desde hace algún tiempo empece a leer algunas historias de Naruto, algunas excelentes y otras mucho mas... pero en algunas me encontré con la tristeza de que estas estaban abandonadas, y es una lastima la verdad; pero bueno el punto es que después de pensar en como me gustaría que fueran los finales de esas historias comense a imaginarme una propia y así surgió esta idea que me tenia dando vueltas, finalmente me decidí que quería escribirla y pues aquí esta.

los diálogos de los personajes los he escrito en negritas, y los pensamientos en cursiva+ negrita

esta es mi primer historia, espero que les guste.

y bueno aprovecho para hacer la renuncia de los derechos (lo he visto en otras historias): Naruto, desgraciadamente no me pertenece , ni el ni ninguno de sus personajes, sino a su creador Masashi Kishimoto.

si quieres dejarme algún comentario (no insultos) sera muy bien recibido, enrecio por favor comenten.


Dos figuras humanas; una pelirosa y otra peliplata finalmente habían llegado al escenario donde se desarrolló la batalla final entre Naruto y Sasuke. El llamado valle del fin ahora se encontraba completamente destruido, incluyendo las dos grandes estatuas que con anterioridad lo coronaban, quedando solamente escombros y más escombros; el panorama era simplemente desalentador.

Buscaron durante horas entre toda las destrucción, sin encontrar ningún rastro, más allá de los retos del chacra usado, no había sangre como en cualquier batalla la habría, ni cuerpos, ni siquiera había algún trozo de sus ropas que indicara que había sucedido con los dos jóvenes.

- bakas!.- susurró con dolor, mientras dejaba caer sus rodillas en medio de los restos que quedaban de las enormes figuras de piedra; un par de manos gigantes, una encima de la otra formando el sello de la reconciliación (Wakai no In).-PORQUE TENÍAN QUE SER TAN IDIOTAS!.- gritó tan alto como le fue posible, entregándose completamente al llanto mientras golpeaba la superficie con sus puños.

Kakashi, tan solo observaba con dolor a la última integrante de su equipo 7; el no lloraba tan solo por el estúpido código de conducta que regía a los shinobis de mayor rango, y que, tras años de pérdidas, dolor y entrenamiento se había quedado profundamente grabado en su cerebro, pero en su interior se desplomaba por la pérdida de los dos chicos.

La gran alianza shinobi, había perdido al gran héroe que logró unificarlos… y como si el mundo supiera que lo habían perdido, también el cielo lloró.

Oscuridad… solo eso podía distinguirse extendiéndose a miles de kilómetros, donde solo sus propios cuerpos eran visible entre toda esa negrura; ambos tendidos descuidadamente en el suelo con múltiples marcas en la piel, y sus ropas, totalmente desgarradas, manchadas de su propia sangre aun fresca, que drenaba lenta pero constantemente de aquellas heridas con mayor gravedad…


- ugh...- un lamento de dolor, encendió la alerta de que su compañero despertaba de su estado de inconsciencia; este abrió los ojos, mientras que con mucha dificultad, intentaba incorporarse del negro piso, en el que se encontraba reposando; sus heridas al igual que las del rubio eran graves, su chacra se encontraba prácticamente nulo y su privilegiado ojo con el rinegan, se negaba a seguir sus órdenes de abrirse, mientras que el otro había vuelto a su color negro normal.

Sasuke, había despertado minutos después de Naruto, encontrándose con el mismo panorama que el rubio; ambos se mantenían con la mirada fija, a lo que podría considerarse el cielo desde la posición que mantenían, ignorándose mutuamente.

¿En dónde estaban?, era la pregunta muda que ambos se hacían. En un momento se encontraban peleando a muerte, cada uno por sus ideales más firmes y en el instante siguiente no había más que obscuridad a su alrededor.

- ¿al fin despertaste he…?- se escuchó la débil voz de Naruto, quien ahora miraba en su dirección esperando una respuesta.

Intercambiar palabras con su compañero, no se encontraba dentro de sus prioridades, debía enfocarse únicamente en la tarea de reunir la poca cantidad de fuerza y chacra que aún le quedaban para finalmente revelar su rinegan, activar su poder ocular y abandonar aquel abismo dimensional, abandonando así mismo, al único que podía interferir con sus planes de venganza; pero tan herido como estaba, cada uno de sus intentos habían sido completamente inútiles.

- es como lo veas, pero si nos movemos demasiado sangraremos hasta la muerte.- habló nuevamente, haciendo un sobre esfuerzo en intentar ocultar el dolor de su cuerpo. Aun en su estado no le era difícil percibir los planes de su amigo, pues él mismo, a su manera, también había intentado encontrar una salida haciendo uso del poco chacra que le quedaba -el cual apenas y era un poco mayor al que mantenía el uchiha.

Sasuke, ciertamente, jamás creyó que fuera a encontrarse en una situación similar. Si se lo hubieran dicho unos meses atrás, se habría reído abiertamente y habría asesinado al insensato que se había atrevido a llamarlo débil; pero aquí estaba, después de su última batalla, al borde de la muerte compartiendo sus últimos momentos con aquel que era su mejor amigo, pero que al mismo tiempo también era su enemigo y mayor rival, en una última competencia por ver quién de los dos sucumbiría primero ante las garras de la muerte. Cuando esté pensamiento invadió su mente, se sintió incapaz de pensar en nada más y una sofocante angustia, más intensa de lo que recordaba haber sentido nunca, se agarró a su pecho dificultando incluso más su respiración; nacer en este mundo implicaba crecer y debilitarse gradualmente, cada vez más, mientras su cuerpo envejecía, era una verdad que había sabido desde siempre… la maldición de una vida mortal, y aunque era algo cruel e injusto, creía que después de tantos años vagando solo por un camino de muerte, por lo menos había llegado a aceptar este hecho aunque no le gustara, así que no entendía ni encontraba motivos para tales sentimientos.

¿Por qué todo tenía que terminar de esa manera? Después de todo lo que había sufrido, de lo que había luchado aun cuando fuera del lado equivocado… ¿Acaso no se merecía tener una larga vida?¿Por qué tenía que resignarse a morir? Él no quería morir, no aún; había muchas cosas que quería hacer en la vida, aparte de su eterna venganza. Entonces como si se tratara de una bofetada o un puñetazo en el estómago, un nuevo pensamiento invadió su mente… todo era culpa suya, del estúpido de su amigo que se empeñaba en mantener sus lazos con él.

- ¿porque te empeñas en meterte en mi camino?- preguntó finalmente el Uchiha, hablando por primera vez a su compañero, siendo ahora él quien obtenía una respuesta muda; Dirigió su vista ahora con sus dos ojos totalmente negros, enfocados hacia el lugar en el que se encontraba descansando Naruto.

