Enamorada de mi mejor amigo.

¡Hola a todos!

¿Cómo están? Mi nombre es Indira mejor conocida como "Indibeth" (O "Beth" en fanfiction) Desde hace unos meses atrás he estado leyendo varios fics que me encantan y ya me entro la fiebre de candy y Albert nuevamente que ¡bello! Jejeje. Bueno para no aburrirles más les comento que tengo un fic en mente y aquí les traigo el primer capítulo, espero que les agrade, ya saben si no les gusta o de plano les encanta jejeje déjenme un Review se los agradecería…. ¿Sabían que eso motiva al escritor a seguir? Gustosamente esperare sus comentarios, no sean tímidos.

También les comento que he creado un tipo Trailer sobre este fic, si quieren ver el video esta en Youtube en esta dirección:

.com/watch?v=xaN4gDMzBLY

Aclaro: Es una posible continuación de donde finaliza el manga. En algún capitulo puede que haya escenas no aptas para menores.

Nota: Los personajes de candy no me pertenecen… Si fueran míos ya hubiera hecho un final donde nuestra pecosa consentida se queda con nuestro amado Albert… jijiji.

Como todos sabemos los personajes son propiedad de Kyōko Mizuki y Yumiko Igarashi. La intención de mi fic solo es para divertirnos y pasar un rato agradable.

¡Empecemos!

Enamorada de mi mejor amigo.

Capitulo 1

Era una mañana neblinosa, ella se levanto de su cama y se dirigió hacia la gran ventana que estaba situada en su habitación; corrió la cortina y observo los jardines que desde allí se podían ver. –Suspiro-.

-¿Cómo pude ser tan siega? –Se pregunto en voz alta-

La señora Elroy seguía en sus reflexiones, era una mujer que le gustaba hacer alargue de su inteligencia pues ella muy bien sabia de su capacidad; pero en estos últimos años lamentablemente no se sentía orgullosa de ello, pues se había dejado segar por sus sobrinos: Los Leagan. Ella sabía muy bien que había estado a punto de cometer un grave error al tratar de casar a esa "rebelde" como solía decirle a ella, con su sobrino Neal, lamentablemente ella noto eso demasiado tarde o tal vez aun no lo era… no lo sabía.

Tres años, tres largos años habían pasado desde que William había irrumpido en la fiesta de compromiso de Neal. Aun lo recordaba vivamente, ella bien conocía a su sobrino, obvio ella lo había criado, pero sinceramente ese día para ella había sido como ver a un extraño, sus ojos expresaron una frialdad y una dureza implacable; desde que ella lo vio de pie en esa puerta supo que nada marcharía bien o ¿si marcho bien? Ahora se lo planteaba, pues si no hubiera sido por la intervención de su sobrino William, ella hubiera cometido un grave error.

-Candice, cuanto lamento haberte juzgado mal todo este tiempo –Dijo en un susurro la señora Elroy-

Con pasos lentos regreso a su cama, se sentó en la orilla de esta y siguió pensando en los sucesos de los últimos años. Recordó todo el sufrimiento que paso al enterarse de la desaparición de su sobrino, no hubo noche que derramara lágrimas por él. El pobre George se hizo loco buscándolo por todas partes.

Ella manteniendo el secreto por el que dirán sentía que se ahogaba en un vaso con agua. A esto se le agregaba la supuesta muerte de Stear y las habladurías que habían llegado a ella sobre que Candice vivía con un hombre. Siendo demasiada vieja y con todos esos problemas encima ella se había puesto sumamente enferma. –Sonrió- Si ahora sonreía pues William le había explicado que había sido él, el que había vivido con ella.

-Sinceramente estoy agradecida con esa chiquilla- Comento sonriendo-

Así era, ¿Cómo no agradecerle? Gracias a ella la cabeza del Clan Andrew estaba de vuelta, el hijo de su hermano, su sobrino… ella lo adoraba. Sabía que en su niñez él no había sido feliz, habían días que le parecía que todavía no lo era, pero él tenía que cumplir con su cargo, el era la cabeza de familia y como hecho tenía que cumplir con sus deberes….

