Hola!

He notado la poca cantidad de fanfics sobre Kili & Tauriel en español, por lo que, con el permiso de la autora, traduciré la siguiente historia, la cual es una de mis favoritas :)

Espero les guste tanto como a mí, y nada, eso es todo.

Disclaimer: Los personajes pertenecen a J.R.R. Tolkien y ; La trama pertenece a Warstang, yo solo me divierto realizando la traducción.

Nota de la Autora (NdA):

"Bienvenidos a mi historia!

Me rehúso a aceptar ESE final…así que todos viven! Esta es mi versión de lo que pensé pudo haber pasado con Kili y Tauriel si él hubiera sobrevivido. Siento que la relación hubiera sido muy lenta para poder iniciar, con ella siendo una elfa. Habrá pequeños spoilers pero si no saben esos spoilers hasta ahora entonces ustedes viven en un agujero...lo que significa que son un Hobbit. Esta historia comienza justo después de que Bolg arroja a Tauriel en la Colina del Cuervo y justo antes de que ella encuentre a Kili. No estoy totalmente familiarizada con todo el trabajo de Tolkien, así que si alguna cosa parece muy fuera de lugar, siéntanse libres de enviar un mensaje informándome. Me encantaría aprender, pero por favor sean amables. Estoy escribiendo esto por diversión. Con eso establecido, por favor disfruten!"

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PDV. (Punto De Vista) Tauriel

Mi visión se desvaneció después de caer al lado de la montaña. Levanté mi cabeza, buscando algo que pudiera ayudarme a pelear pero mis dagas estaban fuera de mi alcance y Bolg comenzaba a caminar hacia mí. Él recuperó su arma de su espalda. La insoportable realización deslizándose en mi mente. Estaba indefensa, exhausta, y con un dolor insoportable precipitándose en mi espalda. Yo iba a morir, y no pude encontrar a mi enano. Quizás era lo mejor, porque nada bueno podría esperarse para nosotros, no en un mundo lleno de tanto odio.

Fue en ese momento que escuché pasos acelerados justo sobre el lugar donde estaba recostada. Kili gritó y saltó sobre el orco, su espada fallando la cabeza de la bestia. Mi corazón se agitó involuntariamente cuando lo vi. Él luchó para mantener su agarre y fue casi inmediatamente arrojado desde la escalera. Rápidamente recuperándose, él se puso de pie y con un rugido se lanzó de nuevo hacia la pelea. Esquivó un ataque y fue capaz de propinar un buen golpe hacia el orco antes de recibir un fuerte golpe en su cara. Me forcé a mi misma a levantarme, ignorando las punzadas de dolor en mi espalda, y tomé mi daga. Kili estaba aturdido e incapaz de atacar bajo las garras de Bolg y yo me rehúso a solo reposar aquí y verlo morir. Mientras Bolg va a propinar el golpe final al enano, yo salté sobre él y encaje mi daga en su piel.

El orco aulló y en un instante yo estaba en el piso de nuevo, arrojada por él. Kili tomó ventaja de la distracción y condujo su espada hacia arriba, al estómago de Bolg. Él se empujó a sí mismo lejos del orco y lo observó caer al piso aullando. En pocos momentos el orco lanzó su último aliento. Con el peligro temporalmente fuera, relajé mis músculos y me recosté en el suelo frío para descansar un momento.

"Tauriel" Kili se apresuró a arrodillarse a mi lado.

"Estoy bien" Susurre cansadamente. Él tomó mis hombros y me ayudó a levantarme para quedar sentada. Sus manos nunca dejaron mis hombros. Si hubiera sido alguien más, habría rechazado la ayuda, pero en lugar de eso acepté su toque. Mi corazón golpeteaba en mi pecho con emoción, realizando que ambos estábamos aún vivos. Antes de darme cuenta lo que estaba haciendo, mi cabeza caía hacia adelante, hasta descansar cómodamente en su cuello. Sus brazos me rodearon y me sostuvo más cerca. Me aferré a sus hombros y su nombre se escapó de mis labios en un suspiro. Podía sentir sus mejillas curvándose en una sonrisa al sonido de su nombre, pero el momento fue rápidamente interrumpido por los rugidos del ejército de orcos, avanzando no muy lejos de donde estábamos sentados.