Naruto desde hace bastante tiempo se había mantenido callado, algo inusual en él, considerando su hiperactiva personalidad; había sentido claramente las emociones que invadieron a Sasuke por lo que fueron un par de minutos, sorprendiéndose no solo por su palpable angustia ante su más que posible final, sino también por la implacable desesperación que le invadió también a él, desesperación que no sentía desde años atrás. -creí que ya lo había aceptado, lo que pasaría si peleaba de nuevo con Sasuke.- pensó. Por supuesto el también deseaba poder evitar esa condena, aun habían muchos lugares que quería visitar, gente que quería conocer…Quería seguir compartiendo recuerdos y momentos con sus seres queridos, con la familia que tanto le había costado encontrar, con la familia que había jurado proteger y a la cual al final había fallado cuando quedó atrapado en este oscuro lugar, sin antes haber desecho el tskuyomi infinito, en el que Madara los había sumergido a todos y a todo el mundo ninja, y a los bijus que aún continuaban atrapados dentro del chibaku tensei de Sasuke; simplemente al final no había podido salvar a nadie, y eso, solo lo hacía hundirse más en la desesperación e impotencia.

- yo caí en la oscuridad, y he obtenido poder al reducir todo a mi manera; no me importaba quien era…trate de cortar los lazos que tenía con todos a mi alrededor, pero TÚ… - enfatizó mostrando la culpa, que le atribuía al interferir en sus planes.-…nunca pensaste en cortar los lazos conmigo.-terminó de hablar, interrumpiendo bruscamente su tren de pensamientos, que de inmediato pasaron a segundo plano, junto con la angustia que también había estado oprimiendo su pecho.

Era verdad, sin importar que hiciera el Uchiha, él se seguiría negando a dejarlo solo, por el simple hecho de que conocía perfectamente esa soledad y el dolor que causaba a su protagonista; la había vivido en carne propia, siendo aún solo un crio incapaz de comprender la razón del odio a su alrededor; un niño inocente, que no tenía la culpa de ser el guardián de una enorme bestia con nueve colas. Inconscientemente buscó en su interior aquella presencia zorruna, que ahora identificaba claramente como imponente pero amistosa, en lugar de la masa de odio que había sido con anterioridad; de hecho, ahora que se fijaba bien, y a pesar de su deprimente estado, aun podía sentir las presencias de su familia y amigos que se aferraban a la suya propia, en un intento de transmitirle la confianza que tenían en él. Con su voluntad de nunca rendirse completamente renovada, se concentró en el Uchiha; si iban a morir, al menos intentaría que este recapacitara y abandonara el odio al que todavía se aferraba, ya después se preocuparía por encontrar la manera de liberar a todos -así tuviera que regresar de la muerte- se juró mentalmente; después de todo lo había prometido, que salvaría a Sasuke y a todo el mundo de la oscuridad, y el nunca retrocedía a sus palabras, porque ese era su camino ninja.

….

"soy el único que va a aceptar ese odio en ti"

Sasuke, se sorprendió a sí mismo al recordar aquellas palabras, ya que ni siquiera era consiente de recordarlas en sí. En aquella batalla, Naruto le había advertido lo que sucedería si se enfrentaban nuevamente y tal parecía que tenía razón…pronto, ambos dejarían de ser el último Uchiha y el jinchuriki del kyubi.- ¡demonios! El maldito de Naruto tenía razón.- maldijo internamente con frustración e ira ante la derrota.

- no importa lo que pase; ¿Por qué te preocupas tanto por mí?- le interrogó nuevamente con mayor exigencia en sus palabras.

- ¿no que ya lo sabías?.- se quejó el rubio infantilmente, por tener que repetir lo que ya le había explicado- oye, mírate… hablando tanto ahora, solo porque no te puedes mover.- comentó feliz y completamente despreocupado ante la situación, por el simple hecho de estar intercambiando palabras con su mejor amigo.

- ¡cállate y solo respóndeme!.- declaró con "ligero" tono amenazante; si no estuviera tan herido ya lo habría atacado con un chidori para borrarle esa estúpida sonrisa de la cara. ¿Es que no podía comportarse como un adulto ni en un momento así?; ¡por dios! ambos estaban muriendo y él seguía con su actitud de idiota número uno.

- porque eres mi amigo.- respondió con una actitud más seria.

Él también podía sentir las emociones de Naruto; su presencia, a diferencia de la suya, era cálida y pacífica, y aunque estaba seguro de que el rubio también sentía angustia y desesperación, de alguna forma sabía que esté, trataba de transmitirle tranquilidad ante su final- ¡maldito…!- pensó; él era un orgulloso uchiha y la ayuda de alguien como Naruto no le era necesaria en absoluto. -...ya te he dicho esto una vez; ¿qué significa eso para ti?.- le interrogó de nuevo con un tono serio y sombrío.

-…Si quieres que te explique, yo no estoy muy seguro de cómo decirlo…- suspiró con cansancio.- es solo que, cuando te oigo balbuceando, acerca de llevar todo sobre tus hombros….- su rostro cambió drásticamente de una expresión alegre a uno de auténtico dolor y tristeza; sus palabras simplemente se negaban a salir.

Un tenso silencio, se formó por breves instantes, el cual ninguno de los dos se atrevía a romper. Sasuke abrió la boca como si fuera a decir algo, pero la volvió a cerrar sin decir nada y luego simplemente enfocó su mirada hacia Naruto, cuando este último se decidió a terminar su respuesta:

-…Puedo sentir ese dolor que sientes...- habló con la voz entrecortada pero tono decidido-… realmente duele...y ¡no hay manera de que pueda ignorarlo!.- reiteró alzando la voz, para después agregar:

- bueno, hoy estoy lastimado, así que no es mucho lo que puedo hacer.- declaró mostrando su característica sonrisa zorruna, acompañando a su también característico tono infantil y jovial, para caer finalmente de nuevo en la inconciencia.

Sasuke, se quedó en silencio, sin saber muy bien que pensar de Naruto. Toda su vida se había creído superior a él, que no era más que "un idiota sin remedio y sin ningún talento especial"; pero la expresión de antes… la actitud que tomaba cuando no se comportaba tan dobe… las había visto con anterioridad en otra persona; alguien que igualmente lo miraba con dolor, con la diferencia en que esté último, lo disfrazaba tras una falsa sonrisa; alguien que al igual que Naruto se negó a romper sus lazos sin importarle siquiera las acciones que había cometido, ni el camino que decidió seguir.- ¡par de idiotas!.- pensó, mientras se perdía en sus recursos.

- … Naruto... Yo sabía que en el pasado tú siempre estabas solo; como yo, el último uchiha, tú fuiste echado.

