Francesco cerró sus ojos por unos segundos, respirando lentamente.
Ah, sí. Estar con Lovinare de esa forma era un tanto inusual pero no por ello era algo que odiara, al contrario; Francesco estaba encantado. Sentir el pequeño cuerpo de su pareja y darle un poco de su propio calor era calmante. ¿Debía darle un pequeño beso en la frente? Lovinare no lo estaba pidiendo y después de aquella acalorada sesión de besos le iría a reclamar.
Su mano izquierda acarició un poco el cabello de Nare antes de apartar su flequillo y depositar un beso en su frente. Lovinare abrió sus ojos para verlo.
Estaba muy cansado, incluso con la poca luz que había, podía verle el rostro.
Lovinare subió el sonido de sus audífonos y se apegó más a Fran, aprovechando su cercanía para subir una pierna en él.
¿Eso estaba bien? Incluso ahora donde se estaban comportando como pareja, Francesco todavía tenía en cuenta que seguían estando separados. Todavía tenía en mente que Lovinare quizás no lo quería y que sólo le estaba usando para su beneficio sin embargo, tampoco pensaba que eso era tan malo.
Estaba con él. Por el momento eso era suficiente.
Lovinare le besó en los labios antes de volver a esconder su rostro en su torso. Era lindo. Era demasiado lindo. ¿Qué había hecho para merecerlo? Ah, realmente ni siquiera lo merecía.
El hecho de que ya estuvieran en buenos términos después de abandonarlos y quizás ocasionar que Lovinare fuera un desastre como la primera vez que lo dejó, era un milagro.
Su mano pasó del cabello a la espalda, con cuidado, con suavidad. Si Lovinare no tuviera su rostro enterrado en su pecho, probablemente le acariciaría la mejilla con el pulgar.
Nare le jaló la camisa un par de veces y, oh. Cierto.
Esa era la seña para que cambiara a otro vídeo ASMR.
