había apoyado su espalda en la silla – el centro de operaciones de la banda es un club nocturno striper, necesito algún infiltrado que pueda ser de espía y mantenerme informado de las transacciones y si hay más gente involucrada, tenemos la sospecha de que hay políticos y que esa sería la red de protección que no hemos podido atravesar. – ella abrió mucho los ojos y le quedó mirando – tu, serías una bailarina del lugar y a la vez, nuestra informante.

- Es bastante estúpido que un policía experimentado, con un cargo importante venga a ofrecerle a una reclusa el puesto de héroe de la investigación, por què no manda a alguna policía atractiva a hacer de stripper?, o acaso ellas no se rebajan a eso y usted se asegura con reclusas porque somos mujeres de mala vida? – le soltó la chica enojada y ofendida.

- Me estás malinterpretando – le dijo Naruto, haciendo con sus manos un gesto para que ella volviera la calma ya que se había levantado de la silla. – he venido a ofrecerte esto porque una gendarme me ha contado tu historia, el por qué de tu reclusión y lo buena que es tu conducta, lo que yo necesito es una persona fiel, inteligente, capaz y hermosa, y según lo que he visto, he comprobado que lo tienes todo, solo no tengo la certeza respecto a tu fidelidad.

- Entonces – ella se acercó a él quedándose prácticamente acostada sobre la mesa – me meto al club striper, consigo información, sirvo de espía, si esto funciona bien obtendré una rebaja en mi pena – Naruto asintió y se metió las manos a los bolsillos – qué va a pasar mientras esté trabajando en ese lugar, tendré que venir a dormir a la cárcel?, yo además no se bailar, y si pretende que también las haga de prostituta, yo no puedo aceptar.– preguntó con temor.

- No, dormirás en la unidad antinarcóticos, donde yo trabajo, vivirás ahí, con tu libertad total completa y absolutamente vigilada. Y no, el club tiene una política donde solo algunas chicas, por voluntad propia acceden a la prostitución– el le tendió una carpeta con el contrato donde estaban todas las condiciones ella se dispuso a leerlo.

- Si no cumplo con el silencio o intento escapar sumarás 10 años a mi pena? – preguntó molesta.

- Sí, debes cumplir todas las cláusulas del contrato, sino, el remedio será peor que la enfermedad – le advirtió de la forma más caballerosa y suave que pudo.

- Quiero hacer una petición especial – dijo ella, y por primera vez se vio algo tímida y agachó la mirada.

- Dimelo – le dijo Naruto impaciente, ella tenía el lápiz en la mano, sobre la zona donde firmaría el contrato, pero no lo hacía.

- Tengo una hermana pequeña, luego de que caí presa, quedó en un orfanato, quero saber dónde está y con quien. – él aceptó en una seña con su cabeza y ella firmó el papel. – cuando empieza todo esto? – le preguntó la chica. – es en serio que yo debo a prender para que me acepten en ese lugar… - bajó la vista con timidez.

- Ahora mismo, tenemos que irnos, te llevaré a la brigada, ahí debes tener la aprobación de mi equipo - se comenzó a rascar la nuca nervioso, ella le miró frunciendo el ceño.- allà veré quien te va a enseñar todo lo que debas saber…

- Qué pasa?

- Cuando estés allá debes ser totalmente creíble, para convencerlos de que eres la indicada, verás….. ellos no están muy…. Convencidos…. – ella le miró graciosa.

- Créame que entiendo que ningún policía estaría muy convencido de poner a una reclusa a servir de espía– dijo ella subiéndose a un auto con los vidrios polarizados, hace un año que no estaba en un auto así, solo había estado en furgones policiales.- pero le prometo que odio este lugar – dijo mirando en dirección a la cárcel – y que haría lo que fuera por salir de aquí lo antes posible, por lo tanto no quebrantaré ninguna cláusula del contrato, se lo prometo.

