Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, pero éste fic si. Todo lo que no sea mío está vinculado directamente al creador del Anime Fairy Tail: Hiro Mashima.

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Natsu apoyaba sus codos perezosamente en su pupitre, fijando sus ojos en el patio del instituto. Ciertamente, se le hacía imposible no mirar, pues ese espectáculo de cuerpos femeninos esculturales en pleno "movimiento" era lo único que le distraía de las aburridas clases de su profesor de Tecnología. En cada movimiento que las chicas hacían, él sonreía bobamente en silencio, mientras el profesor daba la lección, aparentemente, sin presenciar la vergonzosa escena del chico.

-Tan baboso y asqueroso como siempre, deberías morir. Le harías un favor a la humanidad- Natsu se giró con expresión enfadada para ver la cara de la persona más odiosa y repugnante que sus ojos habían visto nunca. Se trataba de Lucy, la persona que más odiaba en éste mundo. Era como una de esas dolorosas almorranas que no se despegan de tu trasero aunque la laves con ácido sulfúrico. Y para colmo, tendría que aguantar durante todo un trimestre ser su compañero de pupitre. Todo un suplicio innecesario.

-Al menos yo no me sigo arrastrando por un chico que no me quiere, subnormal- Respondió Natsu, hiriendo los sentimientos de la rubia, y haciendo que bajara la cabeza. -No te hagas la victima. Sabes que conmigo no funciona- Añadió. Lucy enfureció de verdad.

-Yo nunca me hago la víctima, pero ese no es un tema agradable- Respondió. Natsu sonrió irónicamente.

-Vamos que no. Estás todo el día así. Eres más falsa que un billete de tres- Lucy se levantó del pupitre, y agarró a Natsu del cuello de la camisa, con expresión de puro odio.

-¿Quieres que te parta la cara aquí mismo, gilipollas?- Le gritó Lucy. Natsu seguía sin disolver esa burlona sonrisa de su rostro.

-Me encantaría verlo- Lucy armó su puño, pero cuando asestó el puñetazo, Natsu se apartó y Lucy calló de morros a estrellarse contra el pupitre. Todo un desastre en medio de clase.

-Sé mucho más de ti de lo que piensas. Ten cuidado, porque te puedo hundir la vida- Soltó Lucy, cegada por la ira del momento. Natsu se alzaba triunfal ante su vista, apoyado en el pupitre tumbado.

-Deja de molestarme y no tendrás que preocuparte de nada- Respondió el pelirrosa.

-Sr. Dragneel, Sra. Heartphilia...- Ambos giraron sus rostros descompuestos hacia el profesor, que miraba incrédulo, pero con notable enfado en su rostro, aquella escena tan anormal en medio de una clase.

-No había visto una escena tan vergonzosa en mi vida. Bajad al despacho del director. Le contaré lo sucedido y él decidirá que hacer con vosotros- Natsu y Lucy se miraron apretando los puños y los dientes. Ambos estaban tan enfadados el uno con el otro, que podría resquebrajarse el suelo allí mismo.

Ese día por la noche. Habitación de Natsu...

-Maldita zorra asquerosa...que día de mierda. Por su culpa me han expulsado del instituto una semana- Natsu se tumbó en la cama, ya con el pijama puesto, y listo para dormir. La verdad...había sido un día nefasto, y necesitaba descansar. No, pero ahora enserio, ¿para tanto era? Si Lucy le provoca deliberadamente, ¿Que de malo hay en responderla? ¿Era eso para expulsarle del colegio una semana, y para hacer que su madre lo dejara si Internet y sin salir con sus amigos durante todo un trimestre? Haciendo eso solo conseguían alimentar su odio por Lucy.

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Acto seguido, sus ojos se cerraron, sumiéndose en un sueño profundo. Pronto comprendería, que ese era el peor error de toda su vida.

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Natsu abrió lentamente los ojos, esforzándose por fijar su vista en un punto, pues un enorme y luminoso rayo solar le acertaba en mitad de la cara, cosa extraña, pues según él recordaba había cerrado su ventana y su persiana la noche anterior. De hecho, le era más cómodo dormir totalmente a oscuras, y por eso todas las noches cerraba la ventana y la persiana. Independientemente de la estación del año en la que se encontrara.

Cuando por fin logró centrar su mirada, se encontró de frente con el cielo azul. Gaviotas revoloteaban entre las nubes y un insoportable olor a agua salada se hacía presente. Sentía dolor en su espalda y le dolía bastante la cabeza. Algo le presionaba el pecho con fuerza, y entonces se dio cuenta de algo que lo dejó anonadado...Lucy estaba durmiendo en su regazo, con la respiración controlada y la expresión relajada y feliz. Espera...¿LUCY DURMIENDO EN SU PECHO?

