Bueno, esta es una historia "Amena" a pedido de alguien que me estima lo suficiente como para no matarme. El príncipe y la sangre sucia está por terminar (algunos dirán "al fin" y hasta a veces yo también) igual, fue lindo; hacer un primer long fic (Y sigo sin aprender, por que los otros que tengo no son nada buenos) Bien, sin más retahílas de tonterías; les dejo.

Cherry, este fan fic es para ti; espero lo disfrutes nena. También dedicado a Mariseverus, a Minerva, a ElementalWater y a Pinguinita; que siempre sufren cuando hago de Snape un trapaje.

A ver, si les gusta y qué tal me va. Saludos y besos

Disclaimer: Nada me pertenece excepto mis ideas.


Muérdago

Pairing: Severus Snape/Hermione Granger


Aquella fiesta de navidad, era demasiado pomposa para su gusto. Era oficial; ella estaba aburrida en ella y no le importaba. Decidió caminar por los arrededores de aquel enorme salón, y por donde observaba; había chicos besándose. ¿Qué no tenían otra cosa que hacer, que compartir sus genes? Para el segundo paseo, ya le pareció repulsivo. Se quedó afuera, estirando su largo vestido negro para evitar ensuciárselo con algunas ramas. Nuevamente Ron, había decidido que no necesitaba pareja y le había recomendado que se acostumbrara. Bueno, no faltaba mucho; para que ella se alejase de Hogwarths. Ese era su último año sin pareja.

Suspiró, hayando un espacio entre unas rocas, y sentándose sobre ellas. Como caían las flores danzarinas, era algo digno de ver. Movían sus pétalos con indudable gracia y brincaban de un lado al otro. ¡Parecían ir al compás de la música en el castillo!

Bajo el pasillo en donde estaba, debían de encontrarse; las mazmorras. Recordó, que al profesor Snape, el jefe de la casa Slytherin; no le gustaban los bailes. Se preguntó, si estaba en ese lugar justo ahora, y se preguntó; por qué ella no había tomado esa decisión. Ah claro, por que ella aún tenía ilusiones; de dejar de ser la chica sabelotodo.

- ¿Buscando compañía en las estrellas?- musitó una voz suave, que bien ella pudo pensar que era el susurro del viento tras ella.

Al girarse, notó que se trataba del profesor Snape. Su sonrisa sarcástica, ya dejaba entrever que le divertía verle sola. Había ido a muy pocos bailes, y esta vez; parecía que Minerva o Dumbledore le habían convencido de asistir. En las veces que había ido, ella había estado sola; pero ella ya no lloraba por eso.

- ¿Buscando soledad?- contestó ella, con una sonrisa; que por un momento le hizo huír de sus ojos. Estaba sonriendo, no estaba derramando ácido.

- No me gustan los bailes, pero según el director; es mejor estar allí y que me sigan disgustando que; estar en mi despacho odiándolos. Como nuevo director, cree que debo estar presente.

La chica no pudo evitar reírse ante las ocurrencias del anciano director, y por un momento; sintió algo que no pudo explicar. Una emoción, de encontrar a alguien con quien charlar, sobre los aburridos bailes.

Hermione permaneció sentada, aunque el hombre no se movió. Vestido de negro por supuesto, siempre lo hacía y ellos ya; parecían pareja. Su rostro estaba un poco tenso por el frío; pero no perdía su mirada calculadora e incluso fría. Una sonrisa precede su último comentario, y el ligero tremor de la chica.

- No debería vestirse así, a no ser que quiera sufrir de pulmonía- espeta, pero ella sigue sonriendo.

- Hay quienes creen que nos vemos bien así.

- ¿Disculpe?

- Hay hombres, quienes piensan que así nos vemos bellas.

- Hay dicotomías, entre los tipos de "hombres Granger"

- Sí, seguro nunca le ha dicho a una mujer que se ve hermosa- se rió ella, ante su rostro en confusión. Dejó de sonreír, y se acarició los brazos ante el terrible frío.

- ¿Weasly no se lo ha dicho ya? Intuía que estaría a su lado en este momento.

- Oh no eso no pasará, no en esta vida- se quejó ella, un tanto decepcionada- pero así estoy bien, por ahora.

