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Hola, he vuelto!
Y quiero comenzar con esta historia que se me ocurrió durante un fin de semana lluvioso y relampagueante...
ADVERTENCIA: Algunas escenas de este capítulo puede ser un poquito fuertes para algunos, por eso le doy el rating M.
Que lo disfruten!
En la residencia Endou un fuerte sonido proveniente de la cocina se hacía oír por toda la casa, era el silbido de una tetera hirviendo, que desde hace 2 minutos no dejaba de chillar, a su lado un par de cacerolas que contenían lo que parecía ser un estofado de res con orégano y perejil decorados encima, a su lado un pote con arroz recién calientito que despedía un suave y fuerte aroma a sal, sobre la barra de la cocina, un envase de ensalada de lechugas frescas con cebolla, coliflor y tomate.
La tetera continuaba despidiendo vapor caliente señalando que ya estaba a temperatura de ebullición, pero nadie le prestaba atención, puesto que la única persona que en aquellos momentos estaba se encontraba en la sala pegada al sillón con la televisión encendida, sus ojos estaban fijos en la imagen de la pantalla, un atisbo de emoción se visualizaba en sus labios sonrientes mientras observaba el desenlace de la final del Holy Road.
El invencible equipo del Sector V contra el entusiasta y joven equipo Raimon, quien había remontado el marcador de nuevo, con solo unos pocos minutos en el reloj. La mujer de pelo castaño rojizo se llevó el puño al pecho como si intentara controlar el estallido de emoción que pretendía salir de ahí mientras contaban los últimos segundos del partido.
Finalmente el árbitro pitó el final, ella se sobresalto en su asiento, en la imagen la gente del estadio se volvía loca de la emoción.
Raimon había ganado.
-¡Lo consiguieron!- murmuró Natsumi con emoción mientras hacía ademan de levantarse. -Esta victoria significaba el fin del Sector V- pensó.
El locutor del partido no dejaba de lanzar vitores al joven equipo de Raimon quienes habían derrotado al supuesto invencible equipo, minutos después en la imagen se veía a un joven de pelo café alborotado alzando la copa del Holy Road mientras era aventado por sus compañeros igual de eufóricos.
-Lo lograste, Tenma!- murmuraba ella.
Momentos después el equipo posaba frente a un podio con medallas alrededor de sus cuellos, junto a su entrenador.
-Endou-kun-
Al ver a su esposo posando junto al equipo le hizo recordar a cuando ganaron el FF. Al ver la emoción en el rostro de Tenma, casi le hacía imaginar el mismo rostro en Mamoru cuando sostenía la copa.
Mientras ahora la imagen mostraba a una periodista entrevista a Tenma junto a Endou a su costado, Natsumi se sentó.
-Finalmente…- pensó.
Horas más tarde, como a las 22:30, la puerta de la casa se abría…
Endou casi no tuvo que avisar de su llegada puesto que unos segundos después de entrar, Natsumi ya se encontraba de pie frente a él, ambos quedaron viéndose uno al otro en silencio por unos segundos, hasta que él finalmente rompió el silencio.
-Por fin…-
-…Sí- murmuró Natsumi.
Ambos se fundieron en un cómodo abrazo que duro un par de minutos hasta que finalmente se separaron y dirigieron a la cocina comedor.
-Por fin lo logramos- decía Endou sentado frente a la mesa. –Esta victoria representa el fin del Sector V-
-Me alegra mucho- añadió Natsumi desde el otro lado de la sala en la cocina mientras pasaba las manos por la cocina. –Ha sido un largo camino…-
-…Pero todos lo han hecho maravilloso- dijo Endou. –Tenma y los otros-
-Raimon lo hizo de nuevo!- dijo Natsumi con una sonrisita burlona mientras avanzaba a la mesa con platos en sus manos.
-Haruna, Kidou, Kazemaru, todos trabajaron duro- le recordó a su esposa el mérito a los demás mientras veía a su esposa servir la mesa con el estofado de hace un rato.
