NOTA:
Final Fantasy VIII no me pertence, ni ninguno de sus personajes.
Aquí estoy de nuevo, con un one-shot que escribí hace mucho tiempo y que acabo de encontrar en el ordenador, me ha gustado así que a falta de tiempo para escribir nuevas historias cuelgo esta. Es muy muy cortita y algo triste pero bueno, espero que os guste de todas formas.
COMO GOTAS DE LLUVIA...
By: Rinoaangelo (Rinoaangelo)
Cristal húmedo y frío bajos las yemas de sus dedos. Húmedo y frío, como su corazón. Las gotas de lluvia resbalaban por el cristal de la ventana, sin poder parar la fuerza de la gravedad, sin poder evitar su destino.
Gotas que resbalan y mueren. Caen del cielo y mueren.
Él estuvo en el cielo. Sí, con ella. Sin ella sentía como su vida iba cayendo poco a poco, como su corazón iba volviéndose solitario e iba muriendo…a medida que el dolor, la soledad, el estrés del trabajo y la carga de una vida vacía le engullían.
Se sintió como el niño abandonado que fue una vez, como esa criatura inocente y triste que había creído dejar atrás. Sin nadie, sin nada.
Lo único que tenía era un trabajo que ocupaba todas las horas de sus patéticos días. No le importaba, cuando tenía tiempo para él no sabía qué hacer. El comandante de los Seeds, el héroe que todo el mundo admira…eso era él pero… ¿Y qué? Era Seed porque de pequeño le enviaron al jardín y eso era lo único que tenía…no había podido elegir. Había luchado contra la bruja porqué sus superiores y compañeros le habían empujado y cuando se dio cuenta ya estaba demasiado metido.
Había sido feliz a su lado. Pero él jamás había aprendido a cuidar de los demás y ella se cansó.
Una gota de agua que cae…hasta morir. ¿Jamás volvería tenerla consigo? Sabía que para ser feliz solo podía ser ella, ella y nadie más. Las esperanzas de que le perdonara eran remotas, él las había perdido.
En fin. Había aprendido a vivir en ese inmenso vacío que era su vida, en esa caída eterna. Dispuesto a salvar la vida de otros y dejar morir la suya. ¿dejar morir? Su vida había muerto hacía meses, desde que ella partió.
El apartamento estaba a oscuras. Sus dos compañeras de piso habían ido a visitar sus familiares. Ella no tenía familiares. Una madre muerta, un padre con quién no se hablaba, dos compañeras de vivienda, compañeros de trabajo…pero al fin y al cabo…solo compañeros.
…solo compañeros.
Echaba de menos a sus amigos, a aquellos que había dejado atrás. Poder hablar de lo que uno siente, compartir ilusiones, secretos, buenos y malos momentos, pasado y futuro…Ya no había nadie con quién compartir nada. Triste realidad. Triste vida.
¿Y él? Siempre había estado a su lado cuando le había necesitado, le había ayudado, le había salvado y amado. Solo con Squall había conseguido sentirse amada de verdad, importante para alguien, necesitada.
Cerró los ojos y oyó el "tic tan" del reloj. Le hizo recordar todas las noches que se había quedado dormida escuchando el pausado e insistente latido del corazón del chico, abrazada a su pecho desnudo. Habían compartido tantas cosas…tanto dolor, tantas penas…Ahora todo era polvo del pasado, recuerdos vagos que se borrarían con el tiempo y luego ¿qué le quedaría?
Era consciente que jamás encontraría a alguien que le hiciera sentir como él porqué jamás podría volver a compartir tanto con nadie, pasar tanto con nadie. Él y solo él. Su caballero.
