Turba enfurecida: ¬¬
Ann (con las manos en alto): o.o…. ¡Puedo explicarlo TT¬TT!
Ro (con las manos en alto): ¡¿Por qué siempre terminó en esta situación?! ¡Yo no soy la que escribe TT¬TT!
Ann: Tú apoyo siempre me hace sentir especial ¬¬
Ro: Es un placer n¬n
Turba enfurecida: ¬¬XXXXX
Ann: Oh si o.o…Uh, verán, hace mucho (años en realidad xD) quise escribir un Fic Alfa/Beta/Omega, hasta que la inspiración vino a mi *¬*
Ro: Ann tiene escritos los primeros cinco capítulos así que publicara de manera regular y promete terminar sus otros Fics u.u
Ann: Hai n0n, así que…¿podrían bajar las armas TT¬TT?
Turba enfurecida: No ¬¬XXXXX
Ann: Respeto eso TT-TT
Ro: Se me duermen los brazos TT-TT
Transmisión interrumpida.
De acuerdo, gente este es un Fic raro e inverosímil u.u inspirado en Mulan xD. BeyBlade no nos pertenece bla, bla, bla, no ganamos ni un peso con esto, y bueno todas esas cosas que siempre toca repetir -.-
También es una situación inusual que no nos hace responsables de pérdida de neuronas oO. Homo fóbicos ¡HUYAN! YuriyxKai, luego no digan que no se los advertí u.u, Kai hace de uke.
UNIVERSO ALFA/BETA/OMEGA.
CAPITULO UNO: THE CHRONICLES OF LIFE AND DEATH (Good Charlotte)
Un mundo de Alfas y Omegas.
No hay nada más jodido que nacer en un mundo así, especialmente si naces del lado equivocado.
La ley de supervivencia y supremacía del más apto, son sólo sinónimos de los Alfas. Los Omegas no sólo tienen pocos derechos, sino que su opinión, voz y voto, se ven opacados por sus contrapartes más dominantes. Podían trabajar y ser tan funcionales como su pareja lo permitiera. En la infancia iban a escuelas diferentes. Incluso tomaban clases distintas. En la universidad era igual. Tenían carreras especiales para cada uno. Si un Alfa es medico/a , entonces el Omega seria el enfermero/a . Así funcionan las cosas, era el balance "natural".
También era la cosa más estúpida del mundo. Basura que vendían como golosinas. Un Alfa podría tomar carreras Omegas (si es que acaso, no le importaba la desaprobación y la vergüenza familiar) Pero nunca al revés.
Ni hablar de los deportes. Estaban fuera de la lista. Era cosa de Alfas. Un Omega no tiene permitido participar, aunque siendo honesto, no muchos sienten el deseo de competir. No estaba en su naturaleza, la mayoría prefiere centrarse en el arreglo de la casa y cuidar de los niños. Además, nadie se siente motivado cuando su olor no sólo puede atraer posibles violadores, sino que probablemente termine muerto apenas comiencen a pelearse por él/ella.
Por ley, si un Alfa ataca al Omega de otro Alfa, la pena es la muerta, pero si dicho Omega no tiene pareja no hay una penalidad. Ni siquiera si lo violan.
A sus 18 años, Kai Hiwatari sabía que si iba a nacer en este jodido mundo, al menos le hubiera gustado estar del lado ganador. Pero ahora que estaba al borde de un infarto, o sufrir de una aneurisma, sabía que era muy joven para este tipo de cosas. Él no sólo era un Omega, sino un blade luchador reconocido a nivel mundial como el segundo mejor. Si alguien alguna vez se diera cuenta que había mentido, falsificado documentos y tomado supresores para ocultar su aroma, entonces….
…bueno, no sabía lo que iba a suceder, porque nunca había escuchado de un caso semejante. Pero con tantas leyes rotas y el orgullo del mundo herido, imaginaba que el castigo iba a ser menos que placentero. Kai se debatía entre la pena de muerte, cárcel de por vida, o en el peor de los casos, unión por la fuerza. Como Omega que era, no podía hacer nada sin un Alfa lo reclamaba.
