Disclamer: Todos los personajes de esta historia le pertenecen a J.K. Rowling.
Capitulo 1: Donde todo comenzó
El día estaba soleado aunque eso era normal ya que se encontraban a finales de la primavera y principios del verano. Eso le gustaba mucho a una chica de ojos color miel, quien se encontraba ya sin deberes, por fin los había acabado, a diferencia de sus amigos quienes aún seguían muy ajetreados con ellos.
- Les dije chicos que aprovecharan sus horas libres.-dijo en tono acusador.
- Ya lo sabemos Hermione.-contesto Ron molesto. Sabemos que debimos de hacerte caso ¿verdad Harry?-pregunto dirigiéndose hacía su amigo.
Este asintió apoyando su afirmación.
- Aunque si nos ayudaras podríamos acabar más pronto Hermione.-opino el moreno de anteojos.
- Lo siento Harry pero tengo que hacer algunas cosas.-dijo tomando algunos libros.
- ¡¿Qué? ¿Más tarea?-pregunto incrédulo el pelirrojo.
- Claro que no Ron.-contesto ofendida. Iré a tomar mi clase particular ¿O qué? ¿Acaso ya no recuerdan?-pregunto la castaña mirándolos muy seria.
- ¡Ahhh! Esa clase.-dijo Ron con una mueca que claramente reflejaba el desconcierto, la cual cambio rápidamente para que su amiga no se diera cuenta de ello. Claro que nos acordamos.- sonrió nervioso.
- Eso es bueno porque ya los iba a matar si no lo hacían, siempre les hablo acerca de ella.- se detuvo para después agregar. Pero bueno ya tengo que irme, nos vemos más tarde chicos.-dijo despidiéndose.
La gryffindor salió de la biblioteca dejando a sus amigos mirándose extrañados.
- ¿Qué clase es Ron?-pregunto el moreno volteando a verlo.
- No lo se.- respondió encogiéndose de hombros. Lo dije porque no iba a arriesgar nuestro pellejo Harry, la verdad no quisiera ver como reaccionaria si le hubiéramos dicho que no sabíamos.- dijo temeroso.
Harry rió ante esta última frase. Era muy cómico el miedo que le tenía su amigo Ron a Hermione aunque si era sincero con él mismo probablemente hubiera hecho lo mismo, ver a la castaña molesta no era nada grato, así que estaba feliz porque el pelirrojo haya salvado "el pellejo" de los dos.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Por su parte la gryffindor se dirigía a su clase particular que había tomado unas semanas antes, la cual consistía en aprender hechizos algo avanzados para su edad, su profesora era Minerva McGonagall y como era de esperarse no podía darse el lujo de llegar tarde ya que uno de los detalles que más contaban para la profesora es la puntualidad ante todo.
Iba tan deprisa a su clase que no se percato que más adelante había un pequeño charco de agua, paso tan rápido sobre él que resbalo y cayo sin poder evitarlo provocando que todas las personas que se encontraban por ahí voltearan hacia ese lugar, debido al ruido tan estrepitoso que se escucho. Al ver en la posición que había caído todos se echaron a reír, haciendo que la chica se ruborizara tanto que su rostro pasó de estar pálido a rojo en un instante al mismo tiempo en que se hacia escuchar una voz muy conocida por ella pero nada agradable.
- ¿Qué te paso Granger? ¿Te caíste? – pregunto un chico de ojos color gris intenso con voz burlona.
Al ver que la chica hacia caso omiso a sus preguntas prosiguió con las siguientes:
- Pero ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no te levantas? ¿Acaso estas tomando la temperatura del piso?- pregunto de nuevo burlándose.
- No, estaba esperando que un idiota me lo preguntara para poder hacerlo.-contesto mirándolo con odio.
Algunos de los presentes soltaron unas risitas ante esta contestación. En cambio el slytherin la miro con desprecio pero la castaña hizo caso omiso de su reacción y empezó a levantar sus cosas, para su mala suerte el permagimo en el cual llevaba la tarea para su clase estaba arruinado provocando que se dibujara en ella una mueca de fastidio.
El chico por su parte no iba a dejar que este acontecimiento pasara tan rápido, no, tenia que sacarle mucho más provecho del que llevaba hasta ahora.
