Primera historia publicada en en mucho tiempo. Gracias a Lluvia por ayudarme recién porque ya no me acordaba de como funcionaba esto.

Disclamer: KHR y sus personajes no me pertenecen, pero Akira Amano esta haciendo un trabajo fantastico con ellos.

Noche de Insomnio al EXTREMO

Tumbado sobre su cama mirando el techo de su habitación, en medio de un extremo y por demás inaudito silencio se encontraba el guardián del sol. Pocas horas antes Ryohei había comprendido algo importante que le estaba quitando el sueño. Le estaba siendo infiel a Hana.

Bueno, quizás no, porque ahora no estaban juntos, pero un día lo estarían, sin embargo…

— ¡Ahhh! ¡¿Cómo voy a mirarla a la cara!— gritó en su cabeza el joven antes de agarrarse la cabeza con desesperación, tratando de no hacer ningún ruido para no despertar a su hermana menor que dormía en la pieza contigua.

Pero era imposible cada vez que cerraba sus ojos esa chica estaba en su cabeza, y tenia muy buenos puños a la hora de golpear, estaba seguro que sería fantástica para el club de boxeo, pero la idea de pasar más horas cerca de ella, traía otro problema. ¡Le estaba siendo AUN más infiel a Hana!

Gritó sin darse cuenta, dejando escapar toda esa frustración que sentía. Instantáneamente un suave y delicado golpe sobre su puerta le advirtió de su error.

— Hermano, ¿Estas bien? — llegó la tímida voz de Kyoko mientras entre abría la puerta.

— ¡Si, si! — Aseguró saltando hacia la puerta con su mejor sonrisa — es que… ¡estaba soñando con el tornado de zumo! ¡Si!

— Bueno…— respondió dudosa la joven — trata de dormir un poco, pronto amanecerá, hermano.

— ¡Si, si, lo haré, no te preocupes!

Escuchando esto, Kyoko volvió a su habitación y Ryohei al estado que había estado durante toda la noche.

Lamentablemente, no logró conciliar el sueño, ni dejar de sentirse como un total canalla, ni dejar de dar vueltas sobre la idea de tener a la misteriosa chica en el club de boxeo. Necesitaba consejo, ¿pero de quien? Esto no podía saberse ¡¿Qué pensarían de él?

Fue entonces que se le ocurrió,

— ¡El Maestro Pao Pao! — Gritó con fuerza levantándose de un salto antes de vestirse con su uniforme lo más rápido posible antes de salir de su casa pasando no muy discretamente frente a su hermana menor y su mejor amiga que salían para la escuela.

Debía encontrarlo y consultarle, él seguro sabría que hacer con este tema.

Esto no iba a resolverse muy pronto…


Gracias por leer.