Notas de la traductora: ¡¿Qué?! ¿Ooootra traducción? Pues sí, me envicié, esta la tenía prometida desde junio del 2012 y nada que la traducía, hoy finalmente me motivé y terminé de traducir el prólogo de esta hermosa historia de Harry Potter, espero la disfruten tanto como yo ^^
Esta historia no es mía pero yo la traduje con el permiso de la autora original, Eternal Cosmos, quien amablemente me permitió hacer esto, todos los créditos corresponden a ella, yo solamente traduje.
Disclaimer: No soy dueña de Harry Potter.
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El Mundo Sin Mí.
Capítulo 1: Prologo- El Perdedor Muere y el Ganador lo Pierde Todo
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Un viento frío aulló su tristeza y desesperación ante la escena bajo él. Un castillo estaba parcialmente destruido, abandonado, y cientos de cadáveres cubrían el suelo, extendidas en un desastre sin más consideración sobre a quién habían servido alguna vez.
Había sangre dispersa por todos lados, el cielo estaba oscuro, una luna oscura lloraba por la pérdida de las vidas. Todo estaba completamente quieto; el viento se había detenido, haciendo que la tierra luciera misteriosa y siniestra. Pero nada aterrador iba a aparecer ahí; la guerra había terminado. Todo había terminado… para todos. Nadie había en verdad ganado, ya que las pérdidas eran demasiadas.
Un ave voló sobre la tierra que alguna vez fuera verde, un ave inusual. Un profundo llanto resonó a través del aire, una melodía triste y desesperada que escapaba de su garganta, intentando encontrar al menos a una persona con vida.
En el suelo, algo se movió repentinamente. Un cuerpo que yacía boca abajo fue empujado a un lado para revelar a un exhausto y completamente drenado muchacho de cabello negro con una cicatriz peculiar en forma de rayo sobre su frente.
Harry Potter miró a su alrededor con una expresión sin vida, jadeando y flácido. Dejó escapar un tembloroso gemido cuando observó el cuerpo de la persona que había estado protegiéndolo: Remus Lupin. El hombre lobo había recibido el Avada Kedavra enviado por Tom Riddle que iba dirigido hacia él, a la par que Harry había usado el mismo hechizo maldito contra el Señor Tenebroso y rompió el Priori Incantatem al mismo tiempo. Excepto que ninguno de los seguidores de Voldemort había tomado la oportunidad de correr en frente de su amo y protegerlo.
Voldemort estaba muerto, al igual que todos los demás Mortífagos, incluido el espía Snape.
De hecho, la parte más difícil de ver para Harry fue el ser testigo de la muerte de sus amigos y ver sus cuerpos extendidos sobre la tierra. Dumbledore, McGonagall, Flitwick, incluso Hagrid; todos se habían ido. También Ron y Hermione… demonios, todos los estudiantes que alguna ves habían acudido a Hogwarts. Ninguno de ellos se había salvado.
Harry solo permaneció sentado en el suelo, sin pestañear, con sus brazos caídos a su costado mientras silenciosas lágrimas se abrían camino por sus mejillas. 'Todos se han ido. La profecía… tenía razón. Uno de nosotros debía permanecer vivo… mientras todos los demás morían.'
Se dejó caer de espaldas y aterrizó con un golpe seco en la tierra fría, observando en vacío al cielo que lloraba: estaba comenzando a llover… y no le importó.
"¿Qué esstá passando? ¿Qué ssucedió?"
Los apagados ojos verdes de Harry se ensancharon levemente al girar su cabeza a un costado y mirar a quien acababa de hablar. Ningún sonido de sorpresa salió de su boca y solo pestañeó hacia Nagini, quien estaba deslizándose sobre el cercano césped manchado de sangre.
Harry no tenía idea de cómo la maldita serpiente había sobrevivido pero si ella quería morderlo y terminar con su miserable vida estaba más que dispuesto a darle la bienvenida. Pero la mordida nunca llegó. Nagini lucía completamente desorientada y no tenía idea de lo que había pasado en los terrenos del alguna vez magnífico castillo, haciendo que el interés de Harry creciera ligeramente.
