!Hola! ¿Que tal? Bueno, yo bien~ aquí empezando con un nuevo fic.
Disclaimer: Los personajes de CCS - Card Captor Sakura- no me pertenecen, son creaciones de clamp, yo solo los uso para entretener y dejar salir un poco mi imaginación.
Advertencia: AU
Abrió la puerta de su departamento y dejando ver a la dueña del lugar, un ladrido grueso y fuerte se escuchó desde una de las habitaciones del segundo piso y sonrió. La mujer de cabellos castaños amarrados en forma de una muy pequeña coleta portaba con un uniforme de migración color negro, unos lentes oscuros y unas botas negras militares.
La joven de 26 años, se había independizado de sus padres desde hace ya tres años, vivía en San Diego, California de Estados Unidos junto con su preciado canino. Sus padres de origen japonés migraron a Estados Unidos por el trabajo de su padre, y su madre estaba embarazada de ella cuando se mudaron, tiene un dominio perfecto del japonés gracias a su madre, del inglés por ser su primera lengua y por trabajo, el español.
Cerró la puerta y con un "Ya llegué" se empezó a quitar el calzado. Al entrar completamente a su hogar se escucharon unos rápidos pasos al bajar por las escaleras alfombradas, ella al voltearse sonrió feliz, se agachó y extendió los brazos para recibir a su gran Pastor Ingles color blanco con gris azulado quien se había parado en dos patas alcanzando a tirarla y lamerla de manera descontrolada en el rostro.
—Ya llegué, Nene —Le avisó al gran canino que claramente estaba contento al ver a su dueña, su cola blanca se movía de un lado a otro sin parar.
El perro se quitó de encima dándole espació para que ella se parara, miró a su mascota con esas esmeraldas tan característicos que tenía como ojos y ambos subieron las escaleras para llegar a la sala de estar y después ir directo a la cocina. Abrió el refrigerador e instantáneamente su estómago empezó a exigir alimento, observó el refrigerio y se dio cuenta que tendría que comprar mandado.
Miró el plato de Nene que estaba alado de la barra que estaba en medio de la cocina color rojo con blanco y se dio cuenta que estaba vacío.
—A puesto a que tú también tienes hambre— Y el perro empezó a ladrar. —Lo tomaré como un si. —Sonrió.
El atardecer se podía ver desde la ventana que se encontraba en la sala, eran cercas de las 7 de la tarde por lo que no tardaba en que el sol se escondiera completamente. Fue a la habitación personalizada de Nene y al entrar se pudo observar una cama redonda color negro, una cómoda color blanco, huesos acomodados en unos cajones blancos abiertos y un closet de ropa de invierno. Había un gancho apuntando para arriba como adorno y en el colgaba una correa y un collar azul con blanco con la placa que tenía dirección y nombre del animal.
— ¿A dónde crees que iremos? Nene —Le sonrió a su perro y el canino no pudo evitar emocionarse por salir. —Si, iremos a Waltmart — Le puso el collar y salieron del lugar.
Vivía en un fraccionamiento de departamentos donde era permitido tener mascotas, Nene tenía 4 años y estaba entrenado para hacer sus necesidades en los lugares correctos y comportarse como todo un perro doméstico. El lugar contenía un área especial para que los animales pudieran hacer sus necesidades, contaba con una alberca ecológica que era tratada con plantas y peces, había cuatro guardias de seguridad que mantenían vigiladas los lugares, un gimnasio y un pequeño parque tanto para los niños como para los animales.
Se escuchó la alarma de un carro, se trataba de un Mazda 2013 color rojo, su nuevo juguete del año. La chica abrió la puerta trasera y sacó un tapete, el perro se acercó y empezó a limpiar sus patas y después subir. Una vez que la castaña retirara el tapete y lo guardara, cerró la puerta y fue a la puerta del piloto y entrar, prendió la refrigeración al ver que su perró tenía la lengua de afuera y puso el auto en marcha.
Salió del fraccionamiento y condujo al freeway, puso una estación de radio y empezó a escuchar "Pump It" de Black eyed peas. Para su suerte el tráfico de todos los días decidió ser escaso ese día, claro, era 4 de julio.
Pronto salió de la carretera y subir por un puente para llegar a una avenida principal que la llevaría a la tienda. Su teléfono que estaba pegado a un cable de USB al carro, empezó a sonar con la canción de "I am the best" de 2NE1. Con uno de los botones del estéreo, contestó hablando en inglés.