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El día en la brigada había comenzado temprano, más de lo normal, Sasuke se encontraba preparando todo en la sala de juntas, hoy era el gran día, Naruto iba a presentar a la chica, él se había encargado de todas las gestiones, ya la había sacado de la cárcel, le había hecho firmar su contrato y había redactado todas las condiciones que necesitaban para que en caso de ser aprobada la participación de la muchacha ella fuera una más del equipo. Por fin, hoy la conocería, y sabría si es que Naruto de verdad no mentía diciendo que la muchacha era tan atractiva que ese cerdo narco no podría negarle el trabajo de stripper.

Ya estaban todos sentados alrededor de la mesa, como siempre cada uno con su café humeante ante su rostro, conversaban entre ellos entretenidos. Sasuke estaba en el puesto de la cabecera, a su lado se encontraba Karin, frente a ella y a su derecha Shikamaru, al lado de él estaba Neji, y frente a él Sai, faltaba Naruto, que ahora haría su entrada triunfal con su joyita.

El chico rubio estaba completamente nervioso, estaba apostando todas sus cartas y poniendo toda su confianza en esa muchacha. Hinata, la encargada de caracterización de la brigada había dejado a Sakura como una princesa, si bien cuando la vió con la ropa de la cárcel igualmente le pareció atractiva ahora todo lo suyo estaba resaltado a un mil por ciento, ahora que la veía estaba más seguro de que sus compañeros nos podrían negarse a aceptarla, pero pensó que Karin quizá pondría trabas. Abrió la puerta de la sala de juntas, entró y saludó a sus colegas e hizo que la muchacha avanzara, apenas ella cruzó el umbral de la puerta Naruto quedó sorprendido por como ella cambiaba aquella timidez que tuvo en todo momento por una caminata segura, los miró a todos directamente a los ojos, para luego dirigirles una hermosa sonrisa muy coqueta, llevaba una vestido azul tubo que marcaba perfectamente su figura, si bien ella no era delgada, más bien tenía muchas curvas dadas por unos pechos grandes y un trasero firme, una cintura delgada adquiría protagonismo gracias a un cinturón negro que hacía juego con sus zapatos, al mirar desde el vestido a sus zapatos se lucían un par de piernas bien torneadas largas y blancas como la crema. Naruto se aclaró la garganta satisfecho al ver la expresión de los rostros de sus colegas al observar a su elegida.

- Compañeros, les presento a Sakura Haruno, a ella la he traído para proponerla como la mujer que se infiltrará en el club de Akatsuki

- Es ella la delincuente que elegiste? – le preguntó Karin poniéndose de pie y tomando un par de esposas, tomó con violencia la muñeca de Sakura para ponerle las esposas.

- Karin! – le gritó Uchiha, Sakura le quedó mirando con expectación, ese hombre se veía poderoso y frio, todo lo contrario a lo que proyectaba el señor Uzumaki con su mirada cálida y sus rasgos tiernos, al sentirse tan atacada como en sus peores tiempos la pelirrosa corrió con mucho temor a esconderse tras la espalda de Naruto y aferró su agarre al brazo de él como si de eso dependiera su vida. – deja a la chica y vuelve a sentarte. – ella le miró furiosa y se sentó a su lado.

- Sakura, ya está bien – le dijo Naruto y ella volvió a tomar posición frente a sus compañeros, le dio algo de pena la reacción de la chica que había mandado a las pailas la posición de mujer segura.

- Siempre actúas así cuando te asustas? – le preguntó el hombre pelinegro con aspecto de malvado que parecía burlarse.

- No señor – le dijo ella recuperando la seguridad y mirando a Sasuke fijamente a los ojos. – mi nombre es Sakura Haruno, el señor Uzumaki me ha dicho para qué y por qué me necesita, he aceptado, estoy de acuerdo y voy a cumplir las reglas, se lo aseguro, puedo ser más fiel que el mejor de sus perros y llevar a cabo el trabajo mejor que cualquier otra policía, le prometo tener tal control de ese hombre que usted se enterará de todo lo que él hace y piensa – La chica le dirigía una mirada intensa, llena de seguridad, y así como iba él estaba confiando en que ella cumpliría lo que estaba proponiendo.

