Capítulo I

"Según T.K."

"Es gracias a esta gran aventura que cada uno de los viajeros pudo encontrar su marca, su logo, su identidad, su emblema…fuese el valor o la amistad…la esperanza o la luz…cada emblema era el vivo reflejo de lo que cada uno era en esencia, de lo que cada uno aprendió a ser en este gran viaje…Fin"

El joven rubio cerraba con desgano y a la vez satisfacción su cuaderno de literatura, aquella historia le había tomado mas tiempo del que tenía planeado, al día siguiente debía entregarla. Si bien era un buen estudiante, había tenido muchas tareas extra en esas últimas semanas, esto sumado al llevar el mando de su casa completamente solo, su madre había partido a un viaje de negocios, quien sabe hasta cuando se extendería. Su padre vivía en otra residencia, junto con su hermano mayor el popular vocalista de una banda de rock conocida por la ciudad, entre la banda y su carrera ya casi no se veían; estaba en su tercer año en la universidad de Tokio estudiando derecho, se encontraba de gira. En cuanto a él, con sus frescos 17 cursaba su último año de preparatoria y esto se hacía notar en sus ojos azules, cansados y con bolsas. Se fue a su cama e inmediatamente cayó rendido ante el sueño…

-Dime T.K ¿Qué haremos desde ahora?- dijo la voz infantil de su fiel acompañante.

-¿A qué te refieres Patamon?-la mirada del joven chico continuaba perdida en el mar que tenía en frente, sabía bien a que se refería su compañero.

-Al fin consiguimos derrotar a Malomyotismon y sus digivices han dejado de funcionar, se han apagado como la última vez hace 2 años…eso quiere decir que ya no nos podremos seguir viendo…se que vinieron solo a despedirse, nunca más podrán entrar-el digimón decía esto de manera muy triste.

-Patamon…-por primera vez despego su mirada del mar- tú y yo siempre vamos a estar juntos, porque somos amigos y aunque nos separen mil mundos, siempre estaremos el uno para el otro, yo soy de los que cree en esos lazos ¿Qué hay de ti?- dijo el rubio con una sonrisa en el rostro mirando a su digimón.

-T.K… ¡buaaa!-el digimón se lanzó hacia el cuello del ahora "joven" elegido llorando-yo también creo ¡Se que nos volveremos a ver!

-No llores Patamon, eres el digimon de la esperanza, que dirán los demás si te ven a ti llorar- su sonrisa seguía intacta…y Patamon ahora sonreía también.

Esas fueron las últimas palabras de su hermano Matt la primera vez que abandonaron el digimundo.

"No llores T.K., eres el elegido de la esperanza, que rián los demás si te ven a ti llorar" Esta era, nuevamente, su última noche en el digimundo, aquella dimensión que había sido testigo de su crecimiento, de su aprendizaje, de su madurez, de sus batallas, de sus lágrimas y sus sonrisas, era su hogar y el de los otros elegidos que en esos momentos seguramente se preparaban para partir al día siguiente. Ambos, digimón y elegido, volvían a dormir a sus tiendas; camino a estas T.K. se detuvo y sonrió dulcemente Patamon se ahorró preguntas, sabía que T.K. sonreía de esa manera siempre que veía algo de su real agrado, en este caso era una silueta la silueta de Hikari Yagami era hermoseada por la tenue luz de la luna, se encontraba de pie mirándola frente al mar cogiendo fuertemente su emblema "Veo que en esta ocasión tampoco quieres despedirte" pensó T.K. Ella y solo ella había sido quien lo había acompañado en cada una de sus aventuras por el digimundo, desde que eran pequeños; pertenecían a ambas generaciones, siendo los mas pequeños en el primer viaje y los mas maduros en el segundo, que compartían con 4 amigos mas. Recordaba con claridad cada momento vivido con la chica, la relación que ambos compartían era un nexo indescriptiblemente especial...

La confusión del puber comenzaba aquí, en esos momentos el no sabía que eran ¿Amigos o el sentimiento que él tenía por ella era otro? Esa duda lo traía sin mucho cuidado en esos tiempos, pero sabía que el vínculo que compartían era fuerte de por si ambos emblemas: la luz y la esperanza, eran complementarios no existía uno sin estar el otro, esto siempre lo habían sabido, la gran revelación de aquel dragón de las esferas legendario llamado Azulongmon se los había logrado aclarar aún mas.