Unos golpes en la puerta la sacaron de su sumisión.

-Adelante –Dijo-

-Señora Elroy, todo está listo para partir

-Ya te he dicho que no me digas Señora y dime tía

-S-Si tía

-De acuerdo Fátima- Dijo la señora Elroy poniéndose de pie- Partamos hacia Chicago.

-Si –Dijo Fátima-

Tres semanas después…

En la mansión de Chicago, afuera estaban todos reunidos pues la matriarca del clan, después de dos años de vivir en Escocia regresaba a Chicago. La señora Elroy observo que allí estaban sus dos sobrinos, junto con el inseparable George y los sirvientes.

-¿Estas nerviosa? –Pregunto la señora Elroy a la joven que estaba a su lado-

-Un poco –Confeso la chica-

-No te preocupes, todo saldrá bien "Dios quiera" –Pensó-

La señora Elroy bajo del auto ayudada por el chofer.

-Bienvenida, Tía –Dijo Albert depositando un beso en su mejilla-

-Hola Tía abuela –dijo Archie- ¿Cómo estuvo… -Archie se contuvo al observar una hermosa joven que bajaba del auto- …su viaje? -Pregunto con un hilo de voz-

-Muy bien Archibald, estoy un poco cansada –Comento- Vamos a la biblioteca William, necesito hablar contigo.

-Si tía –Dijo el rubio mirando detenidamente a la joven, era tan parecida a su… el rubio no siguió con sus pensamientos, solo sabía que algo estaba a punto de cambiar, él lo presentía-

El joven le dio el brazo a su Tía para que esta se apoyara en él, la joven que aun no era presentada caminaba a la par de la tía Elroy. Archie y George –Sin salir de su admiración y curiosidad- se dirigieron a la sala para dialogar un poco. Una vez que entraron en la biblioteca Albert tomo asiento detrás de su escritorio, la tía abuela y la joven se sentaron en un mueble que estaba enfrente de este. Hubo un silencio incomodo, pues la tía Elroy no encontraba las palabras adecuadas para decir lo que tenía que decir, mientras por otro lado Albert esperaba que la tía le dijera algo o que al menos se dignara de presentarle la joven que estaba a la par de ella. Había algo en esa joven de ojos azules que le eran irremediablemente familiares.

-William, tengo que decirte algo muy importante… -Comenzó a decir la señora Elroy-

-La escucho –Dijo Albert observándola detenidamente-

-Bueno veras…. Ella –dijo viendo a la joven- …. Esta joven que está aquí…. Bueno su nombre es Fátima… -La señora se encontraba realmente nerviosa– Fátima Isabella Andrew.

Albert no dijo nada solo quedo viendo a la nombrada… ¿Por qué presentía que algo estaba a punto de cambiar? Quería decir algo pero las palabras no le salieron de la boca. Observo a la joven, la cual lentamente lo miro a los ojos, la chica tímidamente le sonrió. La tía Elroy al observar que William no decía nada continuo.

-Hijo no deseo que te enfades por favor –Dijo implorando-

-¿Por qué debería de enfadarme tía? –Pregunto con mucha cautela-

-William…. –La señora Elroy se puso de pie, estaba realmente nerviosa- Ella…. Ella… -¡Dios no le salían las palabras!- Ella es tu hermana –Soltó de golpe-

Albert se quedo quieto, ni siquiera respiraba… tenía que a ver escuchado mal… ¿hermana? Su única hermana estaba muerta, si definitivamente había escuchado mal.

-¿Qué dijo tía? –Pregunto nerviosamente-

-William –Repitió la señora Elroy- Ella es tu hermana.

-¡Tía por favor! –Dijo Albert poniéndose en pie de un brinco- ¿Qué está diciendo? Mi hermana está muerta ¿Lo recuerda? –Pregunto molesto… -sí se estaba molestando-, que rayos insinuaba su tía. Volvió a observar a la joven que tenía enfrente, noto que se encontraba sumamente nerviosa.