La unión es algo delicado, ocurre una sola vez en la vida. Dicen que cuando encuentras a tu compañero es un momento único y especial. Algunos lo comparan con encontrar a su alma gemela. Pero la unión por fuerza se hace con aquellos Alfas desequilibrados, que en algunos casos enloquecieron después de perder a sus Omegas. Es un castigo extremo. Escuchó solamente de un Omega que fue condenado luego de matar al Alfa, que mató a su compañero y luego lo violó.
Al parecer se suicidio apenas tuvo la oportunidad y no es como si pudiera culparlo. El mismo Hiwatari no quería una vida servicial, moriría si acaso terminaba encerrado en una casa. Según lo veía, mentir no era una apuesta arriesgada. Como Alfa tenía un mundo de posibilidades y libertad sin barreras (salvo por algunas leyes que prohibían meterse con el Omega de alguien, y lo básico que construye a una sociedad "civilizada")
Si el juez alguna vez le pregunta, no fue su idea. Vagamente se preguntó cuánto podía hundir a Boris y a Voltaire, y apelar a ser un indefenso Omega que siguió las órdenes de sus superiores.
Una sonrisa cínica, casi psicópata delineó sus labios al pensar en ello. Aunque sacudió el pensamiento, mientras una máscara de indiferencia cubrió sus facciones. Desde muy temprana edad comenzó a tomar supresores (que por cierto no son ilegales). Con su aroma Omega oculto, las personas sólo asumieron que era un Alfa. Él jamás dijo que lo era y eso también lo usaría en una corte.
Tal vez Boris y Voltaire esperaban que la abadía terminaría con el problema. Quizás incluso pensaron, que moriría. Lástima que el plan no salió como querían.
En Rusia las reglas son muy específicas, sólo Alfas entrenan en la abadía. Alfas hombres, ni siquiera a las mujeres se les permite jugar. Básicamente las normas varían de país en país, como es lo usual.
Luego del incidente de Black Dranzer y escapar del lugar. Su abuelo y el pedófilo enviaron matones tras matones, para deshacerse de él. Un Omega no ataca. No son sólo menos fuertes, si no que sus instintos más básicos los hace dóciles (salvo cuando protegen a sus bebes o sus parejas) Y aun con el medicamento, Kai a veces no se salva. Es como si algo estuviera arraigado tan adentro, que no encontraba la manera de desconectar el interruptor. Al menos todo cambio cuando creció. Mientras tanto, Dranzer cuido bien de él.
Su padre se lo dio, quizás como único acto de bondad para que se defendiera en ese mundo de mierda. Aunque cuando pensaba en ello, una sombra oscura cubría su rostro; fue igual que arrojarle una navaja, luego de haberlo empujado al tanque de tiburones.
En ese tiempo él no sabía usar un blade, mucho menos creía saber cómo defenderse. Pero ahora no era algo que importara, porque jamás volvió a saber del hombre. Dicen que murió, probablemente de vergüenza por el hijo Omega que mato a su amada en el parto. Tal vez su madre si lo hubiera querido. Estaba en su naturaleza Omega (a no ser que haya sido forzada, pero él prefería no pensar en ello) Los relatos de Voltaire, la describen como una mujer maravillosas. Siempre hubo un brillo de tristeza, cada vez que la mencionaba.
Cuando miraba a su pequeño nieto, no había nada más que un profundo fastidio y decepción. Cosas como "Podrías haber llegado a ser tanto si fueras un Alfa" y bla, bla, bla. Voltaire y Boris, lo dejaron en la abadía luego de hacerle tomar los supresores, porque aun cuando querían deshacerse de él, no podían permitir que nadie supiera que era un Omega. Kai todavía no sabe si fue por orgullo, o por las posibles implicaciones judiciales que tendría (una de las pocas que también acobija a los Omegas), después de todo, uno no puede estar matando personas por su fortuna.
El entrenamiento lo hizo fuerte, le ayudo a saber cómo defender y atacar. Dolió y estuvo al borde de la muerte y la locura. Esos estúpidos instintos lo iban a matar un día de esto. Por lo que tirado en su habitación y con sangre seca alrededor de la cabeza, se prometió que se haría más fuerte. Once años después, podía decir que había cumplido bastante bien su promesa. Obviamente engaño, mintió y en algunas ocasiones torturo y envió a alguien al hospital, pero eran detalles. Él había dejado de ser una persona resentida por la vida que le toco, y se concentró en vivir el momento.
