Titulo: Debil
Autor: Seres SugarSkull
Disclaimers: Todos los personajes de este fanfic pertenecen a la película de "El libro de la vida", propiedad del señor Jorge R. Gutierrez, Reel FX Creative Studios y 20th Century Fox. Yo solo escribo sin fines de lucro y por pura diversion...
Advertencias: Algunos de los personajes aqui utilizados solo están basados en las vagas descripciones que a dado Jorge Gutierrez... Lo siento si se alejan demasiado de lo que ustedes tenian pensado. Uso ligero de lenguaje anti-sonante...
Notas: Este es mi primer (y yo creo que ultimo) fanfic de "El libro de la vida", por que me he dado cuenta de que soy realmente mala escribiendo. En fin, esto es un poco mi idea de como empieza la relación de Xibalba y la Muerte, y como lidia Xibalba con eso. Me base todo lo que pude en lo que Jorge dice en su twitter... pero hay cosas que se que se me escapan. (Y estoy casi segura de que Jorge esta jugando con los sentimientos de los fans)
En fin... Disfruten.
Capitulo 1
Si algo odiaba Xibalba, era sentirse débil.
Vulnerable, en desventaja… un cobarde…
El dios era fuerte, era temible, era incluso respetado… (aun cuando su hermano insistiera en ser un recordatorio de lo contrario) y el hecho de que en ese momento un asqueroso sentimiento de debilidad estuviese inundándole la cabeza comenzaba a volverlo loco.
¿Cómo podía sentirse EL, dios del inframundo, dios de una de las tierras mas temidas y repudiadas, tan pequeño, tan ignorante de cómo reaccionar ante una situación que encontraba completamente absurda, estúpida e inútil? ¿¡Como, Carajo, Como?!
No recordaba la ultima vez que se había sentido de ese modo… ¡por que no había habido una ultima vez! JAMAS, en todos sus años, se había sentido tan… estúpido (bajo su propia y furiosa definición).
Durante siglos estuvo comportándose y viviendo como lo que el era (o lo que el consideraba que era) un dios con el derecho de hacer todo lo que quisiera en el momento en que el quisiera y como el quisiera. Nadie podía impedirle a el vivir de este modo, ni siquiera su hermano (quien al parecer se sentía con el derecho de imponérsele), con quien tenia esta fuerte… rivalidad. Y a quien, por cierto, el se sentía con la obligación de pasarle por encima para demostrarle que "ser el menor" importaba una mierda o poco menos.
Sacudió la cabeza y gruño, con las manos fuertemente entrelazadas una con la otra, apoyadas celosamente contra su barbilla. Estaba pensando demasiado, y si ya era demasiado molesto pensar en su actual estado de "animo", bastante mas molesto era empezar a irse por las ramas con temas nada relevantes (como su hermano, por ejemplo).
La mueca de disgusto en su cara se acentuó. Apretó los dientes, los cuales formaban peligrosas y amenazantes púas, y sus cejas se fruncieron aun mas, si era posible, al darse cuenta que, posiblemente, el se había buscado toda esa situación.
Consiente o inconscientemente, lo había hecho, y ahora, para el, solo era comparable a un dolor en el trasero.
El estilo de vida que había estado llevando no solo involucraba hacer lo que el quisiera, si no también estar con quien el quisiera. El, de algún modo, había sido creado con cierto… encanto, que no todos los dioses poseían. El suficiente encanto para siempre mantenerse a la par, e incluso a veces, por sobre su hermano.
Xibalba era del tipo de hombre al que le gustaba ir por ahí cortejando mujeres sin nunca tener ningún tipo de interés o compromiso real para con ellas. Y a decir verdad, pocas se le resistían (las que no se le resistían a su hermano), lo que comúnmente terminaba en drama y corazones rotas a los cuales el les daba la importancia de un grano de arena.
