Disclaimer 1: Fanfic escrito sin ánimos de lucro. The Loud House es propiedad de Chris Savino y Nickelodeon, y licenciado por Jam Filled Entertainment y Viacom.
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Responsiva: ni FanFiction ni el fandom de TLH se hacen responsables por la protesta aquí emitida. Yo, como persona legal, me haré responsable de las quejas aquí vertidas por las inconformidades presentadas, no así de los insultos proferidos hacia mi persona. Ello es responsabilidad de quien los emite.
Prólogo
I want you out!
Royal Woods, Michigan
Tercer martes de noviembre...
Día de elecciones presidenciales.
La noche era muy tensa en la casa Loud, y no era para menos. Con los más chicos, Lynn y Leni ya dormidos, solo los sres. Loud, Lori, Luna, Luan, Lincoln y Lucy seguían despiertos. En lo particular, Lincoln y Lucy no debieran seguir, de no ser por una tarea especial de la escuela. La señora Johnson y el señor McGrady habían encargado a sus estudiantes estar al pendiente de los resultados electorales, con libertad total de trabajar en cooperación con gente de ambos grupos. Cosa con la que los Loud tienen una ventaja.
-Literalmente, no puedo seguir viendo esto. No es nada agradable ver algo así -se quejó Lori, quien llamaba a Bobby para matar el hastío-. ¡No, no me refería a tí, Bobby!
-No entiendo como podemos ver esto -secundó Luan-. Está tan muerto que hay más alegría en un cementerio.
-¡Buena esa! -exclamó Lynn sr, golpeandose la rodilla.
-No era un chiste -aclaró la comediante-.
-Niñas, a veces la política misma es un chiste. Gente que se siente muy competente que solo busca un pedazo de pastel por el que apenas y tienen que firmar.
-Papá, Luan tiene razón -protestó Luna-. Lo que menos necesitamos son chistes. Ya bastante tengo con que Jimmy Pace tendrá prohibida la entrada al país si Gump es electo.
-¡Si! Es como... un muy mal hombre que odia los gatitos -añadió Leni, quien había bajado por un vaso de leche, sumándose a la discusión-.
-¿Quieren callarse? Algunos necesitamos hacer tarea -se quejó Lucy, algo hastiada de ver que nadie tomaba en serio un suceso que veía por primera vez en su vida-.
-Es en serio, chicas. Algunos tenemos que aprobar, y saben lo pesado que puede ponerse McGrady con algo así -secundó Lincoln-.
-Y que lo digas... suspiro -acordó Lucy, monótona como siempre-.
En pantalla, seguían con la tensión en el ambiente. Si bien la candidata del partido Demócrata, Hilda Lyndon, ganó las generales en New Hampshire y Arizona, eran un escaso botín, pues era cuestión de tiempo para Ronald Gump, rancio republicano que buscaba echar a patadas a "los enemigos de América", aquello que, piensa, le roban el trabajo honesto a los "verdaderos patriotas".
-No se que sea más deprimente. Si el que todo el día se sintiera miserable o esta tarea... gruñido -musitó Lucy mientras dejaba una pluma en la mesa, a la par que Luna abandonaba el punto dulce de la sala.
-No es como si quisiera hacer esto. Tenemos que, y no me hagas querer citar a ya sabes quien en la biblioteca en verano -gruñó Lincoln, dando un sorbo al vaso de jugo que tenía enfrente-. Y no va a ser Hugh.
-Suspiro -replicó monótona Lucy-.
Pasada la medianoche, los Loud optaron por dormir, y Lincoln y Lucy acordaron que su tarea podía esperar hasta la mañana siguiente. Después de todo, ¿algo podría salir mal para alguien?
~o~
En la casa de la familia Santiago, la tensión era mucho peor. Ronnie Anne trabajaría con Liam en su casa, cosa que a ambos preocupaba.
Últimamente, Bobby y su familia habían tenido que soportar toda suerte de insultos raciales, golpes y vejaciones. Frases como ¡Vuelve a casa, Speedy! o ¿Te crees muy macho mexicano? eran ya el pan de cada día. Incluso la pizzería donde trabajaba el chico había recibido quejas sobre el personal.
Nervioso, colgó a Lori y fue a la habitación de su hermana luego de otra noche de soportar insultos y propinas brillantes por su casi total inexistencia esta noche.
De no ser por los McBride y los Loud...
-¿Necesitan algo? -preguntó Bobby, mientras abría la puerta de la habitación de Ronnie, mientras cargaba con el otro brazo un tazón mediano de nachos con carne- Pensé que, tal vez, tenían hambre o sed.
-Gracias, pero estamos bien -respondió ella con cierta reticencia, más concentrada en su informe que en su propia hambre.
-No, no hay problema. Gracias -dijo Liam-.
-Bueno, dejaré esto por aquí y me voy.