—Sakura, lamento molestarte en tus horas libres —Se escuchó por las bocinas una voz masculina.
—No hay problema ¿Qué es lo que pasa William? — amablemente le contestó.
—Necesito que vayas a la Línea fronteriza, estamos con falta de personal y hasta mañana llegan los nuevos —
Si, Sakura trabajaba en la Linera que dividía a Estados Unidos y México desde hace un par de años.
—Está bien, pero primero Nene y yo llegaremos a comer —Y colgó, si fuera otro jefe ya la hubieran corrido pero William era cercano a ella y se llevaban de maravilla. —Vamos a Subway —Le sonrió a su mascota y se desvió del camino a Waltmart.
Una vez llegaron al pequeño local de comida rápida, tanto ella como el canino bajaron del transporte rojo y se entraron al lugar. Sakura saludó alegremente a los empleados, todos la conocían ya que ella y Nene eran clientes preferenciales. Le preguntaron si lo de siempre y ella asintió con la cabeza, el perro saludó a la mujer de la caja y ella le dio un nugget de pollo.
—Tan sano y fuerte, me encanta su actitud —La mujer, de estatura baja y de tez morena le sonreía al perro y después a Sakura. —Es bueno verlo, ya tenía tiempo que no lo veía. —Y era cierto, con el trabajo de la castaña y el retiro de canino, Nene ya no salía tanto con su dueña.
Ya había pasado más de un año desde que Nene había dejado de trabajar para los humanos, había sido herido por una bala en una de las patas delanteras y Sakura como encargada del perro no quiso que el volviera a trabajar así que de ser solo su encargada, pasó a ser su dueña.
—Si, quizás de ahora en adelante lo mire más por aquí —sonrió.
—Sakura ¿Lo quieres con aceitunas negras? —Preguntó una chica de ojos rasgados, de tez blanca y delgada.
—Si, por favor. —
Y después de unos minutos de esperar, estuvo listo un subway de atún con queso americano, ranch y mayonesa, lechuga, pepinos y aceitunas negras y el pan de 15 centímetros. A nene le sirvieron la otra mitad pero el pan estaba abierto con nuggets de pollo y un par de aguas, solo que a Nene se lo sirvieron en un pequeño recipiente de plástico cuadrado. Pagó con un billete de 20 dólares y después recibió su cambio.
La de ojos verdes y el pastor inglés devoraban prácticamente su comida y después de 15 minutos de alimentarse, la castaña sonrió feliz.
—Me encanta Subway —mencionó sobándose el estómago. — ¿Verdad Nene? —Y el perro solo ladró. — Es hora de irnos, gracias por la comida —Se despidió y salió del lugar.
Salieron del lugar, fueron al carro y se pusieron en marcha.
Después de quince minutos en el auto, llegaron a su destino y se estacionaron en el estacionamiento de empleados y salieron del carro para entrarse al pequeño edificio. Una vez adentro, Sakura saludó a sus compañeros de turno y la colocaron en una de las casillas. Empezó a registrar tanto a americanos como a mexicanos y uno que otro de otras nacionalidades preguntando las preguntas de siempre cómo: ¿A dónde va? ¿Qué trae? ¿El motivo de su visita? Entre otras preguntas. Nene, como buen perro se sentó alado de su dueña, ella solo pasaba las visas o pasaportes por el registrador o revisaba identificaciones o actas de nacimiento.
Eran alrededor de las once de la noche, todo estaba tranquilo hasta que se escuchó un ladrido fuerte, no dudo en saber que se trataba de Nene quien le estaba ladrando a un joven de unos 23 años, mexicano. El chico se empezó a poner nervioso y uno de los oficiales del lugar se acercó al chico y lo empezó a inspeccionar. Vacio. El chico no traía nada y la castaña se tensó ¿Acaso Nene había fallado en su intuición? No, tenía que haber algo en ese chico.
Sakura se paró de su lugar y ordenó cerrar su lugar moviendo a la gente a otras casillas. Caminó hasta el joven y tomó su rostro con las manos, empezando a hablar español:
—¿Qué es lo que traes? ¿Drogas? ¿Armas? —El joven solo se puso más nervioso y del nerviosismo se dejó caer al suelo y rápidamente sacó un arma de su pantorrilla apuntándole a Sakura y disparándole en el brazo derecho. Al parecer el chico no sabía cómo usar un arma.