"No podemos quedarnos aquí," él suspiró. "Hay más orcos viniendo, ¿puedes mantenerte de pie?"

"Sí" dije intentando apartarme de él. El dolor, de haber sido arrojada hacia la ladera de la montaña, regresó, pero con su ayuda fui capaz de levantarme. Él se aseguró de que podía mantenerme de pie por mí misma antes de de voltearse y tomar nuestras armas. Él regresó a mi lado con una sonrisa en su rostro.

"Nunca pensé que estaría peleando al lado de una elfa en algún momento de mi vida," dijo mientras me ofrecía mis dagas. Sus ojos se encontraron con los míos y su tono se volvió serio. "¿Prométeme que permanecerás a mi lado?"

"¿Tan poca fe me tienes?" lo provoqué. Su sonrisa regresó.

"No tengo nada más fe en tus habilidades como guerrera, sin embargo estas herida y yo estoy muy cansado" dijo. "Trabajaremos mucho mejor como equipo."

Involuntariamente una sonrisa se formo en mi rostro. Comencé a recordar los eventos que me trajeron aquí, a esta montaña. Lo que sietes por ese enano NO es real. Las rudas palabras de mi Rey tiraron en mi corazón. ¿Realmente mi corazón está mintiéndome? Pero antes de poder analizarlo, capté movimiento en las losas de roca sobre nosotros. Empujé lejos las palabras de mi Rey y mis complicados sentimientos por el momento.

"Estaría honrada de pelear al lado de un enano," sonreí una vez más a Kili, antes de centrar mi atención en los orcos avanzando, los cuales ahora descendían las escaleras frente a ellos.

PDV de Kili

Era increíble lo bien que peleábamos juntos, como si elfos y enanos hubieran sido diseñados para trabajar unos con otros desde el principio. Ella podía golpear alto, mientras yo peleaba en lo bajo, y, juntos, derribábamos a cada orco en nuestro camino. El problema estaba en que no parecía haber un final en su ejército. Intenté ignorar el cansancio que amenazaba con tomar control de mi cuerpo. Sabía que Tauriel tenía muchos más heridas que yo, y aun así no se permitía demostrarlo. También tenía que luchar con la distracción de los pensamientos sobre mi hermano caído, los cuales amenazaban con tomar control de mi mente. Me volvería inútil si permitía que se mostraran ahora.

"Águilas" Tauriel exclamó emocionada a mi lado. Seguí su mirada hacia el cielo y sonreí. Las grandes águilas se abalanzaban hacia abajo y pululaban* la zona, matando a cada orco en su camino. "Podemos sobrevivir a esto."

Encontré su mirada y su renovado espíritu era contagioso. Regresamos a la pelea, pero las águilas había hecho ya la mayor parte del trabajo. En muy poco tiempo su trabajo en Colina del Cuervo estaba completo. Comenzaron a migrar hacia el campo de batalla debajo de ellas, donde los ejércitos de cada raza continuaban peleando con todo lo que tenían.

Colapsé en mis rodillas cuando ganamos unos momentos para descansar. Con la adrenalina disminuyendo el cansancio finalmente tomó control de mi cuerpo. Mientras luchaba por respirar, el pensamiento de perder a Fili explotó a la superficie de mi mente, y esta vez no había enemigos para distraer mis emociones.

"Mi hermano," un sollozo se escapo de mi pecho. Silenciosamente comenzaron a caer lagrimas de mis ojos. "Se ha ido."

Tauriel permaneció callada, sin embargo se arrodilló a mi lado. La sentí posar su mano suavemente en mi hombro, mientras me permitía afligirme.

