Declaimer: Naruto no me pertenece, si así fuese Kakashi-sensei ya sería un personaje hentai xD.
¡Hola! Aquí vengo con un nuevo fic: en este caso es un two-shot, dedicado a una personita que me pidió ayuda con la historia de Naruto. Claro que solo trata de algunos pocos personajes, pero bueno… espero que pueda serte útil.
Advertencia: El primer capítulo trata sobre la historia real de kakashi, por lo que sus créditos no son míos; mientras que el segundo trata sobre un tema que nunca se explico… y que a mi parecer quedo inconcluso: por lo que es ficticio, y salió de mi cabecita.
Espero que les guste
Mi historia comienza a partir de la muerte de mi padre, cuando yo aun era un niño.
El colmillo blanco de la hoja era mi padre. Un ninja famoso por sus habilidades capaces de igualar a un sannin*. Pero toda esta fama, tenía sus contras. Una de ellas, era la responsabilidad que caía sobre sus hombros: esto fue lo que termino por matarlo.
Todo pasó en una misión, cuando unos ninjas renegados tomaron prisioneros a los compañeros de mi padre, pidiéndoles a cambio el pergamino que portaban. Este mismo, debía ser entregado con suma prioridad al hokage, al contener información crucial sobre los bandidos que atacaron al señor feudal del país del fuego. Pero esto nunca pudo llevarse a cabo. Mi padre, prefirió salvar a su equipo a cambio del pergamino, antes que dejarlos morir por una misión.
Pero a pesar de haber salvado sus vidas, sus compañeros, junto con el resto de los ninjas de la aldea se pusieron en su contra, culpándolo por el incumplimiento de la misión al no acatar las verdaderas reglas ninja: un ninja debe estar preparado para morir en cualquier momento, dispuesto a dejar la vida en misión para proteger a su aldea. Algo que no pudo cumplir, y que por consecuencia causara la desconfianza de todos los ninjas; llevando así a mí padre, a la deshonra y culpabilidad. Actos, que no pudo soportar… muriendo finalmente.
Suicidio
Este hecho, marcó mi vida para siempre. La forma en la que miraba a la gente, la forma en cómo cumplía mis misiones, y la forma en cómo actuaba. Fue la revolución a mi vida. Mi carácter endureció, se tornó frio, arisco con la gente; transformándome en un ninja en toda la regla: sin sentimientos. Lo que a su vez, desencadeno una serie de cambios en mi –que luego pasaría a formar parte de mis características- comencé a utilizar una máscara para ocultar mi verdadera identidad –y mi vergüenza hacia mi progenitor- comencé a analizar todo lógicamente, me aparte de la sociedad –por lo tanto de los sentimientos- y me volví, por tanto, una persona solitaria e inmune a todo tipo de relaciones. Hasta su llegada
Mi equipo
Ellos fueron las personas que me cambiaron. Las únicas capaces de entrar por entero a mi alma luego de la muerte de mi progenitor. Las que le dieron otro objetivo a mi vida. Ellos fueron como el rocío en un desierto. Me dieron la alegría de poder volver a pensar con el corazón, de sentir, sin la necesidad de tener que estar pensando en los demás. Algo que antes, me era imposible evitar.
Ellos se transformaron en mi apoyo, en la ayuda que necesitaba. Fueron las personas que más cosas me enseñaron en esta difícil vida shinobi. Pero ellos también fueron los que terminaron de hacer mi personalidad.
Los conocí en la academia, el día en que nos graduamos como gennins. Fue un día normal en aquel entonces, sin emoción alguna por mi ascenso, algo que solo me importaba, porque me permitiría en un futuro ser un ninja digno, por lo que nunca mostré felicidad y/o nerviosismo, o cualquier otra emoción. Para mí, estas eran una debilidad, algo que no se debía permitir expresar en un ninja. No si lo que se quería era cumplir las misiones con éxito. Pero no así ellos.
Ellos creían, que un ninja jamás podría deshacerse de sus emociones totalmente, sin importar cuán fuerte se intentase. Ellos decían, que todos los ninjas eran humanos, y que por lo tanto los sentimientos eran algo con lo que el shinobi o la kunoichi debían aprender a vivir.