Porque a pesar de todo ese retorcido asunto, y la maraña de trucos, engaños y mentiras, Kai se sentía orgulloso de lo que había conseguido. Había visto, conocido y experimentado tantas cosas, que ningún otro Omega jamás haría. Había momentos en los que pensaba que diría la BBA cuando se enterara que no era un Alfa. Omitiendo que desacreditarían todos sus logros como luchador, sus batallas, los torneos y cada pequeño efímero detalle, había un placer morboso al saber que era mejor que los demás.
Todos dirían, que fue gracias a su olor que desconcentro a sus contrincantes. Lo que básicamente no sólo era absurdo, sino que era una mentira descarada. Para eso son los supresores. Y aunque no los tomara, apenas alguien lo oliera habría una pelea para intentar reclamarlo.
Había dicho que la unión es un asunto delicado, pero eso no significa que no pueda acostarse con alguien sin compromiso previo o futuro. El problema quizás, es que en el calor del momento, el Alfa podía reclamarlo. Aunque, ser un Omega virgen es… difícil, lo hace codiciado y de alguna manera, importante. Por eso, a sus 18 años se estaba enloqueciendo. Su mente era un caos, y ni hablar de sus acciones.
—¡Argh!
Sin interés, alzó una mano y atrapó a Dranzer luego de haber golpeado a su oponente. El pobre muchacho salió volando. Ni siquiera le dio batalla como para calentar. Pero era hora de terminar el entrenamiento, así que no le importó demasiado. El tipo estaba vivo después de todo.
—Viejo, sólo es un novato —sonrió Bryan al acercarse.
—No quiero oír eso de alguien como tú —gruñó el bicolor cuando el ruso colocó un brazo sobre sus hombros, y lo haló más cerca.
—Yuriy quiere hablar con nosotros.
De los Blitzkrieg Boys, el pelilavanda fue con el que comenzó a llevarse mejor. Bryan era tosco y sus bromas normalmente terminaban con alguien herido o en el hospital, pero de alguna manera era gracioso. Fue el primero que dejó de tratarlo como el nieto de Voltaire.
En retrospectiva, no fue tan agradable como sonaba, ya que eso implicaba entrar en el rango de sus desquiciados planes.
Al principio fue incomodo que violara su espacio personal. Sus instintos Omegas se revolvían incómodos cada vez que lo tocaba, pero Kai era una criatura que se adecuaba a su entorno, por lo que terminó acostumbrándose. Además, los Alfas no buscas otros Alfas de manera romántica, ni siquiera sexual, porque no son compatibles. Son agresivos y competitivos. Sin mencionar que el aroma de un Omega es la cosa más exquisita que puede existir, es como un afrodisiaco (O eso ha oído)
El bicolor creé entender el sentimiento si lo compara con el olor de un Alfa. Pero no puede opinar demasiado del asunto, porque los que ha olido lo hacen sentir seguro (de una manera completamente fraternal y platónica) o lo ponen alerta. Bryan por ejemplo, es agradable. Un amigo.
—Hey Yuriy —saludo el pelilavanda y Kai alzó la mirada, para ver al resto del equipo ruso caminar hacia ellos— ¿Para qué nos necesitas?
—Hay un torneo…
Antes de llegar a su lado, el pelirrojo se detuvo y olfateó el aire. Hiwatari casi palidece, incluso se tensó por lo que Bryan lo miró con curiosidad.
—¿Qué es? —preguntó Ian tras imitar a su capitán.
—¿Un Omega? —dudo Ivanov.
—Eso no es posible —dijo Spencer al buscar el aroma.
Es muy posible. En la distancia, un par de blade luchadores también lo sintieron, por lo que comenzaron a pelear para establecer su dominio. El que ganara, se quedaba con el Omega.
—¡Hey, sepárense! —ordenó Ian.
Mientras intentan poner orden, Kai se deslizó por un lado sin ser visto. Su corazón latía como loco, mientras corrió por los pasillos que tan bien conocía. A sus 18 años, estaba enloqueciendo. No comenzó de golpe, a los 14 años los supresores dejaron de hacer efecto. Por eso comenzó a tomar tres pastas al día, a los 16 fueron cuatro y ahora con 18, seis no son suficientes.
El efecto se perdía cada vez con mayor rapidez. El motivo además de ser mortificante, era un poco incómodo. No había tenido su primer calor. La medicina lo inhibe y ahora su cuerpo responde a sus instintos naturales. Unos que se empeñaba en esconder.
