¡Buenas!
Estoy contenta, porque quería escribir un nuevo fic y no me salía absolutamente nada, pero bueno… esto no quiere decir nada… Estoy contenta por que se me ocurrió algo, no porque sea una buena idea, de hecho no es gran cosa… En todo caso quería escribir algo nuevo, como ya les he dicho, y que fuese cortito. Pensé en un principio hacerlo de un capítulo únicamente, pero son las 3 y 20 de la madrugada y estoy cansada, así que lo dejaré para otro día, aunque queda algo corto...
*Advertencias:
1º Este fic es mucho peor que los otros… así que si alguna vez has leído algo mío… IMAGÍNATELO…
2º Es slash (relación entre personas del mismo sexo) PERO no va a salir nada, o casi nada… (ea, ya me entendéis ¬¬')
3º ¡ESTO NOOOOO ES DE ROWLINGGGGGGGG! (Siempre me olvido de esto…) Y os quedará muy claro cuando lo leáis.
DEDICADO una vez más (aunque no merece la pena ni que lo dedique, pero bueno...) A MI POBRE SHASHIRA, QUE NO SE COMO ME AGUANTA (ella tampoco lo sabe ¬¬) cuando la empiezo a fastidiar con mis historias. Gracias mi niñaaaaaaaaa, aunque estemos lejos: ¡me acuerdo de ti!
Por cierto, UNA DUDA, ¿la gente lee estas introducciones "tan pequeñas" que escribo? Bueno, ya al final del capítulo les vuelvo a dar la lata ^^.
GRACIAS POR LEER.
Acabar con todo.
Capítulo 1. El primer paso.
Me enamoré de tus grises ojos
enmarcados en rubias pestañas,
de tus finos labios rojos,
de tu cara alargada,
del cabello que enmarca tu rostro,
también de tu fría mirada,
así como de tus malos modos
y tu sonrisa malvada.
Me has vuelto loco
con tus malas palabras,
loco de dolor,
sin ninguna esperanza.
Voy a acabar con todo,
te voy a dar un arma:
cuando estemos los dos solos
te confesaré lo que siente mi alma.
Ya queda muy poco,
la decisión está tomada,
sabrás cuánto te adoro
y me matarás… con tus frías palabras.
…………
Releyó lo que acababa de escribir con tinta negra en aquel pergamino de color amarillento. No podía creer que él, él, hubiese escrito algo así. ¿Él escribiendo poesía? Rió, con una risa casi histérica, rió y el silencio de aquel aula vacío le devolvió su propia risa, y el eco se oyó aún más triste que el sonido original. ¿Porqué se preocupaba en esos momentos de que su mente pensara en versos? Lo que tenía que preocuparle sería en todo caso lo que en el último año había ido naciendo y creciendo dentro de él, sin que en ningún momento hubiese sido capaz de cortar sus ramas, y aún menos su raíz. Y sino… podría preocuparle su decisión: descubrirse. Pero no, NO, su mente se burlaba de él hasta el último instante y, ya delirante, se reía de sí misma, de él al fin y al cabo. Loco, se había vuelto loco. Nunca pensó que pudiese ser verdad, pero ahora tenía que admitirlo, se puede enloquecer de amor.
Una vez más leyó la carta. Expresaba tan bien lo que sentía… y lo que iba a ocurrir… sabrás cuánto te adoro y me matarás con tus frías palabras. Aunque… ya estaba muerto, y aquel ser de grises ojos no estaría dispuesto a resucitarlo, y… sólo él podía hacerlo.
Sus ojos volvieron a fijarse en el pergamino y se decidió finalmente: agarró el escrito y lo enrolló, le ató fuertemente un lazo negro y, tras guardárselo en uno de sus bolsillos, salió de aquella habitación.
El desayuno… ahí estaba delante del desayuno, pero sin ninguna gana de comer. Tras varios minutos de mirar a su casi vacío plato (porque apenas sí se había echado nada, no porque ya hubiese comido), levantó la cabeza ante el sonido inconfundible de miles de alas batiéndose en pleno vuelo. Un espectáculo digno de observar, cientos de lechuzas con cartas, paquetes y periódicos colgando de sus patas: lechuzas mensajeras. Pero él ya estaba acostumbrado, además le interesaba más ver la reacción de un joven de rubio cabello y grises ojos, sentado al otro lado del Gran Comedor, ante su correspondencia.
No le quitó los ojos de encima, en ese momento el chico al que observaba tenía frente a su plato dos de aquellas aves, una de un tono cobrizo y otra gris. Tomó primero la carta que llevaba el ave de plumaje más claro y luego hizo lo mismo con un pergamino enrollado que llevaba la otra. Ambos pájaros alzaron el vuelo y salieron a la luz del sol, dejando al muchacho leyendo la carta. Tras dejar a un lado la carta al cabo de un minuto, con su fina mano recogió el trozo de pergamino y, tras liberarlo de su fina atadura negra, lo desenrolló y comenzó su lectura.
