Naruto y sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto y a la Shonen Jump o a cualquiera que mantenga los derechos de autoría a esta altura de juego. Esto es solo un trabajo de ficción creado por un fan de la obra original el cual no quedo del todo satisfecho con su resolución.
Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.
¡Hola chicos y chicas! Gracias por tomarte el tiempo en leer mi fic, me motive a escribir esta historia luego de terminar la obra maestra que fue Harry Potter and the Methods of Rationality (Harry Potter y los métodos de la racionalidad) escrita por Eliezer Yudkowsky, si aún no lo has leído no sé qué está haciendo aquí, enserio, sal de esta porquería de fic y ve a leer esa preciosidad, te cambiara la vida. Creo que un usuario llamado Rhaidot está traduciendo la historia, lo cual es un arduo trabajo y debes estar muy agradecido con él si no sabes ingles suficiente para leer el original.
¡Bien! Ahora que has vuelto luego de leer los 122 capítulos de la otra historia, continuemos, me motive a escribir este fic luego de ver el ejemplo de un protagonista que utilizaba su cerebro para superar las adversidades que se le presentaban y pensé que sería interesante aplicar la misma fórmula a la obra de Kishimoto.
Este fic es un relato de ciencia ficción, el cual toma datos, información e hipótesis de teorías científicas reales pero las diverge a voluntad para crear una historia fantástica. No se recomienda tomar ningún hecho expuesto en la historia como verídico no importando cuan autentico parezca.
Capitulo I.
Lo que fue, lo que es y lo que pudo ser.
"¡De veras!"
Iruka quedó pasmado ante la revelación de su peor estudiante. Saber que Naruto fuera tan ingenuo como para caer en las mentiras de Mizuki era de hecho liberador y horrorizaste al mismo tiempo.
Por un lado mostraba la desesperación y anhelo del pequeño por poder convertirse en ninja a tal punto de realizar una hazaña tan impresionante como violar la seguridad que protegía el pergamino y hurtarlo, ¿Como un individuo con tales habilidades se desempeña de forma tan desastrosa en sus evaluaciones? era todo un misterio para Iruka.
Por otro lado el hecho de que Naruto fuese manipulado, lo exoneraba de cualquier reprimenda que el consejo de ancianos quisieran imponerle, el pobre niño ya tenía demasiados enemigos sin haber hecho nada, denles una razón de peso y lo destrozarían vivo.
Esos eran los únicos beneficios de la situación en las que se encontraban, si es que podrían llamarse así, en cambio todas las horribles implicaciones que representaban los actos de Mizuki… traición… robo… fraude… empleo de menores para asuntos ilícitos… y eso solo sería escarbando en la superficie.
¿Cómo su amigo de la infancia podría estar detrás de semejante artimaña? ¿Acaso estaría mintiendo Naruto? ¡Imposible! El brillo en los ojos de su estudiante era algo que solo algunos de los más habilidosos ninjas podrían fingir, la sinceridad en sus palabras era algo que Iruka no podría refutar, el pequeño creía con cada célula de su cuerpo que robar el pergamino y aprender una de sus técnicas era algún tipo de prueba extracurricular el cual él podía tomar en compensación a sus fallos en la academia.
Definitivamente Mizuki era un traidor y aunque doliera, reconocía que debía caerle todo el peso de la ley. Pero primero debía llevar a Naruto a un lugar seguro e informar de la situación al Hokage.
"Bien Naruto es hora de…"
…
Naruto rebosaba de alegría, imaginaba que el examen estaculicular sería difícil y tedria muy poco tiempo para completarlo, pero nunca imagino que sería tan poco.
Afortunadamente logro aprender al menos una de las técnicas antes de que los profesores lo encontraran y eso sería suficiente ¿Verdad? ¡Verdad! Mizuki-sensei se lo había dicho, solo tenía que aprender una ¡Y demonios sí que había sido difícil! Pero él lo había conseguido, el hazmerreír de la academia había logrado superar la mayor parte del examen extra-correscolar el cual habían removido y cambiado hace muchos años de la academia porque todos los estudiantes lo reprobaban ¡Y mejor aún! Iruka-sensei, el único de sus profesores que había mostrado simpatía por él, el único que lo había reconocido y motivado a cumplir sus sueños, el único que lo retaba continuamente y lo forzaba a ser mejor, era a quien habían enviado a perseguirle y ahora podría enseñarle lo que había aprendido, por fin podría mostrarle a su profesor favorito que él no era el peor de sus estudiantes, que el Naruto Uzumaki si podía y lo lograría.
