"Ni Naruto ni todos los personajes me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto, solo los tomo prestados para crear mi historia"
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Capítulo 1: Esfuerzo.
Era una de las tantas noches veraniegas que solía tener la aldea, había algunos shinobis en misiones, algunos ANBU vigilando entre las sombras la aldea, otros shinobis descansando o cenando en familia, pero ella, una kunoichi de élite, simplemente se encontraba sobre un árbol, observando la paz del lugar, un punto fijo en el horizonte.
Su mente vagaba en un mar de pensamientos, de emociones, ser futura heredera del clan Hyuga, era un orgullo, toda su vida se había esforzado al máximo por ser alguien a quien no le quedase grande el apellido, y sin darse cuenta lo había logrado.
Ser la futura cabeza de su clan había resultado ser más difícil de lo que había imaginado, pero, que más podía pedir, era el orgullo de su padre, los años en los que se había esforzado, en los que había entenado hasta que su cuerpo cayera del agotamiento habían dado su fruto.
Se había graduado de la academia siendo la mejor de su clase, cosa que compartía con Sasuke Uchiha, pronto ascendió a Chunnin, poco después a base de muchísimo esfuerzo se convirtió en Jounnin, a causa de pulmón y lágrimas, había logrado convertirse en ANBU, aquel último rango antes de convertirse en Hokage, había sido su más alto orgullo.
El ser heredera significaba que pronto tendría que tomar decisiones por sí misma, tendía que ver no solo por ella sino por su Clan, su familia, su línea sanguínea, y la aldea, era lo que siempre había soñado, ser fuerte como su padre, pero gentil como su madre.
Ciertamente la vida le sonreía, había alcanzado todos sus logros, a la corta edad de 18 años, era lo mejor que le podía pasar, realmente estaba feliz de sus frutos cosechados con tanto esfuerzo, pero se sentía, en cierto punto, agotada. Ser un orgullo era algo muy difícil, recordaba aquellos tiempos en los que su padre pensaba que no sería más que un estorbo, pero acá estaba, demostrando que ella era capaz de superarse a sí misma.
Pero no era todo color de rosa.
A pesar de ser físicamente atractiva, inteligente, de buenos sentimientos… nadie había intentado acercársele, el amor que había nacido por una admiración hacía Naruto, en admiración había quedado. Este nunca correspondió a sus sentimientos, simplemente, ella había dejado eso de lado para concentrarse en su entrenamiento y en el futuro de su Clan. Lentamente estaba comenzando a aceptar que quizás su futuro prometido no fuera más que otro que su protector, su adorado primo Neji.
La brisa le sacudió sus cabellos, ese era el futuro que le esperaba. Tal vez, y estaba segura que lo aceptaría, aunque había aprendido de Naruto que cada uno elegía su destino, ella no estaba enojada ni dudosa, Neji era un hombre con todas las letras, además que le tenía un profundo sentimiento de cariño, era caballeroso, amable, respetuoso, un genio dentro de su clan, era muy obvio que ese sería su final candidato a convertirse en se esposo. Después de todo un Clan como el suyo no permitía que su sangre se mezclara con otra, para ellos eran los Hyuga con los Hyuga.
Así era su clan, ella debía empezar a velar por este. Se convertiría en una de las cabezas más importantes de su aldea. Aunque muy en el fondo sabía que su primer deber era con su corazón…
Salió de su casa en búsqueda de algo de paz, realmente la necesitaba, con sus 23 años sentía que ya nada le quedaba por hacer, su vida había cambiado hacía tiempo. Su padre, quien años atrás quería hacer un golpe estado, había desistido, gracias a uno de los ojos de Shisui, un Genjutsu definitivo de la clase más alta una técnica permite al usuario controlar la mente de su oponente, la gente de su Clan no se había dado cuenta que estaba siendo manipulado por Shisui, aunque este tardo años en recuperarse, había hecho cambiar de opinión no solo a Fugaku Uchiha, sino también a todo su clan.
Caminaba tranquilamente sobre una de las calles de sector Uchiha, las paletas, el símbolo de su clan estaban por todos lados, siempre agradeció el hecho de que Shisui tuviese un Sharingan tan fuerte ya que por eso, él no tuvo que enfrentarse a su familia. Hoy podía ver a su amada aldea crecer junto a sus familiares y a su amado hermano menor.