- Yo te iba avisar Granger pero fue tan rápida tu caída que no me dio tiempo.-dijo de pronto volviéndose a reír.
- Draco tiene razón Granger, no nos diste tiempo.-comento Blaise uniéndosele a su amigo.
Hermione de nuevo hizo caso omiso, término de recoger sus cosas aunque todavía le faltaban algunas hojas, se centro en las que tenía y pronuncio:
- ¡Reparo!
Provocando que sus apuntes volvieron a estar intactos.
- Te queremos dar las gracias sangre sucia, nos has hecho pasar un buen rato.-dijo Draco todavía riéndose.
La castaña iba a protestar cuando de pronto se abrió una de las puertas del salón dejando salir la silueta de la Profesora McGonagall.
- ¿Qué pasa aquí? –quiso saber volteando a ver a todos. Pero…-se detuvo al ver el estado de la gryffindor. Srita. Granger ¿Qué le ha pasado?
- Me resbale Profesora, había agua tirada en el pasillo y como venia tan rápido a su clase no me percate de ella y paso esto.-contesto seria señalándose a si misma.
- Ya lo veo.-dijo al mismo tiempo en que volteo a ver al slytherin, pudiéndose dar cuenta de que se estaba burlando. ¿De que se ríe Sr. Malfoy?-le pregunto pero antes de que contestara, la Profesora se le adelanto. ¡Ayúdela! –exclamo señalando algunas hojas que aún permanecían en el suelo.
De pronto la sonrisa del chico se desvaneció.
- No me corresponde a mí hacerlo Profesora.-contesto arrastrando las palabras.
- No me importa si le corresponde a usted o no Sr. Malfoy, usted haga lo que le digo o le bajo 100 puntos a Slytherin.-dijo cortante.
- ¡Usted no puede hacer eso!-exclamó molesto.
- Claro que puedo, ahora haga lo que le digo.-ordenó.
Al rubio no le quedo más remedio que hacerlo, tuvo que agacharse y recoger las hojas enfrente de todos para después entregárselas a la chica aunque se las dio de mala gana.
- Muy bien Sr. Malfoy. Ahora Srita. Granger haga el favor de pasar al salón.-dijo dirigiéndose a la chica.
Esta obedeció sin perder tiempo aunque antes de entrar volteo a ver al slytherin con una gran sonrisa triunfante en sus labios, lo que provoco el enojo de él.
- ¡Maldita Sangre Sucia! Te juro que me las va a pagar.-comento enojado arrastrando las palabras con un tono de odio en ellas.
Ya en la Oficina de la Profesora McGonagall Hermione se puso a repasar algunos libros para tener más información acerca de las clases anteriores y expandir su conocimiento.
- Hoy Srita. Granger.- empezó a hablar la profesora. Le enseñare un nuevo hechizo pero antes tiene que entender que no puede usarlo en cualquier momento, tiene que ser cuando de verdad lo necesite ¿esta claro?-quiso saber.
- Si Profesora.
- Bueno empecemos. El hechizo que hoy aprenderá se le conoce como "desaparecius" queconsiste, como su nombre lo indica, en desaparecer algo o a alguien. Este hechizo es muy potente, necesita mucha concentración, ya que si lo llegara a utilizar tiene que ser muy cuidadosa, no debe de estar enfadada porque eso no le permitiría concentrarse provocando que la cosa o persona aparezca en otro lugar diferente del que pensó con anterioridad.
La gryffindor escuchaba atenta la información que le estaba proporcionando la Hechicera aunque si era sincera con cada cosa que le decía le daban más y más ganas de utilizarlo ya.
- Bueno ya habiéndole dicho lo importante, el hechizo funciona de la siguiente manera: Usted piensa en algún lugar donde quiera que vaya la persona o cosa a quien se lo realiza, por ejemplo usted piensa en el Mundo Muggle, lanza el hechizo y la persona o cosa aparece repentinamente en el lugar que usted decidió, en este caso, en el Mundo Muggle.
- ¡Vaya! –exclamo asombrada Hermione.
- Pero tiene que saber que solo lo puede usar en momentos en los que se encuentre en peligro, en ninguna otra situación es permitido ¿entendido Srita. Granger?-pregunto mirándola por arriba de los anteojos.