-Hijo te lo voy a explicar… -Dijo con voz temblorosa la señora Elroy-

-Sí, porque no entiendo nada –Comento el rubio exasperado-

-Bien… este…. Pues veras…. "¿Qué rayos le sucedía?" –Se preguntaba la señora Elroy, ella que siempre tenía firmeza en sus decisiones ahora no encontraba la manera de explicarse-

-Solo hable tía –Dijo Albert- Estaba desesperado

-Si… William tu… tus padres murieron en un accidente…

-Eso ya lo se tía…

-Si bueno… la cuestión es… es que se obvio decirte que tu madre logro dar a luz antes de morir….

Los padres de Albert habían muerto en un accidente automovilístico, ellos iban saliendo de una de las tantas reuniones de sociedad, que el señor William como cabeza de familia debía asistir. No se quedaron mucho tiempo en dicha reunión pues para ese entonces su amada esposa estaba en los ocho meses de embarazo. Lamentablemente un conductor ebrio que conducía a alta velocidad les impacto, haciendo que el auto donde viajaba la familia Andrew se volcara, el señor William perdió la vida al instante pero su esposa logro ser llevada al hospital, ahí dio a luz a su hija, minutos después esta falleció.

-Tía –Dijo Albert, respirando agitadamente -¿De qué habla? Rosemary me dijo que nuestros padres murieron al instante, por ende mamá perdió al bebe que esperaba…

-No hijo, tu madre logro dar a luz antes…

Albert tuvo que sentarse nuevamente porque sus pies no lo sostendrían más. ¿Tenía una hermana viva?

-Si esto es así –hablo después de unos minutos- dígame ¿Por qué nunca supe que tenía una hermana? –Pregunto confundido-

-Bueno… tú solo tenias siete años, eras pequeño William y Rosemary por su salud no iba a poder cuidar de Fátima la cual era prematura así que se decidió que la cuidarían unos tíos de ustedes por parte de tu madre.

-¡¿Qué? ¿Por qué no se me dijo nada de esto antes? –Repitió-

-Bueno porque tú eras el "tío Abuelo" ¿recuerdas? Ella –Dijo observando a Fátima- No debía saber que tenía un hermano que era el heredero de toda la dinastía Andrew, ya que hubiera hecho preguntas que no se podían contestar en esos momentos…

-No me importa la dinastía Andrew tía… todo este tiempo pensé que ella había muerto con mis padres –Dijo muy molesto levantando la voz-

-William… -Murmuro Fátima tanto Albert como la Tía Elroy voltearon a verla- bueno… yo ni siquiera sabía que era una Andrew –Comento Fátima con voz triste- y menos que tenia hermanos…

Fátima observo a Albert y noto que este no entendía lo que trataba de decir.

-Lo que trato de decir es… que toda mi vida creí que mis tíos eran mis padres, imagínate el impacto de saber que mi verdadero padre murió en un accidente y mi madre murió minutos después… -Dijo la joven con lagrimas en sus ojos-

-Lo siento -Dijo Albert acercándose a ella y tomando sus manos- Debe ser muy duro para ti….

-Pero más para ti –Dijo Fátima limpiándose las lagrimas- La tía Elroy me ha contado casi todo, me hubiera gustado estar a tu lado… hermano -susurro-

Albert observo a la tía y luego camino de nuevo hacia su escritorio, a mitad de camino se dirigió a su bar y tomo un vaso con wisky, tenía un millón de preguntas que hacer pero no sabía por dónde empezar. Se sentó nuevamente en su silla.

-William… -Dijo la Tía- Se que te preguntaras porque esperamos hasta ahora para decirte esto… pero el consejo decidió que lo mejor era decirte la verdad cuando Fátima estuviera lista para ser presentada a la sociedad, ella tiene ahora veintidós años, así que pensé que lo mejor sería que fuera presentada junto con Candice quien ahora tiene veintiuno.