Actuabas como un idiota a propósito para que la gente te regañara…. Porque querías que te presten atención; al principio pensé que no valía la pena considerarte en absoluto…que eras solo un débil estorbo; pero después de ver que hacías cosas estúpidas y te regañaban cada vez… por alguna razón empecé a mantener mis ojos en ti; en ese momento yo también me di cuenta… tu debilidad había comenzado a hundirse en mí también; y yo no podía dejar de prestar mi atención en ti, cuando te veía habiendo todo lo posible por crear un vínculo con otro…me recordabas a mi familia, y por alguna razón me sentí aliviado.

Entrene duro para liberarme de mis debilidades…quería hacerme más fuerte que mi hermano para vengarme de él; pero luego termine en el mismo equipo que tú…y me vino de nuevo a la mente mi familia.

Después de tener las misiones con ustedes, tu querías convertirte en hokage…y podía sentir claramente que los dos nos estábamos haciendo más fuertes… y me di cuenta que quería pelear contra ti. Yo empecé a ver al equipo 7 algo así como mi familia… y es por eso que cuando vi que sufrías…yo también lo hacía…también sentía tu dolor; cuando comprendí ese dolor por primera vez, yo te consideraba mi camarada, pero no podía dejar que te volvieras más fuerte.

Esa vez dijiste que tenías envidia de mis habilidades y por eso decidiste que sería tu rival, que se convirtió en tu meta y por eso deseabas enfrentarte a mí, pero… era todo lo contrario; yo era el que sentía envidia de ti; tenías una especie de fuerza que me estaba perdiendo; tú, siempre caminabas delante de mí al igual que mi hermano…y hoy también.-

Razonó con mayor calma antes de quedarse dormido, siguiendo a Naruto en su inconsciencia.


- Naruto…- escuchó en su mente una voz conocida, pero que por alguna razón no lograba recordad con claridad.

Poco a poco, fue abriendo los ojos, encontrándose con aquel paisaje mental que siempre le había parecido deprimente y que ahora, comparado con el abismo en el que se encontraba, parecía tan acogedor con su escasa luz, y su largo pasillo que conectaba con otros tantos –los cuales jamás había explorado para ver que había más allá- todos y cada uno de ellos repletos en sus techos de múltiples tuberías con goteras, que solo empeoraban aún más el piso siempre cubierto de agua. Caminó hacia un punto en específico, encontrándose tras las rejas abiertas, que antes lo mantenían cautivo, al enorme zorro de las nueve colas aún sumido en un sueño profundo.

Observó con detenimiento a su "inquilino" -después de todo, cuando volvería a tener un oportunidad como está con lo quisquilloso que era el zorro-; su enorme tamaño, en verdad que impresionaba, aun cuando solo poseía la mitad de lo que era originalmente su chacra, fácilmente era un tercio más grande que Gyuki... sus garras y colmillos sin duda eran armas mortíferas y su pelaje era de unos dos tonos más obscuro a lo que recordaba, aun así ya no parecía tan aterrador como la primera vez que lo conoció, sino todo lo contrario…si fuera de un tamaño más "normal" como el resto de su especie, hasta le parecería un lindo zorrito. Rió ante la idea e imagen de un Kurama en modo cachorro; con la sonrisa todavía en su rostro, comprobó una vez más que esté siguiera durmiendo antes de acercar su mano al lateral de su cabeza para tocar su pelaje, algo que siempre había querido hacer.- ¡qué raro! creí que sería áspero.- pensó.

Mientras seguía pasando una y otra vez su mano por las suaves fibras de pelo cobrizo, un nuevo pensamiento invadió su mente centrado en el zorro; en el pasado jamás se había acercado lo suficiente a él, como para ver que no era un demonio sediento de sangre y lleno de odio, y se lamentaba profundamente por ello, quizás podrían haberse hecho amigos muchos años atrás.

La sonrisa que mantenía en el rostro se esfumó antes de hablarle.- lamento haberte arrastrado conmigo.- dijo con pesar.- al menos con mi muerte podrás renacer de nuevo en el mundo y rehacer tu vida-.

Naruto no lo odiaba, ni nuca lo odio, a pesar de haber sido uno de los causantes de la muerte de sus padres y su solitaria y maldita infancia como el niño demonio. Se lamentó una vez más por el destino que les tocó vivir antes de ser arrastrado nuevamente a la realidad.

Lo primero que notó, fue que Sasuke ya se encontraba despierto.

- dónde estamos?, no me digas que es el cielo.- preguntó intentando ubicarse, antes de ser golpeado por una oleada de sus últimos recuerdos: la cuarta guerra ninja; su lucha contra los zetsu y los edo tensei al mismo tiempo en todos los campos de batalla, gracias a sus clones; óbito y los jinchuriki revividos; su encuentro con Son Goku y el cambio drástico en su relación con Kurama; las circunstancias en las que conoció a los bijus y su promesa de liberarlos junto con las almas atrapadas de los jinchurikis; su pelea con óbito en modo sabio de los seis caminos, y luego con Madara quien casi lo mata después de separarlo de Kurama; su encuentro con Haguromo y su resurrección… su alianza con Sasuke… el tskuyomi infinito… Kaguya y sus dimensiones… la victoria contra la diosa conejo… nuevo enfrentamiento con Sasuke… dimensión sombría…- tan solo recordarlo le producía dolor de cabeza.

- parece que hemos dormido por varias horas.- habló Sasuke, captando su atención.- y una vez más estas vivo.- le escuchó decir con una nota de alivio que no lograba comprender, era casi como si el teme de su amigo se alegrara de no haberlo matado.

- así que en verdad no he muerto.- suspiró con tranquilidad.- UGH!... mierda! Yo todavía no me puedo mover.- protestó comprobando que el dolor aún no se iba.- yo quería golpearte hasta que abras los ojos de una buena vez!.- empezó a reprocharle hasta que el sonido débil de su risa le interrumpió; de primero no dijo nada, tan solo se limitó a observar el extraño comportamiento de Sasuke, que no hacía más que reírse cada vez más fuerte, por lo que después de unos segundos ya no se pudo quedar callado. - ¿QUÉ?.- espetó totalmente cabreado.

-¿todavía quieres pelear en tu condición?- fue la respuesta de Sasuke, con un deje de ironía.

- ¡POR SUPUESTO!... yo no me doy por vencido.- de lo enojado que estaba, prácticamente gruño sus palabras.

-¡lo admito!.- dijo con total calma y despreocupación, picando la duda de su compañero. - yo perdí.- admitió con completa sinceridad, manteniendo una expresión tranquila.