Aún desde la otra punta pudo ver cómo reaccionaba el destinatario de su mensaje, y conforme el otro joven retenía en sus manos el papel y, sin duda alguna, lo recorría de un extremo a otro con sus ojos, su autor lo leía mentalmente, de forma muy lenta, seguro de que el otro lo haría muy despacio y de que a veces volvería hacia atrás para confirmar que era cierto lo que había leído, que realmente se hallaba escrito en aquel pergamino.
Me enamoré de tus grises ojos enmarcados en rubias pestañas,
… la curiosidad se reflejaba a las claras en la clara piel de su cara. De tus finos labios rojos, de tu cara alargada, del cabello que enmarca tu rostro, también de tu fría mirada,… su ceño se frunció en señal de incredulidad. Así como de tus malos modos y tu sonrisa malvada… El mismo ceño fruncido, ahora en gesto irónico. Me has vuelto loco con tus malas palabras, loco de dolor, sin ninguna esperanza… los ojos abiertos debido a la sorpresa. Voy a acabar con todo, te voy a dar un arma: cuando estemos los dos solos te confesaré lo que siente mi alma… Continuaba la sorpresa… Ya queda muy poco, la decisión está tomada, sabrás cuánto te adoro y me matarás… con tus frías palabras. Asombro, temor,… Una voz le interrumpió, sacudiendo su mente y obligándolo a dejar de analizar aquel rostro.-Me pregunto… ¿qué será lo que lee Malfoy para tener esa cara?
Ron y Harry miraron a Hermione.
-¿De verdad quieres saberlo?- preguntó Harry, con voz seria. Hermione asintió, mirándole a los ojos, Ron también le miraba.
En la mesa más lejana a ellos, el rubio releía el poema.
Harry separó sus ojos de los de Hermione y los fijó en la pequeña mota que era el escrito en manos del chico Slytherin.
-Bien, es fácil, lo que dice es…- y lo fue diciendo, lentamente, hasta el final-… la decisión está tomada, sabrás cuánto te adoro y me matarás… con tus frías palabras.
Ron, que al principio había escuchado divertido, poco a poco había ido cambiando su rostro a uno que demostraba incredulidad y cierto asco, ahora, frente a él, lo miraba con los ojos como platos. Hermione, sin embargo, había mostrado admiración en un primer momento, para luego, poco a poco, ir dejando ver tristeza y, finalmente, cierto dolor en sus ojos, que ahora miraban intensamente a su amigo.
Harry volvió su mirada hacia sus dos amigos. El primero que habló fue Ron.
-¡Estás de broma!, ¿no?- preguntó completamente anonadado- Porque… porque tú… tú no puedes adivinar qué pone en ese papel, ¿verdad?
`Vale, sería su amigo pero… tenía que reconocerlo: ¡era idiota!´, pensó el aludido.
-Harry… no pensarás hacerlo de verdad, ¿cierto? ¡Ya has hecho demasiado! Tú mismo lo has dicho, ¡te hará daño! ¡Es Malfoy!
-Más que Malfoy, Hermione, es Draco- indicó el moreno-… Y como también he dicho… estoy enamorado. De todas formas, amiga, sé lo que hago, también está dicho. Aunque quizás de lo que sí me arrepienta sea de escribirle eso pero… ya da igual. De hecho, hace mucho que todo perdió importancia.
-Perdonad pero… ¿os importaría explicarme de qué habláis?
La chica de enmarañado cabello castaño lo miró preocupada, mientras que el joven de pelo azabache simplemente sonreía, de forma leve.
-Ron, querido amigo, es sábado, ¿qué te parece si damos una vuelta en la escoba?
-Mmmm, bueno, ¿pero me explicarás de qué hablabais?
-Mmmm- murmuró el pelinegro imitándolo-… ya veremos- y tras esas palabras abandonó el comedor, siendo seguido por un joven pelirrojo, así como por una castaña mirada y otra de color gris, ambas preocupadas.
________________
¿Qué? ¿A que les sorprende las idioteces que puede publicar servidora? A mí también… Bueno, aquí acabó el capítulo, muy cortito… (mejor para ustedes, creo yo)
Bien, el fic tendrá otro capítulo más, o como máximo otros dos. Lo que pasará pues… aún no lo sé, supongo que depende…
Ojalá me dejen su opinión (quizás si son sinceros y me dicen que esto es una mierda consigan que renuncie a escribir fics… ^^') y así puede que decida cómo seguirá.
Gracias por leer, ¡un beso para todos! ¡Hasta pronto!
