La maldición

Capítulo 1: Mi cumpleaños

Europa 1450 en una aldea muy remota, en un solo lugar había mucha gente reunida para presenciar la ejecución de una persona en la hoguera, el crimen de esta persona: brujería.

Una familia se encargó de atraparlo, aquel hechicero había cometido atroces crímenes en contra de los aldeanos, numerosas muertes recaían en sus manos.

Habían atado a aquel hechicero en un poste de madera, en sus ojos se veía el gran odio que sentía, una persona perteneciente a la familia Moto se acercó a él y le dirigió unas palabras.

Moto: al fin has caído maldito brujo, ahora pagaras con tu vida todo el mal que has hecho.

Hechicero: tal vez muera pero tú y toda tu familia vivirán una terrible agonía por el resto de sus vidas, tú y todos tus descendientes.

Del hechicero se emano un viento tan fuerte que casi todos los presentes casi salían volando.

Moto: ¿Qué rayos fue lo que hiciste?

Hechicero: a partir de este día tú y tu familia están malditos, por cada generación que nazca el primogénito morirá al cumplir 15 años, este maleficio solo se romperá si a los 3 días el primogénito no muere, la sombra de la muerte ahora está en ti.

Moto: ¡quémenlo!

La multitud comenzó a gritar "quémenlo", después uno de los aldeanos se acercó y prendió fuego al hechicero que a pesar del doloroso y agonizante fin que padecía solo reía.

Con pesar la familia Moto descubrió que aquel maleficio que había sido lanzado era real, cada primogénito que nacía de cada generación de la familia al cumplir los 15 años morían de maneras crueles y extrañas. Así pasaron los siglos en la familia Moto hasta el tiempo moderno donde aquella maldición estaba por desatarse de nuevo, un jovencito de cabello tricolor y ojos violetas estaba a punto de sufrir lo que sus antepasados sufrieron, tenía 14 años y en ese día cumpliría los 15 años, su hermano menor y sus amigos le estaban preparando una fiesta sorpresa.

Joey: ¿Cómo haremos esto Yugi?

Yugi: ustedes entretengan lo más que puedan a Yami, mi abuelito y yo adornaremos la casa y tendremos todo listo para la fiesta, haremos que este día sea el mejor para Yami.

Tea: cuenta con ello Yugi.

Tristán: hoy será el mejor cumpleaños que Yami haya tenido.

En eso vieron que Yami se acercaba, un compañero suyo lo había entretenido (por petición de Yugi), cuando se acercó todos dejaron de hablar de lo que planeaban.

Yami: hola chicos ¿De que hablaban?

Yugi: de cosas, muchas cosas.

Yami: solo ¿Cosas?- los demás asintieron.- no importa.

Tristán: solo queremos felicitarte por tu día especial cumpleañero.

Joey: si muchas felicidades viejo.

Tea: solo esperamos que cumplas muchos más.

Yami: gracias amigos, para mí la mejor forma de pasar este día es solo en compañía de mi hermanito y mis amigos, realmente no espero nada.

Yugi: ¿Enserio? ¿Por qué no?

Yami: bueno más que nada por el abuelo, parecía que no le daba gusto que hoy fuera mi cumpleaños, parecía triste.

Yugi: es verdad y eso es extraño en él, por lo general se pone feliz.

Joey: bueno que les parece si comemos algo, ya tengo hambre.

Tristán: estoy de acuerdo, vamos.- ambos se van corriendo a la cafetería de la escuela.

Tea: ese par solo piensa en comer, en fin vamos.- va hacia a donde se fueron sus amigos.

Yugi: si, hermano feliz cumpleaños.- le da un abrazo a Yami quien lo correspondió.

Yami: gracias Yugi.- ambos hermanos se dirigieron hacia donde se fueron sus amigos.

Paso el día de clases Joey y los otros se llevaron a Yami a la arcada y a otros sitios para mantenerlo entretenido mientras Yugi se dirigía a casa para tener todo listo, quería que su hermano mayor fuera muy feliz ese día.

El abuelo ayudaba a Yugi pero se notaba que estaba triste, Yugi lo noto y decidió preguntar.

Yugi: abuelito ¿Qué te pasa? Desde hoy en la mañana haz estado triste, es como si no te diera gusto el cumpleaños de Yami.

Abuelo: no es nada Yugi, no te preocupes por mi sigue adornando, yo iré a ver el pastel.- se dirige a la cocina sacando el pastel del horno, minutos después termino de adornar el pastel y coloco 15 velitas.- tienes razón Yugi, siempre le he temido a este día y ahora que Yami cumple sus 15 años no me quiero imaginar lo que va a sucederle.

Paso el tiempo y todo estaba listo, solo faltaba el cumpleañero, Yugi le llamo a Joey por teléfono para que llevaran a Yami a casa.

Los chicos acompañaron a Yami hacia su casa y se despidieron de el en la puerta.

Joey: Yami felicidades nuevamente, vendremos más tarde para festejar contigo.

Tea: vendremos para pasar el día contigo, primero a prepararnos.

Tristán: felicidades otra vez amigo, te veremos en un rato.

Yami: muy bien a aquí los espero.

Con eso se despidieron de Yami y el entro a la casa.

Yami: abuelo, Yugi, ya estoy en casa.- cerró la puerta pero no vio a nadie y Yami comenzó a buscarlos.- ¿hola? ¿A dónde se fueron?- al adentrarse más a la casa recibió una sorpresa.