Una paleta de emociones pareció dibujarse en el rostro de Naruto; miraba a Sasuke completamente perplejo, como si de repente le hubiera crecido una segunda cabeza o algo por el estilo. Internamente se preguntaba si era posible que aún estuviera durmiendo y todo no fuera más que una extraña ilusión creada por su subconsciente; ¡sí! seguramente de eso se trataba, de un sueño solamente -se auto convencía- hasta que el dolor lo hiso caer de vuelta a la realidad.

- ¡idiota!...– reprochó ya recuperado de su asombro.- ¡no hay ganador o perdedor en esta lucha!... solo estoy tratando de golpear la razón de un amigo que se niega a escucharme… la verdadera lucha es después de esto…- bramaba furioso.

Sasuke cambio su expresión de calma, por una más seria e interrumpió al exaltado rubio.- …. Hey, Naruto!.- le habló, terminando inmediatamente con sus reproches.

- ¿huh…?

- finalmente te reconozco… si muero ahora, el destino que según el ermitaño se ha unido a nosotros hasta ahora, terminara también…- su semblante era todo un collage de expresiones indescriptibles: incredulidad, enfado, desilusión de ver que aún no lo comprendía, pena, mas enfado… aun así lo dejó continuar.- eso sería también revolucionario… busca la manera de volver… solo… tú puedes disolver en tskuyomi infinito después de que yo muera… mediante el trasplante de mi ojo izquierdo a Kakashi… - Sasuke guardó silencio por un par de minutos, antes de continuar.- sabes…? Yo también quería hablar contigo en ese momento, cua…

- ¡tú no puedes hacer frente a cualquier cosa cuando estás muerto!….- grito ya arto, de su actitud resignada.- debes vivir y ayudarme, en lugar de morir aquí… encontraremos la forma de volver, dattebayo…- Usualmente él era el despreocupado de las situaciones y no el teme, pensaba cada vez más molesto, al sentir que se estaba perdiendo de algo.- mi sueño es que todos los shinobis trabajemos juntos por la paz, y eso te incluye a ti también.- terminó un poco más calmado.

-entonces dime… aunque tú perdones mis pecados, ¿que pasara con el resto?- señaló.

- deja esas pequeñeces o te juro que te voy a dar una paliza.- le respondió dejándole ver que verdaderamente estaba deseando golpearlo de nuevo. ¿Qué, acaso todavía no entendía, que la familia era lo más importante para él, después de haber tenido absolutamente nada? Y Sasuke por más teme que fuera, estaba incluido en "SU FAMILIA".

- podría traicionarte de nuevo.- de nuevo ahí estaba esa actitud.

- ¡entonces, yo te detendré de nuevo…!- gruñó.- además no creo que lo hagas de todos modos.

-¿…cómo estás tan seguro?- replicó, recobrando su semblante serio. Aunque odiaba reconocerlo él no era como el rubio, con la firme idea de nuca cambiar su camino; ni siquiera estaba seguro de que era lo que realmente quería, se había impulsado tantas veces por las razones equivocadas que le era difícil saberlo con exactitud, ¿Qué camino tomar ahora? ¿Proteger? ¿Tal y como lo hacían Naruto e Itachi? ¿Volverse un guardián de la paz como lo quería su ancestro? ¿Ser el salvador del mundo, como seguramente lo era ahora Naruto? No, eso no sonaba exactamente como algo propio de él; ¿entonces qué?... pensó unos segundo más su respuesta… no era protector, guardián, ni salvador, pero...

Naruto suspiró de nuevo enfadado, realmente odiaba tener que repetir las cosas - ¡no me hagas repetirlo otra vez!… - empezó a quejarse con el ceño fruncido.- todavía no lo entiendes ¡¿verdad?!... – añadió con más molestia reflejada en su rostro, y sus ojos fuertemente cerrados.- eh! No sabía que eras tan estúpido! …..- Cayó abruptamente con sus reclamos, cuando notó el líquido que escurría de los ojos de su amigo, en cualquier otra ocasión se abría mofado de verlo llorar, pero no ahora en un momento en el que el Uchiha dejaba salir a flote su lado más humano.

Durante un segundo la imagen de Itachi apareció en su mente, como si se tratara de una revelación, que le permitió aceptarlo por fin. Antes, ya había sentido una conexión similar con su verdadero hermano de sangre, pero en el pasado, se había esforzado tanto en negarlo e ignorarlo por el odio que había llegado a tener hacia el rubio, quien lograba superar cada prueba que se empeñaba con dificultarle la vida, con una "facilidad" realmente increíble; porque envidiaba su fortaleza, y su voluntad inquebrantable. - ¡Cállate estúpido!.- respondió a su insulto haciendo uso del mismo, mientras se preguntaba si sería posible que pudieran regresar.- seguramente el dobe encontrara la forma.- pensó depositando sus esperanzas en su amigo cabeza hueca, que no sabía cuándo rendirse, y que por más extraño que pareciese, siempre salía bien librado de las situaciones más extrañas, en las que siempre se metía. Se preguntaba al mismo tiempo, si al volver todo sería tan fácil como decía el rubio.- seguramente no...- se respondió a sí mismo.

Naruto sonreía triunfante. Lo había logrado; verdaderamente había logrado salvar a su mejor amigo de la oscuridad. Ahora solo le quedaba una cosa por hacer: escapar, de donde fuera que se encontraran y salvar al resto del mundo, en apoyo del resurgido equipo 7, porque estaba seguro que volverían a ser el mismo equipo de antaño.


¿Cuánto tiempo había pasado, desde que llegaron a ese oscuro lugar?. Ninguno de los dos lo sabía con exactitud; calculaban que quizás era cerca de una semana, tal vez semana y media. Como sea, seguían atrapados, sin encontrar ni siquiera una sola posibilidad que los sacara, sin la necesidad de pagar algún sacrificio.

El primer día, después de que lograron tener fuerza suficiente para levantarse, se la pasaron discutiendo, sobre la única oportunidad que se les había ofrecido: uno de ellos saldría y regresaría al mundo, pero el otro quedaría prisionero por la eternidad. Por supuesto que ninguno cedió; Naruto quería quedarse para liberar a su amigo, y Sasuke quería exactamente lo mismo, pero al contrario… ser él, el que liberara a Naruto, de la condena a la que lo arrastro.

- tu presencia, sirve más haya a fuera, con Sakura, Kakashi y el resto, que aquí adentro siendo un completo inútil sin poder alguno.- dijo, ante la necedad de Naruto.

- lo mismo podría decirte teme.- respondió de la misma forma; al principio creyeron que quizás combinando sus chacras y con el rinegan del Uchiha, podían crear una abertura, pero pronto se dieron cuenta que ninguna de sus habilidades funcionaban, y que su chacra parecía estar bloqueado.