Eso sin duda le hizo gracia al hombre, pero ella no le prestó atención. Se sacudió de su saco, una florecilla bailarina de color rojo y luego levantó la vista hacia ella. Hermione había abandonado su posición, y tenía la intención de caminar. Se giró para observar al hombre, que había permanecido quieto debajo de la columna.

- ¿Debo intuír, que se quedará? ¿O sería una necedad de mi parte si le pregunto; si quiere seguirme?

- El baile se demorará- fue su única respuesta, mientras se perdían por los jardines.

Era increíble, habían hablado de "x" cantidad de cosas en un momento. Justamente ayer, ella creía que era todo un desperdicio; que ese hombre no valía la pena y que debía morir junto a su señor. Pero ya sentía, que todo él; era una máscara que evitaba sentir dolor. Nunca había tenido una conversación tan racional con alguien, tan "amena"; nunca había conocido a alguien con tan alto sentido del conocimiento. Eso, excluyendo a Dumbledore. Para cuando había dado su tercera vuelta alrededor del jardin, parecía que el baile estaba por terminar.

- Entonces, debo pensar que nunca se ha enamorado- dijo, retomando el tema de Ron con cierta burla. Ella hizo un gesto afirmativo con la cabeza, y sonrió con cierta ironía. Cómo deseaba, que a Ron le diese un ataque hormonal; al menos así notaría que ella existía.

- ¿Debo decir lo mismo de usted? ¿Odia tanto al amor, como parece?

- No creo que, ese sea un tema apropiado para un momento como este- razonó el hombre, con uno de sus dedos en la sien- No creo que sea el momento, para jugar a la estudiante Granger.

- ¿Sabe? Alguna vez, me gustaría oírle llamarme Hermione. Creo que nos debemos las formalidades, ¿No cree que son tediosas? Tan sencillo que suena decir Hermione.

- ¿Para qué querría hacer eso?

- Si respetas a alguien, es una buena forma de demostrárselo. Y yo te respeto "Severus"

Fue algo inesperado, sin duda una sensación extraña en su estómago en cuanto; ese nombre salió de su boca. Fue lo suficientemente extraño, como para paralizar al hombre; atrás de ella. Analizó su rostro, pero sólo encontró una sonrisa. Era la primera vez en años, que una mujer le llamaba cariñosamente por su nombre. No Narcisa, no Bellatrix; una mujer. Su voz retumbó en sus oídos, aún.

- No sé que es lo que tú piensas, no importa si me respetas o no; pero yo creo que mereces que te llame por tu nombre. Has hecho tanto por Hogwarths Severus. Una lástima que yo no pueda seguir viéndolo.

- No se perderá de mucho.

Hermione continuó su caminata final, deteniéndose en el punto de inicio. El hombre hizo lo mismo, aún ligeramente pasmado ante lo que acontecía. Hermione, sin duda había madurado hasta tal grado; que podría llegar a decir que la respetaba. Pero, no estaba seguro de saber como.

- Parece que el baile se terminó- suspiró ella- Enhorabuena.

Escuchó los aplausos, y se imaginó que; pronto sus amigos sí se preguntarían por ella. Volvió a suspirar, y alzó la cabeza para quejarse mentalmente de ello. Entonces, observó una delicada ramilla que colgaba sobre ellos. "Muérdago"

- Un muérdago- dijo, aún con la vista fija en aquél lugar. Snape alzó la cabeza, y luego hizo un movimiento con las cejas.

- ¿Y?

- ¿No sabe lo que es un muérdago?- musitó ella con una sonrisa, que nuevamente pareció llenarlo de aprehensión- El muérdago es una ramilla que hace que, los que se paren debajo de ella pues.

- ¿Balbuceén?- Se burló.

- No. Hace que- se mantuvo pensativa, y luego le observó con detenimiento- bueno, mejor siéntalo por usted mismo.

Sin poderlo preveer, ella acercó su rostro al suyo; y le dio un suave beso en la mejilla. Emitió un suspiro, luego de ello y; le susurró unas cortas palabras antes de desaparecer por las escaleras hacia el salón.

"Buenas noches profesor, espero que todo termine bien"

TBC.

Bueno, espero que les guste; saludos y besos.