CAPITULO 1. DON´T BELIVE A WORD
Disclaimer: Los personajes son de J.K. Rowling.
Hola!
Esta es la primera historia que me animo a publicar, no la primera que escribo. Es que hoy me dije deja de ser cobarde y atrévete y aquí esta, que pase lo que tenga que pasar.
Y va para mi pequeño Alex que es en las horas de su siesta cuando escribo.
Don't believe a word
'Cause words are only spoken
your heart is like a promise
made to be broken.
Un nuevo semestre había comenzado, su último semestre en Hogwarts. Draco Malfoy llego en su convertible plateado, con su porte arrogante y sintiéndose superior a todos los demás. Alto, con su piel blanca libre de defectos, su cabello rubio casi blanco y su físico atlético podría ser el sueño de cualquier chica, pero eso a él no le interesaba para eso estaba Cedric, que él se quedara con todos los suspiros que quisiera. Draco lo único que quería era que los demás supieran que él era mejor que ellos. Vestido como siempre en tonalidades grises y negras y con su cabello bien peinado, ninguno fuera de su lugar, caminaba por el pasillo. Era altanero y prepotente, molestando siempre a quien se pusiera enfrente. Su mirada gris y fría era su sello distintivo, solo volviéndose cálida cuando la rabia se reflejaba en ella.
Era la última clase que tendría ese día, Biología con McGonagall, entro al aula seguido de sus mejores amigos Crabbe y Goyle, más parecidos a un par de escoltas en realidad. Aun no entendía como aquel par había osado tomar esa clase, cuando eran un par de idiotas sin cerebro, seguro por la razón que hacían todo lo demás, por seguirlo y ser igual que él, ese pensamiento aunque no lo hizo exactamente feliz dibujo una media sonrisa en su rostro. Se sentó en la última fila, como era su costumbre, ocupando una de las mesas del laboratorio.
Minutos después Minerva McGonagall hacia aparición en el aula, era una mujer ya entrada en años pero no por eso dejaba de ser firme y con mucha autoridad, todos incluso Malfoy le tenían respeto. Aquella clase igual que todas las demás serian pan comido, porque si de algo se jactaba Draco Malfoy era que nada le parecía difícil. Pensaba en esto mientras la profesora les daba la bienvenida al nuevo curso, explicando lo que verían sobre la materia aquellos meses y la forma de trabajar dentro y fuera del aula, y fue justamente en esto donde otra sonrisa de superioridad se dibujo en su rostro, trabajarían en parejas, todos los trabajos que presentarían serian de esta forma. El rubio decidió casi inmediatamente que elegiría a Goyle, era un poco menos idiota que Crabbe.
-Las parejas las elegiré yo, no se cambiaran ni aceptare ninguna queja al respecto, si además de esforzarse por presentar trabajos satisfactorios tienen que esforzarse por llevarse bien con su compañero de trabajo, mis últimas palabras serán, que lo harán.-dijo la profesora con decisión.
De inmediato murmullos surgieron en todas las mesas pero ninguna queja haría cambiar a aquella profesora su manera de pensar y eso estaba más que visto.
-Bien, diré los nombres que formaran las parejas de trabajo, después daré unos minutos para que se conozcan si es que aun no lo hacen.
Después de esto Draco perdió completo interés en lo que la profesora decía solo esperando que su nombre y el de su pareja fuera nombrado para que aquella tortura comenzara, mientras garabateaba tonterías en su libreta.
