La idea de este fic es tener historias independientes entre sí, tratando de abarcar como fue que en algún momento lo que pasaba en Europa repercutía del otro lado del charco. No espero que los capítulos sean largos, aun así estará en parodia, ya que no planeo darles fechas exactas a los capítulos. El primer capítulo iba dedica a la ayuda otorgada a EUA para su independencia, pero termine este antes así que…

Lo siento mucho, pero varios personajes no seran del Fandom LH, por otra parte América y Canada seguiran siendo los mismos (no podria ser de otra manera) Espero poder hacer un capitulo para cada país del cantinente.

Disclaimer: Hetalia Axis Power es propiedad de Himaruya Hidekaz. Los errores son míos.


Causis Pro Eis

Capitulo 1: El intermedio del fin.

Personajes: Francia, OC de México, Perú y Venezuela. (Mención de España, EUA y Haití)

Ambientación: Los inicios de la Época Napoleónica.

— Entonces… ¿Qué haces aquí? — La pregunta hecha por aquel muchacho que no pasaría los quince años, fue inmediata.

— Oh, pequeño, ¿Por qué mas será? ¡¿Por negocios simplemente?! — contesto el hombre mayor con un tono cantarín.

Silencio.

Que fue utilizado por el primero, para voltear a ver al resto de los ocupantes de la mesa, mientras tomaban el té afuera. A su derecha un chico con el que compartía su mismo tono de cabello y tez, con excepción de sus ojos y a su izquierda una chica muy linda, de rasgos pardos.

Y al igual que ellos pudo darse cuenta de que esa explicación no se le hacía muy coherente.

Para Nueva España la llegada de la nación europea, fue una gran sorpresa, no en si el hecho, sino mas bien…

— Aja, lo que digas y a todo esto ¿Dónde esta España? — La pregunta hecha por su hermana, que también era colonia, lo saco de su trance. Y de paso lanzo la duda que el también tenía.

Francia por su parte no parecía inmutado por la forma grosera en la que hablo la colonia, tan solo siguió dándole sorbos a su té otro par de veces

— Nuestro querido Espagne, no se encuentra ahora muy bien. Pero me pidió que les dijera que se comportaran, mientras el arreglaba unas cuantas escaramuzas —

Mentira. Mil veces mentira. España ni siquiera sabía que estaba aquí y de saberlo tal vez no le hiciera gracia.

Pero mantener las apariencias era lo que dictaba la norma. Sin mencionar que las tres colonias delante suya, no parecían estar al tanto de lo que pasaba en Europa.

— ¿Le paso algo malo? — Aquel tono de voz con tintes de preocupación por parte del otro chico (Perú), enterneció a la nación gala, así como confirmo sus sospechas sobre la información.

— No realmente…pero las cosas en Europa, están subiendo de tono — contesto vagamente el rubio.

— Y en parte tiene que ver contigo ¿verdad? — Francia para entonces había detenido el movimiento de su cuchara sobre su té y arqueo una ceja.

Tal vez las noticias no llegaban tan tarde como creyó.

— España no sabe que estas aquí — Hablo la colonia de Nueva España entrecerrando los ojos con recelo.

La afirmación conmociono a las otras colonias; Perú y Venezuela. Ambos ya se encontraban ahí desde hacia unas semanas; el primero por negocios y la otra de colada.

— Calma pequeños. Ciertamente España no sabe que vine de visita por aquí, pero no vi nada de malo en hacerle un favor y echarles un vistazo. — Esa explicación no era del todo mentira, pero tampoco cierta.

Pero era bastante explicación viniendo de una nación a unas colonias, que no eran suyas.

— Y como ya viste que estamos bien, supongo que te irás mañana a primera hora — opino Venezuela como no queriendo la cosa.

Pues dejando a un lado la preocupación por el estado de España, estaba también su preocupación por su propio bienestar y la falta de atención que podrían tener si las cosas se complicaran para su nación-madre (padre).

Ya les había pasado unas cuantas veces, pero esta situación no parecía más de lo mismo. De era mas preocupante.

Francia por su parte pensó en lo malcriados que se habían vuelto estas colonias en manos de España.

Pero al menos seguían siendo sus colonias. No como el que ya había perdido a una, en manos inglesas.

Y Saint Domingue quería jugar a ser independiente. Frunció el ceño un poco, cosa que los menores notaron. — En efecto, tengo que llegar rápido al lugar del encuentro. Y estar aquí me quito tiempo —

'Pues vete de aqui'. Fue el pensamiento conjunto de Venezuela y Nueva España.

— ¿Los negocios que mencionaste son en nuestros territorios? — Perú creyó que era momento de aliviar la pequeña tensión que se sentía y cambio de conversación.

Francia acepto de buen agrado el cambio de tema pero aun así, no tenía la obligación de decirles toda la acción. — Oh no, al menos no del todo. Mis negocios están en La Luisiana —

Omitió adrede las palabras; Estados Unidos e Independencia.

Ya tenían suficiente con un emancipado (aunque el mismo ayudo), no había necesidad de meterles esa idea también al resto de colonias de este lado del mundo.

Ya haría entrar en razón a Saint Domingue también.

— El territorio que España te volvió a ceder — hablo conociendo del tema Nueva España. No era extraño, el mencionado lugar estaba junto a él. Y por un breve tiempo quedo bajo su jurisdicción.

— Sí, ese lugar — asintió Francia, aunque a la frase le hacía falta la palabra "no tuvo opción". Pero esa versión se le hacía mucho mejor en este momento.

Dos días después se marcho y Francia tuvo que felicitarse a sí mismo, por la venta de La Luisiana al pequeño Estados Unidos.

Cierto, el monto era pequeño en comparación de la gran extensión territorial vendida. Pero era mejor venderla a que el hooligan de Inglaterra se la intentara quedar.

Sin mencionar que la expresión de la nación más joven, al saber el alcance de la negociación, no tuvo precio.