X-JOHNLOCK

Este fic pertenece a la segunda actividad de los festejos celebrados por el

primer aniversario del foro I'm Sherlocked.

Crossover Sherlock BBC & X-Men

Warning: Los personajes no me pertenecen, son de sus respectivos creadores y adaptaciones.

Couple: Teen!lock (Johnlock)

Rating: T

Viñeta 1: El encuentro

Después de un largo viaje en tren y escuchar multitud de insulsas conversaciones sin necesidad de sus poderes, Sherlock había llegado a ese lugar del que tanto había escuchado hablar por periódicos y curiosos. Por supuesto, lo que promocionaban como un centro de estudio para superdotados no lo era, pero él ya lo supo en cuando indagó un poco en la red.

Todos eran demasiado amables, desde la recepción hasta ese hombre calvo que le había recibido en su despacho para ver su poder y saber de su vida. ¿Qué más daba su antigua vida? A partir de ese momento todo sería diferente, ¿no? No podría estar peor que en su casa, así que no perdía exactamente nada.

Llegó a la habitación que le indicaron, de nuevo en recepción. Cuanta burocracia, pensó. Resultó que ese hombre calvo era semejante a él, no igual, pero más parecido que cualquiera; quizá alguien a tener en cuenta.

Con la maleta mal hecha en una mano, tocó a la puerta de la que sería su habitación por todo el año. Esperaba no tener que cambiar más de compañeros de vida, ya estaba cansado de tanto cambio.

— Adelante —sonó una voz desde el interior. Tomó aire y giró la manilla.

— Hola —saludó Sherlock con la cabeza al entrar. Alguien en un escritorio de cara a la ventana y en pijama se giró con un libro en las manos.

— Hola —sonrió— John Watson —le alargó una mano aún con el libro en la otra. Sherlock estaba distraído con otro quehacer.

— ¿Está libre la litera de arriba? —sonrió también, mirándole. John asintió y retiró la mano sutilmente, un poco contrariado por el chico nuevo y sus formas.

Una vez subió la maleta como un saco de piedras, se quejó de su hombro, se llevó la otra mano a él y le extendió la libre mientras John observaba todo el proceso. — Perdón, mis modales. Sherlock Holmes.

— John Watson —dijo dándole la mano y soltando el libro.

— Si me conocieras no pensarías eso —sentenció sentándose en la cama de abajo.

— No me lo digas, ¿psíquico? —suspiró. Sherlock rio con ganas.

— No está mal para un curador.

— Sanador. No entres en mi cabeza —gruñó.

— No lo he hecho, es por tu libro, curador —el rojo se hizo presente en la cara de John. Y como no sabía qué decir, no dijo nada, hasta que la situación llegó a ser demasiado extraña y le dio demasiado sueño para seguir sentado intentando no pensar.

— Me voy a dormir ya, que duermas bien —y se metió en su cama esquivando a Sherlock, que seguía sentado en ella.

— ¿Cómo lo haces? —preguntó Sherlock, que no parecía tener ni pizca de sueño.

— El qué —protestó John girándose hacia él.

— Curar a la gente. Muéstramelo.

— Cuando te lesiones te lo enseño. Ahora duérmete—. Sherlock metió la cabeza en la litera y le besó. No en la mejilla ni en la comisura, sino en el centro de sus labios. Y claro, una opción era lo que pasó.

Ante el puñetazo, Sherlock se llevó la mano a la mandíbula, que ya le empezaba a doler. Sonrió feliz y sacó la cabeza de allí sin dejar de mirarle.

— ¿Ahora me enseñarás? —John bufó molesto, pero no podía eludir su deber, aunque su nuevo compañero fuera un gran dolor de cabeza que tendría que curarse él mismo.