Hola! Bueno dado que he olvidado tanto la contraseña de mi antiguo usuario como del correo al que estaba adherido , tuvé que crearme uno nuevo después de meditarlo un tiempo. Pasaré a publicar la historia hasta donde la tenía por si alguien nuevo se uné a leerla o quiénes ya leyeron los capítulos que hasta ahora hay, quisiera leerlos de nuevo. Lamento todo este inconveniente, espero que anden bien. Saludos.
Solo querían retornar a Storybrooke después de esa gran y pesada aventura, que había sido ir en busca de Henry. A todos les había generado un cansancio tanto mental como físico, especialmente a dos personas, que habían pasado por tantas cosas que tenían una batalla interna con sus sentimientos hacia la otra.
Después de la felicidad de tener de nuevo a su hijo consigo, venía una complicación, su regreso. Por el hechizo que había mandado poner el Sr. Gold a Belle, les sería imposible encontrar el camino de vuelta. Emma creía conocer el camino, lo recordaba de cuando había ido desde Boston y New York. Y así emprendieron viaje siguiendo sus indicaciones.
No se encontraba errada, Gold les dijo que era allí que estaba la barrera de contención, podía sentir la magia. Estiro la mano para deshacer el hechizo pero nada ocurrió. E intento de nuevo y obtuvo la misma respuesta.
Y paso a decirles que parecía ser que el trabajo de debilitar la protección no le correspondía, pero juntando la magia de Emma y Regina, a lo mejor podía lograrse, ya que había dado sus frutos un par de veces. Ambas mujeres asintieron decididamente, y Gold pasó a explicarles lo que tenían que hacer.
Debían llegar hasta el punto límite de la barrera y usar su magia. Ambas caminaron los pasos que les faltaban del sitio, mientras que todos dieron un paso atrás, como se les había indicado.
Se situaron enfrentadas, y se tomaron de las manos, palma sobre palma. Podían sentir la magia corriendo por sus venas, como si fuera una corriente eléctrica, pero reconfortante.
Unos ojos azul verdes con unos marrones se juntaron, y aumento más la magia. Una luz blanca cegadora las cubrió, haciendo que todos cerraran los ojos, el hechizo se había quebrado, pero al instante la línea se volvió roja, haciéndolas desaparecer antes los ojos de los demás a ambas.
Ellas abrieron los ojos sin darse cuenta dela situación, era un hecho, se encontraban adentro de Storybrooke. Se miraron y se dieron una pequeña sonrisa, y buscaron a los demás a su alrededor, pero no había nadie, solo ellas dos.
Y se dispusieron a ir hasta el departamento de Mary Margaret, pero allí no estaban, se dirigieron a la tienda de empeño de Gold, pero tuvieron la misma respuesta, entonces corrieron a la mansión de Regina con la esperanza de que todos se encontraran ahí.
Entraron y sintieron ruido proveniente del despacho, y fueron hasta ahí, y no encontraron a todos los demás, sino que a dos pares de ojos iguales a los suyos observándola.