Sus nombres: Uchiha Obito y Rin.
Al comienzo solo pude pensar de ellos como un estorbo. Aquellos postes que me impedían llegar a mi meta con rapidez y eficiencia. Así también me resultaban sus personalidades: fastidiosas, caprichosas, infantiles, no dignas de un ninja: entre otras palabras, totalmente inaceptables, pero esto al sensei Minato –un excelente ninja- no le molestaba en lo absoluto. El creía que abandonar la vida de un compañero en misión era traicionar a tus aliados, romper una familia –y según propias palabras- ir destruyendo la aldea poco a poco: dejando que todo el vínculo que existía entre la aldea y sus ninjas, no fuese más que un escudo en la banda*.
Esa fue nuestra primera diferencia.
Ellos se dejaban llevar por los sentimientos de una manera asombrosamente agobiante, algo que me molestaba en sobremanera, causando que nuestro trabajo en equipo, fuese día a día empeorando, produciendo, no solo un bajo rendimiento en las misiones sino también -por consecuencia- una ineficacia a la hora de cumplir con nuestro deber ninja, causando que, con el tiempo, pusiésemos en peligro hasta nuestras propias vidas. Algo que no comprendí hasta aquel suceso.
Todo comenzó durante la tercer gran guerra ninja, cuando tenía doce años, o más específicamente durante mi ascenso a jounnin.
Estábamos en una misión de intercepción en la frontera con el país de la lluvia, creando un plan para enfrentarlos y evitar que más enemigos llegaran a la aldea de konoha –que suficientes problemas tenía ya con las otras batallas-.
Pero todo nuestro plan se ve arruinado cuando Minato-sensei, es llamado de urgencia por el hokage, dejándonos a cargo de la misión, y a mí como su líder. Esto produce insatisfacción en mi compañero, produciendo una fuerte disputa por las situaciones que debemos realizar primero, por consecuencia de la mala predisposición que este ultimo manifestaba hacia mis planes. Lo cual, se vio doblemente aumentado con la captura de Rin.
Cuando nos enteramos del secuestro de Rin, las discusiones no hicieron más que empeorar; marcando, finalmente, todas las diferencias que había entre nosotros. Pero fue también en esa fecha, donde aprendí la regla más importante de mi vida: la lección que me permitiría ver a mi "estúpido y sentimental" compañero, como a mí mejor amigo.
Flash Back
-¡Obito, debemos seguir con la misión! Estamos en guerra, no podemos darnos el lujo de permitir que los enemigos lleguen a la frontera, esas fueron las órdenes del sensei- digo encabritado, al ver que mi estúpido compañero no coopera.
-Pero no podemos dejar a Rin en manos de aquellos estúpidos, ¡no podemos abandonarla! Ella es parte de nuestro equipo… ¿recuerdas lo que nos enseñó Minato-sensei…?- pregunta a gritos
-¡No estamos para enseñanzas de academia Obito! ¡esto es la guerra! No podemos abandonar la misión, la aldea depende de nosotros y de que la llevemos a cabo-
-¡Pero Rin también nos necesita! ¡No podemos dejar que la maten Kakashi! ¿Acaso tú puedes dejarla…? ¿Sería capaz de abandonar a un camarada solo por una misión? ¡Por kami-sama Kakashi, Rin siempre estuvo ahí cuando la necesitábamos!.. siempre curándonos… yo no puedo dejarla Kakashi, n- no puedo…- termina con lagrimas en los ojos. ¡Genial! Lo que me faltaba, que el enamorado más idiota se pusiese a llorar durante una guerra.
-Rin nos curó, porque esa era su tarea como ninja medico. Se lo agradezco sí, pero ahora lo más importante es no dejar que los enemigos nos ganen; y estoy seguro que eso hasta ella lo entiende…- no pienso cambiar de opinión, él debería saberlo, muchos ninjas mueren durante la guerra: es una pérdida que no se puede evitar. Por esa razón es mejor no tener sentimientos, entorpecen las misiones.
-Eres un desgraciado Kakashi- me dice con odio. Pero el tiene que entender cuales son sus obligaciones, y esa es la aldea.
