adkaksjakjskd lo que puedo decir es… asgdhagdh ¡FANFIC DE DEVIL MAY CRY! /
BUSCANDO UN TRABAJO.
Cierta chica, se encontraba en cierta sala, hablando con cierto hombre sobre cierto tema de trabajo. Una sala rodeada de diplomas y trofeos con más de una planta decorando el lugar, hacia el lugar acogedor, pero para la chica de brillantes ojos verdosos le producía un escalofrió por toda la espalda; no era la primera vez que se encontraba allí y no tenía miedo de ese lugar, a lo que verdad le temía era las palabras que cierto hombre siempre le decía. Mientras que cierto hombre se encontraba observando detenidamente el papel sobre el escritorio, repasando con su vista cada palabra escrita allí, conservando su ceño fruncido y su seriedad de siempre.
- ¿Y… tengo el trabajo?- pronuncio la chica cabizbaja esperando las palabras de siempre.
El hombre aparto la vista del papel para luego frotar su barbilla y observar a la chica. Los segundos se hacían eternos para la chica, siempre era lo mismo, estar en la misma sala con el mismo hombre para que él le dijera "Lo siento, pero no tienes el trabajo".
-Pero esta vez hice el curso de cocina y lo aprobé. ¿No era eso lo que necesitaba para trabajar aquí?- dijo la chica intentando sonar lo más seria posible, pero era casi imposible, la mirada del hombre le hacía gracia- lo siento abuelo, pero esto nunca se me da bien- comentó la chica soltando una risilla por toda la sala.
-No me vengas con eso querida nieta- dijo el hombre- estas aquí para buscar trabajo y yo te lo puedo dar, pero…
-pero…- repitió la chica esperando las mismas palabras que su abuelo siempre dice. El hombre canoso tomo aire y pronuncio:
-¡No eres buena en la cocina!- le recrimino el mayor- ¡todos mis años e intentado enseñarte a cocinar, pero eres peor que tu abuela en ello! La cocina es un arte, pero en ti es un completo crimen. Eres mi nieta y te quiero mucho, ¡pero mientras yo viva no permitiré que toques una de mis cocinas!
-¡Pero abuelo, ese papel muestra que ya pase mi curso de cocina!, si tú me dejaras mostr…-la chica no termino de hablar cuando el mayor le tomo la palabra.
-¡no se qué clase de brujería hiciste para pasar ese curso!- grito el hombre- ¡nunca te dejare tocar una cocina… ni siquiera una cuchara!- levantando el objeto mencionado.
-¡ABUELO!- grito la chica intentando tranquilizar al mayor que estaba a punto de darle un soponcio- si no quieres que cocine en tu restaurant, que tal si hago los postres- comento con una sonrisa inocente.
-No- dijo secamente el abuelo
-¿Ni siquiera vas a dejar que te muestre lo que aprendí en la clase de cocina?-dijo la chica con un puchero
-no- dijo nuevamente el hombre mayor mirándola de reojo.
-¿Por favor?- pidió la chica con la cara más triste que pudo.
-No, no, no, no- repitió el señor intentando no mirarla- nada de caritas, porque no funciona conmigo- cruzando los brazos - está bien, pero uno que no involucre fuego, ni aceite, ni salsa de champiñones, pan, sangre , galletas de chocolates, jugo de naranja, cebollas, caramelo , morrón, pimienta, comino, sandias, pollo,…
La lista siguió y siguió, la chica de ojos azules estaba a punto de quedarse dormida hasta que la lista termino en ostiones.
-abuelo ¿ya puedo ir a cocinar?- menciono la chica pestañeando lentamente
-dios por favor que la cocina no explote o que ninguna persona salga herida con los cuchillos- rogo el señor- ve a la cocina, yo te sigo después- dijo sacando del escritorio unos santos y un rosario
-¿abuelo porque no te hiciste cura?- cuestiono la chica rascándose la cabeza y caminando hacia la salida
Llego a la cocina y se encontró con Danny, el chef estrella del restaurant, quien al momento de verla se fue hacia una esquina hecho bolita.
-Por favor, por favor que no se refale con el cuchillo de pan, me pusieron diez puntos, por favor- rogo el muchacho
-Igual me da gusto de verte Danny-dijo la chica dándole caso omiso a los ruegos del chef rubio.