"Lo siento mucho Kili" dijo con voz pequeña. Tengo el presentimiento de que está situación le es desconocida, y no está acostumbrada a tener que confortar a otros en momentos de gran aflicción. Sus movimientos eran dudosos, pero su presencia era de más ayuda de lo que podía explicarme. Busqué su mano y la cubrí con la mía para intentar mostrarle mi apreciación por acompañarme, y estar ahí para mí. Fue en ese momento que un nuevo pensamiento se me ocurrió. Casi la pierdo también. Bolg había estado listo para propinarle el golpe final justo momentos antes de que la encontrara. Luego ella me regresó el favor antes de que él pudiera terminar con mi vida. Nunca seré capaz de pagarle todo lo que ha hecho por mí, no que me moleste estar en deuda con ella.

"No puedo explicar lo feliz que me hace que estés con vida" le dije. Giré mi cabeza para mirarla. Estaba intentando ser fuerte, pero yo podía ver las lágrimas amenazando con derramarse de sus ojos. Abrió su boca para decir algo, pero no podía formar ninguna palabra. Podía ver en sus ojos que el sentimiento era recíproco. Después de todo, ella puso mucho esfuerzo en mantenerme con vida hasta ahora. Aun así se mantenía reservada, reticente a aceptar completamente sus sentimientos por mí. Por mucho que quería tomarla y sostenerla entre mis brazos, la última cosa que quería era presionarla. Fui criado con historias sobre elfos que eran egoístas, malvados, y crueles. Ella no era nada como los elfos en las historias con las que crecí. Mi tío podría decir…

"¡Thorin!" Tauriel saltó, sobresaltada por mi repentina explosión. Salté sobre mis pies en un instante. ¿Cómo pude haberme olvidado de mi tío? "¡Debemos encontrarlo!"

Comencé a correr y ella permaneció con calma a mi lado. Hicimos nuestro camino hacia abajo, donde Fili…Tendría que alejar los miedos de ver su cuerpo si quería tener alguna posibilidad de buscar y encontrar a Thorin. Sin embargo cuando alcanzamos la salida, había tres figuras arrodilladas sobre el cuerpo de Fili. Yo esperaba ver a algunos miembros de la compañía llorando su muerte, pero en lugar de eso, Thranduil, el Príncipe elfo a quien Tauriel llamaba Legolas, y Thorin, todos, estaban a su alrededor.

"¡Tío!" jadee. Él estaba cubierto por cortadas y moretones, pero nada parecía amenazar su vida. Levantó su mirada y la enfocó en mí mientras presionaba un dedo en sus labios, señalando que debíamos permanecer en silencio. Fue entonces que noté que el Rey elfo susurraba algunas palabras élficas, al mismo tiempo que mantenía sus manos sobre la herida de Fili. Miré a Tauriel y ella me ofreció una sonrisa tranquilizadora. Él estaba intentando sanar a mi hermano.

Entonces noté al príncipe elfo mirándonos. No nos miraba acusadoramente, como lo había hecho en la playa, en lugar de eso él mantenía una expresión suave. Lucía algo irritado pero también…triste.

"Él vivirá," declaró el Rey elfo. Mi corazón latió con alegría y no pude luchar con la sonrisa que apareció en mi rostro. "Necesita mucho más trabajo. Tauriel, necesitaré tu ayuda".

La sentí tensarse a mi lado. Lucía nerviosa pero lentamente se acercó al rey.

"Regresaré a los campos de abajo," el Príncipe rubio habló. "Aun hay una batalla que ganar."

"Kili" Thorin me miró. "Deberías unirte a él. Necesitarán toda la ayuda que puedan obtener ahí abajo."

Miré a mi tío. Acababa de enterarme que mi hermano podría vivir y él… ¿esperaba que lo dejara atrás, solo para unirme a algún príncipe elfo en el campo de batalla? Mire a Legolas y parecía que estaba tan molesto como yo.

"Tu hermano está en buenas manos," Thorin declaró. Su tono hizo evidente que no habría más que discutir. Gruñí antes de girarme hacia Legolas. Miré de nuevo a Tauriel, quien me dio una sonrisa final, antes de volver su atención a su Rey. Corrí para alcanzar al príncipe, a quien no parecía importarle si yo podía mantener el paso o no. Bien por mí.