-Romper las reglas shinobi es ser escoria… Obito- le digo de mal humor, al estar perdiendo valioso tiempo, en el que ya podríamos haber vencido a nuestros enemigos…
-Si… romper las reglas es ser escoria, pero abandonar a tus camaradas… ¡es ser peor que escoria! Yo no voy a ser eso Kakashi, no pienso abandonar a Rin, aún si eso me hace dejar de ser ninja. Si tú quieres ir y cumplir la misión adelante: no me importa. Aunque tenga que ir solo a rescatarla, lo haré- me sorprende… el jamás me ha hablado de esa forma. Me mira como nunca lo ha hecho antes: con pura convicción de sí mismo, mostrándome lo decidido que está por salvar a Rin. Pero eso solo hace que me enoje aún más con él por su estúpida obsesión con nuestra compañera, haciendo que mi opinión sobre las emociones, no haga otra cosa más que afirmarse con mayor fuerza. Los humanos se vuelven débiles ante las emociones: completamente inútiles. Por eso es mejor bloquearlas; pero pedirle eso a Obito es perder tiempo. No voy a dejar que eso arruine la misión; iré solo: siempre será mucho mejor.
-Bien… haz lo que quieras, pero luego no te quejes si mueres- digo mordaz.
Ambos nos marchamos en diferentes direcciones. Sin saber, que esta sería la ultima discusión de nuestras vidas.
Así fue como emprendí el viaje hacia la frontera para encontrarme con mis enemigos, hasta que algo en mi hizo darme la vuelta. No entiendo que es lo que me sucede, la misión es lo importante, es lo que un ninja tiene que hacer, es mi misión, por la que la aldea entera depende… pero entonces, ¡¿por qué carajos estoy yendo en la dirección por la que se fue Obito? ¡¿Por qué no puedo simplemente ignorar el que haya ido a su suicidio, y centrarme en la verdadera misión? Pero entre divagaciones llego a la cueva en donde se encuentran Obito, Rin –la cual está suelta- y los bandidos. Me acerco a ellos por detrás –y veo que Obito se sorprende por mi llegada- pero veo que me notan, por lo que de una patada me expulsan hacia atrás. Por suerte logro recuperarme. Veo como Obito se prepara para pelear y yo lo imito. Así, nos enfrascamos en una ardua batalla. Nuestros enemigos son fuertes adversarios y tenemos dificultades; uno de ellos ha logrado hacerme un corte en el ojo –haciéndolo inútil- pero en un último momento, Obito logra despertar su sharingan -el cual le da mucha más ventaja- y yo –con mi nueva técnica- comenzamos a trabajar en equipo: por primera vez en nuestras vidas, y debo admitir, que se siente muy bien. Pero justo cuando estamos por ganarles, uno de los ninjas –con sus últimas fuerzas- hace que la cueva comience a derrumbarse, atrapándonos por los escombros que caen… pero justo cuando una roca gigante está por impactar conmigo, Obito me empuja y se pone en mi lugar, siendo él el afectado. Intento decirle que no lo haga, que morirá si lo hace, pero mis palabras no logran salir de mi boca. Pero para cuando logro gritarle, el ya se encuentra debajo de la roca.
La mitad de su cuerpo está completamente destruido.
Pura furia.
Kami-sama… esto, es una sensación que nace desde dentro… como si una llama explotase al contacto con la pólvora… algo que no siento hace años; es como si todas las emociones que hubiese estado guardando durante mi vida salieran de golpe al ver a Obito en ese estado. Es sofocante. Tengo ganas de gritar, llorar y matar, como nunca antes lo he sentido… me asusta. Jamás había sentido tanto odio hacia alguien… ni siquiera hacia mi padre. Estoy llorando. Me doy cuenta cuando gotas empiezan a mojar el piso en donde me encuentro arrodillado. Tengo tantas ganas de gritar… ¡tantas! Me ahoga, pero la maldita voz no quiere salir.