La chica se acerco a la despensa y miro los ingredientes.
-¿Que ingrediente dijo mi abuelo que no podía ocupar?-susurro la chica- mmmm… que importa sacare lo que necesite.
Saco unas frutillas, salsas, cremas, batidora, hielo, entre otras cosas y las coloco sobre la mesa.
-¡No!- grito el abuelo, haciendo una entrada estilo "tipo hable ahora o calle para siempre"
-¡Aaahh!- grito la chica botando el cuchillo para cortar las frutillas, produciendo que varios cocineros fueran a la esquina donde estaba Danny- ¿¡ABUELO QUE TE PASA!?
-¡TE DIJE QUE NADA DE HIELO DE INGREDIENTES!- regaño el abuelo
-¡SI TE COLOCAS ASI!, será mejor que salgas de la cocina y me dejes a mi preparar lo que iba a hacer- dijo la chica recogiendo el cuchillo y señalando a los cocineros- ustedes también pueden salir.
No lo dudaron ni un segundo y todos salieron de la cocina, hasta algunos salieron del restaurant. El abuelo les pidió a los comensales que se retiraran y coloco en la puerta "Cerrado, mi nieta está cocinando".
Pasaron unos 10 minutos y el abuelo se decidió a entrar a la cocina, no tan solo le preocupaba su local, también le preocupaba su nieta, estaba bien que tomara clases de karate, pero era… ¿cuál era la palabra correcta para describirla? "TORPE". Desde el momento que la vio supo que era torpe, suena cruel que el dijera eso, pero era la verdad. Torpe era su sinónimo, pero él la quería igual, no le importaba que cada vez que se metiera en su cocina todo el local se prendiera fuego o alguien saliera herido, ya que sabía que su nieta a la vez de torpe era segura, si se proponía a algo tenía que cumplirlo. Y su meta en este momento de su vida era trabajar en su restaurant, pero era muy difícil, miles de veces practico y miles de veces Danny salió herido. Pero era un sueño difícil de cumplir, y él quería que lo cumpliera, a la vez que no. Sonaba egoísta, pero era la verdad, su nieta no tenía el don de la cocina de su familia.
Al entrar se percató que la chica estaba repleta de harina, era un empolvado de pies a cabeza.
-Abuelo… ya termine-dijo la muchacha señalando el objeto que estaba en la mesa.
-Querida es lo mas…-dijo el hombre, pensando en lo más bonito que podría decir- es lo más lindo que has hecho- dijo el hombre frunciendo el ceño-¿es un helado de frutilla?
-sí, quieres probarlo- menciona la chica ofreciéndole una cucharada del helado.
-NO gracias, estoy lleno- dijo el adulto abriendo mucho los ojos de susto al ver que la cuchara estaba cerca de su boca.
-vamos abuelo no debe estar tan mal- recrimino la castaña - en la escuela me quedaba mejor, de verdad ¿no quieres?
El hombre se la quedo mirando, estaba tan feliz comiendo ese helado. Hace seis meses le había dicho que ingresaría a una escuela de cocina y que no iba a salir de allí hasta que se especializara en un plato.
-hija… este es tu ¿plato estrella?
-así es, fue el único que me salió bien… luego de aprenderlo, deje de asistir a la clase- intentando nuevamente que su abuelo probara su "plato"- que no sabe mal, vamos abuelo, no es como mis otros platos.
El adulto miro detenidamente la sustancia sobre la cuchara, la examino una vez y la volvió a examinar.
-Tiene buen cuerpo, la textura se ve grandiosa, quizá pruebe un poco- agarro la cuchara, estaba a punto de comerla, cuando un destello fugaz se poso en su mente- ¡NO CREERE ESTA BRUJERIA!
-¡pero abuelo!- dijo la chica con las manos en la cadera
-La última vez que probé una platillo hecho por ti, me tuvieron que hacer un lavado de estomago.
-Abuelo…
-hija, entiéndelo, con todo mi alma quisiera que trabajaras aquí, pero no sabes cocinar- dijo el mayor posando sus manos en los hombros de la joven- me duele decirlo, aunque este postre que hiciste ahora me tienta a probarlo, todo tiene una explicación. ¡BRUJERIA! Si eso es, cuando fuiste a esa clase te enseñaron cosas.
-¿pero qué cosas?