Comenzó a alejarse lentamente, con sus manos dentro de su pantalón sonreía, hoy tenía ganas de hacerlo, normalmente no era ni frio, ni cálido, pero hoy se sentía de muy buen humor, aunque ya era tarde decidió hacer prácticas de shuriken, la luna era demasiado luminosa y hermosa, incitaba a ser una larga noche.
Llego al campo de entrenamiento, coloco sus blancos en puntos ciegos, se imponía retos para ser el mejor. Algún día se libraría de la carga maldita de los Uchiha cuando fuese él quien sea el líder del Clan, cosa que dicho sea de paso no faltaba mucho, ya habían rumores de que Fugaku quería dejarle el resto a Itachi, o en su defecto a Sasuke.
El ser líder y guiar a todo un Clan, a su familia, no era precisamente su sueño, pero también quería lograr la paz, proteger a su familia, su aldea, pero por sobre todo, a Sasuke, su hermano menor, a veces se preguntaba que hubiese sido de él, si hubiese asesinado a su Clan. Recordaba como le había costado confesarle a Shisui acerca del golpe de estado que crearía su padre y como este había decidido ayudarlo, aun a costa de que uno de sus ojos quedara sin poder usar ese genjutsu durante diez largos años.
Suspiro despejándose, desconectándose de todo, era bastante tener que resumir la historia de su vida cada vez que no tenía en que pensar, ahora era diferente, su rango era ANBU, del cual había pedido al Hokage fuese descendido a Jounnin así podía pasar más tiempo con su familia. Respiro profunda y sonoramente, necesitaba dejar de pensar en eso, ya que estaba seguro que necesitaba concentrarse para realizar los tiros.
-¡Sharingan!- pronunció.
Para luego continuar con un buen salto, ya en el aire desenfundó sus shuriken y comenzó a tirar, entre ellas chocaron dando en los puntos ciegos y acertando en todos los blancos. Entonces fue cuando escucho un grito a lo lejos, lamentablemente, no logro entenderlos.
-¡Byakugan! ¡Rotación!
Al caer al suelo noto como le falto una shuriken en un blanco, atónito presto oído al grito que había escuchado hacía segundos.
Vio una shuriken a lo lejos venir supuso que era un ataque ya que estaba en una zona alejada de la aldea y del Clan. Formo unos sellos y con una fuerte voz activo su línea de sangre, noto que solo era una shuriken y que tal vez solo necesitaba esquivarla pero, ante la duda hizo una de las técnicas más poderosas de su Clan.
-¡Rotación!- grito.
Estaba segura que con eso quien haya sido se alejaría, esa técnica era fuerte, simplemente era una técnica superior a las conocidas, una barrera de podría bloquearlo todo, pero sin embargo fue todo lo contrario, vio como una fuente de chakra se acercaba a ella, aunque caminaba despacio, se sintió en ataque. Adopto la posición típica de su Clan, que rápidamente al verlo dentro de su rango la cambió alzo su voz y con fuerza grito…
-¡Ocho trigramas, sesenta y cuatro palmas!
Itachi se había preocupado, ¿Había lastimado a alguien? De ser así tenía que socorrerlo, tal vez era un simple civil y era sabido por demás que los shinobis no podían atacarlos, además que podrían sancionarlo por aquello. Preocupado comenzó a caminar en la dirección en la que escucho ese grito, sus pasos no eran rápidos, no quería asustar a quien le hubiese dado con esa shuriken. Mientras se iba acercando, vio como una figura salía de los árboles y se acercaba rápidamente hacía él.
-¡Dos palmas!- y acto seguido unos golpes dieron en el cuerpo de Itachi que estaba más que desprevenido y no hizo ningún intento de defenderse y por el contrario bajo su guardia permitiendo que los golpes fuesen certeros.
-¡Cuatro palmas!- y los golpes seguían ¿Acaso quien lo atacaba no se daba cuenta que era un ninja de esa aldea? No podía hablar, esos golpes lo estaban dañando internamente. Por el ataque supuso que se trataba de un Hyuga.