Sus hermanos…Ambos grandes amigos de la infancia, Tai y Matt, ambos chicos rudos y valientes con grandes dotes de líderes, después de todo Matt siempre había cuidado de T.K. y Tai de Kari, ambos con un sentimiento de culpa que poco a poco pagaban, aunque sus hermanitos los comprendían del todo, cuantas veces debían decirlo: No fue su culpa lo ocurrido hace tanto tiempo, éramos todos tan solo unos niños. A pesar de que ambos eran de un carácter que generaba confrontaciones a cada momento, se querían y su lazo era comparable con el que sostenían ahora T.K. y Kari. Sus digimón se llevaban de maravilla, Gatomon no era de lo que se dice del todo sociable, pero su mejor relación la tenía, lejos, con Patamon; compañeros de innumerables batallas, que habían peleado así o en sus formas evolucionadas. De seguro pagarían por volver a ver la expresión de Davis y Veemon cuando se enteraron de sus formas evolucionadas, los dos digimón más hermosos de todo el digimundo: Angemón y Angewomon, sin contar que eran de los Digimón más poderosos existentes, eran tan complementarios como sus elegidos.Y así podríamos seguir con una lista enorme sobre las cosas que hacían tan especial la relación de ambos chicos, pero tomaría tantas letras que esta humilde narradora no podría continuar contando esta historia.

Podemos decir que T.K. se había quedado un tanto embelesado mirándola, se dirigía hacia ella, quería acompañarla en estos momentos, pero se detuvo, algo le dijo que en esos momentos ella quería estar sola, continúo su camino hacia la tienda y una vez ahí se quedo esperando a que Patamon durmiera, él no podía. Salió a caminar, parece que esta obsesión por mirar la luna que tenía era algo que compartía con Kari, porque, a pesar de las horas que habían pasado la linda chica seguía mirando la luna en la misma posición, solo que ahora era acompañada por la silueta de alguien más…¿Davis?... "Creo que me equivoque, prefería estar acompañada" La expresión del rostro de T.K. fue bastante extraña, un poco de decepción con un poco de resignación, él no los llamaba celos, porque en escencia no lo eran. Continúo su paseo nocturno con un pensamiento fijo en la mente "Es mi mejor amiga y la protegeré aunque me lleve la vida hacerlo".

¡BRRRRRRRRRR, BRRRRRRRR, BRRRRRRRR, BRRRRRRR!

-¡¿Qué?...No puede ser¡Si me acabo de acostar!- exclamó sorprendido y a la vez somnoliento el cansado T.K. que miraba incrédulo su reloj.

Era cierto, solo había dormido 2 horas y con el recuerdo que había soñado había amanecido mucho más cansado. De mala gana se levantó y se metió en la regadera, ahora el cuerpo de T.K. no era aquel cuerpo de niño que tenía al comienzo de sus aventuras, ni tampoco el cuerpo de puber que tenía en la secuela de cuerpo de este apuesto joven se asemejaba cada día más al de un hombre, el karate hacía este efecto en él, este había sido su pasatiempo en los últimos 2 años, y bastante bien se le daba, aunque no había tenido mucho tiempo en esos últimos días. Las gotas de la ducha resbalaban por el cuerpo de T.K, hacían un recorrido curvilíneo, bastante buen cuerpo tenía el chico, sus músculos no eran excesivos, pero su piel era tersa y se encargaba de marcarlos bien

A pesar de que en esos años se llenó de nuevas y enriquecedoras actividades, T.K. no dejaba de pensar en Patamon día a día, lo recordaba alegremente, ya fuese en sueños o en momentos dedicados para pensar en él; mientras se bañaba, pensaba en el sueño que había tenido, hacía años que no soñaba con "La partida" antes de cualquier reflexión posible T.K. se observó el brazo derecho al momento de enjabonarse el cuerpo, había una cicatriz, al parecer, de un arma corto punzante, probablemente un cuchillo. "Esta me la gané por proteger a Kari hace dos años ya" Kari…Kari…Kari estaba sumamente molesta con él y él de igual manera con ella, nunca habían discutido de esa manera, pelearon para mas encima el mismo día que partió la madre de T.K.; prefería no detenerse a pensar en esa pelea y simplemente se vistió, se fue al colegio tan campante como sus ánimos le dejaron, no quería mostrarse débil, menos ante ella, menos ahora.