-Y ahora con Hibiki-san al mando, el fútbol podrá volver a ser como antes-
-Eso es maravilloso- dijo Natsumi mientras tomaba asiento después de depositar el pote de ensalada. –El fútbol antiguo volverá a como era antes-
-Así es- dijo mientras tomaba unos cubiertos. –Muchas gracias por la comida!-
Entonces probó el estofado. Una expresión de sorpresa se dibujo en su rostro.
-Ocurre algo?- pregunto incómodamente ella. Pero Endou solo observaba la cuchara con la cual había degustado aún manchada con un poco de salsa, como si estuviera estupefacto, pero no era igual a como había actuado antes al respecto.
Pero al darse cuenta luego de la mirada preocupada de su esposa, sonrió.
-Esta buenísimo-
Ella volvió a sonreír mientras asentía con la cabeza.
De hecho, estaba un poco salado, pero… a diferencia de cómo ha cocinado antes hasta ahora, estaba… pasable, quizá era eso que lo sorprendió, tenía casi la suficiente sal para disfrutarlo, al recordar esto último fue por lo que sonrío.
-Natsumi, incluso tú has mejorado mucho- pensó con un poco de orgullo en el pecho al percatarse de que, aunque fuera por poco, comenzaba a cocinar mejor.
-Más por favor!- dijo Endou mientras le extendía el plato.
Ahora la sorprendida era Natsumi, Endou jamás le había pedido repetición, aunque no era nada que le hiciera sospechar en lo absoluto, más bien enseño una gran sonrisa mientras extendía la mano para tomar su plato y servirle otra ración, bastante complacida.
-No hay nada mejor en el mundo que cocinar para ti- pensó mientras le entregaba el plato.
Y mientras lo veía comer con júbilo, pensaba en lo que les deparaba la vida ahora, el fútbol pronto volvería a ser como antes, ahora ella y él podrían avanzar juntos, Endou no había probado suerte en el fútbol profesional al enterarse del Sector V, le hubiera encantado que jugara a nivel profesional, pero él le había dicho que no podía pensar en sí mismo cuando el fútbol de su país estaba en esa situación además, fue el primero en reunir a sus amigos de nuevo y proponerles lograr una revolución, la mayoría de ellos aceptó igual de indignados con lo que el Sector V le hacía a su amado deporte.
Incluso 10 años después, Endou todavía lograba atraer a todos a él, era impresionante, casi mágico… que un grupo grande amigos continuara igual de unidos aún después de 10 años.
Para cuando terminó de pensar todo esto Endou ya había terminado, Natsumi recogía la mesa mientras Endou le dijo que subiría a tomar una bien merecida ducha, pero no sin antes informarle que se reunirían mañana con los chicos en privado para celebrar.
Después de dejar limpio todo, Natsumi finalmente subió a la habitación, ya se había bañado antes que Mamoru, por lo que decidió esperarlo en la cama, además ya era bastante tarde.
El reloj marcó la medianoche cuando Mamoru entró ya listo para dormir apagando la luz en el camino, Natsumi podía notar que estaba exhausto, aunque cuando se encontraba acostado de un lado, sintió como él revolvía las sabanas y se acomodaba, pasaron unos segundos, y ella decidió darse la vuelta, esperaba encontrarse con su espalda, pero en su lugar se encontró frente a frente con su rostro.
Él la miraba con algo ternura. Después de unos segundos ella pregunto.
-Tengo algo en la cara-
-No! No es eso…- respondió él. –Es que…-
Hizo una pausa y luego continuo.
-Quiero darte las gracias- dijo él.
-Las gracias?- pensó ella. –Por qué?- pregunto.
-Recuerdas cuando dije que todos habían trabajado duro para llegar a este día…-
-Sí- respondió ella.
-…También me refería a ti, Natsumi-
Aquello hizo que su corazón saltara de regocijo.
-Pero yo…- balbuceó.
-no hiciste nada?- completo Endou. –De qué hablas?-
Su atención, su apoyo, sus consejos… su compañía.
Endou se lo hizo notar, expresando en palabras dulces el gran apoyo que significo para él, además de su "deliciosa" comida claro.