Pero ahora…
Volvió a gruñir, apretando otro poco mas las manos, tanto que incluso dolía un poco. Solo pensarlo le revolvía el estomago y le hervía la sangre, por que el no estaba acostumbrado a sentirse de la manera tan patética en la que se sentía. Y tampoco quería comenzar a acostumbrarse. ¿Pero como te sacas una cosa así de encima? El no lo sabia. Y eso le ponía aun mas furioso.
¡Maldito el momento en el que había puesto sus ojos sobre esa diosa!
La Noche, era una de esas mujeres a las que le gustaba la atención, sobre todo la masculina, y era de ese tipo de mujeres medio arrogantes y creídas, que gustan de presumir sus atributos.
Y el era de ese tipo de hombres al que le gustaban los "retos".
No paso mucho tiempo antes de que Xibalba se dispusiera a cortejar a la Noche, a la cual no veía mas que como otra chica que le había parecido ligeramente interesante con la cual juguetear un rato. Y bajo su propia percepción, no tendría ningún problema, pues se notaba que a la Noche le gustaba juguetear.
Hasta ahí todo bien. De hecho, demasiado bien… ¡Sospechosamente bien!. Su hermano no había metido sus narices hasta el momento, y eso, aunque resultaba gratificante… también era sospechoso.
Pero tampoco tardo mucho en descubrir el porque.
Resultaba que la Noche tenia una hermana. Una hermana gemela, de hecho. Xibalba ni siquiera le dio importancia al principio. Después de todo, los gemelos son idénticos, y en la mayoría de los casos, incluso semejantes en personalidad. Y el ya tenia en la mira a una de las gemelas ¿Por qué le iba a interesar la otra?...
"Ja, estúpido ingenuo" pensaba el dios ahora.
De hecho, Xibalaba había conocido a la gemela misteriosa cuando el ya tenia casi en la bolsa a la Noche. (O, tal vez, de hecho, YA la tenia, solo que ella se hacia la interesante)
La muerte.
Podían ser gemelas, pero eran todo menos parecidas. Ni siquiera similares.
Y entonces comprendió por que su hermano no había ido tras la Noche desde un principio. Su hermano iba tras la Muerte, sabiendo que Xibalba era ignorante de que había una gemela.
El caso era, que la Muerte tenia…algo.
No solo era completamente opuesta a su hermana, si no que era incluso mas atractiva, (aun cuando era idéntica físicamente a la Noche). Incluso sus estilos eran contrastantes. Era demasiado difícil de explicar, pero si, la Muerte tenia… ALGO.
Pero si la Muerte era completamente diferente a su hermana… entonces también lo era a el. ¿Entonces como demonios acabo atraído por la hermana, buena, dulce, e independiente? No tenia idea. Pero eso si, el no era el único.
No solo el había sido cautivado por la diosa de la tierra de los recordados, no, su hermano (del cual no podía saber que tan "cautivado" realmente estaba), el hombre de cera, y un idiota llamado el chamuco, junto con una bola de imbéciles sin importancia estaban tras la Muerte.
Pero eso no importaba, nadie era competencia para el, ni siquiera su hermano, y el, bajo ningún concepto perdería en esa disputa por llamar la atención de la Diosa.
Dejando completamente olvidada a la Noche, (la cual no se mostro nada contenta ante el hecho), se dispuso a conquistar a la Catrina.
Pero de nuevo había sido demasiado ingenuo. Y un estúpido.
Había sido un estúpido al pensar que la Noche era un reto. ¡La Noche no era ningún reto! ¡Pero la Muerte…. La Muerte SI era un reto!
No solo ella lo rechazo casi instantáneamente, si no que lo hiso muchas… MUCHAS veces… Y lo peor… lo peor fue sin duda lo que vino después, y que en realidad había comenzado en el momento en el que Xibalba había conocido por primera vez a la diosa.
Al principio se negaba, se resistía y rechazaba profundamente la idea. Simplemente era imposible e impensable…EL, no podía caer en eso… EL no podía caer tan bajo.
