Hola, Hola!! Aquí traigo el primer capítulo de este fic que es respuesta al reto Time Travellers del foro Weird Sisters. Es la primera vez que participo en un reto y espero que no sean muy duros conmigo n.n He escrito un par de fics solamente y espero que si alguna vez la leen me dejen sus reviews :)

Este es el primero de tres capítulos que forman esta historia y, pues, es bastante corto pero es porque está a modo de introducción. No les distraigo más y pues ya verán como se desarrolla esta historia traída de los cabellos :)

Nota: Les puedo dar mi número de cuenta bancaria para que consulten el saldo, les aseguro que no encontraran todos esos millones de dólares que vale Harry Potter y Cía. porque, sencillamente, no me pertenece.



I

En Clase de Pociones

-¿Estás seguro de lo que estás haciendo?

-Por supuesto que estoy seguro, ahora cállate y déjame concentrar.

Sobre los calderos de todos los estudiantes que se encontraban en el aula de Pociones flotaba una ligera capa de humo que hacía que la visión del lugar fuese bastante borrosa. Aun así, al fondo del lugar se podía ver al profesor Slughorn canturreando alguna canción mientras hojeaba algún libro y les hacía algún comentario a los chicos sentados en la primera fila.

-No deberías inclinarte de esa manera sobre ese caldero…El profesor dijo que podía ser peligroso inhalar los vapores si la poción estaba mal preparada.

-Estoy seguro que está bien. Ahora, por favor…

-Pero…-esa fue la última interrupción que el chico se atrevió a hacer a su amigo, pues como una advertencia el cabello de éste comenzó a teñirse de un rojo encendido. Tragó saliva y volvió a concentrarse en sus instrucciones, si bien Teddy Lupin era un excelente amigo, no era para nada bueno interferir entre él y sus estudios. Alzó la vista y notó, con sólo pasar la vista por unos cuantos pupitres, que la poción de nadie más había alcanzado el color púrpura que indicaba que el cocido medio estaba listo. Suspiró contrariado, Teddy ni siquiera le dejaba mirar lo que estaba haciendo.

Fue en ese momento cuando se giró a verle otra vez, el rostro de su amigo se inclinaba peligrosamente sobre el caldero y su nariz trataba de percibir el olor de arándanos que caracterizaba el cocido medio perfecto de la Poción Rejuvenecedora, se retiró un poco y con su brazo alcanzó los colmillos de dragón triturados.

-¿Qué me miras?-escuchó que le decía rudamente Teddy mientras medía una onza exacta de polvo de dragón y se inclinaba nuevamente sobre el caldero.

Un brillo dorado en su cuello y algo que salió de dentro de la camisa de Teddy lograron llamarle bastante la atención, ignoró por completo la pregunta del mismo y comenzó a detallar la fina cadena de oro y el extraño dije que pendían del cuello de su amigo: Parecía un reloj de arena, no, era un reloj de arena; dorado y brillante. Tenía la extraña sensación que conocía lo que era.

-¿Qué es eso?-dijo señalando la cadena que colgaban muy cerca del contenido del caldero sin que su propietario siquiera se diera cuenta.

Teddy, tan pronto escuchó la pregunta de su compañero, vio en dirección a su pecho y no pudo evitar hacer un gesto de sorpresa por su descuido mientras alejaba el dije de la poción y lo encerraba en su puño. Miró con sus ojos verdes, que había decidido usar esa mañana y que se parecían mucho a los de su padrino, a su preguntón amigo y respondió:

-¿Sabes? Después de todos estos años he podido notar que puedes llegar a ser bastante fastidioso, Danny.-el aludido frunció el ceño por cualquier respuesta y se giró hacia sus apuntes, trató de ignorar a Teddy cuando de repente escuchó que le decía-Un regalo.-Él le miró sin entender-Bueno, más bien un préstamo. De McGonagall.

Danny abrió los ojos asombrado. ¿Qué podía ser aquel relojito que colgaba del cuello de su amigo que era un regalo nada más y nada menos que de la profesora McGonagall? Entonces sintió como si el conocimiento cayera encima de él como una ducha helada.

-¡Es un Giratiempo!-exclamó con voz ahogada mientras Teddy abría los ojos desconcertado-Escuché a mi tío hablar de ellos hace algunos años, él es un Inefable, dijo no quedaba ninguno en Gran Bretaña y tardaron bastante tiempo en poder construir unos cuantos otra vez. Pero… ¿Por qué tú tienes uno?

Ahora Teddy estaba nervioso, si bien había dejado suelta la lengua unos instantes nunca pensó que Danny podría haber adivinado de que se trataba todo. Tosió un poco mientras su cabello cambiaba bruscamente a un azul eléctrico, la poción se estaba recalentando y comenzaba a botar un humo más denso.

-Eh, bueno…Este, lo que pasa es que…eh, se supone que nadie podía saber esto…bien…lo uso para viajar atrás en el tiempo unas cuantas horas…y poder asistir a todas mis clases…

-¡Eso es genial!- exclamó Danny sorprendiendo con su actitud a Teddy y llamando la atención de todos los presentes por lo que añadió en voz más baja-¡Mi tío también dijo que sólo se los daban a magos muy experimentados y responsables!

-Pues sí, pero…-trató de explicarse Teddy.

-¡Y que tenía conocimiento que en el último siglo se le había otorgado sólo a una estudiante de Hogwarts…!

-Sí, pero…

-¡En 1993!-exclamó y dijo enseguida algo curioso-Teddy, ¿No fue ese el año en que tu padre enseñó aquí?