-Endou…- murmuró casi en un sollozo de alegría. -…Yo-
-no tienes que decirlo- la callo. -Qué estés aquí acostada a mi lado es más que suficiente-
Luego envolver su brazo a su alrededor así como parte de su sabana acercándose a ella.
-Muchas Gracias, Natsumi-
-Mamoru…-
Natsumi no pudo resistir más y lo besó rápida y tiernamente en los labios.
Ambos se acercaron aun más agitando las sabanas, besándose apasionadamente, ahora con ella abrazada justo sobre él mientras aumentaba el ritmo de sus besos y Endou respondió apropiadamente con sus movimientos.
Por la ventana, un haz de luz de la luna se filtraba por las cortinas e iluminaba su lecho, siendo testigo de cómo la pareja aumentaba la pasión.
Finalmente Endou en un arrebato alzo la mano hacia la espalda de ella y comenzó a desatar su camisón, Natsumi no le prestó atención hasta que finalmente sintió su espalda desnuda entones paró por un segundo y observó el rostro de él, quien al verse sorprendido no atino sino a sonreírle traviesamente.
Ella lo tomo como una aprobación y le devolvió la misma sonrisa. Luego comenzó a subirle la camiseta.
Tenían toda la noche, ambos comenzaron a desvestirse lentamente mientras continuaban besándose para no perder la pasión, primera un camisón, luego una camiseta, unos shorts, unas prendas blancas íntimas y unos calzoncillos, y pese a la dificultad con que procedieron aún continuaba besándose de la misma forma que al principio, las sabanas de la cama revoloteaban mientras la pareja se revolcaba hasta que ahora era Endou quien yacía encima, se detuvo por un momento para verla de nuevo, la luz de la luna ahora iluminaba su rostro dibujando como siluetas plateadas alrededor de su rostro, por un momento Endou se sintió un poco intimidado ante algo tan bello que pensó que solo le faltaban unas alas.
-Qué pasa?- pregunto con inocencia ella, lo cual no hacía más que volver aún más irresistible.
-Nada…- respondió. –Es que eres tan hermosa!- balbuceó.
Una Natsumi sonrojada de oreja a oreja reanudo la acción abrazándolo con más fuerza, ambos se hundieron aún más en el colchón y en sus sabanas, entonces ella sintió como su cuerpo se estremecía como en un temblor cuando Endou puso su mano en uno de sus pechos, solo alcanzo a murmuro levemente su nombre cuando él comienzo a apretar revolver, su cuerpo se sentía como en un terremoto mientras todavía la besaba y seguía moviendo la mano, pero eso no acabo ahí, minutos después sintió como su otra mano bajaba por su abdomen y alcanzaba su parte íntima, la cual comenzó a deslizar con sus dedos provocando que dejara ella dejara de besarlo para soltar un gemido.
Al oírla exhalar así solo hizo que el moreno aumentara el ritmo, con ambas manos ocupadas y su boca besando su mejilla ya que ella no dejaba de gemir ante su accionar.
Natsumi separó sus labios de los de su esposo para continuar inhalando y exhalando para así no desmayarse de placer, pero sabía que los ruidos que su boca hacia solo lograban excitarlo aún más, por lo que sabía que los movimientos de Endou seguirían aumentado hasta que pronto se sintió mojada, entonces fue que se detuvieron, ella jadeaba un tanto exhausta con los ojos cerrados, hasta que pronto sintió, como Endou se metía dentro de ella, la arremetida casi la hizo arquearse de espaldas, entonces él comenzó a mover sus caderas con la suya.
Era una sensación suave y placentera se torno aún más placentera conforme pasaban los segundos, ella dejo caer sus brazos a los costados como si estos se desconectaran de su cerebro para permitirle dirigir toda su concentración a aquella excitación, entonces Endou asomo su cuerpo abrazándola, ella correspondió abrazándolo también, los movimientos comenzaron a subir de intensidad y sus músculos de tono, Endou podía oírla gemir junto a su oído lo que lo motivaba a mantener su ritmo., después de unos minutos él se levantó y ella comprendiendo su deseo se acomodo de costado, El moreno volvió a posarse sobre ella, con un brazo envolviéndola y otro jugando con sus pechos, aquel momento era lo que ella había sentido.