-¿Quién es Candice? –Pregunto Fátima-

-Es mi… mi…. "¿Por qué rayos no puedo decir que es mi pupila?"- mi…

-Es su hija adoptiva –Dijo la señora Elroy al notar que su sobrino por una extraña razón le incomodaba decir "pupila"-

-¿Tienes una hija? –Pregunto Fátima con admiración-

-Adoptiva…. Bueno… realmente somos amigos –enfatizo-

La señora Elroy sonrió para sus adentros… iba a decir algo cuando una mucama toco la puerta para ver si se les ofrecía algo, esto lo aprovecho Albert para que llevaran a Fátima a su habitación pues la joven lucia un poco cansada.

-Nos veremos en la cena –Dijo Albert-

-Si –Contesto Fátima antes de salir de la biblioteca-

Después de esto le siguió un extraño silencio.

-Bueno… creo que lo has tomado bastante bien –Comento la señora Elroy para disipar el molesto silencio-

-¿Eso cree? –Dijo Albert lanzándole una mirada asesina- ¡Por dios tía! ¡He estado todo este tiempo solo sin saber que tenía una hermana viva! –Grito el rubio-

-Por Dios William no grites o toda la mansión se enterara… Y no has estado solo –Lo contradijo- Nos has tenido a nosotros

-No diga tonterías tía, bien sabe que gran parte de mi vida estuve solo… Y ella… ¿Sabe que si lo hubiera sabido todo esto sería diferente?

-Tal vez si o tal vez no… William lo lamento –Dijo- Las cosas así tenían que ser… lo hicimos por el bien del clan…

-He sacrificado tanto por este clan tía…. Estoy harto –Dijo Albert poniéndose de pie nuevamente observando el jardín por la ventana, después de un momento -Olvide lo que dije –Dijo suspirando, se giro y miro a su tía- ¿Hay algo más que me quiera decir? –Pregunto-

-William… el consejo…

-Tía –La interrumpió Albert- Ya me lo dijo en su última carta ¿Recuerda?

-William…

-Y como le dije en la carta que le envía hare lo que está planeado.

-Hijo yo…

-El así lo quería -Concluyo dirigiéndose a su bar y se sirvió otro trago de wisky –Ya la conocí ¿Sabe? –Comento regresando a su asiento –Es muy simpática.

-Entonces… ¿Lo harás? –Pregunto en un tono de incredulidad –Tu habías dicho que aceptarías todo excepto que te impusieran un matrimonio arreglado ¿Quiero saber que ha cambiado para que ahora lo apruebes?

-No ha cambiado nada tía. El consejo lo aprobó y así lo hare. Tengo que salir –Dijo poniéndose de pie- Usted luce cansada –Comento mientras le ayudaba a ponerse de pie, le dio un beso en la mejilla y la encamino hasta el inicio de las gradas- La veo en la cena tía

-Si William –Dijo la señora Elroy sin agregar nada mas-

El rubio salió de la mansión se paro en la puerta antes de montar al auto, meditaba unos segundos ¿A dónde ir? Caminar y analizar lo que paso hace unos momentos o ir donde ella… Lo medito unos segundos más… iría donde ella, últimamente se sentía bien… con ella.

Al otro lado del continente…

En los jardines de uno de los hospitales con más renombre de la ciudad, se encontraba una joven muy hermosa con unos ojos sumamente bellos de color verde, ella caminaba mientras empujaba a un joven que iba en una silla de ruedas. Ambos jóvenes llegaron a una de las bancas del lugar, ella tomo asiento y aspiro el aire fresco que corría y agitaba sus cabellos.

-Candy… -Le llamo el joven-

-¿Si?

-¿Crees que todo será igual cuando regresemos? –Pregunto observando sus piernas inmóviles-

-¡Por supuesto que sí! –Dijo muy optimista la pecosa- Ya hemos hablado de esto… volverás a caminar, no pierdas las esperanzas.

-Sí, tienes razón –Dijo el joven observando el cielo azul-

-"Espero que para ti todo sea igual, porque para mí… -Suspiro- Albert –Susurro- Algo me dice que entre tú y yo nada será igual…".


¿Qué les pareció el primer capítulo?