Aunque ahora el puesto de profesor favorito estaría en discusión ya que el grandioso Mizuki-sensei había sido el que le hablo del examen súper giga exta corlis colar, aunque Iruka-sensei había sido el que creyó primero en él… un confiado "¡Naaaa!" resonó en su cabeza. No importaba, no veía porque no podía tener dos profesores favoritos, no es como que tuviera muchas cosas a las cuales llamar favoritas y ahora tener dos sería realmente grandioso.
Estaba ansioso por realizar la técnica de una vez por todas, pero la expresión exasperada y constipada su profesor estaba empezando a afectarle, sabía que su maestro le deseaba el mayor de los éxitos y en gran parte no le culpaba por tener sus dudas dadas sus anteriores evaluaciones. Aun así, pensaba que no le dolería poner una cara más amena para variar, ya era suficiente presión saber que estas a punto de gastar tu última oportunidad de aprobar la academia ninja, definitivamente no necesitaba las dudas de su profesor haciendo un hueco en su determinación.
"Bien Naruto es hora de…"
¡ZAAAAP!
Una fuerte ráfaga de viendo seguida de un estruendo invadió la escena, algo se había incrustado en lo se escuchó como una superficie de madera y un objeto de tamaño mediano había caído al suelo.
Naruto resguardó su rostro con las manos de forma instintiva, al separarlas se percató de que estaban cubiertas de sangre, de hecho su cuerpo entero estaba cubierto.
Su pulso dio un súbito descenso y sintió como la tierra bajo sus pies parecía moverse de un lugar a otro. Dio unos cuantos pasos hacia atrás apoyándose en la pared de la cabaña. Se llevó la mano al pecho tratando de sostener en su palma el intenso dolor que apenas había empezado a sentir.
Alzo el cuello intentando recuperar el aire que se escapaba de sus pulmones y sintió como una a una cayeron las gotas sobre su rostro, manchando de sangre la única parte de su cuerpo que no había sido cubierta en el primer impacto.
Un enorme shuriken de viento demoníaco yacía clavado demasiado alto en la pared como para que le hubiese impactado, la sangre continuaba goteando sobre su rostro y el dolor cedía en intensidad, lo suficiente para que se diera cuenta de que no estaba herido. Y si él no estaba herido, toda está sangre solo podría provenir de un lugar.
Allí, desplomado en el suelo, el cuerpo sin vida de Iruka-sensei y no mucho más lejos su cabeza decapitada con la misma expresión exasperada y constipada de hace unos segundos.
Con un ratio de unos ciento vente latidos por minuto, el corazón de Naruto exploto y la pena invadió su alma.
Iruka-sensei estaba muerto y él estaba cubierto en su sangre. ¿Quién? ¿Quién había hecho semejante atrocidad?
Como respondiendo a su pregunta de entre los arbustos surgió una figura, sus ojos se llenaron de lágrimas al pensar que dentro de poco seria su turno de sufrir el mismo destino.
Qué alivio sintió al ver que era Mizuki-sensei, quería correr y enterrarse en sus brazos, derramarse en llanto y advertirle que tuviera cuidado, había un asesino en las cercanías y no quería que se volviera a repetir la misma escena. Quería hacer tantas cosas en ese momento, todo menos estar ahí. Pero su cuerpo no respondía, solo podía llorar y temblar mientras más gotas de sangre caían sobre su cabeza.
Mizuki se detuvo al entrar en el claro del bosque observando la escena por unos instantes. Su rostro se llenó se asombró y terror mientras se dirigia lentamente hacia Naruto.
"¿¡Qué has hecho!? Has asesinado a tu propio maestro"
La expresión del rubio cambio de miserable a espeluznaste, como podrían pensar que el fuera el culpable de semejante bestialidad. Pero no podía excusarse, no podía articular palabra, sus emociones eran tan abrasivas que apenas se podía mantenerse consiente.
"Al final de cuentas, los años de abuso y abandono tuvieron efecto en tu pequeña mente, no pudiste aguantar más y descargaste toda tu ira en la figura que más te ha atormentado, Iruka-sensei, el maestro que siempre ignoro las palizas y el acoso que recibías día a día en la academia, el maestro que te ponía calificaciones injustas para que reprobaras cada curso, dándole una excusa a los demás para que se burlaran de ti, el maestro que te enseñaba apropósito lecciones falsas para que nunca aprendieras y dieras las respuestas incorrectas"
¿Qué estaba diciendo Mizuki-sensei? Iruka nunca había hecho ninguna de esas cosas ¿Porque estaba tan empeñado en inventar razones por las que Naruto asesinara a su profesor?