Una vez en fuera de la abadía, el viento golpeó su cara. Ahí respiró con fuerza ante ese paisaje lleno de nieve y árboles. Presuroso, sacó un sobre de pastillas que siempre lleva en el bolsillo en caso de necesitarlo. Era la quinta del día. Medicamente no era muy recomendable ni saludable.
Aunque no es como si pudiera evitarlo.
—Hn.
Mientras el viento sopló, Kai dio un largo parpadeo, antes de centrarse en la nada con aire ausente. No había traído la chaqueta consigo. Un detalle tonto y sin importancia, pero que de alguna manera le recordó que había sido descuidado de alguna manera.
Con el corazón palpitando cada vez más despacio. Puede decir que el medicamente lo calma. Una parte suya odia tomarlo, pero es la única cosa que lo separa de una vida limitada, a una libertad inimaginable.
Lo preocupante es lo rápido que se estaba quedando sin supresores. Normalmente podía comprar una o dos cajas sin problemas (con disfraz, identificación falsa si la pedían, y una orden medica alterada). Pero ahora debe infiltrarse en las farmacias durante las noches, para tomar lo que necesita. Desde hace mucho tiempo lo hace, pues cuando sale de viaje o va a entrenar al exterior, es recomendable tener una o dos cajas de más.
Kai no es estúpido ni avaricioso; no podía "tomar" todos los supresores que necesitaba, o alguien sospecharía que los estaba robando. Solamente toma unos cuantos, para poder cubrirlo entre el margen de perdida que tiene toda compañía.
No iba a decir que no resulta agotador, porque debe ir a varios lugares para poder abastecerse hasta quedar contento. Sin mencionar que irrumpir en un lugar no es tan fácil como suena y ser arrestado por algo tan estúpido, no está dentro de sus planes.
—Nh.
Con un suspiro, arrugó las cejas en un gracioso gesto de concentración. En realidad lo que lo está enloqueciendo no es el uso excesivo de medicina, o su calor. Aunque el problema quedo en el aire, cuando giró sobre los talones para volver. Sorprendido, encontró a Yuriy Ivanov a pocos pasos. El ruso parecía buscar algo, ya que miró a todos lados con algo de confusión en los ojos.
Kai se tensó de inmediato, mientras algo muy parecido al pánico lo invadió; ignoraba si los supresores han hecho efecto. Así que de manera inconsciente, dio un paso hacia atrás como si eso hiciera una diferencia. Tan pronto como el Alfa lo olfateara iba a ser su fin. En especial si se trataba del jodido capitán ruso.
Pero así como un chiste cruel, con el primer paso hacia atrás, Yuriy lo busca como si apenas se diera cuenta que estaba cerca. Había algo a lo que no podía ponerle nombre. Terminó ahí por algún impulso del que no era consiente, ni tampoco tuvo tiempo de analizar. Suficiente tenía con que la abadía se hubiera vuelto loca intentando encontrar a un Omega.
Dejando de lado esos instintos de mierda, las personas eran extrañas, algo locas si tuviera la oportunidad de encontrar una palabra para describirlas. No es inusual que los Omegas busquen prospectos fuertes que puedan cuidarlos. Por lo que una o dos personas a veces se cuelan en la abadía, en un intento por "seducir" a los Blade luchadores. Si alguno de ellos quedaba atrapado en un "nudo" (como se llama a la unión durante el sexo), entonces estarían atascados de por vida con el Omega. Aunque obviamente tendrían que dejar de la abadía, porque esto no es un albergue. Es un centro de enteramiento que no acepta Omegas.
Eso no significaba que no pudieran salir y "divertirse". Pero nada de uniones, estaban prohibidas. Eso los distraería.
—¿Tuvieron suerte? —preguntó Kai sin ninguna emoción en la voz, mientras el pelirrojo resopló cansado.
—No.
Curioso, Hiwatari se relajó sólo cuando el otro se llevó una mano a la nuca para aflojar la tensión. Imaginaba que lidiar con un grupo de muchachos con las hormonas alborotadas, no es sencillo, pero vagamente se preguntó porque Ivanov no estaba con ellos. Eso es peculiar. Yuriy es un poco idiota y la mayor parte del tiempo lo saca de quicio, pero es peculiar al fin y al cabo.