-¡¿QUE COÑO?!- Gritó Natsu alterado, al ver a Lucy en pijama acostada sobre él. Lucy abrió repentinamente los ojos, se los frotó, fijó su vista en Natsu, y adoptó una expresión aterrorizada.

-¿NATSU? ¿QUE COÑO HAGO AQUÍ?- Natsu levantó sus hombros, en señal de ignorancia.

-Lo único que sé es que estabas durmiendo en mi pecho- Aclaró el chico, con cierto sonrojo en sus mejillas. Lucy se sonrojó fervientemente.

-No habrás...abusado de mí- Dijo Lucy. Natsu sonrió y le guiñó el ojo.

-Lo hemos hecho en todas las posiciones habidas y por haber- Mintió Natsu. Lucy apretó su puño derecho, aún sonrojada, y se lo intentó estrellar contra su cara, sin éxito aparente.

-Espera...no es momento de pelear...mira a nuestro alrededor- Dijo Natsu, cayendo de culo al suelo de madera de la pequeña barca en la que estaban. Lucy abrió mucho los ojos y su corazón empezó a bombear mucha sangre para que su cerebro pudiera asimilar las imágenes que sus ojos le enviaban.

-No puede ser...- Susurró Lucy. Una lágrima se resbaló por su mejilla. Natsu se encontraba en un estado parecido.

Por difícil de creer se encontraban en medio del mar, con una pequeña barca como única superficie para no hundirse en las profundas aguas que allí reposaban. Ellos dos solos, en una pequeña barca. ¿SOLO CON LUCY EN UNA BARCA, SIN COMIDA NI AGUA POTABLE? Ésto tenía que ser una pesadilla...una de las peores de toda su vida...

-¿QUE BROMA ES ÉSTA LUCY, PORQUÉ NO TIENE NI PUTA GRACIA?- Le gritó Natsu. Más al ver en el estado que se encontraba la chica rubia, calló y se acercó a ella.

-¿Que haremos ahora?- Preguntó Lucy. Está claro que eso no era ninguna broma. Estaban perdidos en medio del mar, y aún estaban ambos en pijama.

-Pues no lo sé. Pero yo tengo que desayunar- Lucy asintió. Ambos empezaron a buscar por toda la embarcación, hasta que Natsu encontró una especie de doble fondo. En él había una manzana, una caña de pescar, una brújula, una caja de chicles, una pequeña botella de agua y una grabadora con una cinta que tenía un cartel "ESCÚCHAME".

-¡COMIDA Y AGUA!- Gritó Natsu. Lucy fue a ver lo que había encontrado. Se sorprendió al ver todo aquello. La manzana y el agua les irían bien. Los chicles, en una emergencia también. Pero sintió una mala vibración al mirar la grabadora.

-Natsu...¿que es eso?- Se preguntó la rubia. El chico agarró la grabadora y la accionó. Mientras cogió la manzana y la brújula, y Lucy el agua. Decidieron dejar los chicles, y la caña de pescar en el doble fondo, para no perderlos.

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Una voz empezó a sonar desde la grabadora.

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Buenos días, queridos viajeros. Me presento. Obviamente no diré mi nombre real. Podéis llamarme "Scar", es un nombre que siempre me a gustado. Ahora os preguntaréis que está pasando. Bien. El mundo tal y como lo conocemos se va a acabar. Durante años nos han tenido engañados. Todos los avances científicos y tecnológicos no son creados por humanos normales. Aunque no lo créeais, hace años cayó del espacio un meteorito en el desierto de Nevada. En su composición había una sustancia llamada Trimonio. Ésta sustancia permite a cualquier humano o ser vivo alcanzar un estado de absoluto equilibrio mental y físico. Yo soy el fundador de la empresa que compró el trimonio. Pronto el mercado internacional será nuestro, pues todo el mundo querrá cristales de trimonio. Como hemos llamado a la sustancia adaptada para el consumo humano. Hay unas inscripciones extrañas en el meteorito. Creemos que esa es la clave para hacer consumible el trimonio para todo el mundo. Por ahora solo unos cuantos humanos pueden reaccionar al trimonio. Hace años que trabajamos con Neal Steavson, pero al leer las inscripciones, éste murió estrepitosamente. Sé que quizás ésto queda grande a dos chicos de instituto, pero debemos comprobar quien es el humano que mejor reacciona a la sustancia. Os recomiendo seguir hacia el norte y llegar a una isla. Allí sabréis lo que tenéis que hacer, no hace falta que os lo explique. Si sobrevivís, seréis un honor para vuestra especie, y seréis los mártires de una nueva era, o los demonios que condenaron a la humanidad a la extinción. No penséis que estoy loco, el peso de nuestra especie está sobre vosotros ahora mismo.

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Cuando la grabación terminó, ambos chicos se miraron mutuamente.

-¿Que coño...?- Dijeron al unísono.

CONTINUARÁ...

Espero k os haya gustado REVIEWS PLS BYE!