N/A: ¡Hello! :v Dirán que soy una traumada, pero es que no puedo evitarlo… Cuando se me mete una idea en la cabeza tengo que desarrollarla. Esto es un pequeño two-shot. El segundo capítulo será de Ike y Aqua en una situación similar. A los que lo lean espero les guste.
Disclamer: Fire emblem no me pertenece.
Los días de verano estaban cada vez más intensos y entrenar bajo el sol se hacía cada vez más difícil, sobre todo para Mía, quien sin importar el clima o estación del año no dejaba de hacerlo. Pero el calor era tan intenso que incluso ella detuvo su práctica matutina para tomar un poco de aire fresco y luego un baño.
Colocó la espada de bronce que siempre usaba en los entrenamientos en su vaina y luego estiró un poco su cuerpo para dejar ir un poco de tensión. Al hacerlo se sintió mucho mejor y el hambre se hizo presente, la chica decidió que comer una manzana estaría bien por el momento, así que caminó en dirección hacia la cocina para ir por una, sin embargo al dirigirse hacia allá se dio cuenta de que había una figura recostada en el pasto a la lejanía. Al principio no pudo identificar quien era, pero según se acercó, se dio cuenta de que era Soren quien estaba en el suelo.
El muchacho estaba profundamente dormido, con un libro abierto sobre su cuerpo, y una mano sujetándolo para que no se cayera. Los rayos del sol no le daban porque las hojas del árbol le propinaban buena sombra. En su rostro habían unos cuantos mechones y sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas por el calor. De repente a Mía se le cruzó una pregunta por la cabeza. ¿Por qué Soren usaba tanta ropa en época de calor? ¿Acaso el mago era inmune a las altas temperaturas? La espadachín parpadeó varias veces y vio el cuerpo del chico con detenimiento, tenía puesta su túnica gris que acostumbraba a usar para las misiones cualquieras. Se veían ligeras, pero eso no quitaba el hecho de que el muchacho usaba muchas capas de ropa encima, de solo pensarlo a Mía le dio más calor del que ya tenía y luego negó.
Los ojos esmeralda de la chica fueron a parar hacia el rostro de Soren, su expresión se veía tan pacífica y relajada cuando dormía, muy diferente a las expresiones que su rostro ponía cuando estaba despierto. Y bueno, Mía ya llevaba vario tiempo conociendo a Soren, desde que pasó la guerra de las diosa ambos entablaron una especie de amistad, se hablaban a menudo, incluso entrenaban en las mañana y de en vez en cuando se acompañaban a hacer mandados al pueblo.
Tal vez los demás mercenarios no lo creerían, pero cuando se le conocía Soren podía resultar ser una persona un tanto entretenida, también era muy inteligente y siempre tenía una manera ordenada de hacer las cosas.
Mía aprendió mucho de él y cada día que pasaban juntos más le gustaba estar con Soren. Soltó un pequeño suspiro y desvió la mirada porque un pequeño sonrojo se apoderó de su rostro al ver el de Soren. Tal vez alejarse del mago le haría bien, porque mientras más tiempo pasaba mirándolo más ganas tenía de acariciar su rostro, su corazón se aceleraba…
-Se ve tan lindo cuando duerme… -Susurró la muchacha mientras removía los mechoness que tapaban el rostro de Soren.
El cuerpo del muchacho se removió un poco y esto hizo que Mía se alejara de golpe, sin embargo al verlo con más detenimiento se dio cuenta de que Soren aún seguía dormido y en cierto modo sintió un tremendo alivio.
Se acercó nuevamente a su cuerpo y contempló una vez más su rostro. Su corazón se aceleró y sus labios se secaron. Un fuerte impulso se hizo presente en su interior al ver los labios de Soren. Le fue muy difícil admitir que se había enamorado del mago y eran muchas las ocasiones en las que solo quería abrazarlo y tomar su mano, pero Soren era una persona que valoraba mucho su espacio personal y ella trataba por todos los medios de respetarlo.
Pero verlo tan tranquilo e indefenso le hacía perder su auto control, quería besarlo… En verdad quería hacerlo, pero no sabía si sería lo correcto. ¿Y si Soren se enojaba con ella? No quería perder su amistad con él pero… Tal vez esa sería la única oportunidad que tendría en la vida para poder besarlo.
La chica suspiró decidida, era ahora o nunca. Se dejó llevar y acercó su rostro al del chico, solo por un segundo se detuvo como debatiéndose entre hacerlo o no, pero el deseo le ganó y al final terminó rozando los labios del muchacho con los suyos. Fue una sensación extraña, pero a la vez tan cálida y bonita que invadió su pecho, un cosquilleo se hizo presente en su estómago. No quería soltar los labios de Soren, pero el repentino movimiento del cuerpo del mago la hizo alejarse del golpe a la vez que sus mejillas terminaron muy sonrojadas.
Soren se había sentado rápidamente, el libro que descansaba encima de su estómago se había caído al pasto y sus ojos estaban muy abiertos sin dejar de ver a la chica frente a él.
-…. –Hubo mucho silencio por parte de Soren, sus mejillas teñidas en un rojo intenso, tan intenso que la marca de su frente no se distinguía.