"¿Problemas para mantener el ritmo, enano?" Se burló. Me sorprendió escuchar un ligero toque de picardía en su tono.

"¿Es eso un reto, Sir Legless?" lo reté.

"Es Legolas," gruñó. "y no me molestaré desafiando a quien difícilmente puede mantenerme el ritmo."

"Asustado de ser eclipsado por un enano, ¿no es cierto?" sonreí. "¿Qué dices si hacemos esto interesante?"

PDV de Tauriel

Thranduil continuó sanando al hermano de Kili mientras yo permanecía sentada esperando sus órdenes. Tenía el terrible presentimiento de que él solo solicitó mi ayuda para poder continuar con su lectura de mis, supuestamente falsos, sentimientos por un enano. Por el momento, él permanecía enfocado en la tarea a la mano. Thorin se paseaba con impaciencia, sin embargo mantenía su distancia para evitar distraer del proceso de sanación. Me pregunto cómo accedió Thranduil a sanar al sobrino de su más despreciado enemigo. Cualquiera que fuera el milagro enviado desde arriba, los dos reyes honraban y respetaban al otro por el momento.

"Él necesitará muchos días de descanso antes de que sea capaz de despertar," explicó Thranduil después de finalizar su trabajo. "Y muchos más después, antes de que sea capaz de ser útil."

"Sí, descanso es lo que tendrá," el Rey enano balbuceó. Él estaba incomodo, y era muy evidente. Sin embargo también estaba agradecido por la vida de su sobrino siendo salvada. "Lord Thranduil, yo…yo le agradezco por su amabilidad."

"Su gratitud está fuera de lugar," mi Rey declaró secamente. "Tal parece que mi hijo ha encontrado un nuevo interés en sanar las riñas entres nuestra gente. Algo a lo que no estoy listo para aceptar. Sin embargo, quizá esto pueda ser prueba suficiente para él de que estoy dispuesto a intentar un cambio."

La mandíbula de Thorin se apretó. Parecía inseguro de si debía estar ofendido, pero su gratitud por la vida de su sobrino compensaba cualquier ira, ya que lentamente inclinó su cabeza.

"No importa, aun así le agradezco. Ahora, si le dejará en manos de enanos, nosotros podemos tomarlo desde aquí. " y como si le llamará, otro enano hizo entrada en escena, junto con un hobbit. "Dwalin, Bilbo, vengan a ayudar a cargarlo."

Los recién llegados asintieron e hicieron su camino hacia el enano herido. Mi Rey se levantó del piso y me indicó que lo siguiera. Se me hizo un nudo en la garganta, mientras mis temores se confirmaban. Él no había necesitado que lo asistiera, sino que solo quería regañarme. Y esta vez, Legolas no estaba aquí para intervenir. Esperó a hablar hasta que estábamos lo suficientemente lejos de los otros para escucharnos.

"Tal parece que me han colocado en una situación incómoda," suspiró. Me encogí sobre mí misma, sabiendo las ásperas palabras que vendrían a continuación. "Alejarte, significa alejar a mi hijo. Debo admitir que mis juicios contra ti han sido un poco precipitados. Te permitiré regresar al Bosque Negro, pero serás destituida de tu cargo como Capitán."

"Gracias, mi lord," mentí. El pensamiento de regresar a casa no me reconfortaba en lo absoluto. Se sentía como si fuera a volver a una prisión, especialmente ahora que no contaba con ningún título a mi nombre. "No estoy segura de poder regresar. Muchas cosas han cambiado y no estoy segura de que encontraré consuelo confinada en esos bosques."

"O quizá el problema está en que encontrarás el viaje de regreso solitario, debido a la falta de cierto enano" dijo. Levanté mi mirada hacia él, esperando encontrarme con su disgusto, sin embargo, su expresión parecía turbada. "No voy a pretender que apruebo ningún sentimiento que puedas tener por un enano. Sin embargo, guardaré mis opiniones…por el momento. Mi oferta sigue en pie, si es que deseas volver. Por ahora, regresa al campo de batalla y asiste en lo que puedas."