-¿K-k-ka..kashi?- es Obito. Levanto la cabeza rápidamente para espantarme aún más al ver el estado en que se encuentra. De su boca sale sangra –mucha- al intentar hablar conmigo -¿C-co-mo se e-encu…encuentra…- pero no puede terminar de hablar porque más sangre escapa de su boca, ahogándolo. Pero yo entiendo lo que quiere preguntar.
-Rin está bien- le digo, viéndolo sonreír al saber que ha cumplido su deseo. Pero por culpa de ese maldito deseo, el se está muriendo… y yo no puedo hacer nada –Rin, cúralo. Hazlo mientras yo saco esta roca de acá- la miro, y me doy cuenta de que ella también está llorando… ¡o no! -¡Demonios Rin! ¡Eres una medico ninja, se supones que tienes que poder curarlo, todavía hay oportunidad para él!- ¡Maldita sea! No puede ser… Obito no puedo morir… y menos por mi culpa.
-Lo siento… su cuerpo está destruido- me dice con vos ronca, al intentar reprimir su llanto
-¡Que me quieres dec…- grito, pero antes de terminar, Obito me habla
-N-no le hech…es l-la c-cul-p-pa a Rin- me dice con vos entrecortada –Y-ya n-no p-pued-o s-sentir m-mi cuer-cuerpo –me mira, dándome a entender que ya no puede hacerse nada… ¡Pero que trata de decir! ¡No pienso dejarlo morir! ¡No importa lo que me cueste llevarlo! ¡Él va a vivir! –N-no K-ka-kashi, y-ya no p-puedes hac-hace-cer na-da. N-no te esfuer-ces, esta b-bien. Ade-adem-mas es-stoy feliz-z, p-pude salv-var a Rin- me dice sonriendo –Q-q-qui-ero que t-te que-quedes c-o-con mi ojo s-sh-sharingan. Re-reeem-reempla-zara el qu-que per-rdiste. Asi vo-oy a pod-er v-er t-t-oodo a través de ti- dice mirando a Rin, quien entre lagrimas asiente, entendiendo a lo que se refiere –K-k-ka-kashi pr-pro-meteme q-que cui-cui-d-daras de Rin- me dice con seriedad –N-no me a-arre-pi-piento de ha-habe-rte s-salvado, e-eres m-mi amigo. Gra-gracias por ayu-ayu-darme –finaliza sonriendo. Veo como más sangre sale de su boca, ahogándolo por completo. Sus ojos ya no enfocan… ya no miran. Esta muerto. Comienzo a sentir como algo ardiente sube por mi garganta, haciendo que me sea imposible contener el fuego que quiere salir…
-¡OBITO!- grito. Comienzo a sentir una presión insoportable en mi pecho… es tan dolorosa que me hace llorar más fuerte y doblarme sobre mis rodillas. Es horroroso.
-Ka-kashi- me llama Rin –Obito, me pidió, q-que te trasplantara su ojo…
-L-lo sé-
Fin Flash Back
Jamás olvidaré la actitud que tuvo Obito ese día. Me mostró, que a pesar de ser débil físicamente, podía dejar todo por sus ideales, tomando fuerza de ellos para volverse fuerte. Me mostró el valor de la confianza en sí mismo, pero lo más importante: me mostró que no hay nada más importante que la vida de las personas a las que quieres, porque son ellas las que te mantienen con vida.
Nunca podré olvidar a ese Uchiha, pero no solo por el obsequio que me dio, sino por las grandes cosas que me enseñó.
Ahora que lo pienso bien, me alegro de haber hecho esa elección.
Uchiha Obito: mi mejor amigo
-0o0-
La historia es de Masashi Kishimoto. La narración es mía.
Sé que no es original… pero lo hice para ayudar a una compañera que necesitaba datos sobre Naruto. Espero que te sirva Cami.p.
Y espero que merezca, aunque sea, una review. Eso me haría muy feliz.
Prometo que el capitulo dos, si será toda mi idea.
Y quiero agradecer a estas personitas en especial: Daga Uchiha, Shouko-Marigold, Pilar, Ladybyakughan y Cami.p por dejar reviews en el fic shikaino: sin navidad. ¡Se los agradezco mucho chicas!
Hasta el próximo capítulo.
Uchiha-Dani-Uzumaki