-Hermione Granger con Draco Malfoy…
Y aquello le cayó como un balde de agua fría, de todos los que estaban en esa clase le tenía que tocar con la sabelotodo insufrible de Granger, a quien no había dejado de molestar y decir cosas hirientes desde el primer día del primer curso, Draco dio un suspiro por lo bajo. Y la busco con la mirada, la encontró como era su costumbre en una de las dos primeras mesas de la clase acompañada como siempre por aquella Weasley, la chica pelirroja que siempre bufaba cuando su amiga ignoraba con todo el autocontrol de que era poseedora sus comentarios insolentes. Esa chica que siempre vestía de manera por demás sencilla, con el cabello hecho un desorden y que parecía no preocuparse por otras cosas que por las buenas notas, sería su compañera hasta el final de semestre. Draco simplemente no se movió de su lugar, veía como todos lo hacían dirigiéndose con sus respectivas parejas de trabajo y cruzaban por lo menos un par de palabras amables, él en cambio no se movió. Él era un Malfoy, Granger tenía que ser quien se acercara, decidió.
-Bien los dejare el resto de la clase libre, nos veremos el miércoles para continuar.-La voz de la profesora se escucho sobre las platicas de sus alumnos.
Y cuando casi estaban solos, vio que la pelirroja amiga de Granger le hacia una seña de que se retiraría, la castaña nunca se giro para buscarlo cuando tuvo la oportunidad, le estaba dejando en claro a Malfoy que no sería ella la que lo buscaría, así que dejando salir el aire de manera por demás sonora y diciéndose a sí mismo que al final la mesa de la chica estaba cerca de la puerta, cedió y se encamino hacia ella.
-Adelántense, los alcanzo después.-dijo Draco secamente a sus amigos.
Una vez frente a la mesa de Hermione carraspeo para llamar su atención, pero la castaña ni así levanto la vista hacia él, estaba absorta en un libro enorme. Estaba más que claro que si alguien sabia sacar a Draco Malfoy de sus casillas era esa chica y durante solo un segundo, con el salón solo y sin que nadie más tuviera la necesidad de entrar para la clase siguiente, Draco le puso atención al rostro de aquella persona a la que había molestado desde hacía ya un par de años, definitivamente no era la más bonita pero sus facciones eran delicadas, sus pestañas rizadas y su nariz cubierta de pequeñas pecas que solo eran perceptibles estando bien cerca, su labios eras más bien delgados pero bonitos, y entonces sus ojos café se encontraron con los suyos sacándolo de golpe de aquello que hacía. Si fuera cualquier otro, aquello hasta lo habría hecho dar un brinquito por la sorpresa pero él era Malfoy y lo que Granger se encontró fue un rostro sin expresión alguna.
-¿Y bien?-dijo ella. Su expresión parecía serena pero Draco intuía que quizá estaba un poco a la defensiva y era justificable.
-Trabajaremos juntos-dijo él.
-Está más que claro.
-Para los trabajos fuera de aula, no cuento con mucho tiempo, después de clase y hasta las 5 tengo entrenamiento en el equipo de atletismo y después practico equitación, piano… -ni siquiera sabía porque le decía aquello pero ya se le había escapado-el punto es que…
-El punto es Malfoy que ni sueñes con que haga tu parte-lo interrumpió-cuando tengas hora libre simplemente me lo dices y nos vemos en la biblioteca-dicho esto tomo su gran libro y su bolsa y salió por la puerta con la espalda muy derechita y Draco bufo.
Se encontró con Crabbe y Goyle en las escaleras de la entrada del colegio, parecían reírse de algo que habían hecho, una estupidez definitivamente, pensó el rubio. Entonces escucho que se habían tropezado con las amigas de su nueva compañera de trabajo y les habían tirado los libros que llevaban en las manos, se reían a carcajada abierta por aquello.
Draco carraspeo bien alto para llamar su atención.
-No quiero que molesten mas a Granger o sus amigas-dijo cuando tuvo su atención-tendré que trabajar con ella todo el semestre y con eso es suficiente, no quiero más problemas.-y entonces se encamino hacia su auto.
Draco se despidió de sus amigos en los vestidores, él se iría al área donde entrenaba el equipo de atletismo mientras Crabbe y Goyle se irían al estadio cubierto, donde practicaban lucha, esto por sugerencia de él que los había querido alejar, le gustaba que lo siguieran pero no todo el tiempo y ese era su tiempo a solas. Un tiempo que en verdad disfrutaba.