Dejó los nachos en el buró de su hermana y fue a revisar los mensajes de su móvil. Mensajes de ambos partidos, una docena de fotos de Lori, mensajes de odio de parte de supremacistas en la preparatoria...
Encendió el televisor y buscó algo que le levantara el ánimo, o que al menos le permitiera dormir un poco. American Samurai Warrior, algunos melodramas, una telenovela brasileña, infomerciales, un aburrido noticiero... Nightmare Beasts with Viggo Mortensen... nada interesante. Revisó de nuevo su bandeja de entrada... atestado con mensajes de Lori. Mucho mejor.
Dando la medianoche, el mayor de los hermanos Santiago decidió dejar todo por la paz y se despidió de Lori. Los chicos decidieron dormir (Liam, por supuesto, se fue al sillón de la sala para evitar malentendidos con el señor Santiago), haciendo él lo propio.
Decidiendo ignorar el sonido de aerosoles afuera de su casa, se puso unos auriculares y escuchó algo de música antes de caer profundamente dormido.
~o~
Clyde McBride definitivamente podía sentarse a dormir tranquilo. Él trabajó solo, pues generalmente tenía el apoyo de sus padres.
Desde un principio, en cuanto empezó la campaña presidencial, todas las iras ocultas entre varios de sus vecinos se descargaron sobre musulmanes y (lo que al republicano le encantaba) los latinos, sean migrantes o no. Algo que, en un principio, agradeció hasta que...
Las luces se apagaron. Le guardaba resentimientos a Bobby, y no era para menos. Él salía con Lori, y no soportaba eso en un principio. Seguía sin aceptarlo, pero tuvo que aprender a valorar al latino, y si Lori Loud era feliz, el chico lo sería.
Tomó su teléfono y, quiso contactar con el doctor Lopez...
Nada.
Intentó llamarle otra vez y seguía sin respuesta, por lo que decidió enviarle un mensaje de texto.
Dr. Lopez:
Lamento molestarlo, pero necesito hablar con alguien. Es sobre una tarea que dejaron en la escuela.
Cenó con sus padres, terminó su reporte con la ayuda de Howard (Harold tuvo que salir de emergencia por papel higiénico) y se fue a dormir.
~o~
Padma Shrinivas regresaba de una clase de yoga, relajada luego de tener que soportar otra poco satisfactoria clase en la escuela primaria de Royal Woods.
La causante de su estrés en esta ocasión, curiosamente, no fue Lisa Loud, la pequeña genio de apenas cuatro años que siempre la veía como un simbólico referente de autoridad. Ella recién había logrado formalizar su nacionalidad y estatus tras años de engorrosos trámites. Y el apoyo de vecinos y colegas valió la pena.
Después de haber votado en el Club Rotario de Royal Woods y haber certificado su nacionalidad oficialmente, decidió como pasar el resto de su día. Una sesión de yoga, seguida de una cena ligera y una copa de vino, y rematando con un largo baño de burbujas mientras escuchaba los temas clásicos de los Vee Gees.
Todo ello valía la pena.
O la habría valido si no encontrara la puerta de su departamento vandalizada.
Inscripciones que le exigían largarse, fotos denigrantes, esvásticas, tres letras "K" en la frente del Ganesha pintado en su entrada... si joder a alguien por su ascendencia y creencias era un insulto, acabó recibiendo uno de los peores de toda su vida desde que Lisa Loud usó a toda la clase como sujetos de prueba de un pequeño experimento social relacionado al de Milgram en los años sesenta.
Furiosa, abrió su puerta y se repantigó en su sillón, mientras tomaba una bolsa de frituras y una botella de licor... olvidó ver cual tomó. Sirvió un vaso y, abatida, fijó sus ojos en el pin que llevaba prendido en su chaqueta
Yo voté...
En ese momento deseó no haber votado por Ronald Gump.
~o~
Ciudad de Nueva York
Apenas dieron las 3:00 am, los resultados preliminares aparecieron como una terrible confirmación para muchos habitantes del país. Ilegales, residentes e incluso de generaciones atrás en sus comunidades.
Los considerados estados clave de toda elección tuvieron una aplastante mayoría republicana. Florida, Wisconsin, Carolina del sur, Massachusets, Indiana y Georgia... todos le dieron el triunfo a Gump.
En Times Square, se improvisó un podio, al que el rubicundo presidente electo tomó sitio junto a su familia.
Tomó un legajo con su discurso de aceptación y empezó a leer:
-Hoy, la democracia ha ganado. ¡Dios bendiga América! -exclamó a los cuatro vientos- ¡Y vamos a hacer América grande otra vez! ¡La haremos más grande que nunca!
La multitud, excitada, terminó aclamando, y lo vió así, la inauguración de una nueva edad de oro estadounidense.
