Hola, aquí les monto el nuevo mini fic que había sido sacada de una de los capítulos de ¿casados? , pensaba en hacerlo One-Shot, pero se haría muy largo, así que lo cortare creo en tres capítulos.
Eso espero de mi musa.
¡A leer!
NO ES CUESTION DE AMOR…ES SOLO NEGOCIOS
CAPITULO 1
Inhalas el húmedo aroma de la habitación en donde se consumía día a día la traición a la que jugabas cada hora entre sus manos, aquella en donde te unías a él…su hermano. Después de las primeras veces dejaste sentirte culpable cuando llegaba tu orgasmo junto a él. Aunque hoy era diferente a todas las que habías sentido anteriormente, ahí, sentada en aquella cama de un hotel nuevamente diferente, te sentías cada vez más segura de que algo iba mal contigo…más vacía, más pesada.
¿Por qué buscar algo en manos de él?
Escuchabas mientras él se movía por la habitación buscando su ropa, mientras sostenía en sus labios un cigarrillo, el cual se había hecho costumbre en consumir después de que jodía con alguien… Porque de algo estabas segura…tu no eras la única, pero no te importaba, realmente lo que sentías por Inuyasha era solo un deseo carnal, nada más.
Soltaste un gemido de frustración al notar como Inuyasha volvía a refunfuñar por no encontrar una de sus medias, te estiraste un poco sobre la cama y alcanzaste la prenda color negro y sin decir nada la lanzaste, a la vez que él alzaba una mano y la agarraba en el aire, te volteo a ver y soltó una sonrisa lánguida a la vez que te giñaba un ojo…tan parecido algunos gestos de su hermano. Sacudiste esa imagen de tu cabeza y decidiste también comenzarte a vestir.
No demoro mucho tu acción, todo había quedado en un mismo sitio, te vestiste rápidamente mientras él de vez en vez te rozaba intencionalmente logrando sacarte gemidos de sorpresa y tal vez de algo más que quisiste dejar pasar. Ya vestida te sentaste al borde de la cama, a mirar la nada, mientras esperabas por Inuyasha que se había metido en el baño hace quince minutos. Pero sentiste tu móvil sonar, logrando sacarte de tus pensamientos vacios y agarrar el teléfono se hizo algo sorpresivo al notar la llamada.
"Él nunca me llama…no desde hace tiempo" pensaste al reconocer el número de Sesshomaru en la pantalla, dudaste un poco en contestar al sentir un leve miedo brotar desde tu vientre, pero un fugaz intento de valentía que se filtro por tu mente logro hacerte abrir el teléfono y escuchar la profunda y grave voz de él…tan indiferente como siempre, poco había cambiado desde que habían estado juntos.
— ¿Ahome…estas ahí?—oíste preguntar por tercera vez y reaccionaste inmediatamente.
—Sí, ¿qué sucede? Tu…—pero te interrumpió antes de que pudieras rectificar lo que hace segundos habías pensado.
— ¿Dónde estás?— te pregunto serio, tan serio que pudiste imaginar que la pregunta no le interesaba realmente, maldijiste por lo bajo y aclaraste la voz para que no notara tu mentira y tal vez tu frustración.
—En la oficina…
—Estoy aquí… ¿podemos vernos? Necesito decirte algo y nadie me dice donde estas. — nuevamente su voz sonó fría y calculadora, sentiste miedo repentinamente y sacaste fuerza de donde no creíste hubiera.
— ¿Realmente es importante?...estoy en un junta— volviste a mentir, pero esta vez tu voz logro sacar aquel tono de cansancio que querías transmitir.
Hubo un momento de silencio, el suficiente para que tu corazón dejara de latir y sintieras el sudor frio deslizarse por tu espalda, contaste los segundos en tu mente y esperaste a que finalmente hablara.
—No, no es importante. — hizo una pausa y escuchaste su respiración más fuerte.
—Dime… ¿qué sucede? — volviste a preguntar intentando sacar lo que fuera a decirte lo más pronto posible, antes que se hiciera más insoportable hablar por teléfono.
—Ahome, hoy no voy a dormir a la casa…—lo interrumpiste antes de que pudiera decir algo más, algo extraño surgió en tu interior, te mordiste la lengua, pero aun así no pudiste evitar que salieran las palabras.