—Ya que los demás están…ocupados (a falta de una mejor palabra) .El anuncio que iba a hacer es sobre un torneo en Japón.
Ante los ojos de los demás, el bicolor lucía tan serio como siempre. Pero Yuriy notó ese "algo", que hizo brillar su mirada. Casi parecía contento.
—No vamos a ir.
—¿Qué? ¿Por qué no? —reclamó Kai.
Él es la única persona que se atreve a contradecirlo. Los demás rusos nunca lo hacen. Si tenían un desacuerdo y Yuriy no cedía, lo dejaban hacer lo que quisiera. El pelirrojo rara vez usaba su posición de ser el Alfa más fuerte, pero quizás es porque eso que los otros lo permiten. Claro que el Alfa más fuerte no era él, era Kai (cuando se dieran cuenta de la verdad, iba a ser una historia muy graciosa de contar algún día)
Para ser un Omega, Hiwatari era bastante inusual. Gracias a su entrenamiento se atrevía a contradecir y enfrentar a sus contrapartes, aun cuando sus instintos más primitivos le indicaban que debía agachar la cabeza. Era difícil de ignorar la urgencia que lo invadía, pero bendita sea su terquedad. No se doblegaría ante nadie.
—Es un torneo amistoso, no significa nada en el rating —señaló Yuriy con los brazos cruzados.
—Significa batallar con Blade luchadores profesionales.
—No tenemos dinero.
—Pídeselo a la BBA.
—No nos lo darán por un torneo amistoso, ¿Acaso estas escuchando? —dijo con un tono duro en la voz— .No tendremos puntos en el rating.
—Eres el jodido capitán. Exígeles que te den el dinero.
Era una manera muy graciosa de expresar una idea. Sólo debía ir y amenazarlos. Así de fácil.
—No vamos a ir —repitió Yuriy con el ceño fruncido.
Aun cuando estaban discutiendo, no alzaron la voz. Bastaba con el tono duro y demandante, que le exigía al contrario retroceder. Molesto, el bicolor afiló la mirada, dio un paso al frente y chasqueó la lengua.
—Eres un idiota —concluyó ante de alejarse.
No le dio tiempo a Yuriy de responder. Sólo se fue. Era tan extraño e inusual como siempre. No es como si el ruso creyera que todo se resumía expandir su dominio como el macho Alfa. Pero Hiwatari era…extraño. Diferente a lo que se espera. Aunque no es algo que pudiera explicar.
Además, ¿Qué pasa con su olor? Él no debería oler así. Los demás no parecían notarlo y no es algo que pueda comentar. Nadie va por la vida oliendo a otro Alfa, es como un tabú. Y no es como si él lo estuviera haciendo, es sólo que…esperen, ¿Por qué se quedó solo en la nieve?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
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Al otro lado de la abadía, Kai azotó la puerta de su habitación antes de pasearse por el lugar como un león enjaulado. Yuriy siempre lo saca de quicio, ¿Por qué demonios no quiere ir a preguntarle a la BBA por el dinero? ¡No pierde nada!
—Hn.
Así de rápido como surgió su enojo, igual se disipó cuando dejó de caminar. Estaba siendo algo injusto con Ivanov, parte de su mal humor era debido a sus propias razones egoístas. Entendía que un torneo amistoso no representa un reto; la mayoría de blade luchadores no quiere desgastarse antes del torneo mundial, por lo que las peleas suelen ser flojas y faltas de poder. Pero para Kai, ir a Japón implica tener más supresores. Hiro le ayudaría a conseguirlos.
Cansado suspiró, antes de sentarse en el suelo junto a la cama. Ahí apoyó la cabeza contra el colchón, y miró hacia arriba.
Tenía escondida su medicina en una baldosa falsa, bajo la cama. Podía ser algo cliché, pero nadie mira debajo de las camas y a no ser que alguien se parara encima, tampoco se daría cuenta que podía quitarla. Aun así, alguien le ha estado robado los supresores. No sabía quién lo descubrió, lo único que sabía es que le quedan tres cajas que cubrían dos semanas, o una y media, dependiendo del ritmo alarmante con las que se está tomando últimamente.