"Pero no te culpo Naruto, a la luz de tus ojos se lo tenía más que merecido, además, es tu naturaleza salvaje actuar de forma tan sangrienta, el demonio que llevas contigo te hizo matar a sangre fría ¡Sí! Eso debió ser, luego de tantos años de marginación por fin sucumbiste al seductor susurro del demonio, ¡Mátalos! ¡Mátalos a todos! te dijo, debimos encerrarte en una fosa desde que naciste como muchos propusieron, no debieron dejarte vagar por las calles como si fueras uno de nosotros, pero el dulce y piadoso corazón del señor Hokage no pudo permitir semejante cosa no… él quiso tener fe en ti y mira como le has pagado, asesinando a Iruka cuando tuviste la oportunidad"
Expulsando hasta el último de sus fluidos nasales, Naruto permanecía en la misma posición llorando y negando con la cabella. Por favor que todo esto sea una pesadilla, pensaba. Él nunca le haría daño a Iruka-sensei, él era bueno, alguien tendría que creerle, por favor que alguien le creyera.
"Vamos Naruto, entrégame el pergamino y volvamos a la aldea, abogare por ti cuando lleguemos, pero no te prometo que sean piadosos"
El rubio deslizo su mano por su pecho y sostuvo con fuerza el listón que ataba el pergamino a su espalda, ni siquiera recordaba que lo llevaba consigo.
El Chunin se agacho y despojo al niño del pergamino, mientras lo ayudaba a colocarse de pie.
Las piernas de Naruto se sentían de mantequilla y le costó un gran esfuerzo mantenerse una postura recta. Una vez incorporado, recordó que aún se encontraban en peligro, el asesino aún estaba ahí afuera y no podían volver a la aldea sin arriesgarse a ser atacados en el camino.
Trato de hablar pero no podía más que balbucear.
"Yo no… Yo no fui… asesi… Iruka… sensei…"
Las palabras apenas si salían de su garganta y el llanto volvía asomarse en sus ojos, ¿Cómo podría explicar el enorme peligro en el que se encontraban si no podía siquiera hablar?
"Lo sé"
Las cortas y sombrías palabras de Misuki cortaron el ambiente y dejaron a Naruto aún más desconcertado.
"Sé que tu no asesinaste a Iruka"
Naruto miro a su profesor a los ojos tratando de encontrar una respuesta, un indicio que le explicara de que iba esta bizarra escena ¿Si él lo sabía porque había dicho esas palabras tan hirientes hace unos segundos? ¿Porque lo había acusado e inventado razones para culparle? ¿Acaso lo había dicho para engañar al asesino? Eso significa que Mizuki-sensei estaba al tanto de la situación y había llegado con un plan para salvarle.
"¿Quieres saber cómo lo sé?"
A una velocidad impresionante el Profesor agarró por el cuello a su iluso estudiante y lo alzo sobre la pared de la abandonada choza.
No podía contenerse más, la carcajada sonó fría y aterradora en el tranquilo y solitario claro del bosque.
"Sé que no mataste Iruka porque yo fui quien lo mate"
La mano apretaba cada vez más fuerte el cuello del muchacho, si antes le era difícil respira ahora le era imposible.
Sin poder moverse, sin poder hacer nada, sin poder cambiar la situación en la que se encontraba y con lo poco que le quedaba de fuerzas Naruto artículo.
"¿Porque?"
"¿Porque quieres saber? No creo que comprendas el peso de esa pregunta mocoso, explicarte mis razones sería una pérdida de tiempo. Tu estúpida e inferior mente no podría llegar a entender porque desayuno pan tostado en las mañanas, mucho menos entender cuál es el propósito de mi plan. Al principio pensé que te habías tragado mis mentiras porque estabas desesperado por aprobar la academia, luego me di cuenta que simplemente eras estúpido y que usarte era más fácil que arruga un papel con las manos"
Naruto estremeciéndose bajo el agarre de su captor trato de desviar su mirada, lleno de ira y resentimiento consigo mismo. Misuki siendo el ninja que era, no dejo pasar por alto esta reacción.
"Espera… quiere decir que no te habías dado cuenta que el examen era falso y que todo fue un plan para que robaras el pergamino de los sellos por mi ¡Ja Ja Ja Ja! Eres más estúpido de lo que nunca podría imaginar"
Las lágrimas brotaban de sus ojos, había superado el record en lo miserable que podía sentirse, su estupidez había arrastrado a la única persona que se preocupaba por el a una trampa para ser asesinado y ahora sufriría el mismo destino sin poder hacer nada al respecto.
"No precioso no derrames tus lagrimas aun" Le reprocho Mizuki con una expresión que no era del todo clara.
"Guárdalas para cuando realmente las necesites" Su mano acaricio la mejilla del niño y se hizo camino hacia su cuello para desabrochar el único botón de sus prendas y bajar el ziper de su chándal.