- Si Profesora, tenga por seguro que así lo haré.-contesto con una gran sonrisa.
- Bueno si es así, empiece a practicar, mande esta pluma al pasillo.-ordeno señalando el objeto.
La gryffindor en los primeros intentos falló, la pluma siempre aparecía en otros lugares de la habitación, en una de las tantas ocasiones apareció en la cabeza de la Profesora, eso le causo mucha risa a la chica pero no lo dio a conocer porque sabía el carácter que tenía Minerva Mcgonagall.
Después de intentarlo tanto, por fin lo realizó correctamente, mandando la pluma al pasillo provocando que una gran alegría la embargara haciéndola que saltara de emoción.
- ¡Ehhh! Oh, si, oh, si, oh yeah –exclamó al mismo tiempo que hacia un estupido baile de celebración.
La profesora volteo a mirarla extrañada, su mueca demostraba que pensaba que su alumna se había vuelto loca.
- ¿Le pasa algo Srita. Granger?-pregunto confundida.
- No… yo… yo lo siento Profesora, solo me emocione.- respondió algo apenada.
- Bueno.-suspiró. Es todo por hoy, lo ha hecho muy bien Srita. Granger.-comentó felicitándola.
- Muchas Gracias Profesora. Hasta la próxima clase.-se despidió.
Para después pasar a tomar sus libros y salir de la Oficina. Al hacerlo se dio cuenta de que ya estaba oscureciendo, se había tardado mucho más en la clase de hoy que en todas las que llevaba aunque eso no le extrañaba para nada ya que el hechizo de hoy si que había estado algo complicado.
Iba caminando por el pasillo hacia su sala común cuando de pronto un niño de primer año llamo su atención.
- Disculpe Prefecta.-dijo algo temeroso.
- Si dime.- contesto la castaña volteándose a verlo, al hacerlo inmediatamente lo reconoció, ese niño había estado presente cuando accidentalmente resbalo hace ya algunas horas.
- Yo… eh… yo había querido decirle algo desde el incidente pero me dio miedo que el Sr. Malfoy me escuchara, es por eso que he esperado hasta que usted saliera de su clase.-comento algo apenado.
- ¿Y que es lo que quieres decirme?-le pregunto tiernamente.
- Bueno yo… quería decirle que… yo vi cuando el Sr. Zabini le dijo al Sr. Malfoy que usted venía… después el Sr. Malfoy tiro el agua donde… donde usted se resbalo.- respondió por fin.
Hermione al escuchar tal confesión no pudo evitar que una gran ira se apoderara de ella ¿Cómo no lo había pensado antes? Ya que ¿Quién podría dejar esa agua más que él? Se maldijo a si misma por haber sido tan ingenua y pensar que solo había sido un "accidente".
- Te agradezco que me lo dijeras pequeño, ten por seguro que nadie se va a enterar que fuiste tú, así que no temas.-le dijo con cariño.
Pero el niño hizo caso omiso y sin que lo previese la chica salió corriendo dejándola completamente sola.
- ¡Maldito Malfoy!-exclamo para si misma. Pero me las vas a pagar, te lo juro, solo deja que te encuentre.-pensó la castaña.
Rápidamente se puso a buscar al rubio por todo el castillo, tenia que encontrarlo para enseñarle que no tenia ningún derecho de meterse con ella además ya lo había soportado lo suficiente y ese pequeño incidente había sido la gota que había derramado el vaso, no podía dejarlo pasar, simplemente no debía.
No sabia cuanto tiempo había estado buscándolo pero no lo encontraba por ningún lado de pronto se acordó que el slytherin tenía una muy buena relación con el Profesor Snape así que probablemente estaba con él, en el salón de Pociones. Sin perder tiempo se dirigió a paso apresurado hacia aquel lugar y como lo había previsto ahí se encontraba sentado en uno de los bancos despreocupadamente mientras hojeaba un libro del cual notablemente le provocaba una enorme satisfacción ya que no dejaba de reírse.
- ¡Maldita sabandija!-exclamo apuntándolo con la varita.
El chico que no se había dado cuenta de su llegada se levanto asustado ante esta exclamación.
- Pero… ¿Qué? ¿Qué te pasa Granger?-pregunto sin comprender la conducta de la gryffindor.
