El pensadero-Tequila

El despertador marcaba las ocho, por lo que la pequeña Hannah se levantó de un salto de su cama y corrió a la habitacion de sus padres. Con cuidado abrió la puerta y se adentró de puntitas para luego saltar encima de la cama. Lo que no esperaba era que su papá estuviese esperándola, por lo que apenas cayó en el colchón una sabana la envolvió. Al rato los tres estaban riendo. Sus papás la saludaron con un "¡Feliz Cumpleaños, princesa!" y su mamá se calzó las pantuflas para ir a preparar el desayuno.
Mientras desayunaban (desayuno especial de cumpleaños), se escuchó un chillido. Su madre abrió la ventana para dar paso a las dos lechuzas. Su padre tomó el diario que llevaba la primera y depositó un knut en la bolsita. Pero Hannah miraba la otra lechuza conteniendo la respiración. Vacilante, agarró la carta. Su mamá la miraba sonriente mientras que su papá la incitaba a abrir la carta. Un gritito de alegría salió de los labios de la onceañera. Oficialmente, era ahora estudiante de Hogwarts.
Su mamá depositó un beso en su cabeza y le dió su regalo. Como sabía que a su niña le gustaban los cuentos, era la recopilación versión especial de los cuentos de Beedle el Bardo.

En la tarde luego de que sus amigas la hubieran visitado, Hannah corrió hacia donde estaba su mamá: el momento habia llegado. Juntas se dirigieron a las escaleras que daban al ático, y , tomándose de las manos, se sambulleron en el pensadero de madera que allí había.
De entre la niebla, se empezó a dibujar el contorno del interior del Caldero Chorreante. Enfrente a la barra, había una chica de unos 17 añoslimpiando con un trapo que controlaba con la varita, al ritmo de la música que sonaba en ese momento: Tequila de "The Champs". Algo anticuada, pero muy "bailable".
Cuando terminó de limpiar, soltó el trapo, guardó la varita y siguió bailando. En ese momento, la puerta se abrió y un adolescente de la misma edad que la chica, pasó de largo a madre e hija, sin verlas y se dirigió a la barra. Hannah cayó en la cuenta de que aquellos chicos eran sus papás.

El señor Abbott joven sonrió al ver a la rubia bailando la canción a todo trapo, tan perdida en su mundo, que sin resistirlo, la agarró de la cintura y se puso a bailar con ella.

Años más tarde, luego de la Gran Guerra, Hannah recordaría esa memoria, al sonar la misma canción un día en su trabajo en el Caldero Chorreante, donde ayudaba al viejo Tom a llevar su negocio; una sensación de deja-vu la recorrió cuando sintió entrar a una persona al bar, mientras la canción la inclinaba a bailar. Esa persona la tomó de la cintura, como años atrás había hecho otra pareja y siguieron bailando, al ritmo de la canción Tequila de "The Champs"

Para Gui! En el foro DDNT, reto continuo.