Las cosas no marchaban tan mal, había una chica que se preocupaba mucho por él, T.K estaba consiente de los sentimientos de esta chica por él, como el de los de muchas otras porque para que estamos con cosas...de que era guapo ERA GUAPO. Intentaba hacer lo posible porque esta chica le agradara, porque él de verdad quería que le gustara; desde que tomo conciencia de la adolescencia no recuerda haberse enamorado de chica alguna, mientras que su hermano y Tai, tomándolos como ejemplo, hasta pelearon por el amor de Sora; Matt ahora cumplirá dos años con ella. Le "preocupaba" un poco el no haberse interesado en chica alguna, Mía era una chica bastante linda, peliroja y de ojos grises, cocinaba bastante bien, era de otro salón y tenía buenas calificaciones, era buena en los deportes y bastante popular, pero por sobre todo era una chica muy tierna, al menos con T.K., él intentaba que las cosas resultasen con ella, casi al nivel de sugestionarse, a pesar de esto, aún no habían tenido una cita o algo por el estilo...¿Cómo lo hace Matt? Antes de Sora el chico había tenido unas cuantas novias, ha de ser todo el rollo de rockstar que se traía consigo, a pesar de eso la tuvo dificil, Sora se mostró realmente confundida, pero Tai fue bastante noble y la apoyo para que se atreviera con Matt, mi hermano puede tener buena suerte con las chicas, pero definitivamente no es por su romanticismo, Tai tampoco era un don Juan, pero gracias a los consejos de Kari no tenía mayores problemas a la hora de conquistar, bueno, Kari conoce muy bien a las chicas, después de todo, es una, Kari es...Kari...Kari...Kari...¡Otra vez pensando en su amiga!... o ex amiga por como iban las cosas…3 semanas y ni siquiera un hola.

El rubio intentó centrar sus pensamientos en su próxima clase, al entrar al salón cruzó por breves segundos su mirada con la mirada ambarina de Kari quien volteó a ver a Yolei rápidamente, al parecer esperaban a que T.K. se decidiera a entrar, él espabiló al ver la, ya cotidiana, reacción de Kari y pasó al lado de la chica sin siquiera mirarla.

-Buenos días Yolei-dijo alegremente el chico.

Ella era Yolei,amiga, compañera de aventuras y la mayor en el salón, el año anterior viajó a Estados Unidos y se quedó haciendo un curso en informática, perdió un año académico, pero ahora es casi tan hábil como Izzy con los ordenadores.

-Buenos días T.K. ¿Cómo estas para la competencia?-dijo la chica intentando amenar el ambiente.

-Bien, ¡Al menos tengo muchas ganas hoy!-peleaba con sus ojos para mirar solo a Yolei mientras hablaba.

-¡Suerte! Estarem…- nerviosa se corrigió- estaré ahí apoyándote con los chicos.-Enfasis en el estaré. Conjugación del verbo estar, yo estaré, no Kari y yo estaremos.

-¡Te lo agradezco Yolei! A penas termine la competencia…-no había terminado de hablar cuando vio a Mía acercarse.

-¡Fujutsuki! ¿Qué tal?- lo dijo con una sonrisa en el rostro que "Derritió" a la chica.

-Ho-hola Takaishi-sonrojada claramente.

-Dime T.K. con mucha confianza ¿Cómo estas para nuestra cita del próximo sábado?

Al escuchar esto los ojos de Kari se levantaron cortantemente ante los de T.K. quien lo notó y recibió su mirada con una mirada casi igual hostil.

-¡No puedo creer que lo hayas olvidado, realmente eres un insensible Takeru Takaishi!-dijo Kari notoriamente molesta.

-¿Olvidar qué? Para que te informes bien yo…

-¿Cómo que olvidar qué?-cada vez el ambiente se ponía mas tenso-¡ES 1 DE AGOSTO!

-Claro que se que es 1 de Agosto, pero…-el joven quedo un poco impresionado y se cortó con la molesta y penetrante mirada de la chica.

-Tienes la competencia y además tienes que ir a…-Kari se volteó- no se para que me molesto, haz lo que quieras, idiota.- dijo la chica y luego se alejó hasta el fondo del salón para conversar con Davis.

-Niñita caprichosa…-dijo T.K. entre dientes para luego mirar a Mia- disculpa por la interrupción, espero que vayas a verme a la competencia, se que no es una gran cita, pero si tu insistes en llamarla así, pues venga-dijo animado el chico.

-¡Si! Muchas gracias Takai… T.K., me debo retirar, me están llamando, solo te venía a visitar, ¡Hasta luego!-la chica se retiro muy feliz del salón.

-Si que es linda ¿No?-dijo mirando a Yolei.

-Oye ¿Entonces iraás?-dijo Yolei sin tomar mucho en cuenta la pregunta de T.K.

-¿Eso es obvio no crees? El 1 de Agosto es muy importante para mí.

-¿Quieres que se lo diga a Kari?-dice Yolei de manera capciosa-creo que confundió las cosas…

-Olvídalo, ya no me interesa mucho lo que ella piense.-dice T.K de manera indiferentemente fingida.

-Okay, okay… ¡Nos vemos T.K.!-dijo Yolei casi harta ya de la situación.

Genial, 3 semanas sin hablarse y ahora sus únicas palabras habían sido insultos y malos tratos, esto iba de mal en peor y ninguno de los dos se veía dispuesto a ceder.