"Aún nos falta mucha diversión por tener…"
Aun cuando le fuese físicamente imposible, Naruto trago en seco, a pesar de su estupidez sabía perfectamente lo que se avecinaba. Un destino más sucio y repugnante que la muerte. Y pensar que hace unos instantes deseaba unos segundos más de vida, mientras que ahora una muerte rápida sería el destino más piadoso.
"Siiii… el cuerpo que guarda al demonio de nueve colas, una simple vasija para contener un hermoso tesoro, nadie se molestara con que utilice a la vasija para mi diversión mientras no estropee al tesoro ¿verdad?"
Los largos y huesosos dedos de Mizuki acariciaron toda la circunferencia del chico y en un súbito movimiento rasgo la camisilla blanca que cubría su abdomen.
"Oh… ¿Qué tenemos aquí? El famoso sello que nos salvó a todos, aprisionando al demonio que asesino a miles en una sola noche"
"Nock Nock" Toco el vientre del muchacho dos veces con la punta de sus dedos.
"Mmm… que decepción, parece que no hay nadie en casa, tal vez deba tocar más fuerte"
Un fuerte puñetazo imparto su vientre y antes de que pudiera procesarlo el mismo puño volvió a impactar, una y otra vez, cada vez más fuerte.
El dolor era insoportable, se sentía en todo su cuerpo, cada puñetazo rompía una parte de él, quería gritar pero el fuerte agarre en su garganta no se lo permitía.
"Al parecer no ha sido suficientemente fuerte, creo que debo añadirle un poco más de intensidad"
Alzo su puño en el aire y concentro chakra en forma de alfileres en la superficie.
"Nock Nock" Golpeo nuevamente.
Con el primer puñetazo Naruto sintió como todo lo que había comido en la semana se hacía camino por su esófago.
"Nock Nock"
Con el segundo perdió el control de su vejiga y mojo los pantalones.
"Nock Nock"
Con el tercero su garganta cedió y empezó a gritar mientras expulsaba por boca y nariz una mescla se vómitos y sangre.
"Nock Nock"
Con el cuarto sintió como la piel de su abdomen se desprendía.
"Nock Nock"
Con el quinto ensucio sus pantalones.
"Nock Nock"
Con el sexo sintió la madera de la choza quebrarse y las astillas clavarse en su espalda.
"Nock Nock"
Con el séptimo sintió como goteaban sus oídos.
"Nock Nock"
Con el octavo sus manos y pies se entumecieron.
"Nock Nock"
Con el noveno su vista empezó a nublarse.
"Nock Nock"
Con el décimo apenas podía respirar.
"Nock Nock"
Con el vigésimo dejo de moverse.
"Nock Nock"
Con el trigésimo le era difícil recordar donde estaba y que estaba sucediendo.
"Nock Nock"
Con el centésimo el ser conocido como Naruto dejo de existir.
…
En un cuarto fúnebre un niño lloraba con el rostro hundido entre las piernas, mientras unos ojos gigantescos lo observan fijamente. Un enorme DONG resonaba cada cierto tiempo, haciendo estremecer la habitación.
"Hey… demonio…"
Al zorro le sorprendió que el niño le estuviera dirigiendo la palabra. Esta no era ni por cerca la primera vez que se encontraban, muchas de las noches en las que el niño iba a dormir el zorro se infiltraba en sus sueños y le atormentaba continuamente procurando sembrar terror y pánico ante su presencia.
Sus palabras se escuchaban vacías y sin vida, algo que parecía como música para los oídos del zorro el cual estaba hastiado del tono siempre alegre y feliz del muchacho. Solo por la esperanza de continuar escuchando esa melancolía, decidió contestarle.
"¿Que?"
"Tú has matado a muchas personas ¿Verdad?"
Obtuvo silencio como respuesta.
"Si te libero… ¿Matarías a esa persona por mí?"
"Si"
Naruto nunca se había atrevido acercarte tanto a la jaula por temor a que el zorro lo rebanara con sus enormes zarpas, pero ahora eso realmente importaba poco, ningún destino que el zorro pudiera propiciarle podría ser peor que el que ya estaba recibiendo.
Tomo el sello en sus manos, desprendiéndolo poco a poco, mientras los enormes ojos le observaban en estupefacción.
A mitad de la remoción un enorme estruendo sacudió la habitación más fuerte que cualquiera de los DONGs anteriores.
De repente un hombre alto y rubio le sostenía la mano.
No sabía si por lo tonta o por lo jodida que estaba su cabeza, pero le costó un gran esfuerzo el reconocer el rostro que estaba en frente suyo, aun cuando lo había visto muchas veces.
"Cuarto…"
"¿Te das por vencido? ¿Eres realmente mi hijo?"
Los brazos del hombre rodearon al pequeño en un tierno abrazo.
Naruto lo sostuvo con fuerza y lloro.
