Mirajane estaba en la enfermería de Fairy Tail, muy preocupada por su hermano Elfman; y todo por culpa de Laxus.
¿Por qué había hecho eso? ¿Eran todos tan débiles como él decía?, habían pasado tres días desde los sucesos y casi todo el mundo en el gremio odiaba a Laxus.
Laxus, Laxus, Laxus…
El rubio acababa de hablar con su abuelo y le había expulsado del gremio; bueno… tampoco es que le importara mucho pero…
En ese justo momento pasó por la enfermería y vio esa cabellera blanca al lado de una camilla, sí, ella era la única que le importaba en el gremio.
Mirajane vio sus pensamientos interrumpidos por unos pasos y una respiración que ella conocía muy bien.
-Mira… - Dijo Laxus mientras que se acercaba.
La nombrada se dio la vuelta para encontrarse con los ojos de Laxus mirándola fijamente.
-¿Por qué…?- Pero antes de que Mira terminase la pregunta se rompió y empezó a llorar.
Laxus no pudo ante esa escena, él se había prometido que nunca volvería a hacerla llorar, porque no podía soportarlo, hacía que su corazón se rompiese en mil pedazos y quisiera electrocutar al que había hecho llorar a su Demonio, pero el problema es que últimamente era él la persona que le hacía llorar.
-Lo siento Mirajane, el poder y pensar que todos eráis inferiores me cegó, y no me di cuenta de que estaba dañando a la persona más importante de mi vida.
Con esta última parte Mira dejó de llorar y recordó como Laxus la había apoyado cuando su hermana murió, pero después Mira ya no había encontrado consuelo en sus brazos; aunque ambos seguían sintiendo algo el uno por el otro.
-Lo he intentado Laxus, pero no puedo, simplemente no puedo…
-¿Por qué?- Laxus no podía creerlo, acababa de perderla, a ella, a Mirajane, a su Demonio, a su Mira.
-Todo el mundo habla de ti, del daño que has hecho, pero yo no puedo Laxus. Después de lo que has hecho Laxus… Yo sigo sin poder, es que no puedo.
-Mira…
-No he podido y no puedo perdonarte, porque nunca te he odiado Laxus, soy… incapaz de odiarte, el único sentimiento que tengo hacia ti… es amor.
Dicho esto Laxus se acercó a ella y la besó, fue un beso dulce para que sus labios se volvieran a reencontrar porque se echaba de menos.
-Te quiero Mirajane, pero… el viejo me ha expulsado del gremio… así que esto en un adiós.
La peliblanca se quedó estática asimilando lo que acababa de decir Laxus y cuando se dio cuenta él ya se estaba yendo.
Mirajane salió corriendo hasta que llegó a Laxus y le abrazó por la espalda.
-Laxus, te quiero, por favor no…
-Adiós Mira.- Dijo Laxus mientras se iba y se daba una última vuelta para darle esa sonrisa que volvía loca a Mirajane.
Mira volvió a sentarse al lado de Elfman, con una extraña sensación en el corazón sentía por una parte una enorme felicidad por ese beso de Laxus, pero una sensación de tristeza y vacío era mayor porque el amor de su vida acaba de irse, y posiblemente nunca iba a volver.