Nene se puso encima de él mexicano y empezó a morderle el brazo causando que este dejara caer la pistola. Los oficiales del lugar separaron al perro del chico, dejando ver que le había enterrado los colmillos en el brazo. Sakura se encontraba agarrándose el brazo y mirando todo lo que pasaba, dejando a un lado su herida notablemente profunda, miró al chico con enfado y ordenó que se lo llevaran del lugar y lo inspeccionaran.
—Ahora, hijos de su puta madre — Gritó con enfado el joven en español y varios hombres que estaban haciendo fila sacaron armas de bolsas que cargaban y empezaron a disparar descontroladamente y sin dirección, hiriendo y asesinando a las personas que estaban haciendo fila.
Empezó una guerra entre Oficiales de migración y esa gente con armas no identificadas, no sabían de dónde venían ni el porqué de su ataque, Sakura se puso detrás de un escritorio y empezó a disparar, tenía buena puntería y logró darle a un par de hombres armados. De reojo volteó a ver como al chico que fue herido por Nene y miró que salió corriendo para afuera del lado de Estados Unidos, salió corriendo junto con el perro, dejando a cargo a sus demás compañeros.
Al salir del edificio, tanto la castaña como el pastor inglés salieron disparados detrás del hombre que estaba ya muy adelantado. Ambos corrieron y Nene fue el que más se adelantó y al estar muy cercas de él se lanzó sobre el joven causando que cayera, Sakura llegó a ellos y al aprovechar que el animal estaba arriba de él, lo esposó y lo golpeó tan fuerte que lo noqueó.
—Eso es para evitar que escapes — Una punzada llegó a su brazo, se dio cuenta que ya había perdido mucha sangre y se apretó fuerte el brazo tratando de evitar el sangrado.
Afortunadamente, traía su radio para comunicarse con sus camaradas y en pocos minutos un par de sus compañeros la auxiliaron, uno se llevó al joven y otro se llevó a Sakura la ambulancia que tenían a las afueras del edificio. Quien la ayudó era un Filipino y quien se llevó al chico era un "gringo".
—Carl, no tenemos tiempo, tenemos que ir a ayudarlos —se quiso levantar pero su compañero no la dejó.
—Tranquila Sakura, ya pasó, se les terminaron las balas y huyeron, por suerte logramos capturar a 3 de ellos, son narcotraficantes. En este momento serán llevados al hospital, están en muy mal estado para poder ser interrogados y al que tú atrapaste se lo llevaran al corralón. —Informó — Buen trabajo Sakura, a ti y a Nene —Le sonrió, alagando tanto a ella como al perro. —Pero…Jerry, bueno… él —sabía que eran malas noticias — le dieron en el pecho y falleció.
—No, no es cierto —lagrimas empezaron a salir rápidamente de sus ojos —¡No es cierto! Jerry ¡El señor Jerry! — El hombre del que hablaban era de un hombre mayor, de 56 años. Durante su entrenamiento él la ayudó mucho moralmente y durante el trabajo fueron buenos compañeros, de vez en cuando Sakura le hacía el almuerzo y el llevaba las bebidas, durante su descanso hacían bromas y reían mucho junto con sus demás compañeros, se podría decir que eran como padre e hija.
—Lo siento Sakura —la miró con tristeza, él también quería mucho a Jerry.
Una vez la vendó y paró la hemorragia, fueron al edificio y al entrar, el ambiente era entristecedor, había gente que fueron cubiertos por mantas blancas, otros que les dieron primeros auxilios y otros que lloraban por la pérdida de un ser cercano. El olor a sangre estaba por todo el lugar y los llantos no se dejaban de escuchar. Se podía ver a niños llorando, hombres y mujeres tratando de ser fuertes y a los oficiales ayudando a todos lo que podían.
—Reporte de la situación —Pidió Sakura.
—El porqué del ataque es desconocido, 16 muerto y 24 heridos, la policía y las ambulancias están por llegar. —Informó uno de los oficiales.
—Es el colmó que no hayan llegado —Escupió Sakura notablemente enojada.
—Perdona por llegar tarde —irónicamente se burló una voz detrás de ella.
—Este no es momento para tus estupideces, Hiragizawa. —El perro solo empezó a ladrar alegremente al recién llegado.
¿Les gustó? ¿No les gustó? !Espero que si! Ese Nene es todo un loquillo eh~ (?) Lo amé...
!Nos vemos!