Lloro hasta que no se escuchó nada más en la habitación, lloro por todas las veces que lo habían reprimido, maltratado e ignorado, lloro por las veces que ya había llorado y lloro un poco más solo por felicidad.
"Ya… ya… papa está aquí… no tienes por qué llorar…"
Escurriendo las últimas lágrimas de sus ojos, alzo la mirada y sonrió tan fuerte que le dolió el rostro.
Su papa estaba allí ¡Y DIOS BENDITO! Era el cuarto hokage en persona, todos estos años ya no importaban, porque su padre había vuelto de la muerte para rescatarlo del malvado que lo estaba golpeando sin piedad y juntos vivirían en la aldea y el ya no estaría solo, tendría por siempre a su papa. Podrían ir a comer ramen juntos y esta vez no se tendría que preocupar por el dinero. Ya tendría quien le acompañara a las exhibiciones de la academia, ya nunca nadie se burlaría de él. De ahora en adelante su papa estaría ahí para protegerle. Su papa le enseñaría Jutsus y se volvería el primero de su clase, Sakura aceptaría ser su novia y su vida sería feliz por siempre.
"Así está mucho mejor, los hombres no deben llorar"
Un sonrojo se asomó en sus mejillas, era el primer consejo que recibía de su padre, no podía evitar sentirse en las nubes, quería atesorar cada palabra y cada momento hasta el final de los tiempos.
Asintió torpemente con la cabeza. Y pensó para sus adentros "No llorare nunca más, lo prometo".
"Bien, ahora tengo que hablarte de algo muy importante, no pensé que tendríamos esta conversación tan pronto, imagine que serias mayor la primera vez que intentaras quitar el sello. Hijo… sobre ti cae una responsabilidad muy grande, sé que no fue justo de mi parte encerrar el zorro en tu interior y dejarte lidiar con lo demás solo. Pero nunca lo hubiera hecho si no confiara en ti, no importa cuán difícil sea la situación sé que puedes superarla sin tener que recurrir al demonio de las nueve colas"
"¡Nunca quitare el sello! ¡De veras! Puedes confiar en mí. Nunca más volveré a intentarlo"
"¡Ese es mi muchacho! La voluntad de la hoja corre por tus venas, sé que te convertirás en un ninja formidable"
Los ojos del rubio centellaron con el carismático brillo que tanto los caracterizaban.
"Seré el ninja más fuerte de la aldea y me convertiré en Hokage ¡Todos me reconocerán! ¡De veras!"
Con el pulgar en alto y una pose guay el cuarto dio su total aprobación.
"Sé que puedes hacerlo"
El chico agacho la mirada, colocando sus manos en sus mejillas tratando de contener las lágrimas que amenazaban con volver salir.
"Y ahora que estas aquí sé que nunca volveré a dudar, cuando volvamos a la aldea todo estará bien y nunca más estaré solo"
Con un gran pesar en su interior el cuarto se acercó a su hijo y apretó con fuerza sus hombros.
"Hijo… No sé cómo decirte eso… No puedo quedarme…"
"¿Que? ¿Por qué? Si acabas de llegar ¿Por qué no puedes quedarte junto a mí?"
"Lo siento hijo pero es complicado, una vez que alguien muere no puede volver a la vida tan fácilmente…"
Con sus sueños nuevamente destrozados el rubio rompió en llanto ignorando la promesa que había hecho hace unos momentos.
"¡No es justo! Se suponía que venias a salvarme ¿Qué voy hacer con Mizuki ahora? Me matara y no hay nada que pueda hacer para evitarlo"
"¡Naruto mírame! Tú puedes vencerle, en ti yace una fuerza que desconoces, no hay nada en el mundo que no puedas superar, eres mi hijo y creo en ti…"
Quería ser fuerte y creer en las palabras de su padre pero era muy difícil tener fe en sí mismo cuando te estaban golpeando hasta morir.
"…a lo largo de los años te he visto superar las peores de las situaciones… llevas mi sangre… voluntad de la hoja… valor… camino del ninja… legado…"
El cuarto continúo su discurso moralizador, dándole a su hijo las razones más emotivas por las que podía vencen a quien sea que él se lo propusiera, sin embargo, este había quedado destrozado al escuchar sus primeras palabras, un eco resonaba en su mente sin parar "…a lo largo de los años te he visto superar las peores de las situaciones…" una y otra vez repitiéndose "…a lo largo de los años te he visto…" "…te he visto…" fue entonces cuando los últimos trozos de su corazón se hicieron añicos.
No hubo más llanto.
Su padre estuvo allí durante los doce años de tortura infernal que había vivido.
Él estuvo allí cuando le golpeaban continuamente sin razón.
Él estuvo allí cuando le mataban de hambre y se negaban a venderle alimentos vetándolo de todas las tienda.