Si alguien lo confrontaba, podía decir que los supresores no son suyos sino de un Omega al que está ayudando, porque no tiene el dinero para comprarlos. Nadie dudaría de su palabra, además ni siquiera es contra la ley. De hecho muchos pensarían que tiene una pareja y la medicina es para mantener a cualquier rival alejado. La teoría tiene sentido, su equipo ya pensaba que la razón por la que desaparece en las noches, es para estar con su Omega. Algo que ha desmentido, pero no funciona.
Obviamente, es mejor que crean eso y no que sospechen del verdadero motivo. Pero esto es diferente. No sólo alguien entró a su habitación y revolvió sus cosas, sino que se llevó sus supresores. La pregunta es por qué dejar tres cajas.
El ladrón sabía lo que estaba buscando, ya que no se llevó nada más. Lo que desconoce y le preocupa, es si lo descubrió como Omega o al igual que los demás, asume que tiene una pareja. Si para este punto nadie ha venido a arrestarlo, debía ser lo segundo. Pero ese espacio en blanco no le gustaba.
Podía ser que no quería que su "pareja Omega" se quedara sin ellos, por lo que dejó las tres cajas. Aunque, la vida con Boris le enseñó que los ladrones no siempre tienen un objetivo tan simple. A veces sólo quieren verlo retorcerse en angustia.
No saber con cuál de los dos extremos está tratando, lo estaba enloqueciendo. Lo único que sabía es que tiene que ir a Japón. No iba a abandonar a los rusos, de hecho no tenía que decirles que se iba de viaje, simplemente que iría a entrenar por unos días, quizás semanas.
—Hn.
Con un suspiro se puso de pie. No había tiempo que perder, debía encontrar a Ivanov y decirle que se iba. Después de todo, no podía sólo desaparecer. No esta vez.
Sin otra cosa en su mente, salió y chocó contra alguien. Yuriy lucia igual de descolocado por la situación, en especial por el roce fantasmal entre ambos. Incluso la diferencia de estaturas y esa falsa y efímera docilidad, lo congelaron en su puesto, mientras que inconscientemente buscó su aroma. El escaso espacio lo hizo más intenso, por lo que cuando se sintió casi aturdido, afiló la mirada, gruñó molesto y dio un paso hacia atrás
Kai se quedó en blanco, una vez su mente dejó de funcionar ante la presencia de su capitán. El leve calor y el aroma que de repente lo golpearon, fueron tan extraños que por un momento pensó que iban a pelear (no sabe porque lo piensa, pero lo hace)
Cuando el pelirrojo le da espacio y lo fulmina con la mirada. Hiwatari lo asocia con la invasión a su espacio personal; aunque esto no ha sido precisamente su culpa. ¿Cómo iba a saber que estaba del otro lado?
—Vamos a ir al torneo —informa con seriedad y sin ninguna emoción en la voz— .Intenta no saltar de alegría Hiwatari.
Eso fue… extrañamente rápido.
Kai parpadeó en incomprensión, porque pensó que había un montón de impedimentos, por los que no podían ir al torneo. Vagamente se pregunta cuál es el verdadero motivo por el que no quiere ir. Aunque no es como si importara ahora, no cuando una leve sonrisa curva sus labios. Yuriy rodó los ojos y se odia por ser capaz de reconocer los pequeños cambios en su rostro.
—No eres tan estúpido como pensé —comentó Kai con mordaz desenvoltura, al burlarse de él.
—¿Quieres quedarte?— amenazó sin real interés, mientras Hiwatari cierra la puerta para apoyarse en ella.
—Que susceptible —masculló— ¿La BBA aceptó pagar los pasajes?
El pelirrojo se encoge de hombros, y hace un gesto desdeñoso cuando chasquea la lengua. Kai ha aprendido, que hace eso cuando algo le parece molesto.
—No estaban precisamente felices.
—¿Supongo que fueron tus poderes de persuasión los que los hicieron cambiar de opinión?
—¿Qué puedo decir? Es un don.
Hay un tono ligero en su voz, por lo que Yuriy no puede evitar imitar a Kai cuando lo ve sonreír. Cada vez se hace más fácil hablar. Quizás porque con el pasar de los años se han vuelto más maduros. Aunque eso no significa que no puedan encontrar la manera de iniciar una discusión; lo hacen tan rápido como chasquear los dedos.
—Uh, nos iremos en dos días.
Con sus palabras, la sonrisa del bicolor desaparece gradualmente. El ruso sintió algo incómodo con ser el causante de eso, pero empujó el pensamiento a distancia.