Pero cuando comenzó a ser un hecho, cuando comenzó a ser algo tangible, fue cuando su ira comenzó a subir a niveles estratosféricos, incluso para el.
Estaba perdidamente enamorado de la Muerte. Y ella simplemente lo repudiaba.
Y era doloso… asquerosamente doloroso.
Eso era lo peor.
Y sin embargo, después de todo lo ya explicado, estaba ahí, en su trono, revolcándose en su propio enojo, pero esperando pacientemente, y (aunque no lo admitiera, ni siquiera para el mismo) con ansias.
Ya casi era hora para que el día acabara en la tierra de los vivos y diera paso a la noche, y entonces la celebración en la tierra de los recordados comenzaría.
Después de todo, solo una vez al año era Día de los Muertos.
Volvió sus pensamientos hasta el principio de todo aquello ¿Por qué se sentía débil, vulnerable y un cobarde? Ah si!... por que estaba… enamorado (estuvo a punto de vomitar solo de pensarlo) y no tenia las agallas para ir de nuevo ante la Muerte e intentarlo una vez mas.
Ella era simplemente hermosa, radiante, inteligente, amable, independiente… Y el era lo mas parecido a un saco de basura. Esa era la percepción actual de si mismo contra la percepción que tenia de ella.
Y gracias a eso, no tenia manera, y no conocía manera para impresionarla, ganarse aunque fuera su afecto… ser digno de ella
Lo mas seguro era, que el bastardo de su hermano no se estuviese sintiendo del modo en el que el lo hacia… era mas, dudaba que su hermano sintiese… algo. Estaba casi seguro de que el único objetivo de su hermano era agregar a la Muerte a su larga lista de conquistas… (como el hubiera hecho… antes, claro, ahora estaba metido en un estúpido dilema)
Volvió a gruñir y se paso una mano por el rostro, completamente exasperado. De nuevo estaba pensando demasiado. Por mas que le irritara que su hermano estuviese tras la muerte… También había una cosa que le aliviaba.
La muerte no se mostraba interesada en el. Ni un poco.
Mentiría si dijera que eso no lo tranquilizaba. Pero tampoco le daba esperanzas.
Llevo su mirada hacia arriba, mas allá de los muros y el techo de su propio castillo, como si quisiera clavar su mirada en la tierra de los recordados. Ya debía haber anochecido en la tierra de los vivos, y estaba seguro que casi podía oír el estruendo de la tierra de los recordados.
Y la tierra de los olvidados seguía tan aburrida, fría y cruel como de costumbre.
Dejo salir un largo y áspero suspiro, y apoyando ambas manos en los reposa brazos de su trono, se dio un empujón para ponerse de pie, estirando cuan largas eran sus alas, que comenzaban a sentirse entumidas bajo el peso de su propio cuerpo.
Con lentitud y cierta elegancia comenzó a deslizarse fuera de su palacio.
Ya era hora. Hora de sentirse un poco mas patético (si es que eso era posible). Con un rápido movimiento, en un instante el dios se convirtió en un manchón negro que se deslizo rápidamente por el cielo de la tierra de los olvidados, para, segundos después, desaparecer sin dejar rastro.
Apenas segundos después estaba deslizándose fuera de una tumba fea, sucia y olvidada. La única que parecía no tener velas, flores o pan sobre ella en la Tierra de los Vivos.
Ahora solo tenia que encontrar a la Muerte, pues sabia que ella disfrutaba estar ahi el Día de los Muertos.
Fin del Capitulo 1
Notas finales:Bueno, esto es lo primero que salió... espero que lo demás no tarde tanto en salir por que soy asquerosamente inconstante y tiendo a dejar las cosas a medias. Espero este no sea el caso.
Si les gusto, si no les gusto, por favor dejen reviews (aunque no espero que muchos lo lean, casi no hay historias de esta película en español...), me harían feliz y servirían como una linda retroalimentación.
Paz!
Seres