"Gra-gracias," tartamudee. La última cosa que esperaba del Rey era generosidad, bueno, tanta generosidad como uno puede esperar de alguien como él. Inclinó su cabeza y se retiró, tomando camino hacia la ciudad, en donde había dejado a su ejército.

Mi corazón permaneció perturbado. No sé qué esperaba, pero había ansiado por una pequeña oportunidad de que el rey retirará sus declaraciones de antes. Lo que siento no es real. ¿Es eso cierto? Hice mi camino hacia la batalla mientras luchaba con mis pensamientos. Había estado tan segura cuando el hobbit declaró que Kili estaba entre los enanos en la Colina del Cuervo, a punto de sacrificarse. Miedo. Eso es lo que siento ahora, miedo de actuar sobre falsos sentimientos. Si me permitía a mi misma amarlo, entonces sería estúpida y nos arrastraría a una vida de gran sufrimiento. Nunca seríamos aceptados en este mundo.

Mientras alcanzaba el campo de batalla, vi un orco que era mucho más grande que los del resto de su ejército. Avanzaba entre un grupo de enanos, que estaban por debajo de él. Parecían tan pequeños en comparación con la bestia, aunque, incluso un elfo luciría pequeño en comparación. Busqué mi arco para disparar al monstruo y derribarlo, pero no sentí nada y entonces recordé que mi arco había sido destruido. En ese momento el orco gruño, tropezando un momento antes de caer. Legolas se paró en la cabeza de la bestia y removió su espada del cuerpo del orco, donde la había encajado. Fue una matanza increíble, pero él lo hizo parecer tan fácil.

"¡Aún así solo cuenta como uno!" gritó Kili mientras corría al lado de Legolas, asesinando un par de orcos en el proceso.

"¿Estás tan lejos de mi marca que te preocupas por el tamaño de mis víctimas?" el príncipe elfo sonrió.

"Ahora que lo mencionas, ¿qué tal si hacemos una revisión de puntaje?"

"Ochenta y cuatro." Legolas asesinó a otro en su camino, viéndose presuntuoso. "Rectifica eso a ochenta y cinco."

"¡Esperaba más de un príncipe elfo! ¡Noventa y tres! ¡Noventa y cuatro!"

"¡¿Qué?! ¡No seré vencido por un enano!" Estaba tan concentrada en la disputa entre ambos que casi me golpea un orco. Me agaché y salté hacia la acción.

"¡Tauriel!" Kili sonrió cuando reparó en mi presencia. "¿Vienes a unirte a la diversión, cierto?"

"¿Qué están haciendo ustedes dos?" pregunté. No pude evitar sonreír.

"¡Ciento dos!"

"Discúlpeme mi señora, mientras hago llorar a un Príncipe elfo." Me guiñó y comenzó a pelear aun más velozmente. No tenía idea de cuanta energía conservaba aún, pero lo imaginaba, mientras una sonrisa permanecía mi rostro. Quizá, después de todo, una vida juntos no sería tan complicada.

*Pulular significa abundar personas o animales en continuo movimiento, por ej. Los pájaros pululaban en las ramas del árbol.

NdA. "Lamento la referencia al 'Señor de los Anillos'. De verdad quería que hubiera más amistad-hermandad entre Legolas y Kili en la película. En ningún momento me creí el triángulo amoroso, pues Legolas solo luce como el hermano mayor de Tauriel para mí."

¿Qué les pareció? Espero que disfrutaran leyendo el capítulo, tanto como yo disfrute traduciéndolo, si tienen algún comentario y/o crítica constructiva, con confianza escríbanlo, pero por favor, insisto, sean respetuosos.

Les adelanto que en el siguiente capítulo habrá un Kili con pesadillas e insomnio, y una Tauriel reticente a aceptar sus sentimientos. (:

Saludos y buena vida.