Lo que no vieron, o no quisieron ver, en su euforia... era que muchísima gente sería vista como parias.
~o~
No lejos de Times Square, sobre Wall Street, Henry Lopez buscaba regresar a su hotel, tras desentenderse de un chofer bastante malhumorado al que hubiese diagnosticado como un "sociópata funcional con tendencias sexuales brutalmente reprimidas", a riesgo de abrir la boca y haber sido botado en la parte realmente más fea de Queens. Un encantador ejemplar de la para nada encantadora fauna neoyorquina.
Desde que llegó al aeropuerto de Newark en un B-747 procedente de Detroit, notó cuan tensa se había vuelto la ciudad más neurótica del planeta. Bien pudo visitar otros sitios como Shangai (nada que valga la pena rescatar... ni nadie), Ciudad de México (¿Como piede haber gente que sobreviva a docenas de funcionarios incompetentes con la vesícula biliar intacta y los pulmones llenos de humo y hollín?), Kyoto (los obituarios por suicidio no son precisamente raros), Amsterdam (demasiada gente "feliz") o Estocolmo (un dolor en el trasero que ningún psiquiatra desearía tener que visitar), pero... Nueva York era, de lejos, uno de esos sitios desagradables que nunca visitaría en su sano juicio.
Ni el doctor House quisiera visitar un sitio rebozante de cinismo y crueldad humana por gusto, admitió.
Wankdorf Asturian. 5 Estrellas, habitación sencilla, tres noches pagadas por la estatal de Pennsilvania para sus principales ponentes del Congreso Americano de Psicología. El lugar al que debía acudir a solicitud de su Alma mater, directamente desde el citado aeropuerto de Newark.
Llegando al hotel, se topó con un escenario del todo impensable.
Varios empleados del hotel, la mayoría de ellos latinos y de orígen árabe, estaban siendo sometidos por agentes del Departamento de Inmigración, bajo el argumento de que "se presumen actividades terroristas".
-¡Deténgase! -ordenó una voz femenina desde atrás.
Sin dar crédito a lo que estaba sucediendo, una oficial de policía (latina como él) le estaba esposando.
-¿De que se me acusa?
-Tiene derecho a permanecer en silencio. Todo lo dicho puede y será usado en su contra bajo potestad federal -empezó la oficial, con una actitud nada amistosa-. Tiene derecho a un abogado. Si no puede pagar uno, se le asignará uno de oficio...
-¡Suélteme! Mañana tengo compromiso en el Madison...
-Se le acusa de inmigración ilegal -respondió la oficial
-¡Suélteme! ¡Soy ciudadano americano! -protestó, al tiempo que le hacían una revisión. Le fueron decomisados la billetera, varias pen-drive y el móvil, que estaba recibiendo llamada y, a los pocos segundos, un mensaje de un paciente suyo...
Clyde McBride.
A lo lejos, se dejaba escuchar un discurso que a muchos llenaba de esperanza, de sueños cumplidos en el horizonte. Lo sufucientemente fuerte y claro, altoparlantes mediante, como para que una sola frase retumbase en sus oídos...
¡... Y vamos a hacer grande a América otra vez! ¡La haremos más grande que nunca!
Es hora de poner las cartas sobre la mesa, y por un lado había que empezar. Como toda historia.
Si, se que en FF la política es un tema tabú. MUCHO peor que el más enfermo y retorcido shippeo existente, y algunos por aquí lo saben mejor que nadie. Pero si ya autores como John Grisham han manejado la novela política, ¿Por qué no debe hacerlo nadie aquí?
Por otro lado, el sistema electoral estadounidense es algo... raro. 50 estados, 48 a disputa directa y 2 en proporción. 270 colegios mínimo para ser la persona más poderosa del mundo. Supuestamente creado "para que nadie que no esté calificado ocupe el puesto".
Supuestamente.
Hay quienes se van por las marchas. Otros optan por el vandalismo y no pocos sufren por su vena SJW. Pero yo considero esto algo muy sensato.
Estaré al pendiente de sus reviews. Toda crítica será valorada. Admito que voy a estresarme mucho, pero eso me va a servir.
Solo hay un personaje "nuevo" por aquí. Debutante en Making the Grade, la srta. Shrinivas, docente de la clase de preescolar de Lisa, también hace su debut por aquí. Obviamente desconocemos su nombre, así que vengan la licencia de autor. En cuanto al prof. McGrady... sip. OC. Uno que voy a desarrollar bastante, culpa de esa mención en Mascarada. Fics no conectados.
No esperen actualizaciones frecuentes. Algo así va a llevarme algo de trabajo. Y, en cuanto a los
Por último, estoy preparando, en paralelo, un proyecto especial para el primero de Abril. Hasta entonces, voy a tener que estudiar política en serio, a la par que escribo.
Con afecto, Sam the stormbringer.