- ¡¿Qué me pasa?-exclamo enojada. Me pasa que ya se que fuiste tú quien tiro esa agua en el pasillo y por eso me resbale.-contesto con odio.
- ¡Ah! Eso.-comento tranquilizándose. Si fui yo ¿algún problema?-pregunto de manera altanera.
- Si y mucho para ti.- respondió sin bajar la varita.
- ¿Así? Y ¿Qué me vas a hacer? ¿Transformarme en algo o qué?-pregunto de nuevo riéndose.
- Algo mucho mejor.-se detuvo, sonrió maliciosamente para después agregar. ¿Sabes? La profesora me acaba de enseñar un nuevo hechizo y me encargo que practicara… tal vez puedo hacerlo contigo, no me costaría nada.-comento amenazándolo.
- Claro que si, me imagino que la profesora te habrá dicho que no lo podías usar con otras personas…-iba a continuar pero fue interrumpido por la castaña.
- Tienes razón, me dijo que no lo usara con personas pero no hablo nada de no realizarlo en contra de sabandijas.-dijo arrastrando las palabras.
- Te conozco Granger y yo se que no lo vas a usar conmigo.-comento seguro de si mismo aunque más bien parecía que la estaba retando.
- No me conoces Malfoy.-el tono de su voz fue elevándose cada vez más. Estoy pensando seriamente en utilizarlo contigo.-dijo con odio.
- No te atrevas.-la amenazó.
- ¿Acaso tienes miedo Malfoy?-pregunto con sorna.
- ¿Miedo? ¿De ti? Por favor Granger no me hagas reír…-se detuvo. Además ya me hiciste reír lo suficiente hace algunas horas.-se volvió burlo.
- ¡Eres un imbécil!-exclamó furiosa.
- Seré un imbécil pero tú eres una ¡Sangre Sucia inmunda!-exclamó también enojado.
Hermione al escuchar tal insulto fue lo único que le basto para usarlo, no supo porque lo hizo ya que no era la primera vez que la llamaba de esa forma pero estaba tan enojada que no pensó en las consecuencias.
- ¡Desaparecius! – pronunció la castaña.
- ¡Protego! – contrarresto el rubio, quien había sacado la varita antes de que la chica dijera el hechizo.
El cual salió disparado pero no en dirección hacia Hermione, si no que fue a parar hacia un espejo que se encontraba a un lado de ellos provocando que el hechizo rebotara y salieron dos luces de el, una fue directamente hacia la castaña, quien con el golpe soltó su varita y la otra le fue a dar al rubio exactamente en el rostro, a quien le sucedió exactamente lo mismo, desapareciendo los dos del salón de pociones.
Pasaron algunos segundos antes de que Hermione se levantara, poco a poco su cabeza fue adquiriendo conciencia ya que se encontraba atontada por el golpe del hechizo pero algo no estaba bien ya que sentía que el sol le daba directamente a la cara y ella recordaba que en Hogwarts era de noche. Lentamente fue abriendo sus ojos, lo primero que miro fue a Draco quien también intentaba levantarse pero al igual que ella se encontraba algo atontado.
Cuando cada uno de los dos se fue recuperando a su manera, voltearon a ver a su alrededor, pudiéndose percatar que a su lado habían muchos arboles, palmeras, arena y agua. En ese instante Hermione lo supo, volteo angustiada hacia donde estaba el rubio, quien se encontraba desconcertado mirando hacia un lado y otro, sin saber que hacer.
- ¿Dónde estamos? – fue lo único que alcanzó a escuchar la gryffinfor.
Continuara…
Notas de la Autora:
¿Qué les pareció? ¿Les gusto? Por que a mi si. Bueno aquí estoy con otra historia diferente, espero que les haya gustado. Quiero que sepan que esta historia ya la subí con anterioridad pero le estoy agregando nuevos capítulos haber como queda jajaja xD
¡Dejen Reviews!
Nos vemos en mi próxima actualización.
Cuídense.
Actualización: Lo más pronto posible
NOTA:
Lean mis otras historias:
.: Ella es mi único amor :. [One-shot]
.: Una Nueva Oportunidad para Amar :. [Terminada]
Besos.
Bye.