-Sí, fue ese año.-Teddy había desistido de cualquier intento de entrar en razón con el chico, su cabello se volvió de un color castaño cenizo y maldijo en voz baja al notar que la poción estaba a punto de arruinarse. Danny podía ser muy buen amigo, pero también solía ser bastante imprudente. Suspiró concentrándose nuevamente en su tarea, ni siquiera se molestó en decirle a su amigo que no debía contarle nada a nadie, su mente estaba en otra parte.

Recordaba, bastante triste, el día de verano en que se enteró que McGonagall le consiguió el Giratiempo. Hermione les visitó ese día y le explicó muchas cosas acerca de él, le dijo que estaba muy orgullosa de que se lo dieran y escuchó embelesado las aventuras de ella y su padrino con él.

"-Fue entonces cuando el profesor Lupin…

-¿Profesor Lupin? ¿Papá? ¿Él sabía que tú usabas un Giratiempo?

-Teddy…bien, pasaron muchas cosas ese año que tu padre enseñó en Hogwarts.

-Me gustaría saberlas…

-Me gustaría contártelas…"

Trataba de no pensar mucho en ellos, se entristecía al saber lo muy orgullosos que debían estar de él pero en realidad, simplemente, no estaban ahí para decírselo. Siempre le habían dicho que ellos habían sido héroes, que habían dado sus vidas para hacer del mundo un lugar mejor para él ¿Pero de qué servía si no lo acompañaban en ese momento? Él no quería héroes, quería padres. Un papá y una mamá que estuviesen ahí cuando tuviera su primer brote de magia o cuando comprara su varita o cuando viajara a Hogwarts por primera vez. Y no es que su abuela, Harry y Ginny no hubiesen sido buenos haciendo el papel de padres, al contrario, se habían encargado de criarlo con tanto amor como se pueda imaginar…pero no eran ellos, no eran Remus Lupin ni Nymphadora Tonks.

No pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, apretó con fuerza sus puños y cerró los ojos. Odiaba llorar, odiaba llorar por ellos, porque nada de lo que hiciera los traería de vuelta, porque nada haría que pudiese conocerlos…

Unas cuantas gotas rebeldes comenzaran a resbalar por sus mejillas, inclinó su cabeza hacia adelante sintiéndose estúpido ¿Qué pensarían sus compañeros si lo veían llorar por nada en la mitad de la clase?

Clip, clap…

Un par de lágrimas cayeron sobre la poción a medio terminar sin que ninguno de los dos Gryffindors que estaban ahí lo notaran.

-Siento haber hablado acerca de tu padre, Teddy…-el muchacho se sentía realmente apenado al ver la tristeza que había embargado a su amigo tras su sola mención. Él movió negativamente la cabeza en respuesta tratando de decirle que no era nada y la delicada cadena de oro que caía fuera de su túnica se movió al compás. Teddy apretó aun más fuertemente sus puños, no quería ser tan débil, debía terminar la poción, debía…-¡Ten cuidado, Teddy!

Una explosión pequeña llenó el recinto y quedó un humo espeso y púrpura llenando toda la estancia. Danny trató de advertir a su amigo pero no había sido lo suficientemente rápido porque, a pesar de su conocida inteligencia Teddy Lupin, solía distinguirse de vez en cuando por algunos accidentes aparatosos, nada grave, claro, pero no se podía negar que era un poco, y sólo un poco torpe: cuando Teddy trató de alcanzar nuevamente los colmillos triturados de dragón, se tropezó, su cuerpo se balanceó hacia adelante y, ante los ojos asombrados de Danny, el Giratiempo se enredó con la túnica de su propietario y comenzó a dar vueltas cuando éste la pisó al tratar de hacer algo para sostenerse dándole el impulso necesario al separarse ambas cosas, al mismo tiempo caía prácticamente de cabeza sobre su trabajo lo que hizo que el delicado y peligroso aparato mágico terminara sumergido, a la vez que giraba, en el caldero lleno de Poción Rejuvenecedora a medio hacer.

Sintió que dio vueltas y que el piso se movió debajo de él. El ruido de la explosión logró ensordecerlo por unos momentos, Teddy sentía que la cabeza le iba a estallar y le fue imposible el abrir los ojos. Se incorporó lentamente aun sintiendo lágrimas tibias sobre sus mejillas y esperando que los Slytherins no se rieran mucho cuando se pusiera de pie.

Fue en ese momento, cuando abriendo lentamente los ojos, que se vio en medio del salón de Pociones completamente vacío y sumergido en una penumbra total. Dio un par de pasos después de ponerse de pie, trastabillando un poco y tropezando con cuanta mesa y caldero se le atravesaba logró salir al pasillo.

Debía ser un error, era imposible que lo hubiesen dejado ahí todo el día, porque aunque estaba en las mazmorras del castillo y a juzgar por el silencio profundo, podía jurar que parecía que ya era de noche. Eso era extraño. Demasiado extraño.

Se sobresaltó, y asustado, llevó su mano a su pecho. Con los ojos abiertos como un par de platos y mientras su cabello tomaba una tonalidad rosa chicle, observó en la palma de su mano el pequeño reloj de arena de su Giratiempo con una pequeña grieta; lo apretó con fuerza en su mano y comenzó a caminar decidido por el corredor, mientras de su puño goteaba un liquido pegajoso y púrpura.

Sabía que nada bueno podía significar aquello.


Bastante corto y sencillo. Sé que la forma en la que hice que Teddy viajara fue bastante...en fin.

Espero que les haya gustado y pues el próximo será, necesariamente, mucho mas largo.

Un beso

Londony S.