-Cosas
-Abuelo…- la joven rodo los ojos ante lo mencionado
-o quizás… encontraste algo chamanico, magia blanca, porque no creo que ocupes magia negra, ¿o sí? No lo creo…- se separo de la joven y la observo de pies a cabeza- ¡¿QUIÉN ERES TU Y QUE HAS HECHO CON MI NIETA?!
-¡Abuelo!- grito la chica que agarro la cuchara con el helado y se la metió en la boca al mayor- ¿Y qué te parece?
El adulto trago lentamente el postre y sus ojos se iluminaron. Se sintió como en las nubes para luego subirse a un poni rosado y bajar por un arcoíris mientras que enanitos le lanzaban puré de papas. Un hermoso sueño para el abuelo de la castaña.
-Puuuré….-dijo el mayor cerrando los ojos dejando confundida a la chica- digo esta delicioso. El mejor helado que he probado. No lo puedo creer, no lo puedo creer...
El hombre salió de la cocina rápidamente, seguido por la chica que no sabía que estaba haciendo su abuelo. El hombre se paró en seco en medio de salón e hizo que llamaran a los demás que estaban afuera rezando para que no explotara el lugar. Cuando todos se encontraban en el salón sentados y bien calladitos, el mayor de todos los miro a todos y tomo a su nieta y se las enseño a todos sus trabajadores.
-esta chica de aquí, mi nieta querida, hoy 17 de abril a las… ¿Qué horas son si se podría saber?
-Son las 16:38 señor- dijo rápidamente Danny
-Gracias Danny, hoy 17 de abril a las 16:38-prosiguio el mayor
-son las 16:39 ahora- le corrigió Danny
-ok gracias, Danny… a las 16:39, mi nieta me ha enseñado un mundo que no creí conocer con ella- todos los presentes hasta su nieta le miraron muy confundidos- esperen déjenme continuar. Mi nieta hoy 17 de abril, a hizo un postre que me a echo abrir los ojos. He visto su realidad y puedo decir… que es muy dulce. El helado de frutilla que preparo ha sido ¡el mejor que he probado en mi vida! … Querida ¿nos harías el favor de prepara mas para que todos prueben tu maravilla?- le sonrió el abuelo.
Todos los presentes miraron a la chica con miedo, el temor se sentía en toda la sala. Esperaron el momento de probar el pequeño postre hecho por la chica, todos tragaron lentamente y tomaron la cuchara. Un valiente que se encontraba en la sala pronuncio sus últimas palabras.
-Señores ha sido un placer cocinar con ustedes- parándose de su asiento y mirando a sus camaradas- han sido mis mejores años con ustedes, pero si voy a morir aquí, quiero pedirles un favor… no me dejen morir solo… a la cuenta de tres probamos el helado ¿Qué me dicen?
Todos asistieron y contaron:
-1…2…
- no esta tan mal – pronuncio Danny raspando el vaso que ya poseía la sustancia del terror- está muy rico el helado de frutilla, pero prefiero el de chocolate.
Todos se sorprendieron por las palabras del rubio que pedía más helado.
-3…- como si nada había pasado, todos metieron la cuchara en su boca y… vieron un mundo hermoso y desconocido. Quedando atónitos y mirando al infinito y más allá.
-mmmm… esta riquísimo- dijo Danny acercándose a la chica – quizá algún día de estos vienes a mi casa, y me ensañas la receta, ya sabes tú y yo… solos.
El abuelo que estaba cerca de los jóvenes, escupió el té de limón que se había preparado y fue directo donde Danny.
-¿Así qué quieres clases particulares con mi nieta?- un aura oscura rodeaba al hombre de edad mirando al muchacho directo a los ojos.
-Tan solo para que me enseñe, nada más señor, se lo juro – pronuncio rápidamente el chico mientras se alejaba del dueño del restaurant
-Aquí va a ver sangre-dijo la chica mientras se sentaba y miraba la escena de su abuelo haciéndole una suplex al rubio. Luego de muchas llaves realizas por el hombre mayor para tranquilizarse, regreso donde su querida nieta.