Él estuvo allí cuando lloraba desconsolado hasta quedar dormido.
Él estuvo allí cuando necesitaba que alguien le enseñara a leer para que los demás niños dejaran de ridiculizarlo.
Él estuvo allí cada vez que lo vencían en combate por no conocer las posiciones correctas.
Él estuvo allí cada vez que le dijeron que no era suficientemente bueno.
Él estuvo allí cada vez que le llamaron estúpido.
Él estuvo allí en cada rechazo.
Él estuvo allí en cada maltrato.
Él estuvo allí en cada maldito momento de su vida…
¡Y NO HIZO NADAAAAAAA!
El cuarto finalizando sus palabras de aliento volvía a envolver a su hijo en un compasivo y amoroso abrazo.
Naruto le empujo con todas sus fuerzas.
"¡NO ME TOQUES! ¡NO TIENES EL DERECHO A LLAMARTE MI PADRE!"
La expresión confusa del cuarto era todo un retrato, no comprendía que había sucedido para que su hijo reaccionara de esa manera.
"Tú me maldijiste al nacer con este monstruo y me dejaste solo en un mundo que me odiaba para sufrir un infierno que nadie debería vivir y ahora estas en frente de mi diciéndome que no debo romper el sello que me mantiene atado a la única cosa que ha arruinado toda mi existencia ¿POR QUEEEEE? Para continuar protegiendo a los malditos desgraciados que me han rechazado todos estos años ¿Dame una razón por la que ellos merezcan vivir la vida que siempre me han negado?"
El chakra que el cuarto había inyectado en el sello del zorro no tenía suficiente poder cognitivo para poder responder al tipo de lógica que planteado Naruto. Quedo perplejo intentando encontrar las palabras, pero solo podía pensar en "Tú puedes hijo" "La voluntad de la hoja" "Tu fuerza interior".
El silencio del adulto golpeo más fuerte que cualquiera de los puñetazos que estuviera recibiendo en esos momentos.
"Exacto… no existe ninguna…" Las palabras salieron de los labios de pequeño con tal rabia que inclusive el demonio hecho de puro chakra maligno quedo impresionado.
Corrió decididamente a romper el sello de una vez por todas, sin titubeos.
El cuarto se lanzó a detenerlo, pero esta vez el zorro no permaneció como simple espectador, saco su enorme pata de la jaula y lo estampo a una de las paredes.
Naruto se cruzó con los exaltados ojos del zorro y vio en ellos algo que le pareció extrañamente familiar, algo que había visto cada vez que se miraba al espejo. Vio esperanza.
Por primera vez desde su encierro, el zorro vio decisión en los actos de su carcelero y solo por esta vez se permitió a si mismo tener esperanza de que sería libre, esperanza de volver sentir el aire fresco en su rostro y esperanza de dejar de ser un peón más de los seres humanos.
Aun sin entender la profundidad de la mirada que recibía, continúo. Su decisión ya estaba hecha, el sello fue removido.
Como último recurso, el cuarto libero el chakra congenio que se almacenaba junto al suyo, tratando de invertir la decisión de su hijo.
Una luz de fondo segó a todos los presentes, una mujer de pelo rojo se acercaba corriendo mientras extrañas cadenas salían de todo su cuerpo.
El cuarto estaba haciendo sellos con sus manos y recitando el nombre innecesariamente largo de un jutsu prohibido.
El zorro a su vez se lanzó desesperado a atacar a todo aquel que intentara volver aprisionarlo.
Y allí en medio de todo estaba Naruto.
Lanzado
Todos conocemos la historia del vibrante e hiperactivo rubio de Konoa que salvo al mundo. Pero que hubiera sucedido si al inicio de nuestra historia un suceso traumático le hubiese cambiado de una forma que nadie pude prever... ¿Podrá la aldea lidiar con este nuevo y mejorado Naruto? Descubre que deparara al mundo ninja al tener un genio, astuto y manipulador por héroe.
…
Así fue como la singularidad tuvo lugar.
…
... - .-.. .-
... - -.-
.- - .. -. -
... - .-.. .-
... - -.-
.- - .. -. -
…
El puño lleno de chakra se precipito una vez más contra el estómago del muchacho, su cuerpo inánime suspendido contra la pared pareció tensarse y reaccionar más agudamente al dolor.
El perpetrador se encorvo con intención de pegarle aún más bruscamente.
Para su sorpresa, el chico sostuvo el brazo que apretaba su cuello y con un fuerte impulso balanceo sus piernas para atraparlo en una llave de brazo.
El profesor cayó al suelo mordiendo el polvo.
La maniobra del muchacho había sido tan veloz y precisa que no dio cabida a contrarrestarla. Perplejo, solo pudo observar mientras era derrotado.