"¿Por qué lucess tan confundida, Nagini? ¿Por qué no me matass, tal y como tu amo tanto lo desseaba? ¿Tal y como lo intentasste en muchíssimas ocassiones?" Siseó de vuelta a la Cobra para llamar su atención.
Funcionó; Nagini giró hacia él aún más y se deslizó hasta encontrarse a un lado del muchacho cansado. "¿Tú hablass? Y aún assí no sse de qué esstáss hablando. Todo lo que recuerdo ess a un hombre obsservándome y murmurando algo que no reconocí, y entoncess el ressto ess todo confusso para mí."
Harry casi se ahogó por la sorpresa. "No puedo creer que essto ssea possible," murmuró para sí, aún así siguió hablando la lengua Parsel sin darse cuenta. "No penssé que la maldición Imperiuss podría funcionar en una sserpiente. Ssupongo que hass esstado bajo el control de Voldemort todo esste tiempo."
La peligrosa serpiente giró su cabeza de lado como si estuviera pensando sobre lo que Harry le había dicho. Sin embargo, levantó la vista cuando el muchacho de cabello negro se levantó repentinamente, con un extraño pedazo de madera, semejante a un palo, apretado entre su mano.
"No puedo continuar así. Estoy completamente solo…" Dijo con desesperación y apuntó el palo hacia sí mismo.
Nagini no comprendió ni una palabra de lo que había dicho pues había hablado nuevamente en idioma humano pero la serpiente no era estúpida; comprendió que el muchacho obviamente quería hacer algo irreparable contra sí mismo.
La serpiente siseó y saltó, rodeando los brazos del muchacho para evitar que hiciera algo tonto. Harry dejó escapar un grito de sorpresa pero comenzó a forcejear contra la atadura viviente. "¡Ssuéltame! ¡Ya no tengo razoness para sseguir viviendo!"
Nagini le mostró sus colmillos, molesta. "¡Esstúpido niño-sserpiente! ¡No dessperdicies tu vida como ssi fuera nada!"
Harry comenzaba a ganar contra el agarre de Nagini; la criatura no quería cortar la circulación de sangre de Harry y herirlo más de lo que ya estaba. Pero a la par que el muchacho de ojos verdes recuperaba el agarre en su varita, un agudo grito resonó justo arriba de su cabeza y Fawkes aterrizó frente a Nagini y él.
Por supuesto, la antigua sirviente de Tom silbó amenazadoramente al Fénix pero se detuvo al darse cuenta de que el ave de fuego no iba a ser una amenaza para su existencia. Harry dejó de luchar y observó los ojos tristes del Fénix.
"Entonces ¿tú también estás contra mí, Fawkes? Mira a tú alrededor: ¡Todos están muertos! ¡Incluso Dumbledore! ¡¿Qué es lo que quieres que haga?!" Harry le preguntó al Fénix con una voz angustiada y dolida.
El Niño-Que-Vivió-Otra vez se tambaleó hacia atrás cuando escuchó una profunda y melodiosa voz hacer eco en su cabeza.
"Yo podría ayudarte… Recuperar las cosas que perdiste y que alguna vez fueron muy importantes para tu corazón. Otra oportunidad para la felicidad, pero aún así, deberás forjarla por tu propia cuenta, no es una tarea sencilla."
Harry se dio cuenta de que era Fawkes hablándole. 'Supongo que así es como Dumbledore hablaba con Fawkes…' pensó silenciosamente, y entonces respondió con suavidad: "Muéstrame."
El ave de fuego agitó sus alas levemente antes de continuar. "Existen muchos mundos, muchas dimensiones paralelas que yo conozco. Podría enviarte a uno de ellos, pero jamás serás capaz de regresar aquí. Se convertiría en un nuevo hogar para siempre." Se detuvo para evaluar la reacción de Harry y pareció asentir cuando el muchacho sonrió haciendo una mueca.
¿Por qué querría él regresar aquí? Él era el único sobreviviente de Hogwarts, de toda esta maldita guerra.