— ¿Por qué?... ¿A dónde vas?...don— pero nuevamente te interrumpió y escuchaste como comenzaba a caminar.
—Tengo un viaje y quería hablar de eso, pero, lo dejamos para otro día. Ya saque la ropa, solo será un día… — hizo una pausa y nuevamente dejaste de respirar—…llegare mañana en la noche.
—Pero…—intentaste hablar, pero las palabras murieron en tu garganta.
—Bueno, hasta mañana—espero unos segundos y luego colgó. Tu solo apretaste el teléfono contra tus manos. Y te quedaste ahí, mirando nuevamente el vacio, intentado no explotar.
— ¿Así que….tu marido se va de viaje?— susurro Inuyasha a tus espaldas con tono jocoso después de unos largos minutos escuchando el repiqueo del teléfono. Sentiste como Inuyasha comenzó a juguetear con tu cabello en un total acto de coquetería.
— ¿Y qué con eso?— dijiste con tono rudo y te levantaste de la cama.
—Que…podemos divertirnos en tu casa esta noche. — susurro nuevamente contra tu oído y dejaste salir un gritillo que logro sacarle una carcajada al Hibrido. — vamos Ahome, no seas aguafiestas, lo disfrutaras.
— ¡¿Qué? Olvídate de eso. Esto es un error que nunca debió suceder. — susurraste y te sorprendiste a ti misma de tus palabras… ¿Por qué solo ahora tedas cuenta?
— ¿De qué hablas Ahome?— pregunto Ahora con voz seria Inuyasha.
—De nada, tengo que irme. — y sin más te levantaste, ignorando la cara de estupefacción de Inuyasha y su vano intento de detenerte. Saliste lo más rápido que pudiste de aquel lugar en donde había vuelto algo de cordura. Pero… ¿ya no lo eras cuerda?
No demoraste en llegar a tu casa, abrir la puerta apresuradamente y notarla vacía.
Caminaste perezosamente mientras dejabas tu bolso en una de las sillas y te dirigías a tu habitación, la que compartías con él.
…tu esposo.
Te permitiste acostarte, ahí, donde solía dormir él, aun estaba impregnado de su loción, recordaste la ultima vez que lo habías tocado…que habían hecho el amor, porque de alguna forma alguna vez lo sentiste con él, luego, se había vuelto algo extraño para ti. Aun no lo sabes muy bien, pero ya no era lo mismo.
Y sin poderlo evitar te quedaste dormida.
….
El ruido de alguien golpeando la puerta de despertó, te levantaste y comenzaste a dirigirte hacia la puerta, pero agilizaste el paso al pensar q tal vez podría ser Sesshomaru.
Pero en cuento abriste la puerta tus ilusiones se desaparecieron, intentaste cerrar, pero él bloqueo la puerta con su mano.
— ¿Pensaste que era Sesshomaru?
—Realmente…si.— dijiste mientras forcejeabas con Inuyasha para intentar cerrar la puerta.
— ¿No me dejaras entrar?
—No.
—Vamos Ahome, aprovechemos que no esta…lo disfrutaras, siempre lo haces.
—Vete Inuyasha.
Pero de un empujón abrió la puerta y antes que pudieras evitarlo ya se encontraba adentro y la puerta estaba cerrada. Se acerco predadoramente, mientras notabas aquel brillo siniestro en sus ojos. Sus manos se posaron en tu cintura, y sus labio ya se encontraban en tu cuello. Te intentabas zafar de su abrazo, pero no lo lograbas.
—Quédate quieta Ahome, no lo hagas difícil…aunque eso seria también muy divertido.
—Que te vayas Inuya…
Pero antes que pudieras terminar la palabra…la perilla de la puerta comenzó a moverse, instintivamente empujaste a Inuyasha y viste entrar a Sesshomaru con su aristocrática presencia.
Fue en cuestión de segundos que oíste los gruñidos de ambos al verse.
— ¿Qué hace Inuyasha aquí?— dijo Sesshomaru con aquella voz peligrosa, él te miraba y luego lo miraba a él… mientras tú te ibas consumiendo lentamente en la angustia.
A mí me gusto… ¿y a ustedes?
Besos y nos leemos en la próxima actualización.
Jessi.
