Cayendo despacio y sacudida por el viento, una pequeña hoja roja se posó sobre su hombro. Miro al cielo, sin inmutarse por el bello color rojo del paisaje. ¿Por qué lo recordaba en ese preciso momento?

Hacia un par de años, bajo un panorama similar, él estaba caminando al lado de una joven después de haber sido dejados atrás por los demás. La doncella se había detenido para contemplar el descender de las hojas secas en la temporada de otoño, y sin notarlo había sonreído.

A él le gustaba esa sonrisa...

Le gustaba tanto que siempre terminaba embobado en ella sin darse cuenta, y cuando Mistuba lo notaba, él no podía hacer más que girarse a otro lado y tratar de disimular mientras se sonrojaba.

Su grácil y bello rostro, su dulce voz, su dócil forma de ser, su amable tacto... Aun le sorprendía que una mujer tan hermosa pudiera ser la hermana mayor del detestable y sádico de Sougo.

"Si tú me lo pides... Yo no dudare en ir con ustedes"

En aquella situación él realmente se había sentido tentado a tomarla y llevársela con él, sin embargo, pensando aunque había sido lo mejor, decidió negarse.

Toshiro la había amado, con los sentimientos más puros y fuertes con los que un hombre puede amar a una mujer. Y fue por esos mismos sentimientos que decidió no tocarla nunca.

Porque él no podría hacerla feliz.

Porque él estaba tomando un camino lleno de muerte.

¿Qué tenia de dichoso encadenar a una mujer a esperarlo en casa aun cuando ni siquiera él sabia si regresaría o no? No podría hacerle eso a ella.

Saco un cigarro de la cajetilla que guardaba en el bolsillo de su pecho y lo encendió recargándose luego en uno de los árboles que andaban en el proceso de secarse.

Ahora sabia porque de repente lo había recordado. Hoy era el aniversario de su muerte...

No valía la pena recordarlo siquiera, Mitsuba no querría verlo lamentarse. Esa no era la clase de hombre del que ella se había enamorado. Lo que había hecho era lo correcto, él no tenía derecho a enamorarse, no tenía derecho a amar.

Mientras pensaba en ello, una vez más la sonrisa de la dama apareció en sus recuerdos. Esta vez el paisaje se trataba de unos rosados sakuras cayendo es espiral. La castaña extendía su mano a él y sonriendole había retirado uno de los pétalos rosas de su cabello, Toshiro solo había sido capaz de mirarla sin decir nada... Y pronto sin darse cuenta su brazo ya estaba buscando abrazarla, pero frenándose a si misma bajo la mano y se giro dándole la espalda.

Nunca le hablo de sus sentimientos. Nunca la toco de una manera amorosa.

Aun en su funeral, no fue capaz de ir al féretro para mirar por ultima vez su rostro.

Suspiro y dejo ir con su aliento el humo del cigarrillo mientras miraba vacíamente hacia el cielo.

—Sigue adelante, no mires atrás... ¿No es este el camino que escogiste?

Por un momento escucho una voz a su costado y fue capaz de ver a Mitsuba sonriendole cálidamente, pero pronto una ráfaga de viento acompañada de hojas rojas se llevo consigo la visión de aquella amable mujer.

El cigarrillo cayo de su boca mientras mantenía sus ojos bien abiertos por la sorpresa.

Y entonces, riendose de si mismo despego la espalda del tronco de aquel árbol empezó a sacudirse los restos de basura que el viento le había dejado. Sin decir nada empezó a caminar alejándose de ese lugar.

— Tienes razón.

KU-Pyon: Primer parte de esta historia, es un HijikataxMistuba ;u; Llore en este arco unu Espero les haya gustado :D