Fawkes continuó con su explicación. "Tú no existes en ese mundo; fuiste asesinado cuando eras un bebé. No hay un Niño-Que-Vivió, ni esperanzas y Voldemort aún tiene una posición de poder sobre el mundo mágico, aún así sale de su escondite más seguido y muestra un lado más atrevido y provocativo. Podrías reiniciar tu misión ahí y forjar tu propio futuro porque, como ya lo sabes, eres el único con la conexión a Voldemort y el único que es capaz de derrotarlo."
Harry asintió sin pensarlo dos veces, su expresión lucía determinada y sus ojos brillaban con una renovada anticipación y seriedad. Este no sería un viaje de campo, lo sabía, y se aseguraría muy bien de que haría su trabajo correctamente esta vez y protegería este nuevo mundo tal y como estaba destinado a hacerlo.
Después de todo, había derrotado a Voldemort aquí, así que ya sabía cómo le gustaba jugar al bastardo. Conocía cosas que la gente en la otra dimensión probablemente ni siquiera sospechaba y era malditamente poderoso para alguien que tenía solo diecisiete años, más poderoso de lo que cualquier estudiante de Hogwarts debería ser.
"Solo dame un segundo." Harry sujetó su varita en lo algo y murmuró "¡Accio!" por lo bajo.
Segundos después, su pulida Saeta de Fuego, un regalo de su fallecido Padrino, su viejo álbum de fotos, su capa de invisibilidad, una bolsa con dinero mágico y su llave de la bóveda en Gringotts flotaron hacia él desde la torre semi-destruida de Gryffindor. Sorprendentemente, su leal lechuza, Hedwigh, siguió las pertenencias de Harry por su propia voluntad. Tomó sus preciados objetos y redujo sus tamaños para poder guardarlos en sus bolsillos e indicó a la lechuza blanca como la nieve que aterrizara en su brazo estirado.
"Creo que estoy listo," le dijo a Fawkes con una voz profunda y autoritaria. Cuando Harry dio un paso hacia el Fénix que ahora volaba, algo golpeó sus talones.
"¿Iráss a algún lado? ¿Puedo ir contigo? No muchass perssonass de aquí hablan mi lengua y no quiero esstar ssola. Ess extraño, pero también ssiento como ssi te debiera mi vida. Me agradass, niño-sserpiente."
Harry observó a la suplicante Cobra y lentamente se hincó, mostrándole su brazo medio cubierto; sus rojas estaban rasgadas pero arreglaría eso después.
Nagini siseó contenta y se colocó alrededor de su cintura. Cuando finalmente dejó de moverse, la serpiente era casi imperceptible por el color de la capa de Harry.
Fawkes voló hacia Harry para permitirle acariciar su cabeza una última vez, y entonces voló por encima de la cabeza del muchacho. La canción del Fénix resonó con la varita de Harry y el Gryffindor de diecisiete años comenzó a brillar en un tono rojizo.
Cuando Harry comenzó a desaparecer, escuchó las últimas palabras de Fawkes, guiándole. "No lo olvides, Harry Potter: en este mundo nadie te conoce y será difícil vivir sin atraer mucho la atención hacia tu persona. Puedes decir lo que quieras cuando llegues, y puedes ir o Hogwarts o puedes no hacerlo, no importa. Pero recuerda: algunas cosas SERÁN diferentes, ya que es una dimensión paralela. Buena suerte, ¡que mi otro yo pueda encontrarte si el peligro surge!"
Harry sintió un gran tirón, mucho más grande que el de un traslador y, al estar tan cansado y drenado para resistirse tras haber sido el objetivo de muchos maleficios y maldiciones Imperdonables, cayó inconsciente a la par que las últimas palabras de Fawkes hacían eco alrededor de él.
Segundos después, los terrenos del castillo quedaron en silencio mortal nuevamente a la par que el Fénix ardía en llamas. Sin embargo, no era un día flameante y de las cenizas… no emergió nada.
…
Fin del prólogo.