-…Yo… ¡Lo siento! –Mía se disculpó y se apresuró para levantarse del paste e irse.
-…Espera. –La voz firme de Soren la detuvo.
-… Soren… -La muchacha quería decir algo más pero no se le ocurrió qué podría decirle.
-…- Soren soltó un largo suspiro y volvió a ver los ojos de Mía, el sonrojo en su rostro no desapareció en ningún momento, pero se le notaba un poco más relajado. -… ¿Por qué?
Mía tomó asiento en el pasto y quedó frente a Soren, la verdad su pregunta la había dejado confundida, así que no supo que contestarle.
-… No entiendo…
-… ¿Por qué me… besaste? –El tono en la voz del chico se suavizó.
-…ammm…-Mía sintió como su rostro ardió en fuego porque sabía que no podía mentirle a Soren y le apenaba tener que decirle la verdadera razón.
-… -Sin embargo, Soren paciente como siempre la vio de forma expectante.
-…Ammmm Es que… -Mía se llevó una mano nerviosa a la parte trasera cuello y desvió su mirada para poder concentrarse en la respuesta, pues muy apenas podía pensar porque su corazón estaba tan acelerado que creyó que podría morir de un infarto. –Soren…
-…¿Si?
-…Es que…. Me gustas mucho... –La muchacha susurró lo suficientemente bajo para que nadie más escuchara, pero Soren si la escuchó.
-… Mía yo no… -El mago tomó un poco de aire. – No…. Soy bueno en esto…
-… Yo tampoco, pero sé algunas cosas y si es por eso te puedo enseñar. –Mía tomó la mano de Soren y le dio un ligero apretón, a la vez que le dedicó una sonrisa sincera.
-…Tú…Tú también me gustas…Es solo que… -Soren se puso un poco nervioso por el apretón y era que la mano de Mía se sentía tan cálida.
-...Está bien… Sé que… que no eres bueno expresando sentimientos… Pero con el tiempo puedes aprender solo…Déjate llevar un poco… -La otra mano de la muchacha se deslizó por la mejilla de Soren y la acarició con gentileza.
El cuerpo del mago se tensó completamente y fue cuando Mía recordó que a él no le gustaba que lo tocaran, porque las pocas veces que lo había abrazado, Soren se quedaba tieso como una piedra. Sin embargo, esta vez ella no se alejó y acercó su rostro hacia el de él hasta que sus narices casi se tocaban.
Soren contuvo la respiración y Mía pudo notar como aun su cuerpo estaba tenso. Decidió que ya no podía esperar más y rozó sus labios con los del muchacho. Mía quien tenía un poquito más de experiencia que Soren lo fue guiando poco a poco, moviendo sus labios de forma suave y gentil. Soren cerró sus ojos y le correspondió el beso dejándose llevar. Entonces vio esto como una oportunidad y profundizó el beso, el muchacho se sorprendió un poco pero aún así no se detuvo, Mia incluso acortó la distancia que había entre su cuerpo y el de Soren, sus brazos rodeaban el cuello del mago y los de él la cintura de Mía en una forma tímida.
El beso no duró más tiempo por la falta de aire y cuando ambos se alejaron sus rostros estaban muy sonrojados, así como también jadeaban lentamente.
-…Eres… tímido –La muchacha soltó una pequeña risita y Soren frunció el ceño.
-… -Soren suspiró frustrado.
-Lo siento… Pero realmente me gusta cómo eres… Así que no cambies. –Mía sonrió y le dio un pequeño beso en la mejilla a Soren, acto seguido se levantó del pasto.
-…. Gracias… -Dijo el mago un poco confundido, él también parándose del suelo.
-Vamos a comer algo… ¿Está bien para ti? –Mía se paró frente a Soren y colocó ambas manos en su cintura.
-… No comeré, pero te puedo acompañar…. –El mago musitó.
-¡De acuerdo!
Mía se apresuró a tomar la mano de Soren y echar a correr hacia el interior de la fortaleza. El pobre Soren a penas y podía llevarle el paso, en algunas ocasiones estuvo a punto de tropezar, pero Mía se lo impidió porque su agarre era muy fuerte. Estaba tan conmocionado que olvidó el libro que estaba leyendo en el pasto. La suerte de todo era que a nadie en la fortaleza le gustaba leer esos libros así que pasaría un buen rato afuera hasta que Soren pudiera volver por él.
N/A: ¡Santo Dios! Yo no sé hacer romance D:! ¿Qué les pareció? Aquí ya Soren y Mía eran amigos de antes y esto es mucho después de la guerra con Ashera. Lo hice desde el punto de vista de Mía, porque el anterior lo hice desde el de Soren.
Todos sabemos cómo es Soren XD, así que dudo mucho que él haya tenido una relación amorosa antes, mucho menos que lo hayan besado. Así que ese beso fue su primero. Él no es alguien que sepa expresarse mucho en cuanto a sentimientos se refiere, pero creo que con el tiempo se iría acostumbrando.
Siempre he pensado que Mía es quien toma la iniciativa en cuanto a estas cosas y lleva a Soren de manera suave.
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