-¡Ocho palmas!- el ataque seguía. ¿Por qué seguía golpeándolo? Sin haber pedido que se identificara al menos. Sabía que no resistiría mucho los golpes que se enterraban en su cuerpo y notaba que cada vez eran más poderosos y sin dudas más rápidos.
Hinata estaba convencida de estar haciendo lo correcto. Una vez en los exámenes Chunnin, Rock Lee le había dicho que era mejor que ella encontrase a su enemigo que su enemigo a ella, estaba segura de hacer lo correcto.
-¡Dieciséis palmas!- Su voz no perdía valor. La habían atacado y ella solo se defendía.
No supo cómo, pero se dio cuenta que ya no había nadie más a quien golpear cuando se preparaba para las dos últimas series de golpes. El atacante en cuestión simplemente se había arreglado para escapar de ella. Estaba lejos de su rango.
-No puedes esconderte de mí.- fijo su vista detrás de un árbol donde vio la red de chakra.- ¡Identifícate! O no tendré piedad. Hay 361 puntos de chakra en tu cuerpo, he cerrado prácticamente la mitad, por lo cual no podrás hacer Taijutsu, mucho menos Ninjutsu.
Estaba segura que con esto simplemente lo obligaría a salir. Sabía que estaba claramente en ventaja. El chakra que sentía no era para nada familiar, por eso estaba segura que tenía que ser un enemigo sin más.
Itachi había sido golpeado muy fuertemente, ese estilo de pelea era realmente terrible, cuantas veces su padre le había dicho que los Hyuga eran personas con un fuerte Kekkei Genkai, a pesar de que solían a ver disputas por saber cuál doujutsu era más fuerte, su padre le reconocía que aunque para él el Sharingan era fuerte el Byakugan era terriblemente poderoso ya que un ninja sin chakra no es ninja. Se lamentaba una y otra vez tuvo que tomar más precauciones al acercarse y no regalarse como Jabalí en época de caza.
No necesitaba tener una mente superior para saber lo que estaba pasando. Tenía muchos de sus puntos de chakra cerrados, lo cual dejaba que este no fluyera naturalmente. Tosió un par de veces, un poco de sangre abandonaba su boca para quedarse en una de sus manos. Sus dudas se aclararon cuando escucho una voz femenina que gritaba a los cuatro vientos que se identificara. Era irónico, después de haberlo casi dejado sin fuerzas, le dice que se identificara.
Una mujer le había causado eso. Sin dudas era una mujer muy fuerte.
Se sostenía uno de sus brazos, el que más había sido afectado, le había costado escapar de esa técnica, aunque lo había hecho, después de todo él era un genio. Sonrió, por más genio que fuese, una mujer lo había dejado en un estado muy deplorable para un Uchiha.
Estiro el brazo que estaba en mejores condiciones, dando señal que saldría. Sorpresivamente un kunai se clavó justo al lado de su brazo.
Estaba colmando su paciencia, ¿Por qué no salía de una buena vez? ¿Acaso no sabía que ella podía verlo? No seguramente que no. Justo cuando estaba a punto de decirle nuevamente que saliera, vio una mano asomarse. Desenfundo un kunai y lo lanzó con fuerza. Era obvio que no quería que se moviera. Ella haría las preguntas.
Dio un salto hasta llegar a esa persona que la había atacado. Y con que se encontró. Ni nada más, ni nada menos que con el mismo Itachi Uchiha…
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N/A: ¡Hola a todos! La verdad es que Itachi & Hinata son lo imposible, pero son lindos juntos n.n7
Ademas de que me encantan obviamente, a pesar de que no escribo por lo general en el mundo ninja me dieron ganas de hacerlo. YO hubiese deseado un final más feliz para Itachi.
No es la típica trama en la que se tienen que casar, es más que eso, por ahora no lo diré.
Con respecto a mis otros fics, ando bloqueada, así que esto salio del bloqueo :D
Espero que les haya gustado el primero capítulo, dejen sus reviews!
(Mínimo 5 reviews para subir continuación) Esta en ustedes que la siga.
Nos leemos pronto.
