Hola de nuevo. jojojo, supongo que tendré que disculparme por mi tardanza en subir cosas nuevas e_é , así que tienen mi más sincera disculpa ^^
Hoy vengo con un fic para el "Reto tu ingenio" del grupo de facebook "Escritoras y Lectoras de Fanfics", por lo que espero que lo disfruten. Debo agradecerle al colegio, el lugar que parece ser el foco de mi inspiración XD.
ya saben. Naruto y compañía no me pertenece, tan solo es de Masashi Kishimoto, yo solo los pido prestados para nuestro entretenimiento. Lo que sí me pertenece es la historia en sí, por lo que respeten los derechos de autor, y digan NO al plagio.
- Zanahoria, hoy te toca a ti – Karin se giro lentamente hacia suigetsu, y lo miro como mirarías a un insecto… aplastado por tu zapato.
- ¿Acaso estás loco, fenómeno? – Su mirada se transformo en una burlona, y fingió evaluar su cabeza – Seguro que esos horribles dientes ya te atravesaron el cerebro, porque hoy te toca a ti.
- Mira, Zanahoria – Rodeó sus hombros con uno de sus brazos, mirando divertido como ella se echaba violentamente hacia un lado – Limítate a sacar la basura, y tal vez te deje lavar mi ropa.
- ¡Bastardo, que te toca a ti! – Karin frunció el ceño, y rápidamente le dio un golpe en el estomago al chico de los dientes de tiburón – Incluso con suerte, tal vez la laves tú mismo.
- Zorra.
- Bruto.
- Cabeza de fósforo.
- ¡Oh, vaya!, tenemos un genio aquí.
- Tonta.
- Baka.
- Ya está – De la nada, justo enfrente de ellos, apareció Juugo con una nueva bolsa de basura – Era mi turno.
Ambos fruncieron el ceño, ignorando a Juugo, y continuaron lanzándose insultos, y, una que otra vez, también objetos.
Un par de ojos negros observaban la escena desde el exterior de la cabaña, para luego darles la espalda e internarse en el bosque. Aquellas peleas entre Karin y Suigetsu eran bastante comunes, pero cada vez se hacían más insoportables para él, pues removía cosas en su memoria que era mejor dejar quietas. Y, algunas veces, como esa, sentía un extraño cosquilleo en su pecho, que se sentía casi como un corazón. Pero luego reía – Amarga en internamente, pues hacía mucho tiempo, él había olvidado como reír -, y olvidaba aquellos ojos azules que lo habían retado y con los cuales se había divertido, y olvidaba aquel cabello rosa que era tan molesto y que olía a cereza. Porque Sasuke no tiene corazón; porque él es un vengador, y ese era el camino que había elegido para si mismo.