- hump.-

Los días siguientes buscaron con desespero una salida, pero ese lugar realmente parecía ser infinito, además siempre terminaban volviendo al mismo sitio en el que despertaron por primera vez –lo sabían, por los restos de la chaqueta de Naruto-. Y lo más extraño que enfrentaban, era que no importaba que tan fuerte fueran los golpes de sus diputas, no podían causarse dolor o heridas; incluso hasta sus necesidades más humanas, como comer y dormir, parecieran no existir; si acaso dormían, para no caer en la desesperación.

- neh… teme, ya se te ocurrió algo?.- preguntó esperanzado.

- ¡¿crees que de ser así, seguiríamos atrapados?!.- respondió con enfado, más para sí mismo que para su compañero. ¿De verdad que había creído, que ese dobe encontraría la forma de salir?.-Estúpido.- pensó.

- pues si hubieras aceptado mi idea, no tendríamos que seguir buscando.- atacó, con ligero tono infantil.

- ¿ por qué no dejas las estupideces para otro pelea?.- no quería sacar a flote de nuevo el tema. Definitivamente no dejaría que Naruto se sacrificara para salvarlo, no de nuevo.- y mejor le preguntas al zorro, si sabe en donde estamos.- finalizó.

Naruto le había contado un poco de su inquilino. Un ser milenario seguramente tendría un vasto conocimiento, que en definitiva podría serles de utilidad, pero solo había un problema.- ya te dije que sigue durmiendo.- respondió con pesar.

- pues despierta a la bola de pelos súper desarrollada, y exige que nos ayude.- bufó, ante lo estúpida que le parecía la situación. ¿Cuánto más necesitaba dormir, el zorro ese?

- no funciona.- por su puesto que ya lo había intentado, pero Kurama parecía reacio a abrir los ojos, y tan solo movía ligeramente una de sus colas cada vez que le hablaba.

Sasuke bufó moleso, ante la indiferencia del "saco de pulgas" como tambien solia llamarle; en momentos como estos, era cuando mas deseaba poder usar su sharingan, para encarar nuevamente al zorro, y gruñirle unas cuantas palabras. Entendia que no quisiera ayudarlo a él, pero Naruto era punto y aparte.

- veo que aun siguen sin ponerse deacuerdo.- dijo una voz tranquila, mientras tocaba de los hombros a ambos al mismo tiempo, llamando su atención, preguntandose en que momento se habian quedado dormidos.

Voltearon a ver al otro casi por instinto, dándose cuenta que si ambos estaban presentes no se trataba de un "sueño".- ¡viejo rikudou….! – exclamó con sorpresa, saliendo de la estupefacción, y olvidando por completo que se encontraba en medio de otras de sus peleas con Sasuke.- … y un montón de gente que no conozco… ¿Quiénes son?.- preguntó con desconfianza, mientras señalaba a las tres figuras, que apenas y se distinguían entre toda esa oscuridad.

- la respuesta a tu pregunta es muy simple… ellas son las diosas Shikuro de la vida y muerte, Umei del destino, y Jikan del tiempo y espacio.- respondió presentando a las figuras cubiertas, quienes al momento de ser mencionadas, abandonaron las sombras revelando a tres doncellas de apariencia celestial.

La primera de cabello negro y largo, vestida con un fino quimono del mismo color, al igual que sus ojos, contrastando perfectamente con su piel pálida. Dos alas, una negra y otra blanca coronaban su espalda, y sus finas manos se encontraba cruzadas por el frente, con sus palmas mirando en dirección al cielo, una sobre la otra pero sin llegar a juntarse; en la derecha portaba una llama, y sobres esta, en la mano izquierda, un brote con un único botón blanco.

La segunda de similar apariencia, tenía el cabello igual de largo, pero de ebras plateadas y pupilas moradas; vestia un quimono azul obscuro y en sus manos tambien portaba dos objetos, en la izquierda, un shakujo similar al de Haguromo, con la diferencia que este era adornado por un emblema cuyo simbolo, era la figura de tres espirales unidas en el centro, rodeados por un circulo doble de lineás delgadas, y un tercero de cadenas entrelazadas; la mano contraria portaba tan solo una esfera de apariencia liquida, humeante y cristalina flotando sobre su palma.

La tercera, de una apariencia mas infantil; de cabello negro, ojos cafés y piel clara, vestiá con un kimono rojo con finos bordados dorados en la parte superior y media,y arena dorada hacia el final de la falda, misma que corría y se situaba entre ambas palmas de sus manos cruzadas hacia el frente, en una forma del infinito en vertical.

Por un largo tiempo nadie dijo nada, tansolo se limitaron a observarce mutuamente. Hasta que Haguromo decidió romper con el silencio.- son las que controlan y mantienen el equilibrio de los mundos.- comentó esperando una reacción por parte de los dos chicos, ambos perdidos en sus pensamientos, con la firme idea de que quizás la presencia de esos cuatro, les ayudaria a convencer al otro y finalmente hacerlo ceder.

El sabio, se percató de eso, y mostró una pequeña sonrisa disimulada.

- mmmmm…- colocó sus brazos cruzados en perpendicular frente a su torso, con su mano izquierda sirviendo de apollo a su barbilla. La expreción de su rostro había cambiado por completo, sus ojos se encontraban entrecerrados, dandole la apariencia de un gesto serio mientras pensaba.- ¡jamás escuche de ellas!.- respondió finalmente despues de unos cuantos segundos, mientras colocaba ambas manos en su nuca y mostraba una sonrisa zorruna, sacando una gotita tras las nucas de los cuatro dioses, y un "dobe" por parte de Sasuke.

- en realidad no nos sorprende…- le respondió una de las doncellas, adoptando una postura mas elegante.

- ningún mortál conocé nuestros nombre reales.- está vez la que hablo pue la poseedora de las alas blanca y negra.

- los mortales nos llaman de distintas formas… dependiendo del mundo, lugar y epóca.- secundó la mas joven, apoyando a sus hermanas.

- ellas son las tres diosas mayores, de todos los guardianes de los mundos.- dijo el viejo sabio, abandonando la posición sentada que habia mantenido hasta el momento, para ponerse de pie junto a las diosas, y acercarce a "sus hijos".

- ¿que hacen aquí?.- preguntó molesto Sasuke. Naruto se mantenia observando con sumo interes a la que respondía al nombre de Shikuro; si ella era la diosa de la vida y muerte, seguramente fúe quién condeno al alma de su padre, a pasar la eternidad en el limbo; pero habia algo que no encaja… en sus viajes con ero- sennin, habia visto algunas de las mascarás shinigamis, que usaba su antiguo clan para llamar a esa diosa y realizar los sellos prohibidos; quizas era despistado, pero estaba seguro, de que ninguno de esos rostros, se parecía al de la diosa que tenia al frente.