Los ojos azules que se reflejaron con los suyos le aterrorizaban. Eran unos ojos serenos y calmados, llenos de experiencia, ojos que discordaban con la figura que los ostentaban.
El niño torció con toda sus fuerzas el brazo del hombre, rompiendo sus huesos. Mientras este se quejaba, se puso de pie y tomo su otro brazo para realizar la misma maniobra.
Revolcándose del dolor, con ambos brazos rotos y al borde de perder el conocimiento, el villano maldecía hasta el último de los infiernos al demonio de pelo amarillo que tenía en frente suyo
Sin darle el más mínimo respiro dejo caer todo su peso sobre su muslo, golpeándole violentamente con su codo y rompiéndole el fémur de forma tan atroz que el hueso era claramente visible fuera de su piel.
Para rematar, tomo su única pierna sana y doblo su tobillo en un torniquete de trecientos sesenta grados.
Quien hubiese visto al hombre en esas circunstancias fácilmente lo hubiera confundido con una caricatura humana.
Una vez neutralizado su objetivo, el pequeño miro a su alrededor inspeccionando el área y tratando de encontrar una explicación a lo que estaba sucediendo, unas nauseas inmensas lo invadieron.
"¿Qué estoy haciendo aquí?"
Fueron sus últimas palabras antes de vomitar medio litro de sangre y caer desmallado al piso.
…
Estaba hasta las narices del mocoso y sus travesuras, en los últimos meses parecía que solo se encargaban de perseguirle de un lugar a otro tratando de atraparle. Afortunadamente esta vez el tonto había hecho algo lo suficientemente ilegal como para sufrir consecuencias reales, como estaba deseando que lo encerraran en la correccional juvenil por unos cuantos meses para que aprendiera su lección, esas serían las vacaciones más maravillosas que podría imaginar.
El frondoso sonido de un cuerno resonó en los adentros del bosque ¿Acaso ya lo abrían atrapado? No… si lo hubiesen atrapado no estarían pidiendo refuerzos. Ese estúpido niñato debía estar armando una bien gorda si necesitaban más hombres.
Llegar a la escena no le tomo mucho tiempo. Le pareció curioso que todos estuvieran de pie observando sin hacer nada ¿Dónde estaba todo el ruido y alboroto que caracterizaban las persecuciones del muchacho?
Cuando estuvo lo suficientemente cerca para verlo con su propios ojos, lo comprendió.
…
Luego de un saludo formal el ninja procedió a explicar la situación al Hokage, la forma en la que encontraron los cuerpos y como ambos individuos se encontraban en el hospital bajo sebera vigilancia.
El tercero se dirigió inmediatamente a buscar una respuesta de lo que había ocurrido en ese claro del bosque.
"Saludos Hokage-sama, el paciente despertó ya hace media hora y está listo para recibirlo"
La mirada de Sarutobi era sebera, el herido sabía que se encontraba en grandes problemas por lo que había sucedido.
"¿Podrías explicarme qué demonios ha sucedido aquí Iruka? Misuki está muerto y Naruto está gravemente herido con laceraciones profundas en su estómago ¿Cómo una simple misión de rastreo y captura se tornó en un baño de sangre?"
La cabeza de Iruka dolía como un infierno, más de la mitad de su rostro estaba cubierto en vendas y le era muy difícil pensar con claridad.
"Discúlpeme Hokague-sama pero no estoy seguro de que sucedió, encontré a Naruto en medio del bosque y luego me desmalle, al despertar me encontraba en esta habitación"
Ambos hombres permanecieron en silencio durante unos segundos tratando de aclarar sus ideas y encajar las piezas de un rompe cabezas el cual no parecía tener lógica.
"Dijo que Misuki había muerto ¿Que le sucedió?"
El lord Hokage respiro hondo y se acercó a Iruka, no importaba cuantas veces lo hiciera, ser el portador de las noticias de un compañero caído en batalla siempre era difícil.
"Misuki murió desangrado luego que sus cuatro extremidades fueran quebradas en varias partes"
El horror no se hizo esperar en la única parte visible del rostro del chunin. Su amigo de la infancia había fallecido…
…su amigo de la infancia… semejante artimaña... …Naruto… el brillo en los ojos… pergamino robado… aprender técnica… Mizuki… traidor…
Iruka dio un sobresalto al recordar lo sucedido, sus memorias se precipitaban abruptamente llenando los huecos vacíos de hace unos momentos.
"¡Lord Hokague! ¡Fue el! Misuki fue el responsable"
Sarutobi tuvo que sostener al hombre y recordarle que aún se encontraba herido, que se calmara y le explicara a que se estaba refiriendo.
Con una expresión solemne, Iruka continúo explicando más calmadamente.
