Teddy Lupin se habia saltado la clase de transformaciones solo por una razón : Las cocinas.

Que habre tenía , no podía aguantar, su estomago rugía con fuerza. Hoy era uno de esos días en los que siempre se te olvidaba algo, al chico peliazul se le olvido madrugar,llego tarde a una clase, y se perdió el desayuno.

No era su mejor día, eso estaba claro.

Cuando llego a la entrada, no le hizo cosquillas a la pera, más bien la araño y esta le dejo entrar en las cocinas repletas de elfos, pidio chocolate, magdalenas y churros, lo típico.

Ya tenía todo listo, y había comenzado a deleitarse con el chocolate cuando la puerta se abrio, por ella, entro una chica en pijama y el pelo castaño alzado en una coleta.

La chica se detuvo un segundo para mirarle, le conocía, era el novio de Victoire Weasley, la mejor amiga de su prima, y su amiga.

- ¿Lupin?

-¿Sparks?

Sabía quien era, la chica nueva perteneciente a Slytherin, comprometida con Theodore Nott y blablablá.

-Coño, que fea estas por las mañanas, mas aún, digo.- Musito el chico, sabía que la molestaría el comentario, y molestarla un rato le alegraría la mañana.

-Chupame un pie, gilipollas .- contesto ella, acercandose a un elfo y pidiendole un par de magdalenas.

-¿No deberías estar en clase? - Ese fue el peliazul, que la miraba con una ceja alzada mientras mordisqueaba un churro.-

- ¿No deberías morirte?.- Dijo ella girandose, y sentandose en una de las encimeras de la cocina, mirando fijamente el chocolate del muchacho, tenía hambre.

- Y me echarías de menos.- se encogio de hombros, dando otro sorbo al chocolate.

- ¿Cuanto apuestas a que no? .- Agilmente la chica le tiro una cascara de platano que había sobre la encimera.

El la esquivo, sabía jugar al quidditch y tenía buenos reflejos, en lo que dio otro sorbo al chocolate y mordió una magdalena la castaña ya tenía las magdalenas sobre el regazo.

Miro su plato de magdalenas.

Miro el de ella.

El suyo vacio

El de ella lleno.

Su estamogo rugio.

- Dame una .- Estiro la mano, señalando la bandeja.

-Obligame.- contesto tras dar un mordisco a una de las magdalenas la chica, empezaba a divertirla el asusto.

- Tú los has pedido.