- abuelo ¿Por qué no fuiste luchador de la WWE? Te hubiera ido muy bien- comento la castaña mientras seguía tomando un jugo de piña
-Jeje, no querida, mis huesos ya no están para esas cosas- explico el mayor mirando al cadáver, digo, el cuerpo muy adolorido de Danny con odio- cambiando el tema; hija… ahora que lo recuerdo tu tío, el hombre de ¡oh mírenme uso traje todo el día!, ¿él no tenía un local donde se hacían de estos postres?, ya sabes ese local de comida rápida donde en vez de helado se llaman sundaes ¿algo así?
-ahora que lo dices… - pensó la joven- mi tío tiene un local en una ciudad al sur. Yo podría trabajar allí con él y ganaría dinero para comprarme lo que quisiera- sonrió la chica- esa era tu idea ¿verdad, abuelo?
-Claro que no, lo que yo pensaba era que te ensañara mas recetas como el helado de frutilla, pero tu idea no está mal- respondió el mayor- entonces te tienes que preparar, mañana iras a buscar trabajo a nuevas tierras.
- Si abuelo, gracias por intentar cumplir mi sueño- dijo la chica abrazándolo.
-querida, eso quiere decir que no te veré mas- el hombre lloro en el hombro de la chica- está bien, es por tu felicidad- dijo orgulloso al final.
-A veces pienso que eres bipolar abuelo- comento la joven separándose de él.
A LA MAÑANA SIGUIENTE
-documentos, celular, maletas, mochila, comida para el viaje, dinero… ¿Qué más te falta querida?- dijo su abuelo que inspeccionaba todas las cosas que llevaría su querida nieta.
- Un beso de tú parte y ya estoy lista- sonrió la joven.
El mayor le devolvió la sonrisa junto con un abrazo, su pequeña ya estaba toda preparada.
-Adiós, querida- pronuncio lentamente el abuelo mientras se despedía con la mano de su nieta que ya tomaba el tren para su nueva vida.
La chica se arreglo en el asiento, sin despegar la vista del lugar donde se encontraba su abuelo se despidió nuevamente. Cuando la vista era reemplazada por arboles y cerros, la joven cerró los ojos y decidió colarse los audífonos. Sería un largo camino…
-¡DANTE!- gritó cierta joven de ojos bicolor empujando la puerta del ya conocido Devil May Cry.
El mencionado se encontraba saliendo del baño, con toalla en el pelo y torso desnudo al encuentro de la pelinegra, la miro sin importancia y se dirigió a su escritorio, sentándose con los pies sobre de él y con revista en mano, espero las míticas palabras.
-Lady para que tanto escándalo, si tanto querías verme tan solo…
-¡SHH!- le calló la pelinegra-¡hace más de dos semanas que no me pagas!- Dante solo bostezo- Morrison me dijo que tus ultimas pagas fueron muy benévolas.
-Je,je ,je… te lo resumiré… siete pizzas tamaño familiar….
-Dante, déjate ya de juegos- la pelinegra ya estaba enojada- tienes que trabajar y tus deudas van en aumento- la pelinegra se acercó al escritorio y le lanzó varias cartas- hace unos minutos el cartero me entregó TÚ correo… y todas son deudas.
Con el énfasis en el tú, Dante tomó las cartas y las analizó. Se sorprendió de una, mejor dicho panfleto.
-Lo siento Lady, tengo que irme- dijo Dante lo más apresurado, subiendo las escalas para terminar de vestirse-si te vas, deja el local cerrado- Dante ya se encontraba en la puerta colocándose su gabardina y saliendo casi corriendo de su local.
A lady casi le da un tic, sintiéndose sola y dejada a llevar grito con todas sus fuerzas
-¡DANTE!
Cuando iba a ser el día que actuara como un hombre maduro. Como es que una simple oferta de pizza fuera más importante que ella.
-Agh, demonios Dante- Lady decidió irse, dejando el local abierto- No le haría caso a un inmaduro.
Mientras que Dante se encontraba a trote limpio por las calles, intentando llegar lo antes posible a Freddy por su promo de "llegue antes de que el local este abierto y gane asistencia a domicilio o pizza gratis". El restaurant se enonctraba a una cuadra, estaba a punto de llegar cuando un completo desconocido se le adelanta y se posiciona delante de la puerta esperando que el dueño cambiara el letrero de cerrado por abierto
les gusto: 3
perdón las faltas de ortografía ... (soy nueva en esto de los fanfic y la saga de Devil may Cry es una de mis AP)