- salvar al mundo ninja de una terrible condena, y a todos los mundos en generál.- respondió una de ellas, con voz sedosa.

- ¿salvar al mundo de qué?.- preguntó con el seño fruncido; porqué, por lo que sabía de toda la historia ninja, habián pasado milenios en los que ocurrián masacres en masa, y destrucción a diestra y siniestra, y jamas escucho de diosas protegiendo el mundo y la vida, y la reciente guerra era una prueba de ello, se habían enfrentado a una diosa inmortal qué preacticamente había a razado con cada vida sobre la tierra, ¿y, en donde estaban ellas?.

Los cuatro alternaron su vista entre ellos, para inmediatamente dirigir una mirada discreta al rubio y despues mirarlo de nuevo a él.

- ¿que se supone que significa?… crei que teniamos un trato… él sale y yo me quedó.- reclamó directamente al ermitaño, ignorando completamente a las diosas. Para él ya era sufucientemente malo que el viejo sabio, se aparecierá en su subconciente cada vez que "dormía" sin ofrecerle alguná salida, y las tres entidades nuevas solo agregaban peso al asunto.

-¿de qué hablas teme?, yo sóy el que se queda.- reclamó Naruto, reiniciando la pelea. Recién habia dejado de pensar en el asusnto de la diosa y las mascaras shinigami, cuando escucho la protesta de su amigo.

- eso no esta a distución dobe.- musitó molesto, por la interrupción.

- no seas idiota teme, tu tienes que volver para disculparte con Sakura.- insistió.

- ¡¿porque cres que yo quedria volver, para disculparme con esa molestia.?!- él no soportaba a su compañera, con sus interminables: sasuke- kun aquí… sasuke- kun allá…sasuke-kun estó…; quizás la chica halla crecido, pero seguia siendo una molestia. ¡Rayos! Ni siquiera entendia, que fúe lo que hizo para llamar la atencion de la pelirosa, no era que le molestase del todo, claro, siempre y cuando le diera su espacio, y hastá podria decir que se procupaba "solo" un poco por ella, pero ¡por dios!, la chica era insufrible en sus momentos de fan-girl.

- Sakura siempre te a amado y ha estado esperando por tí; le prometi que te llevaria a salvo a la aldea y yo siempre cumplo mis promesas.- le llamó rompiendo el hilo de sus pensamientos e intercambiandolos por otros.

¿Como diablos podia amarlo, si ni siquiera lo conocia del todo? Erá simplemente estupido.

El recuerdo de las últimas palabras que le dirigió la pelirosa, se le hicieron presentes.-"la verdad, es que siempre supe en mi corazón, que no había nada que pudiera hacer por ti…"-¿qué me ama, dices?.-preguntó con burla, recordando también cuando su compañera intento eliminarlo. Naruto asintió en respuesta, aumentando el enfado de Sasuke.- y aun así intentó asesinarme.!- comentó con vesania.

- ¡queria salvarte de la oscuridad.!- rebatió, defendiendó el actuar de su compañera.

- ¡también tú, y también Itachi!.- aunque el fingio muy bien su papel de hermano mayor malvado.- pensó recordandó el ultimo enfrentamiento que tuvierón, para luego continuar.- y tu decisión no fúe la misma que la de ella.- aún no lograba comprender que tan estupido era su amigo, para seguír firme a su idea de salvarlo, cuando el mismo intentó asecinarlo tantas veces que hasta perdió la cuentá.

- te recuerdo que tú también intentaste matarla.-

- ERES IDIOTA?.-gritó lleno de enojo puro.- ¡sí!, ¡de echo si lo eres maldito dobe!.- se respondió a si mismo, para luego agregar: - ¡a ti también intente matarte!.

- ¡no es lo mismo!.- repicó.

- ¡si lo es!.- contraatacó

- que no! dattebayo.

Los cuatro dioses tansolo se limitabán a observar la nueva discusión entre esé par; por un momento, la de la vida y muerte consideró seriamente devorar sus almas, pero la verdád sus tonterias la estaban divirtiendo y seria un gran desperdicio matarlos – además de que terminar con una vida antes de tiempo, iba en contra de sus principios mas firmes. No podia decir lo mismo de sus subordinados.- por lo que soló siguio observándolos; de todos modos en la prisión dimensional, tenian todo el tiempo del mundo, y si agregaba la precencia de su hermana Jikan, este era todavia mayor.

- Este chico es especial…mientras las anteriores transmigraciones de Ashura no dudarón en terminar con la vida del transmigrante de Indra, esté se niega a dejarlo…su deceo de salvarlo junto con su mundo de la oscuridad, es imprecionante.- susurró una de las diosas a sus hermanas, sin apartar la mirada de los dos jovenes que continuaban discutiendo sin tomarlos encuenta a ellos.

- oh! ¡¿Y que aras?!… ¡¿darme otro de tus estupidos discursos para tratar de convencermé?!.- habló con sorna, tomando de las solapas a Naruto.

- te golpearé hasta que esa cabezota tuya pueda entenderlo.- debatió, imitando su agarré.

- porque no lo intentas, dobe.- retó con una media sonrisa.

- lo hare si sigués de teme, teme.- contestó con gesto igual.

Viendo que la discusión amenazaba con volverse mas violenta, el unico dios presente, decidió intervenir: - no creo que ninguno de los dos este en pocición de exigir nada.- dijo con vos calmada pero con un toque de molestia, parando en el acto la disputa.

Ambos, seguian lansandose miradas despectivas, quierián molerse a golpes de nuevo, pero la frustración de no causar dolor y ó heridas al otró era demasiada comó para ignorarla. Finalmente centrarón su atención por ver que era lo que esos cuatro dioses tenián por decirles; las tres feminas pusierón expreción comó de "POR FIN", llegando al acuerdo mutuo que esa era la razón por la que no convivían con mortales, mucho menos si estós eran un par de mocosos adolecentes. Unas miradas mas, de las diosas mayores, y decidieron quien hablaria primero.

- sin duda la voluntad de Ashura, hijo y heredero de Haguromo se aferró a ti desde mucho antes que nacieras, pero al final, fuisté mas fuerte y lograste cambiar sus ideales volviendolos tuyos… - habló la menor de las diosas, dirigiendosé especificamente a Naruto.

- tan solo vasta vér, que mientras que los anteriores transmigrantes obedecián incondicionalmente a las voluntades de Indra y Ashura, tu tomastes el mando, haciendo que sean tus ordenes las que devián ser obedecidas, forjasté tu propio camino en lugar de seguir el impuesto por una voluntad ajena, y lograsté el sueño que incluso alguien que nacio con la bendición de los dioces fue incampaz de lograr.- continuó la segunda, mirando de reojo al viejo ermitaño y cediendo la palabra a la peliplata.