Momentos después él la acomodo de nuevo de frente y arremetió con más fuerza estremeciéndola de un sobresalto, el rostro de Natsumi estaba todo rojo y cubierto de sudor así como él, entrelazó sus manos con los de ella mientras se acercaba el final, ambos murmuraron sus nombres mutuamente por un última vez.
Entonces sintieron una gran y placentera explosión que les arrancó un profundo gemido a ambos.
Natsumi sintió el orgasmo subir estrepitosamente por su cuerpo y su espalda, tan rápida y deliciosamente que creyó subía a lo más alto del cielo.
El único ruido en la habitación eran los jadeos de ambos, Endou yacía exhausto a su lado cuando sintió los cálidos brazos de su esposa a su alrededor, la última vez que habían hecho esto fue durante su corta luna de miel pensaba Natsumi, pero esta vez fue mucho más hermoso y placentero que entonces mientras agradecía desde lo profundo de su corazón tener a Endou a su lado.
-Te amo- dijo ella.
-Y yo a ti- respondió él.
Para finalmente quedar profundamente dormidos.
El día siguiente paso volando, y pronto llegó la noche, Endou se preparo para ir a la reunión de los chicos vistiendo un calzado all stars, unos vaqueros azules con una camiseta roja con una cazadora café y en la cabeza una bandana roja, estaba sentado en la sala viendo la televisión esperando a Natsumi, estaban presentando la noticia de la elección de Hibiki-san como el nuevo Setei, era lo que esperaba, pronto tal vez deje de llamarse Sector V pensó.
De pronto escuchó pasos de la escalera y corrió esperando, frente a él estaba Natsumi vestida elegantemente con unas zapatillas rojizas con un vestido rojo con una blusa de un rojo más claro, pero lo que le sorprendió fue que se había ondulado el cabello a como lucía antes además de un bolso, Endou no pudo más que sonreír ante este gesto.
-Nos vamos?- pregunta ella.
-Sí-
Una hora después en una sala del complejo de departamentos de Aki todos los chicos se encontraban reunidos, cuando en la calle una pareja llegaba a la entrada, por un momento Natsumi se detuvo por un segundo.
-Me siento un poquito nerviosa- dijo. En realidad debería haber dicho que "qué pensarían de ellos" ya que pocos sabían que estaban casados, además no había visto a la mayoría en mucho tiempo, le apenaba un poco imaginar sus comentarios.
-Creo que me arreglé un poquito de más- se preguntó.
-Pero si luces preciosa- les respondió. –Verás que todo saldrá bien-
Ella solo asintió aunque todavía un poco nerviosa ingresando ambos finalmente.
Pero de lo que no se percataron era que un par de hombres misteriosos los observaban ocultos desde una esquina.
-Es él?- pregunto el más bajo.
-Sí- respondió el alto.
Dentro la puerta se abrió y los invitados vieron a una despampanante pareja ingresar.
Todos hicieron una breve pausa por unos segundos hasta que balbucearon al mismo tiempo.
-¡¿EH?-
-Hola a todos!- dijo alegre Endou.
-E-Endou…?- dijo Kazemaru incrédulo.
-…N-Natsumi-san?- tartamudeó Haruna como si completara una oración.
-Salen juntos?- preguntó Kabeyama confuso, como si no pudiera procesar esa información.
Pero luego él y Kurimatsu vieron las señales matrimoniales en sus dedos.
-¡ESTAN CASADOS!- gritaron.
A más de la mitad de los presentes se les desencajo la mandíbula de la sorpresa, menos a Aki, Fubuki, Kidou y Gouenji.
Hubo otro silencio incomodo, entonces todos les sonrieron pícaramente y se reanudo la fiesta, comieron unos cuantos bocadillos. Se formo un grupo de conversación entre Endou, Fubuki, Kidou, Kazemaru y Hiroto.
-Vaya Endou!- le dijo Kazemaru. –Sí que me sorprendiste!- le comentó al referirse a lo de Natsumi.
-Bueno… no sé qué decir en mi defensa- decía rascándose la mejilla con un dedo.