"Cuando le encontré, Naruto estaba practicando una de las técnicas del pergamino de los sellos, estaba convencido que si aprendía una de esas técnicas aprobaría la academia y se convertiría en ninja, cuando le pregunte de donde había sacado esa idea me dijo que Mizuki-sensei se lo había contado… Hokage-sama… Mizuki era un traidor de la aldea y utilizo a Naruto para robar el pergamino…"
Su compromiso con entregar un informe detallado era digno de admirar, pero las lágrimas que surcaban su rostro mostraban lo profundamente afectado que estaba por la situación.
El anciano entendía los sentimientos de su camarada más joven, luego de asentir a con la cabeza decidió salir de la habitación para darle un tiempo a solas.
"Lord Hokage… por favor espere… ¿Cómo se encuentra Naruto?"
"El chico está gravemente herido, pero afortunadamente está estable, los doctores lo mantienen bajo continua vigilancia"
Una mueca incomoda cruzo el rostro del ninja, sabía que no era su posición el pedir explicaciones, pero no podía evitar preocuparse por el destino del muchacho.
"Que sucederá con él una vez que despierte"
"¿A qué se refiere Iruka-sensei?"
La evasiva del Hokage le recordó que como ninja de bajo rango era impropio que estuviera cuestionando a la suprema autoridad de la aldea, pero en verdad necesitaba saber qué sucedería con su alumno.
"¿Qué consecuencias caerán en Naruto por lo sucedió?"
La tensión en el aire podía cortarse con una moto cierra y aun así no hubiera quedado aire suficiente para un suspiro.
"¿Acaso no es obvio? según su informe, Naruto no es más que una víctima en todo este embrollo, es un milagro que haya salido con vida, castigarle es la última de mis intenciones"
Un enorme peso cayó de los hombros de Iruka, cuan aliviado se sintió al saber que Naruto estaría bien después de todo.
"Gracias Hokage-sama"
…
El anciano no se dio cuenta en qué momento se había quedado dormido, luego de visitar a Iruka había entrado a la habitación de Naruto y se había sentado a observarle, lo demás estaba en blanco.
Debían ser más o menos las cinco de la madrugada los rayos naranja entraban por la ventana bañando la habitación y en la cama yacía un niño observando el amanecer.
El Hokage se puso de pie y sacudió sus túnicas, se acercó al joven y busco captar su atención, algo lo cual parecía extrañamente difícil. El chico miraba la alborada como si fuera la primera vez que lo hacía en años.
"¡Ehjem! Me alegra que estés despierto…"
El rubio lo observo con ojos cansados sin decir nada.
"Sé que debes estar exhausto, lo que te diré no tomara mucho tiempo… a causa de la osadía y las habilidades que mostraste en el campo de batalla en contra del enemigo de la hoja es un placer honrarte con esto"
Sarutobi coloco delicadamente sobre las sabanas un protector de frente con el símbolo de la aldea.
"Naruto Uzumaki ¡Felicidades! Has aprobado la academia ninja, desde hoy eres oficialmente un Genin en entrenamiento"
El chico ni se inmuto ante estas palabras.
Presenciar de primera mano la muerte de la inocencia era un suceso duro de ver, especialmente de un ser como Naruto que a pesar de sus circunstancias siempre se mantuvo irradiando pureza y felicidad, verlo en ese estado hacia cuestionar hasta los principios más fundamentales del viejo hombre. "¿Realmente valieron la pena los sacrificios hechos si este es el mejor de los resultados al que podemos aspirar?".
Con un leve giro de cabeza Naruto se dispuso nuevamente a observar el amanecer.
El Lord Hokage salió de la habitación sintiéndose vencido y más viejo de lo que realmente era. Se alejó mientras repasaba mentalmente cada una de las decisiones que había tomado en su vida.
Una vez salido el sol, Naruto separo su mirada de la ventana y tomo la banda en sus manos, aun sin comprender lo que estaba sucediendo.
"En verdad estoy de vuelta… padre…"
Ahí está el primer capítulo, he tratado con todas mis fuerzas ser los más conciso que he podido, me considero un escritor que suele divagar mucho es sus escritos y sé que muchas personas pueden llegar a considerarlo tedioso. ¡Espero que hayas disfrutado leyéndolo! porque yo disfrute mucho escribiéndolo. Mantente sintonizado para el próximo capítulo. Si encuentras algún error o tienes alguna duda puedes dejármelo en un review, también si tienes alguna crítica o recomendación estaría más que encantado de escucharla, no gano un centavo al escribir esto y lo cierto es que lo escribo para ver la reacción u opinión de los demás y tu comentario u opinión serán el pago a mi esfuerzo.
Sin más palabras que gastar ¡me despido! ¡Sayonara!