- tu futuró, habría sido brillante sin importar el camino que decidierás…el hecho de que te encuentres atrapado aquí, a sido a causa de su arrogancia.- señaló sin reparo alguno a Sasuke.- lo seguisté con la intencion de salvarlé… y por ello, te has sentenciado a compartir su exilio, y aun asi… te niegas a odiar su existencia.- Naruto la miro serió.- asi que debemos preguntar, la razón.- concluyó, en espera de la respuesta.

Para él nisiquiera era necesario pensarlo.- el teme y yo no somos hermanos de sangre, pero realmente creó en el como si lo fuera, y no puedo… me niego a abandonar a mi hermano o peor aun… a odiarlo.- contestó con firmeza en sus palabras.

- ¿y las almas que dejasté, y a las que prometiste salvar, pienzas abandonarlas.?- cuestionó Jikan.

- NO!... De algún modo vamos a regresar, y voy a cumplir mi promesa.-afirmó gesticulando con las manos- despues de todo somos un equipo de nuevo…el teme, Kakashi sensei, Sakura chan y yo.

- bien… sin duda eres lo que pensabamos.-concluyó con una media sonrisa disimulada- pero aún te falta pasar una prueba.- pensó.-te hemos observado durante todo este tiempo, y tus acciones para con el mundo te hacén acreedor a nuestra intervención.- Naruto la miró sin comprender nadá.

- te ofrecemós regresar al mundo que cuidas y amas, la oportunidad de corregír los errores que pudiste habér cometido.- Naruto sonrio anté la noticia.- peró…- detuvó sus palabras adrede. Imitando el gesto de su hermana, posó una de sus manos en el hombro del muchacho, para asegurarse de que esté, centrara su atencion en ella.- … el transmigrante de Indra no volverá contigo, pues su precencia, soló atrasaría la culminación de tu destino.

- ¡me niégo!.- respondió con firmeza, apartando la mano de la diosa.- no voy a abandonarlo en un mundo tan vasió como esté, asi que si el no puede venír conmigo, entonces yo me quedaré con él, peró…- hisó una brevé pausa, rompiendo el contacto con su mirada.- tampocó puedo abandonar al mundo, mis amigos, ni el resto de mi familia… así que porfavor diosa-sama, tomén mi chacra, todó lo que quiéran y salvénlos.- suplicó volviendo su mirada a la diosa.

- no podémos hacér éso… nosotras, no tenémos permitido interferir de esa manera en el mundo mortal... y antés de que te quejes de nuévo, te infórmo que tu caso es especial. - la mirada de Naruto se entristeció ante lo dichó.

- no seas imbecíl Naruto, aceptá su oferta y sal de aquí.- al decir esto último dejo escapar en sus palabras, algo de culpa, mostrando abiertamente tanto sus remordimientos, como su determinación de remediar aunque fuera uno de sus errores.

El rubio estaba de pie dándole la espalda, a unos pocos metros por delante de él; sus hombros se encontraban decaídos, al igual que su mirada, y completamente inmóvil, incluso hasta su respiración parecía haberse detenido, además de que su presencia cálida, se percibía totalmente fría y triste.

- Naruto… sabes que es lo mejor.- intentó convencerlo de nuevo.- tu eres su salvador, y yo…

- ¡!TU NO ME DIGÁS QUE HACÉR.!- interrumpió casi rugiendo sus palabras, comó si de una bestia salvaje se tratara.

Un denso y frío silencio siguió a sus palabras. Su potente mirada, sorprendió, e inclusó heló a los cinco receptores, no por miedo, sinó mas bien por respeto; aunque claramente ningúno lo demostró. Por supuesto todos sabían que el rubio tenía esa clase de convicción -ausenté incluso entré los dioses.- pero aun así, no era menos impresionante verla sin ningún atisbo de dudas en un mortal, que apenas y acababa de cumplir los 17 años de vida. - el viejo ya te lo dijó también, ¡¿NÓ?!... Sí te quedas… ¡será comó si nunca hubieras existidó!. – reiteró modulando la vóz, para que no sonara de nuevo comó un rúgido.- serás olvidado, e inclusó tu alma se extinguirá.

- Haguromo les ha explicado…- intervino de nuevó la diosa Shikuro.- y créo que sin duda lo han entendido, que la muerte de un mundo desatará una cadena que eventualmenté arrastrará al resto de los mundos al mismo finál…- concluyó su explicación afinandó su mirada para luego preguntar:- ¿realmente estas dispuesto, a condenar a miles de millones de álmas, por salvar la de tu amigo?.

- no dejaré que eso ocúrra… si ustedés – cuarteto de reliquias.- pensó furíoso para sus adentros.- no me ayudán, encontraré a quien si lo hagá.- finalizó con brama poniendo distancia de varios metros de los dioses.

Sasuke quíen había decidido mantenerse al margen, vió la oportunidad de intentar algo nuevo; se asercó a la unica de los cuatro que se mantenia mas alejada del rubio.-¿eres la diosa del destino, ciertó?.- preguntó sin desviar completamente la atención de su amigo. Ella solo asintió en afirmación.- entoncés tan solo dilé que ya esta escrito que él vuelva y yo me quede.

- no es tán facíl.- murmuró.

- ¿acasó nó son diosas?.- ellá, asintió cón el seño fruncido anté el tonó que usó para formular su pregunta.-... entonces, no puede ser tan dificil convencer a un idiota como él, de que su futuro ya esta escrito, y que esté no dicé que debá quedarcé en este infierno.

- no podémos mentír… -refutó obteniendo un "hump" por parte de Sasuke; aún así continuó con su explicación- ningún destino está escrito, esté es algo efímero y es tán manipulable como un reflejo en las lagunas… - dijo mostrándole unas imagenes en la esfera que portaba.- estas, continuán sin cambios si el involucrado permanece en su sitio, y el agua permanece estatica, y cambián si decidé cambiar de posición, o si se produce un movimiento sobre la supérficie…- mostró como un toqué de su dedo sobre el liquido, producia ondas que alteraban la imagen.- mis visiones, son imagenes de los posibles futuros para la persona observada, cada uno de ellos dependiendo de las opcionés y decicionés que tomén, por lo que estas cambian constantemente creando nuevos resultados futuros… lo unico que controlo, es la decisión de determinar si los destinos de una persona, son benéficos o perjudiciales para el mundo, incluso cuando estos parecen demaciado malos … - terminó mirándolo de reojo.

- cuando eso sucede, yo me encargó de detener el tiempo, y movér su alma a un espacio diferente, en el cual sus decisiones serán mas venéficas.- agregó Jikan, sumandosé a la platica.