Saludo a sus compañeros con un movimiento de cabeza y se planto un poco detrás de los demás para escuchar la bienvenida de la entrenadora Hooch, que una vez dicho, comenzaron con el calentamiento y después de esto se dispusieron a escuchar algunas instrucciones del entrenador Marcus Flint, encargado del equipo varonil de velocistas y relevos. Mientras las chicas hacían lo propio con el entrenador Oliver Wood. Draco era quien mejor tiempo tenía, apenas seguido por Theodore Nott. Entonces levanto la vista y se encontró con Granger sentándose en las gradas del lugar y al parecer saludando a sus amigas integrantes del equipo femenil de atletismo.
Aquellas actividades eran opcionales y quienes quisieran podrían tomarlas, estaban el equipo de basquetbol, voleibol, fútbol, natación, lucha y atletismo. El primer semestre Draco perteneció al equipo de natación pero después de una pelea con la ahora estrella del mismo Cedric Diggory y la intervención de su padre para que no lo echaran de tan renombrado colegio, al cual habían asistido todos los Malfoy, Draco encontró la manera de sacar todas las frustraciones que ser quien era le acarraban, corriendo. Y así como el equipo de atletismo lo tenía a él, el de natación a Diggory, el de lucha tenía a Blaise Zabini, el de fútbol a Seamus Finnigan y Dean Thomas, el de basquetbol a Lee Jordan, y el de voleibol femenil a las hermanas Patil, el equipo de atletismo femenil tenia a Ginny Weasley y Luna Lovegood, las mejores amigas de Granger y Draco les reconocía que eran buenas aunque nunca en voz alta.
El entrenamiento había finalizado, algunos estaban en pequeños grupos hablando sobre las vacaciones previas a las clases, otros se ponían de acuerdo para ir a algún lugar después, y Draco Malfoy se encaminaba hacia las gradas dirección contraria a los vestidores, como hacia siempre. La castaña tenía un par de libros realmente gordos junto a ella y sobre estos su bolsa, y su atención en un punto perdido en el espacio.
-Granger-dijo él una vez frente a ella.
-Malfoy, buen tiempo-dijo ella amablemente dirigiendo su vista al rubio, ellos nunca habían sido amables el uno con el otro antes. Él era grosero y ella esquivaba elegantemente cada comentario, lo ignoraba. En algún punto del tercer semestre él se había llevado merecidamente un buen golpe en la nariz por parte de la castaña, cosa que solo ambos sabían pero que no había cambiado absolutamente nada.
-¿Todo bien?-La voz de Neville Longbottom, el conocido mejor amigo de Hermione y Ginny y novio de Luna, hacia su aparición para asegurarse como siempre que podía que Malfoy no la molestaba. Antes también era su víctima pero algo cambio de un momento a otro con el chico y ya no volvió a permitir que en su presencia las molestaran, se convirtió en algo así como su protector. Quizá es que había dejado de ser aquel enano regordete y se había convertido en un chico alto y atlético por el basquetbol, aunque aun tenía la sonrisa torcida de siempre.
-No quise molestar-murmuro Draco, dándose la vuelta, evitando un enfrentamiento con Longbottom y encaminándose a donde debió ir desde el principio, los vestidores, con una mueca de pocos amigos en su cara.
-Si no fuera tan cascarrabias y quitara esa mueca horrible, hasta me parecería guapo-dijo Luna, que llegaba cuando el rubio partía, con su tono siempre soñador haciendo reír a los presentes.
Y fue entonces que Hermione vio el intento de saludo de Malfoy como un gesto de amabilidad, es que sabia igual que todos que él siempre iba directo a los vestidores después de entrenar.
Gracias por leer y si te gusto o no, dímelo
18/Julio/2013
