Esta idea me invadió en un extraño momento de ocio. Nunca había trabajado con esta pareja, y muchísimo menos en nyo! pero es que Byo!Belarus es algo demasiado sexy...(?)
Espero les guste, acepto todo tipo de críticas, tomatazos, gritos, etc...

Avisos:

-Male! Belarus: Dmitry

-Male! Ukraine: Yuri (Yura, para los amigos) :P

-Fem! Lithuania: Laima

¡Los veo abajo!


нянавісць (Nianavisć)

-Odio-

Dmitry la miraba fijamente, parecido a como un depredador miraba a su presa antes de cazarla. Se permitió soltar una ligera risa irónica, él era un depredador mirando a su presa antes de cazarla. A su lado Yuri le miraba con esa sonrisa paternal en sus labios que precedía a su hartante: "crecen tan rápido".

-Así que por fin te conquistó-

En ocasiones como esa, Dmitry se preguntaba cómo era posible que chicos tan diferentes como él y Yuri fueran hermanos. El ucraniano era demasiado alegre y optimista como para que Dmitry lo soportará más de diez minutos seguidos, y tenía esa asquerosa costumbre de mimarlo como si siguiera siendo un chiquillo, además de insistirle en ganarse su confianza.

-No seas idiota, Yura. Esa estúpida nunca me conquistará.-Su hermano simplemente rio, pasando por alto en enfado del menor.

La joven lituana, a unos diez metros frente a ellos, trataba de arreglar el jardín. Sus manos diestras cortaban por todos lados y cuidaban las flores como si fuesen un gran tesoro. Laima mantenía una sonrisa tranquila y, a la distancia, parecía que se encontraba tarareando una canción. Para Dmitry la lituana no era más que un estorbo, pero tenía que admitir que resultaba un estorbo demasiado atractivo, casi insinuante.

Cuando Laima sonreía tan inocentemente a Dmitry le invadían unas terribles ganas de romperle la boca a besos, sólo para quitarle esa fastidiosa sonrisa. Algunas veces lo había hecho, y nunca quedaba satisfecho. Parecía que la lituana lo provocaba, lo hacía completamente a propósito.

-Laima es una buena chica, y te quiere, hermano.-Yuri le revolvió el pelo y el menor bufó hastiado. El día estaba resultando horrible. Su preciosa hermana no estaba, Yura insistía en hacerlo enfadar y Laima le parecía más atrayente que nunca. Estúpido sol bieloruso que aparecía sin ser deseado.

-¡Oh! Señor Yuri, señor Dmitry. No me había percatado que estaban aquí.-Saludo la chica con las mejillas levemente coloreadas por el trabajo bajo el sol.-He terminado con el jardín, ¿desean que traiga algunas bebidas?-

Yura contestó algo mientras Dmitry sentía un impulso violento al ver los pequeños labios de la joven frente a él. La odiaba, era tremendamente desesperante. A veces simplemente quería pedirle que se largara y no volviera a aparecer frente a él.

Cuando Laima se retiró por las bebidas que le pidieron, Dmitry se disculpó secamente con su hermano y fue tras ella. Una vez que la hallo en la cocina, la tomó fuerte del brazo y la empujó con violencia hacía el cuarto de víveres.

-¡Señor Dmitry!-

El bieloruso la hizo callar dirigiéndole una mirada cargada de puro odio.

-No sé qué demonios tienes, o qué tipo de maldita brujería utilizas, pero te juro que no te soporto. Ni a ti ni a las jodidas ganas de hacerte mía hasta que implores piedad o mueras, lo que suceda primero.-gruñó. Ella simplemente le sonrió. Cálida, justamente como Dmitry tanto odiaba.

-Entonces hazlo, Dima…-susurró acariciándole levemente las mejillas.

Dmitry no lo soportó más y choco furiosamente sus fríos labios contra los de ella, en un movimiento tan brusco que terminó estampándola contra la pared.

Definitivamente la odiaba.


¡Ah~! Eso fue tan sensual (?) De verdad amo a Male! Belarus. Ojalá les haya gustado. Besos :*