Yugi, abuelo: sorpresa.- le dijeron arrojándole confeti en la cabeza.

Yami: vaya una fiesta o algo parecido.

Yugi: tenía que organizar esto para ti hermano, te lo mereces totalmente Yami.

Yami: gracias Yugi, realmente no lo esperaba.

Yugi: para que sea una fiesta faltan los invitados.

Pasó un buen rato y llegaron Joey, Tea y Tristán, entre todos celebraban alegremente, para Yami no había nada mejor que aquella pequeña celebración, sencilla pero hecha y organizada por la persona más importante de su vida: su hermano.

Después llegó el momento más esperado, el pastel, el abuelo llevo el pastel con 15 velas encendidas a la mesa y lo puso frente a Yami.

Abuelo: toma hijo, tu pastel.

Yugi: apaga las velas y pide un deseo, abuelo ¿A dónde vas?- pregunto al ver que su abuelo se iba.

Abuelo: estoy cansado pero ustedes diviértanse, Yami solo quiero que sepas lo mucho que te quiero, a ti y a Yugi, diviértete hoy ya que mañana será un día muy difícil para ti.

Dijo esas palabras con mucha tristeza dejando a Yami sin entender a lo que se refería, después de decir aquello se fue.

Yami: ¿Qué mañana será un día difícil para mí? ¿Qué quiso decir con eso? Es mejor que vaya a hablar con él.

Yugi: tal vez solo está cansado, hablaremos con el cuándo esto termine por ahora solo disfruta tu fiesta hermano.- Yami asintió.

Joey: bueno amigo apaga las velas.

Yami se acercó un poco al pastel y de un solo soplido apago todas las velas, el humo que salió tras apagar las velas subió hasta el techo y que sin ninguno de los presentes se diera cuenta, en el techo comenzó a formarse una sombra, de la cual comenzaron a brillar una especie de ojos de color rojo, esa sombra miraba a Yami con mucha malicia.

¿?: El tiempo llego, la maldición se ejecutara nuevamente.- la sombra desapareció.

Todos seguían celebrando, querían que Yami le diera mordida al pastel pero él se negó, conocía demasiado bien a sus amigos y sabía que terminaría con la cara embarrada de pastel, todo era alegría hasta que la celebración llego a su fin, sus amigos se despidieron de los hermanos Moto quedando ambos hermanos solos, recogiendo un poco el lugar, Yami y Yugi se dirigieron a la habitación de abuelo para hablar con el respecto a su rara actitud. Abrieron la puerta de la habitación y vieron a su abuelo sentado sobre la cama, parecía estar muy pensativo.

Abuelo: ¿ya termino?

Yami: si, ya termino, abuelo ¿Qué te pasa? Has estado actuando muy raro hoy.

Yugi: es como si no te importara el cumpleaños de mi hermano, nos preocupas mucho.

Abuelo: no discutiré eso con ustedes niños, solo dejemos esto así, vayan a la cama que mañana tienen escuela.

Yugi: pero abuelo…

Abuelo: ¡obedezcan!- alzando un poco su tono de voz ambos hermanos decidieron obedecer, era muy obvio que su abuelo no les daría explicaciones, se fueron a la habitación que ambos compartían.

Tiempo después ambos ya estaban dormidos, cuando se abrió la puerta de la habitación, se mostró la figura del abuelo, miro con nostalgia a sus nietos, se acercó a Yami y le puso un pequeño crucifijo a un lado de su almohada, después dijo unas palabras.

Abuelo: Yami espero que esto pueda darte paz esta noche ya que mañana será muy duro para ti, siempre he temido que cumplieras 15 años por lo que pudiera pasarte, como me gustaría cambiar tu destino pero desafortunadamente no puedo solo me queda aceptarlo; mis nietos, ustedes son lo único que me queda, es mejor no decirles nada de lo que pudiera pasar ya que ninguno de ustedes me creería, los amo a ambos.- decía todo aquello mientras los observaba dormir pacíficamente.- me despido de ti Yami, Yugi espero que puedas aceptar la horrible realidad que vendrá muy pronto, una realidad que yo he aceptado desde hace 15 años.- termino de hablar y salió de la habitación.

El abuelo se despidió de Yami, sabía que cuando despertara a la mañana siguiente comenzaría a vivir una pesadilla, era algo inevitable, el inicio de una serie de ataques en contra de la vida de Yami. A partir de ese momento todo parecía incierto, ahora era el turno de Yami de vivir lo que sus antepasados habían vivido, ya que desde que cumplió sus 15 años y apago las velas el maleficio que había estado en su familia estaba a punto de desatarse nuevamente y a partir de la mañana siguiente comenzaría una lucha por sobrevivir.

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Hola a todos estoy de regreso con un nuevo fic, de hecho este fic ya tenía pensado hacerlo desde hace tiempo solo que no se me ocurría nada hasta ahora, el primer capítulo es alegre ya que lo hice pensando en mi cumpleaños que fue organizado por mi hermana Nadia, este primer capítulo en la parte de la fiesta va dedicado a ti hermana, para el segundo capítulo se verá lo que ocurrirá con Yami ya que se ha desatado aquella antigua maldición, espero que a los que lean mi fic les guste, escriban sus comentarios, sin más que decir me despido, nos veremos en el próximo capítulo. Sayonara.

DarkYami Motou.