- Sabes bien que debes ser una bailarina más en ese club? – le preguntó Karin con malicia.

- Sí, he estado de acuerdo con hacerlo mientras no tenga que prostituirme – le respondió ella – y no, no seré una bailarina más, voy a ser la mejor. – los policías la miraron y le devolvieron una sonrisa al ver la cara de enfado de Karin

- Y cuéntanos, por qué estás encerrada? – le Preguntó un policía de cabello castaño largo tomada por un tomate, tenía aspecto de aburrido pero al hacerle la pregunta se centró en ella.

- Robo en lugar habitado, con una pena de 3 años y 1 día – le dijo la muchacha tornándose rápidamente su rostro ruborizado y su mirada llena de vergüenza.

- Y la vamos a dejar aquí? – preguntó Karin espantada, se había puesto de pie, caminó hasta una silla próxima y tomó su cartera, volvió a sentarse dejando su cartera en su regazo – vamos a avisarles a todos para que dejen sus oficinas con llave y sus carteras a la vista supongo? – todos le quedaron mirando, pero nadie dijo nada, den cambio Naruto Uzumaki habló para defenderla.

- La señorita Haruno tiene un pasado más complejo de lo que tu pequeña mente puede llegar a imaginar, su delito, está algo justificado… - Sasuke interrumpió a su amigo.

- Naruto, sea como sea, la muchacha es una criminal, no nos interesa saber sus motivaciones, seguramente fue la droga – le dirigió a la chica una cruel mirada de desprecio – lo que necesito es que haga su trabajo bien. – dirigió un vistazo a Karin – ella ya fue juzgada y recibió su sentencia, no necesitamos darle un segundo castigo – miró a los demás esperando que alguno fuera a hacer algún reclamo pero ninguno lo hizo - Ok, vas a hacer algunos días de preparación mientras nosotros planeamos uno a uno nuestros movimientos y la próxima semana irás a pedir empleo en ese club – ella sonrió feliz, Sasuke la miró sorprendido, era extraño como ella pasaba de ser una mujer segura, sensual y desafiante a verse como una niña pequeña feliz por conseguir un capricho. Era hermosa, la combinación perfecta entre un rostro angelical y un semblante saludable y un cuerpo ardiente. Esta vez, se veía que tendrían más posibilidades de por fin entrar a ese club. Se puso de pie e iba saliendo cuando sintió un suave golpecito en su brazo hecho por un delgado dedo – muchas gracias por esta oportunidad señor Uchiha – le dijo Sakura con una sonrisa dulce.

- Esto no es por ti o para ti, tu beneficio es lo que menos me importa – y salió disparado hacia su oficina personal, debía ponerse a trabajar pronto en cuáles iban a ser las directrices a seguir luego de que la muchacha entrara a ese lugar.

- Está estresado – le dijo Naruto acercándole a la pelirrosa un vaso de café tibio – no es la simpatía misma, pero tampoco es tan desagradable – dijo en un tono que reflejaba que lo que decía el rubio no era tal, sino que él estaba acostumbrado a su amigo el Uchiha. – no te lo tomes a personal – dijo luego de ver como la mirada de la chica se dirigía directamente hacia el suelo.

- No lo hago, tampoco es como si yo esperara que un montón de policías trataran bien a una mujer como yo – le habló sin mirarle a los ojos y bebiendo su café, con un claro tono de tristeza.

- Cuando somos policías, no dejamos de ser personas, y eso es algo que ninguno de nosotros debe olvidar, no le hagas caso a Karin y sus habladurías, mira que tu seguramente serás la mar más útil que ella – apoyó su mano en la cica para darle apoyo y le sonrió, ella le devolvió la sonrisa

Sí, así será… - le aseguró ella y se puso de pie dispuesta a conocer las instalaciones de la brigada que se las mostraría la mujer de caracterización