-No importa en verdad- dijo Hiroto. –Me alegro por ti, Endou-kun-
-Bueno, supongo que no eres un completo fenómeno del fútbol después de todo- dijo Fubuki. –Eso es bueno-
-Aunque no es la persona que esperaba- murmuro Kidou. –Eso si me sorprendió-
Endou solo atino a reírse un poco apenado, entonces Gouenji se acercó a ellos.
-Gouenji-
-Endou-
Hubo un silencio incomodo por unos segundos. Hasta que Endou dijo.
-Es bueno tenerte de vuelta-
Gouenji no podía articular ni una palabra.
-Tranquilo, no tienes que explicar nada- dijo él. –Hiciste lo que hiciste por el fútbol, Tenma me lo dijo-
Gouenji volvió a decir su nombre.
-Aunque no era el método correcto, tu intención era buena-
Gouenji se disculpo con una sonrisa.
-Es verdad- añadió Kazemaru.
-Nos alegra tenerte de vuelta, Gouenji-kun- dijo Fubuki.
-Ahora Hibiki-san se encargara de todo-
-Asi es- dijo Hiroto.
Por el otro lado de la sala, un grupo femenino conversaba.
-Aki, debiste decirnos de los Natsumi-san y Endou- protestó Haruna.
-Bueno, era nuestro pequeño secreto- le decía a Natsumi. –Además como crees que se sentiría si todo el mundo estuviera hablando de ella-
-Un poco incomoda- añadió ella.
-Me alegro por ti, Natsumi-san- dijo Fuyuka dando unos pasos hacia ella. –Por favor cuida mucho de Endou-san-
-Así es- dijo Rika. –No dejes escapar a tu hombre-
-Ahora que ya no tienen que luchar más, por fin podrán seguir adelante- añadió Touko. –Espero que sean muy felices.
Natsumi asintió sonriente.
-Ya lo somos- pensó.
En la esquina de la cuadra del complejo de apartamentos, los dos hombres misteriosos tramaban algo.
-Oye Spike!- dijo el más bajito de aspecto robusto y de ojos y cabello negros. –Tenemos que hacerlo?-
-Por qué lo preguntas?- contesto el más alto de aspecto delgaducho y tés pálida con ojos y cabello cafés.
-Digo, que conseguimos con esto- dijo Butch. –El Sector V está acabado, ni siquiera podemos asegurar de que nos paguen por hacer esto?- explico.
-Nos pagarán!- respondió Spike. –Además ese hombre nos lo aseguró, dijo que era el último cabo suelto-
-No lo sé compadre- respondió.
-Cállate y prepárate ya no deben tardar en acabar- afirmo.
Unas horas después eran las 1 de la mañana, varios de los chicos ya se estaban marchando.
-Fue grandioso reunirnos otra vez chicos- dijo Endou.
Todos se acercaron por última vez a su excapitan para abrazarlo y felicitarlo, aunque se ofrecieron en ayudar a Aki a limpiar ella les dijo que no era necesario y que fueran a descansar.
-Nos vemos, Aki- dijo Endou.
-hasta otra ocasión- dijo Natsumi.
Ambos finalmente salieron por la puerta e ingresaron a la calle.
-Fue genial- dijo Natsumi. –No han cambiado demasiado- añadió.
-Es cierto- dijo Endou.
Caminaron unos metros más por la calle alejándose a un bloque de los apartamentos, cuando ambos se tomaron de la mano.
-Qué será ahora?- preguntaba ella como queriendo ver el futuro.
-Solo tú y yo- respondió él.
Doblaron a la derecha e ingresaron por un callejón.
-Podrías probarte a nivel profesional…- propuso Natsumi.
-Bueno, sí- dijo Endou un tanto nervioso.
-Vamos, ¿Acaso tienes miedo?- le preguntó.
-Es solo que…-
De pronto cuando se acercaba a la esquina del final del callejón junto a un poste de luz, una figura apareció de entre la sombra de la calle.
-Quietos!-
Ambos reaccionaron sorprendidos deteniéndose.
-Pero qué…?- dijo Endou mientras intentaba dar un paso hacia el extraño cuando vio algo que le frenó en seco.