—De acuerdo —respondió Kai antes de alejarse sin mirar atrás.
Inseguro, al principio juega con su celular en la mano, hasta que le envía un texto a Tyson avisándole que iría a visitarlo. Es un poco precipitado, por lo que de nuevo se preguntó porque Yuriy tardo tanto en avisarles.
—"¡Qué bien *¬*!" —escribió Kinomiya— "Oh viejo, va a ser tan divertido. Ray y Max también vienen n-n"
Oh.
Eso no lo sabía. Si el equipo estadounidense está invitado, entonces Judy estaría con ellos. La mujer era una de las pocas personas que conoce su situación. Desde entonces, actúa como una madre sobreprotectora. Y ni hablar de sus amigos.
Los antiguos Blade Breakers se enterraron cuando eran niños; con todo el asunto de Boris y Black Dranzer. Al principio el pánico lo invadió, pero ellos se encargaron de disipar la angustia y lo hicieron sentir cómodo y protegido. No fue tan difícil, en realidad fue extrañamente sencillo permitir que por primera vez en su vida, alguien más supiera su secreto.
Quizás hubo un desacuerdo con el uso de los supresores, pero es un tema que ya no se toca. Por eso adora ir a Japón, aunque jamás lo diría en voz alta. Extraña la alegría caótica y desenfrenada de la casa de Tyson. Pero sobre todo, extrañaba a sus Alfas (en un sentido completamente fraternal, claro está)
Cuando eran niños, los idiotas lo trataron como una cosa frágil, hasta que recibieron un golpe y una derrota en batalla, que los hizo entender que no era débil. Desde entonces, los chicos lo han dejado ser. Aunque eso no impedía, que de vez en cuando lo abrazaran cuando creían que otro Alfa representaba una amenaza. Era gracioso de alguna manera. Así debía sentirse tener hermanos mayores, tener una familiar. Con una leve sonrisa, salió de la abadía. La emoción de ver a sus amigos no se mostró en su rostro, sino en la manera como Dranzer se movió.
CONTINUARA:
Ann: Taran \(*¬*)/ .Soy feliz como lombriz que se ha comido una perdiz xDDDD
Ro: Ann lleva años intentando escribir esto, y finalmente se armó de valor para subirlo xDDD
Ann: ¡Wiiiiiiiii O(*¬*)O!
Ro: xD. En verdad esperamos que les haya gustado y sean amables. Ann pronto actualizara sus otros Fics n.n. Antes de irnos, le rogamos a la Turba Enfurecida que dejen de repartir volantes u¬uUUU
Ann (Rincón oscuro): Su campaña publicitaria es extrañamente fuerte TT¬TT
Oks, por el momento nos despedimos n-n. Como saben el Fanfiction está colocando los anónimos como Guest oO, así que no sabemos quienes escriben. Por favor coloquen sus nicknames para poder responderles adecuadamente n—n.
De acuerdo como hay una estúpida norma en el FanFiction que impide contestar los Reviewer en el Fic ¬¬XXX, lo hare en mi profile n-n.
Para llegar al profile sólo tienen que ir a la parte superior donde dice Autor: Ann Saotomo. Bueno, ya saben PERSONAS ENCANTADORES QUE SE TOMARON LA MOLESTIA EN ESCRIBIRME VALLAN A MI PROFILE PARA VER SUS RESPUESTAS n-n
NOTA: QUIENES ESTAN REGISTRADOS EN EL FANFICTION, LES ENVIE LAS RESPUESTAS A SUS RESPECTIVAS CUENTAS oO, SI ALGUIEN NO LA RECIBIÓ POR FAVOR AVISAR! (Aunque si tienen bloqueada la opción para enviar mensajes o.o, entonces lo pongo en mi profil)
Para dejarme un Reviewer escriben dentro del rectángulo que está aquí abajo n.n, no hay necesidad de estar registrado en el Fanfiction para hacerlo u.u, o si prefieren me escriben a mis e-mails los cuales encontraran en mi Profile.
Se despiden:
Ann (happy dance): ¡Fic nuevo ヘ(°¬°ヘ) (ノ°¬°)ノヘ(°¬°ヘ) (ノ°¬°)ノ!
Ro (happy dance): ¡Yay ~(°¬°)~!
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