- y cuando estós son interrumpidos, antes de llegar a su culminación, y dependiéndo del camino en el que se encuentrén, yo puedo decidír entre permitirlo vivír o dejar que terminé su viaje hasta Tamashī no sekai (mundo de las almas).- ahora las tres, sé encontrabán frente a él; fue cuándo se dio cuenta, de que en los minutos en los que perdio de vista a Naruto, esté, había callado sus reclamos volviendo de nuevo al silencio, y ahora escuchabá obedientemente cada palabra que Haguromo le decía. Al parecér, le tenía algó de respeto al viejo sabio.

- sin embargó, hay uno en específico que sin importar los cambios y ocilaciones en el agua, permanece siempré igual, siempré brillante, y admirable….- explicó, mostrándole imagenes del pasado, como si de una pelicula se tratase.

Sasuke ni siquiera las miró, no le importabán- él de Naruto.- afirmó mas para si mismo, para inmediatamente despues preguntar: - ¿entonces cual es el problema?

-ya lo escuchasté… pidé, que la oportunidád de salír de esté abismo, te séa consedida a ti también.- respondió la alada.

- petición que por supuestó, no podemos aceptár… dadá tus acciones pasadas.- está vez la que habló fue Jikan.

- sin embargó su decisión es absoluta, y no podemos ír en contra de sus deseos.- concluyó la peliplata.

- lo repíto… ¿acasó no son diosas?- argumentó irritado, por la actitud de las supuestas deidades. ¿de que les servia ser diosas, si no podian hacer su voluntád?. Se preguntabá internamente.

- lo sómos.- afirmaron las tres.- pero inclusó si somos nosotras, hay cosas que no podemos hacer, y una de ellas es interferir con las deciciones que toman los humanos.- explicaron de nuevo.

- si decidieramos no escucharlo, y guiarnos por nuestras razones… - dedicó una mirada rapida hacia donde hablabán tranquilamente el sabio y su sucesor.- …hacér nuéstra voluntád significaría borrar su existencia del mundo.- finalizó.

- ¿entonces, para que existén?

- tán solo para ser guias, y guardianas máximas.- hablarón las tres.

….

Despues de lo que parecieron horas interminables, Sasuke se encontraba discutiendo otra vez con Naruto, cada uno intentando golpear la razón del otro. Los cuatro dioses, volvierón a mirar canzados al par de idiotas adolecentes que otra vez se habian olvidado de su presencia.

Las tres deidades centraron sus sentidos en un minusioso escrutinio sobre el rubio. Era increíble la fuerza que ardía en su interior, como si de una llama eterna se tratasé; y la pureza de su alma, sentimientos y decisiones; tanta que incluso era capaz de arrastrar a su lado hasta a los mas corrompidas -tál y como había echo en el pasado con tantos de sus enemigos.- en definitiva, la antigua profecía, del mas anciano de los subordinados de Umei, aquella en la que hablaba del nacimiento de un ser capaz de traer la salvación ó la destrucción al mundo ninja se había cumplido.- sucesor dígno… ¡¿que maravillas, habrias logrado… y que tan poderoso habrias sido, de haber concluido con tu destinó?!.- se cuestionabán las tres, en su fuero interno, para despues centrarce en Sasuke.- ¿y tú?… ahora que empieza a desaparecer la influencia del odio y venganza, de tu ser.. ¿Qué lugar tomariás en el mundo?...

- ¿ y bien?.- preguntó Haguromo. Las tres diosas asintieron en un mudo silencio, sin dejar de mirar con esperanzas al joven rubio, unico ser capaz de lograr lo imposible, al igual que a su compañero, cuyó futuro comenzaba a volverse claro, alejado de la bruma pasada.

….

Sintierón como se desbaneciá el piso sobré el que estabán parádos. - ¿qué diablos?- exclamarón los dos al mismo tiempo, antés de caér al vacío.

Naruto, estaba tendido en el suelo boca abajo, con la cabeza enterrada en la tierra.- MALDICIÓN! No era necesario tirarme.- protestó mientras se levantaba dolorido por el golpe de la caída.

Observó mejor el lugar, y al parecer, las diosas que acompañaban a Haguromo, tomaron la decisión de sacarlo, y ahora se encontraba en uno de los bosques que rodeaban a Konoha – la luz de la civilización, se percibía claramente, a través del follaje de arbustos y árboles, por lo que dedujo que se encontraba bastante cerca.- la pregunta era: ¿en cuál de ellos? Y ¿Por qué Sasuke no se encontraba con él?; quería pensar, en que no lo habían dejado y que se encontraba en algún lugar cercano, tal vez dentro de la aldea, o quizás en otro bosque de los alrededores.

No pudo detenerse a pensar mucho en ello, porque casi de inmediato, el ruido de lo que parecía ser una batalla, ocupó toda su atención; podía oír los gritos desgarradores de personas suplicando piedad y ayuda; mujeres y niños llorando; el sonido sordo de múltiples cuerpos cayendo, y junto con todo eso, el olor a sangre en el aire. Intentó correr en su ayuda, pero tan rápido como dio los primeros pasos, cayó de nuevo al piso; sentía su cuerpo pesado, torpe, débil…- ¡¿Qué rayos está pasando?!- exclamó con molestia cuando vio el origen de su problema, aun así volvió a levantarse y emprender de nuevo la marcha. Tenía que ayudar a esas personas, pensaba mientras corría a través de los árboles.

Estaba sorprendido, confundido, furioso, ansioso y asustado; nada de lo que estaba viendo tenía sentido. ¿Qué es lo que está pasando?; se preguntaba continuamente sin aflojar la marcha, a la vez que maldecía cada que tropezaba, y después de muchos contratiempos, finalmente logró llegar.

El panorama era desalentador. El artífice de aquel escenario, había ido directamente por los puntos vitales: gargantas desgarradas, miembros mutilados, y mortales heridas en el pecho, nuca y cabeza, las victimas que antes suplicaban ayuda, ahora yacían sin vida sobre un charco de su propia sangre, mezclado con el lodo formado por la lluvia - niños incluidos-. Sus expresiones, denotaban el terror que debieron haber sentido, al ser cortados por el frío metal; al sentir su carne siendo atravesada por múltiples shurikens y kunais, y al parecer una filosa espada, también.

El sabor amargo de la bilis se hizo presente en su garganta, mientras gruesas lagrimas comenzaban a caer por sus mejillas. Ya sabía en dónde es que se encontraba. Con cuidado de no pisar la sangre, ni los cuerpos de las víctimas, continuó corriendo esperando encontrar a su amigo, sano y salvo, y que con algo de suerte, juntos, pudieran cambiar algo.