-Dije, quietos- dijo casi como si fuera un susurro fantasmal mientras apuntaba con un arma hacia Endou.
Endou retrocedió, Natsumi ahogo un grito.
-Tranquilo- dijo Endou.
Después de una pausa el alto hombre pelicafé habló.
-Es un robo, entreguen lo que tengan-
Después de unos angustiosos minutos mientras ambos vaciaban sus bolsillos y los arrojaban frente a él, Endou se dio cuenta de que había un segundo hombre junto al alto, era bajito de cabello y ojos negros.
-Bien…- dijo el ladrón más alto, como si sus intenciones no fueran solo sus pertenencias.
Entonces dirigió la vista hacia Natsumi.
-Oye primor- le habló. –vendrás conmigo-
Natsumi se asustó.
-Qué?- protesto Endou.
El ladrón enfoco nuevamente el arma en él.
-Oye, eso no era parte del plan- dijo el bajito. –Spike!-
-Si serás tarado, porque le dijiste mi nombre- le susurró.
El hombre pequeño que aterrado al olvidar ese detalle.
-Toma a la mujer- le ordenó.
Endou apretó los dientes.
-N-No deberíamos hacerlo spike-
-Cállate Butch- le regaño olvidándose de su error. –Haz lo que te digo!-
Con el cuerpo estremeciéndose el bandido más pequeño comenzaba a acercarse a Natsumi.
La rabia de Endou continuaba creciendo, pero estaba inmovilizado por el arma. Al verlo impotente el ladrón comenzó a reírse y no pudo evitar alardear.
-Un regalo de despedida del Sector V-
Esto lo enardeció. Después de la larga batalla, y de su victoria no pensó que su enemigo caería tan bajo, y ahora estaba cobrando venganza por su interferencia ensañándose con su ser más querido. Butch comenzaba a jalar a Natsumi del brazo hacia él, pero ella se resistía. Pero en su rostro el ladrón estaba dudando de lo que hacía, como si se hubiese metido en la situación equivocada, al ver la tardanza de su cómplice.
-¡¿Por qué tardas tanto?- le gritó. –Es solo una mujer- dijo bajando la mano.
Entonces Endou vio su oportunidad.
En un parpadeo Endou tomo la mano del atacante y la hizo a un lado para lanzarse sobre él, el delincuente quedo sorprendido por la velocidad de reacción pero opuso resistencia lo que le impidió perder el control del arma enzarzándose en un forcejeo, su cómplice quedo muy asustado que de inmediato soltó a Natsumi y huyó.
-A dónde vas cobarde?- gritó entre esfuerzos mientras un enfurecido Endou continuaba tratando de tomar el arma mientras desviaba la punta de su costado, un esfuerzo bastante complicado.
-¡Endou!- grito Natsumi intentando acercarse pero quedo paralizada al ver como luchaba por el arma, manteniendo la distancia y asegurándose de no quedar en medio de la aleatoria trayectoria, pero preocupada a más no poder.
-S-Suéltame!- protesto el atacante mientras hacía esfuerzos sublimes para dirigir el caño del arma hacia él.
-Ya fue suficiente!- le gritó Endou refiriéndose a las intenciones del Sector V.
Ambos chocaron contra la pared del callejón y luego contra el poste de luz el cual al impacto parpadeó débilmente, entonces…
BANG!
Natsumi ahogo un grito, pero luego vio que ambos continuaba forcejeando con gran fuerza, pensó que el tiro probablemente fue al aire, después de unos segundos, Endou enfurecido dio un rodillazo al costado de su atacante, uno bien sentido que lo hizo doblarse de dolor, lo suficiente para ablandar su agarre, el arma se deslizo de su mano y una vez en la suya la toma con fuerza y le propinó un fuerte cachazo en la cabeza.
Su atacante cayó tambaleándose sobre unos botes de basura en la esquina desplomándose por completo, la luz del poste del callejón volvió a parpadear como si se hubiese dañado por el impacto.
Natsumi observó callada por unos segundos más como Endou yacía de pie victorioso con el arma en su mano derecha, luego este volteó sobre su hombre para verla con unos ojos aliviados.
-Estas bien?- preguntó. Su voz sonaba cansada y pesada.
-S-Sí!-
Él sonrió.
Natsumi asintió aparentemente aliviada. –Mamoru…-
Se estaba acercando a él cuando de pronto lo vio soltar el arma la cual golpeo con un sonido seco, luego su cuerpo entero se desplomo, primero sobre sus rodillas y luego sobre su torso golpeando su cabeza contra el suelo.
Natsumi se cubrió la boca atemorizada.
-Endou?- exclamo mientras se agachaba a su lado.
Su rostro estaba palideciendo y sudando.
-Endou?- volvió a exclamar pasando una mano debajo de su pecho para voltearlo, pero luego sintió algo húmedo en su ropa.
Al regresar la mano vio que estaba manchada de sangre.
Ahora si quedo aterrada.
-Mamoru…- dijo mientras lo zarandeaba.
Pero no hubo respuesta.
¡MAMORU!
Una hora después en el hospital, luego de llamar a una ambulancia Natsumi estaba sentada en la primera fila de la sala de espera de emergencias del hospital Inazuma, con las manos cubriendo los costados de su cara, muerta de angustia preguntándose una y otra vez ¿Por qué?
Cuando todo se había acabado, cuando finalmente podían respirar en paz, esto tenía que suceder, no era justo, era totalmente injusto.
-Natsumi?- le dijo alguien desde la puerta de entrada.
-Gouenji!- apenas alzo la vista para reconocerlo acercarse.
Detrás de él venían Aki, Haruna y Kidou.
-Qué-Qué ha pasado?- pregunto Haruna.
-Dónde está Endou?- pregunto Aki igual de preocupada que ella.
-Natsumi…- dijo Kidou al verla llorando.
Después de contarles lo ocurrido, Kidou y Gouenji no dejaban de apretar sus puños de ira e indignación.
-Jamás creí que llegarían a esto- dijo Kidou.
-Miserables…- murmuró Gouenji.
-Eso es horrible- dijo Haruna.
-Endou-kun!- dijo Aki.
Sus comentarios solo la hacían sentir peor, habían pasado una hora desde que ingresó, y solo de recordar la expresión de los paramédicos casi rompe en llanto.
-Natsumi, todo saldrá bien!- le dijo Gouenji.
-Endou no es de los que se rinden- dijo Kidou.
-Sí, el resistirá- añadió Haruna.
-Como lo saben?- preguntó Natsumi con la voz acongojada. –Si lo hubieran visto…- dijo antes de que la voz se le quebrará mientras levantaba la mano que todavía tenía residuos de la sangre que se había lavado y comenzara a sollozar.
Al verla así Gouenji no pudo quedar más enfurecido.
-Natsumi-san?- decía Aki sin poder atinar a decirle algo que la aliviara.
Gouenji no dejaba de ver la cara de ese hombre en su mente, el hombre de quien recibía las órdenes cuando era el Setei, se aporreaba mentalmente una y otra vez pensando en lo estúpido que había sido unirse a él y a esa organización.
-Endou…-
Luego de unos minutos, un doctor salió llevando un tablero en sus manos, su expresión era seria y algo intimidante, se acerco a los muchachos.
-Quienes acompañan al herido?- preguntó.
Todos asintieron y se acercaron.
-¿Cómo se encuentra?- preguntó Kidou.
El Médico guardo silencio unos segundos, demasiados para el resto.
-Doctor…?- pregunto Haruna.
-Acaso…!- murmuró Gouenji.
Después de una breve pausa más finalmente dijo.
-Hicimos lo que pudimos…- bajando luego mirada.
-Lo lamento-
De nuevo aquel incomodo silencio se presentó, ese silencio que todos sabemos que siempre está presente en los hospitales.
Gouenji y Kidou enseñaban los dientes de la sorpresa, Aki y Haruna se tapaban la boca mientras gruesas lágrimas comenzaban a caer de sus ojos.
Detrás de ellos Natsumi dejo caer sus brazos mientras sus ojos temblaban y abría la boca.
-Ma…mo…ru…- alcanzo a balbucear.
CONTINUARA…
